Murió Luis Posada Carriles, exiliado cubano y exagente de la CIA que intentó en múltiples ocasiones atentar contra el régimen de Fidel Castro. El líder falleció a los 90 años, en Miami, Florida. El cubano fue parte de la fallida invasión de Bahía de Cochinos en 1961 y vivió varios años en Venezuela. En el 2000, fue condenado en Panamá por un fallido complot para asesinar a Castro durante la Cumbre Iberoamericana, pero fue indultado después por la presidenta Mireya Moscoso. Posada Carriles fue acusado por el gobierno cubano de participar en el atentado contra un avión de Cubana de Aviación en 1976, que volaba de Barbados a Jamaica, y en el que murieron más de 70 personas, sin embargo, Posada siempre negó su participación en el atentado. También ha sido vinculado a la explosión de varias bombas en hoteles cubanos en la década de los años 90, una de las cuales le que costó la vida a un joven turista italiano en 1997. Sobreviviente de un cáncer de garganta, atentados y un derrame cerebral, la salud del militante anticastrista se había deteriorado notablemente tras sufrir varias fracturas de huesos en un accidente de auto en 2015. Según documentos desclasificados del Departamento de Estado, Posada Carriles fue un informante pagado de la CIA (Agencia Central de Inteligencia), por lo cual viajó por distintos países latinoamericanos en los cuales trabajó contra los movimientos comunistas y de izquierda. Le puede interesar: Murió Philip Roth, un gigante de la literatura de EE.UUNacido en Cienfuegos, Posada Carriles llegó a estar preso en Venezuela por la voladura del avión pero en 1985 se fugó de la prisión, disfrazado y con un documento falso.