El papa Francisco viajará a Argentina el próximo año, después de las elecciones presidenciales, y no descarta hacerlo también a Uruguay, al tiempo que tiene intención de visitar Kosovo, pero no España de momento porque no va a ir a "ningún país grande de Europa hasta que no termine con los pequeños”. "Puedo confirmar que (Argentina) está en programa. Veremos si se puede hacer, una vez que pase el año electoral. Terminadas las elecciones, se puede hacer", declaró Jorge Bergoglio, sin dar fechas concretas, en una entrevista que publica hoy a la revista española "Vida Nueva".El pontífice había adelantado hace unos meses que tenía intención de viajar a su país y algunos medios aseguraron que la visita podría tener lugar en los primeros meses del año, previsiblemente en abril próximo, y que además de Argentina iba a visitar Uruguay, una posibilidad que Francisco deja en el aire."En estos momentos solo pienso en Argentina… y quizás Uruguay. Ya hubo varios intentos antes, pero las elecciones frustraron la visita", declara al medio religioso.Suscríbase a nuestro canal de WhatsApp aquí:👉🏻 bit.ly/42ZQznFAdemás, al ser preguntado por su agenda de viajes más allá de los anunciados oficialmente, reveló que podría viajar a Kosovo, así como que no va a ir a ningún país grande de Europa "hasta que no termine con los pequeños”.“Estamos trabajando en Kosovo, pero no está definido”, asegura.Francisco, de 86 años y recientemente operado de una hernia, se encuentra estos días en Lisboa para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), donde tiene previsto un extenso programa, a pesar de sus dificultades para caminar por las dolores en una rodilla, lo que le obliga a usar una silla de ruedas.Tras Lisboa, Francisco viajará a Mongolia, del 31 agosto al 4 de septiembre mientras que solo unas semanas después, del 22 al 23 de septiembre, se desplazará a Marsella, sur de Francia, para participar en los Encuentros del Mediterráneo, cita a la que asistirán alcaldes y obispos del área, y también se reunirá con el presidente francés, Emmanuel Macron.Le puede interesar:
El Gobierno de Serbia dijo que había colocado sus tropas en estado de alerta reforzada el lunes por la noche ante las tensiones recientes en el vecino Kosovo, donde hubo disparos, explosiones y cortes de carreteras.El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, "ordenó al ejército serbio estar en el más alto nivel de preparación de combate, es decir, al nivel de usar la fuerza armada", declaró el ministro de Defensa, Milos Vucevic, en un comunicado.En la víspera, Vucic había enviado al jefe del ejército, el general Milan Mojsilovic, a la frontera con Kosovo, donde la comunidad serbia ha levantado barricadas en un nuevo aumento de tensiones en este joven país balcánico."La situación allí es complicada y compleja", había dicho el jefe militar a la televisión Pink en la noche de domingo de camino hacia Raska, a 10 km de la frontera con Kosovo.Posteriormente, el Ministerio de Interior había declarado que "todas las unidades" dependientes de su departamento pasarían "inmediatamente bajo el comando del jefe del Estado Mayor".Serbia no reconoce la independencia de su antigua provincia meridional -poblada mayoritariamente por albanos étnicos- proclamada en 2008.Belgrado anima a los 120.000 serbios de Kosovo a desafiar a las autoridades locales, mientras Pristina busca afianzar su soberanía en todo el territorio.Centenares de serbios mantienen bloqueos en el norte de Kosovo desde el 10 de diciembre en protesta por el arresto de un expolicía serbio, lo que paralizó la circulación hacia dos puestos fronterizos con Serbia.El lunes, medios serbios divulgaron un video compartido en redes sociales en el cual se escuchan ráfagas de armas, afirmando que se trata de "combates" ocurridos cuando las fuerzas kosovares intentaron desmantelar una barricada.El ministro kosovar de Interior, Xhelal Svecla, dijo que el ataque se produjo contra una patrulla de la Fuerza Internacional de Seguridad en Kosovo (KFOR), de la OTAN.La KFOR anunció una investigación por disparos "el 25 de diciembre, cerca de una patrulla de la misión de la OTAN en Kosovo", aunque no causaron "heridos ni daños materiales".
El Gobierno de Kosovo ha decidido aplazar por un mes, hasta el 1 de septiembre, la aplicación de la prohibición de documentos y matrículas serbias en su territorio tras las tensiones que se vivieron anoche en dos puntos fronterizos entre ambos países.Según un comunicado emitido anoche, el Gobierno del primer ministro, Albin Kurti, condiciona el aplazamiento a la retirada de las barricadas colocadas por los serbios locales en protesta por la medida. La nota señala que la decisión fue tomada tras una reunión con el embajador estadounidense en Kosovo, Jeffrey Hovenier.El presidente serbio, Aleksandar Vucic, por su parte, declaró que se trabaja "en que se calme la situación". Además, aseguró que ha pedido a representantes internacionales ayuda para que Kosovo aplace sus decisiones y continúe el diálogo para la solución de los problemas.Nuevas tensiones surgieron anoche entre Kosovo y Serbia con bloqueos de los pasos fronterizos y carreteras a pocas horas del previsto comienzo de la prohibición de documentos y matrículas serbias en Kosovo.La Policía de Kosovo cerró los pasos fronterizos de Brnjak y Jarinje para el tráfico y desplegó sus patrullas en el norte kosovar, donde se concentra la minoría serbia.Los serbios, que se oponen a las nuevas medidas, instalaron barricadas en las carreteras que llevan de Mitrovica, donde son mayoría, hacia esos dos pasos fronterizos. Serbia y Kosovo se acusaron mutuamente de intentos de desestabilizar la región.Pristina anunció en junio que no aceptará a partir de agosto los documentos de identidad ni las matrículas serbias en su territorio, asegurando que se trata de una medida de reciprocidad, ya que Belgrado tampoco acepta sus documentos ni matrículas.Según las nuevas medidas, las personas que entren en Kosovo con carnés de identidad serbios recibirán un documento temporal kosovar válido durante 90 días. Además, las matrículas emitidas por Serbia para ciudades kosovares de mayoría serbia tendrán que ser sustituidas por las oficiales de Kosovo.La prohibición de circular en Kosovo con matrículas serbias ya provocó en septiembre de 2021 cortes de carreteras por parte de la minoría serbia kosovar. Kosovo reaccionó desplegando fuerzas especiales, con blindados y armas automáticas, y Serbia elevó el nivel de alerta de sus tropas cerca de la frontera.El Gobierno serbio asegura que el objetivo de Pristina es expulsar a los serbios del norte del país. La exprovincia serbia proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce, y que ha sido apoyada por Estados Unidos y la mayoría de los socios de la UE, pero no por Rusia, China, India, Brasil o España, entre otros.