Hay un nuevo escándalo que rodea al exciclista Lance Armstrong a quien acusan ahora de fraude tecnológico por supuestamente usar un motor en su bicicleta para ganar etapas en competencias internacionales.La denuncia la hizo el francés JeanPierre Verdi, exjefe de la Agencia Antidopaje de Francia en unas polémicas declaraciones al periódico Le Parisien.“Armstrong recibió un trato especial. Muchos me dijeron que no debía abordar las leyendas, que me iba a encontrar solo. Pero si las leyendas se sustentan en algo... también creo que tenía un motor en la bicicleta", indicó Verdi."Todavía tengo las imágenes en la cabeza de una etapa de montaña donde dejó a todo el mundo en el suelo. Al final de la etapa, llamé a todos los especialistas que conozco y no entendían cómo era posible su rendimiento", sostuvo.El antiguo jefe de la Agencia Antidopaje Francesa finalizó diciendo que “algo andaba mal y todos los especialistas me decían lo mismo. Sin embargo, eran personas del medio, quienes conocían bien la carrera. No fue la EPO la que marcó la diferencia”.
"Desearía poder cambiar lo que sucedió. Desearía haber sido un mejor hombre. Todo lo que puedo hacer es decir que lo siento y seguir adelante", confesó el exciclista estadounidense Lance Armstrong en la segunda parte del documental titulado "Lance", que emitió la cadena de televisión deportiva ESPN.Armstrong, de 48 años, y siete veces campeón del Tour de Francia, despojado de todos los títulos tras confirmarse su dopaje, reiteró que mintió durante años.La primera parte del documental, que se emitió la semana pasada, se centró en el ascenso a la fama de Armstrong y en los personajes que lo rodearon, encabezados por el polémico doctor italiano Michele Ferrari y la directora Marina Zenovich, y aprovechó las entrevistas realizadas al exciclista entre 2018 y 2019 para mostrar que modificó algunos de los detalles que le dio a la popular presentadora de televisión Oprah Winfrey en el 2013.Por ejemplo, que sus inicios en el dopaje no fueron en 1996 sino cuatro años antes y cómo, poco a poco, comenzó el desmantelamiento de su ingente cantidad de mentiras.Como contrapeso a la cuestionada trayectoria ética de Lance Armstrong, el documental le da la oportunidad de presentar a su hijo Luke, quien aparentemente ha desarrollado un punto de vista moral diferente al de su padre sobre el uso de drogas para mejorar el rendimiento.La pregunta a Luke Armstrong fue directa. Le interrogaron si consideraría usar esas drogas ilícitas, al igual que lo hizo su padre.Luke Armstrong, actualmente jugador de fútbol americano en Universidad Rice de Houston, dijo que su espíritu de lucha por alcanzar sus objetivos es mejor que elegir el camino fácil."Siempre he tenido ganas de luchar por algo y trabajar por un objetivo específico siempre ha valido mucho más la pena que tomar el atajo", destacó Luke Armstrong.Vea aquí: Lance Armstrong reconoce que comenzó a doparse “probablemente a los 21 años”"También siento que, si alguna vez hiciera eso y fuera atrapado, me habría ganado el calificativo de 'es como su padre'", admitió.Por su parte, Armstrong, al ser preguntado por Zenovich, la directora del documental, de cómo se sentiría si su hijo quisiera drogarse, respondió: "Sería una mala idea porque en la Universidad no merece la pena".Armstrong fue suspendido de por vida tras admitir públicamente, en el 2013, que se había dopado.
El exciclista Lance Armstrong reconoció en un documental de la cadena estadounidense ESPN que había comenzado a doparse "probablemente con 21 años", al inicio de su carrera profesional."Esto comienza fuerte, yo tenía probablemente 21 años", responde Armstrong a la periodista Marina Zenovich, que pregunta cuándo se remonta su primera experiencia de dopaje.Este intercambio de palabras aparece en una banda anuncio de 90 segundos, hecha pública el lunes, de un documental en dos partes bautizado "Lance", que será difundido por ESPN en Estados Unidos el 24 y el 31 de mayo.En esta banda-anuncio, donde varios excompañeros de Armstrong en el US Postal, como Tyler Hamilton y George Hincapie, responden a la misma pregunta sobre su primera experiencia de dopaje, el texano, que en la actualidad tiene 48 años, precisa que hay "varias formas de definir el dopaje"."La forma más fácil, es decir que no es respetar las reglas. ¿Recibíamos inyecciones de vitaminas y otras cosas así antes (de tener 21 años)? Sí, pero no era ilegal. ¿Preguntaba siempre lo que se me daba? Siempre supe lo que había en las inyecciones y fui siempre yo el que tomé la decisión", explicó."Nadie me dijo 'no preguntes, te damos esto y ya está'. Nunca habría aceptado eso. Me informé, y fue un paso que di", señaló Armstrong.El estadounidense, que fue el rey del ciclismo profesional en los años 2000, ganó siete ediciones consecutivas del Tour de Francia de 1999 a 2005.Pero el antiguo líder de los equipos US Postal y Discovery Channel fue desposeído de sus victorias tras haber sido suspendido de por vida en 2012 tras una investigación abierta por la Agencia Estadounidense Antidopaje (Usada), que estableció que estaba al frente del "sistema de dopaje más sofisticado, más profesional y más eficaz de la historia del deporte".Vea aquí: “Una luz al final del túnel”: así ve Rigoberto Urán el nuevo calendario del ciclismoEn 2013, reconoció haberse dopado a partir de 1996 en una entrevista muy seguida, acordada a la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey.Aunque comenzó a doparse a las 21 años, por tanto en 1992 o en 1993, lo que podría poner sombras en su título mundial conquistado en 1993 en Oslo.
En pleno inicio del Tour de Francia 2019, ya alejado de la competencia como deportista, el exciclista estadounidense Lance Armstrong habló de su dopaje para ganar siete veces la máxima competencia del ciclismo mundial.Le puede interesar: Sagan gana su primera etapa en el Tour; Egan Bernal sigue siendo el mejor colombianoEn una reciente entrevista con la cadena NBC, Armstrong dijo que igualmente habría ganado el Tour varias veces si todos los competidores hubieran estado limpios, insinuando que entre los años 1999 y 2005 todos los corredores que enfrentó se habían dopado, igual que él.En declaraciones que medios de todo el mundo califican de ‘cínicas’, Armstrong, quien perdió sus siete títulos tras una investigación de la Agencia Antidopaje de EE.UU., dijo: “Hubiera ganado el Tour igualmente si todos hubiéramos corrido limpios. No era un sentimiento, era un hecho. No quiero buscar justificaciones. Todos lo usaban y sin esas mejoras dopantes nosotros nunca habríamos ganado”.De igual forma, agregó que “no cambiaría nada” de lo que hizo pues, junto a su equipo, dice que hicieron “todo” lo que tenían que hacer para ganar. “No fue legal y tampoco fue la mejor decisión, pero si no lo hubiéramos hecho a lo mejor no habríamos ganado. No cambiaría nada de lo que hice”, agregó.
Lance Armstrong acordó pagar cinco millones de dólares para resolver su caso federal por fraude en Estados Unidos, después de usar sustancias prohibidas durante el Tour de Francia, confirmaron sus abogados este jueves.El exastro del ciclismo debía enfrentar un juicio el mes que viene, acusado de defraudar al gobierno estadounidense cuando se dopó mientras competía con el equipo norteamericano que patrocinaba el US Postal Service."Nadie está por encima de la ley", apuntó Chad Readler, abogado del Departamento de Justicia. "Este acuerdo demuestra que aquellos que engañan al gobierno acaban rindiendo cuentas"."Esto acaba con todo litigio en contra de Armstrong relativo a su admisión en 2013 de haber tomado sustancias para mejorar su rendimiento durante su carrera como profesional", explicó en un comunicado el abogado de Armstrong, Elliot Peters.Armstrong acordó pagar cinco millones de dólares para cerrar el caso. El Washington Post informó que el estadounidense pagará otros 1,65 millones para cubrir las costas procesales de su excompañero y delator Landis."No quería volver a pasar por delante de un tribunal y creo que Lance tampoco. No hubiera aportado nada (...) Lance se ha aprovechado de esta situación más que nadie y también es el que más ha pagado por ello", dijo Landis a la cadena de televisión ESPN.El Servicio Postal y Landis denunciaron a Armstrong por alrededor de 100 millones por daños en el juicio que debía producirse el 7 de mayo."Estoy contento de haber resuelto este caso y de seguir adelante con mi vida, con mis cinco hijos, mi mujer, mi podcast, numerosos proyectos escritos y cinematográficos, mi trabajo como superviviente del cáncer y mi pasión por los deportes y la competición. Hay mucho por lo que seguir hacia adelante", dijo por su parte Armstrong en un comunicado."Estoy particularmente contento por haber hecho las paces con el Servicio Postal. Aunque creo que su denuncia contra mí fue injusta, desde 2013 he intentado tomar plena responsabilidad por mis errores y hacer las cosas correctamente siempre que ha sido posible", agregó Armstrong."Me dejé la piel por el equipo del US Postal y siempre estuve especialmente orgulloso de llevar el rojo, blanco y azul (de los Estados Unidos) en mi ropa cuando competía en el Tour de Francia. Esos recuerdos son muy reales y significan mucho para mí", concluyó.La estrella caída del ciclismo norteamericano luchó contra un cáncer para volver después a la competición e imponerse en siete ocasiones en la carrera más prestigiosa del mundo, el Tour de Francia, de 1999 a 2005.Aunque numerosos rumores de dopaje le acompañaron a lo largo de toda su trayectoria, nunca dio positivo en ningún control, pero su reputación se vino abajo cuando la Agencia Antidopaje de Estados Unidos reveló una investigación que concluía que Armstrong estuvo en el corazón de una sofisticada trama de dopaje durante toda su carrera.El propio deportista confesó después haber utilizado sustancias dopantes y fue suspendido de toda competición deportiva y despojado de sus siete títulos del Tour de Francia.La fortuna personal de Armstrong se estimaba en 125 millones de dólares en 2012 pero, desde su caída en desgracia, el estadounidense ha perdido lucrativos patrocinios y en 2015 tuvo que devolver 10 millones en bonus a SCA Promotions por sus triunfos en el Tour en 2002, 2003 y 2004.El Washington Post informó también que el deportista puso recientemente en venta su casa en Austin, Texas, valorada en unos 7,5 millones.