El 1 de enero de 2025, la Agencia Espacial de Kenia (KSA) confirmó el hallazgo de un misterioso fragmento metálico en la aldea de Mukuku, en el condado de Makueni. El objeto, con forma de anillo, tiene un peso de aproximadamente 500 kilogramos y un diámetro de 2,5 metros. Su caída, ocurrida en las primeras horas del 30 de diciembre de 2024, no causó daños a los habitantes locales, pero ha despertado interrogantes sobre su origen.En un principio, las autoridades especularon que se trataba de un anillo de separación de un cohete, un componente utilizado para conectar la carga a los cohetes durante su lanzamiento. Estos anillos suelen desintegrarse al reingresar a la atmósfera terrestre o caer fragmentados en zonas oceánicas deshabitadas. Sin embargo, aún no existe evidencia concreta que vincule este objeto a algún cohete o satélite en particular.La KSA se ha mostrado cautelosa al respecto. En una declaración publicada en X, negó los rumores que responsabilizaban a la Organización de Investigación Espacial de India (ISRO) y descartó la posibilidad de compensaciones para los residentes de Mukuku. “La Agencia Espacial de Kenia y las autoridades pertinentes están trabajando para garantizar una evaluación precisa y completa. Recomendamos al público que tome con cautela cualquier informe no oficial y espere información oficial”, indicó la agencia.A pesar de las especulaciones iniciales, expertos internacionales han planteado dudas sobre la teoría de que se trate de basura espacial. Jonathan McDowell, astrofísico del Centro Harvard-Smithsonian y especialista en rastreo espacial, cuestionó esta hipótesis debido a la falta de rastreo del objeto en las semanas previas a su caída. “La capacidad de la Fuerza Espacial para rastrear objetos en órbitas de baja altitud es limitada, lo que explica la ausencia de datos recientes. Esto deja espacio para la incertidumbre sobre el momento y lugar exactos de su reingreso”, escribió McDowell en un blog. Además, agregó que “la evidencia para clasificarlo como basura espacial es marginal, y no estoy del todo convencido de que lo sea”, dijo.
El presunto autor de la muerte de la atleta ugandesa Rebecca Cheptegei, el keniano Dickson Ndiema Maranganch, murió este lunes en el hospital de Eldoret (oeste de Kenia) en el que estaba ingresado desde la semana pasada tras quemar viva a la maratoniana y sufrir él mismo graves quemaduras, informó este martes el centro médico.Maranganch, con quien Cheptegei había mantenido una relación sentimental y del que llevaba tiempo distanciada, falleció la noche de este lunes, cinco días después que ella, en el mismo lugar, el Hospital Universitario y de Referencia Moi de Eldoret, meca del atletismo en el este de África.Según las investigaciones preliminares de la Policía, Maranganch, que estaba internado en la unidad de cuidados intensivos (UCI) roció a Cheptegei con un bidón lleno de cinco litros de gasolina y le prendió fuego tras una disputa en la casa de la deportista en el condado de Trans-Nzoia, en el oeste de Kenia.Al parecer, entró en la casa el domingo, 1 de septiembre, cuando la atleta, de 33 años, estaba con sus dos hijos en la iglesia y la atacó a su regreso.Como consecuencia, Cheptegei sufrió quemaduras en el 80 % de su cuerpo que afectaron a sus órganos vitales, y Maranganch en el 30 %, según una declaración del hospital recogida por medios locales.La autopsia de la atleta, que será enterrada el próximo sábado en el este de Uganda, se realizará este miércoles, según la prensa keniana.De acuerdo con su familia, este es un caso de violencia machista que podría haberse evitado si la Policía hubiera actuado a tiempo contra el presunto maltratador de la deportista, que representó a su país, Uganda, en la maratón de los Juegos Olímpicos de París, donde quedó en el puesto 44."Las agencias gubernamentales nos han fallado porque informamos con suficiente antelación sobre su seguridad, ya que este hombre solía seguirla incluso hasta Uganda, pero no actuaron con rapidez. Era evidente que su vida estaba en peligro", dijo el padre de la corredora, Joseph Cheptegei, el pasado jueves en declaraciones a los medios.La última denuncia la habían puesto apenas dos días antes del presunto ataque de Maranganch, aseguró Joseph Cheptegei.La atleta murió la noche del pasado miércoles "después de que todos sus órganos fallaran", en palabras del doctor Owen Menach, director interino del Hospital Moi. Su muerte causó una gran consternación y provocó manifestaciones de condena en Kenia y Uganda, especialmente, pero también en el resto del mundo.
La atleta ugandesa Rebecca Cheptegei, que participó en el maratón de los pasados Juegos Olímpicos de París, ha fallecido en el hospital de Kenia en el que ingresó después de sufrir un ataque de su novio, que presuntamente la roció con gasolina y le prendió fuego, informó este jueves el centro médico."Desafortunadamente, la perdimos después de que todos sus órganos fallaran la pasada noche", afirmó el doctor Owen Menach, director interino del Hospital Universitario y de Referencia Moi de Eldoret, en el oeste de Kenia, citado por medios locales.La Federación de Atletismo de Uganda (UAF, en sus siglas en inglés) también confirmó el deceso de la deportista, de 33 años."Nos entristece profundamente anunciar el fallecimiento de nuestra atleta, Rebecca Cheptegei, esta mañana temprano, quien trágicamente fue víctima de violencia doméstica. Como federación, condenamos tales actos y pedimos justicia. Que su alma descanse en paz", señaló la UAF en su cuenta de la red social X.El suceso ocurrió el pasado domingo en el condado keniano de Trans Nzoia (oeste), desde donde la atleta fue trasladada de urgencia al citado hospital con quemaduras en el 80 % de su cuerpo.El presunto agresor, Dickson Ndiema Marangach, también sufrió quemaduras graves en el 30 % de su cuerpo y se encuentra ingresado en el mismo hospital de Eldoret.Este domingo, Marangach se coló en la casa de Cheptegei con un bidón de cinco litros lleno de gasolina, según la Policía.La atleta había ido a la iglesia con sus hijos y, cuando regresó, el hombre le arrojó el combustible y le prendió fuego.Los padres de la corredora, Joseph Cheptegei y Agnes Ndiema, indicaron que su hija, residente en Uganda, había comprado un terreno en el condado keniano y había construido una casa donde se alojaba durante sus entrenamientos."He perdido a una hija que me ha estado ayudando de muchas maneras", declaró este jueves el padre, visiblemente angustiado, a los periodistas en el hospital, al subrayar que la familia dependía económicamente de la atleta."Tenemos niños en escuelas secundarias y no sé cómo vamos a afrontar este desafío para asegurarnos de que completen sus estudios", añadió el progenitor, quien urgió a las autoridades a acelerar las investigaciones del suceso y garantizar que el presunto autor sea arrestado y acusado.Cheptegei falleció después de que el Gobierno de Kenia anunciara este miércoles planes para poder trasladar a la atleta a Nairobi con el fin de que recibiera tratamiento médico especializado dado su estado crítico."Se están haciendo esfuerzos para garantizar que la atleta ingresada en Eldoret sea trasladada en avión a Nairobi para recibir tratamiento especializado tras el desafortunado incidente", aseguró el secretario de Estado de Deporte de Kenia, Peter Tum.Cheptegei, que disputaba carreras desde 2010, participó en la prueba femenina de maratón en los pasados Juegos Olímpicos de París, donde acabó en la cuadragésimo cuarta posición.
El hombre que confesó haber matado y descuartizado a 42 mujeres en Nairobi, que más tarde dijo que había sido sometido a torturas antes de su declaración, escapó este martes del calabozo de una comisaría de la capital junto a otros doce detenidos, confirmó a EFE la Policía.Collins Jumaisi Khalusha, de 33 años, huyó en la madrugada de este martes de la comisaría de Gigiri, situada a escasos metros de la sede de las Naciones Unidas y de la embajada de Estados Unidos, tras cortar una malla metálica de su celda y escalar un muro perimetral.Con el mismo método y junto a Khalusha escaparon otros doce detenidos, todos ellos de nacionalidad eritrea, acusados de ser inmigrantes ilegales en Kenia, según un comunicado remitido a EFE firmado por el inspector general de la Policía keniana, Gilbert Masengeli."Nuestras investigaciones preliminares indican que la fuga contó con la ayuda de infiltrados, teniendo en cuenta que los agentes estaban desplegados en consecuencia para vigilar la estación", apuntó Masengeli.Los agentes de Policía se dieron cuenta de la fuga cuando fueron a despertar a los sospechosos para darles el desayuno.Los hechos están siendo investigados por la Unidad de Asuntos Internos policial y "cualquier persona declarada culpable se enfrentará a la ley", según el comunicado.Khalusha es el principal sospechoso tras el hallazgo el pasado 12 de julio de ocho cuerpos de mujeres descuartizados en el vertedero de Kware, un barrio marginal de Nairobi.Detenido en la madrugada del 15 de julio, Khalusha confesó los crímenes en el interrogatorio preliminar. Sin embargo, un día después, aseguró ante el tribunal través de su abogado que había recibido un "trato inhumano" desde el momento de su arresto y que necesitaba atención médica urgente.Ese mismo día se procedió a la detención de otros dos sospechosos -Amos Momanyi y Moses Ogembo, según la prensa local-, ya que los agentes creen que Khalusha no actuó solo."El sospechoso confesó haber engañado, matado y tirado 42 cuerpos de mujeres en el vertedero, todas asesinadas entre 2022 y, como última fecha, el 11 de julio de 2024", dijo entonces Amin Mohamed, jefe de la Dirección de Investigaciones Criminales (DCI). Khalusha confesó que todas las mujeres fueron asesinadas del mismo modo y que su primera víctima fue su mujer, "a quien estranguló hasta matarla, antes de desmembrar su cuerpo y tirarlo al vertedero", detalló Mohamed.Tras su detención, los agentes registraron su residencia, donde encontraron objetos como 24 tarjetas SIM, ocho móviles, un ordenador portátil, dos tangas, un machete que se cree que fue utilizado para desmembrar a las víctimas y bolsas de plástico similares a las que fueron usadas para tirar los cadáveres al vertedero. Las ocho mujeres cuyos cuerpos han sido encontrados hasta el momento tenían entre 18 y 30 años y la Policía baraja diferentes hipótesis, desde una secta asociada con actividades criminales hasta asesinos en serie o "médicos corruptos".
El hombre que este lunes confesó haber matado y descuartizado a 42 mujeres en Nairobi, Kenia, dijo este martes que fue sometido a torturas antes de su declaración y que necesitaba atención médica urgente.El principal sospechoso tras el hallazgo el pasado viernes de ocho cuerpos de mujeres descuartizados en un barrio marginal de Nairobi, Collins Jomaisi Khalisia, de 33 años, aseguró a través de su abogado en un tribunal de la capital que había recibido un "trato inhumano" desde el momento de su arresto, según recogen medios locales.La Policía keniana lo detuvo la madrugada de este lunes tras su confesión, informó la Oficina de Investigaciones Criminales (DCI, en inglés).Este martes procedió a la detención de otros dos sospechosos, ya que los agentes creen que Khalisia no actuó solo."Durante el interrogatorio, el sospechoso confesó haber engañado, matado y tirado 42 cuerpos de mujeres en el vertedero, todas asesinadas entre 2022 y, como última fecha, el 11 de julio de 2024", dijo el lunes en rueda de prensa el director de la DCI, Amin Mohamed.FBI obtuvo acceso al celular del hombre que disparó contra TrumpKhalisia confesó que todas las mujeres fueron asesinadas del mismo modo y que su primera víctima fue su mujer, "a quien estranguló hasta matarla, antes de desmembrar su cuerpo y tirarlo al vertedero", detalló Mohamed.Tras su detención, la Policía registró su residencia, donde los agentes encontraron varios objetos, incluyendo 24 tarjetas SIM, ocho móviles, un ordenador portátil, dos bragas de mujer, un machete que se cree que fue utilizado para desmembrar a las víctimas y bolsas de plástico similares a las que fueron usadas para tirar los cadáveres al vertedero.Este domingo, la DCI reveló que las ocho mujeres encontradas muertas hasta el momento tenían entre 18 y 30 años y explicó que barajaban diferentes hipótesis, desde una secta asociada con actividades criminales hasta asesinos en serie o "médicos corruptos".El descubrimiento de los cadáveres mutilados, desmembrados y arrojados en diferentes estados de descomposición en una antigua cantera convertida en un vertedero de basura en el suburbio de Kware, en el sureste de la capital, ha conmocionado a Kenia.Aunque no se trata del primer episodio de este tipo en el país, donde organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) denunciaron en enero de 2022 que, desde mediados de 2021, 31 cuerpos fueron arrojados al río Yala (oeste), cifra que la Policía situó en 19.Entonces, AI aseguró que todos los cadáveres tenían "muestras de torturas físicas y de ahogamiento” y pidió una investigación para esclarecer los hechos.
La Policía keniana detuvo la madrugada de este lunes a un hombre que confesó haber asesinado a 42 mujeres, tras el hallazgo desde el viernes de al menos ocho cuerpos de mujeres descuartizados en un vertedero en un barrio marginal de Nairobi, informó la Oficina de Investigaciones Criminales (DCI, en inglés). "Durante el interrogatorio, el sospechoso confesó haber engañado, matado y tirado 42 cuerpos de mujeres en el vertedero, todas asesinadas entre 2022 y, como última fecha, el 11 de julio de 2024", dijo en una rueda de prensa el director de la DCI, Amin Mohamed. El sospechoso, llamado Collins Jomaisi Khalisia y de 33 años , confesó que todas las mujeres fueron asesinadas del mismo modo y que su primera víctima fue su mujer, "a quien estranguló hasta matarla, antes de desmembrar su cuerpo y tirarlo al vertedero", detalló Mohamed.La Policía detuvo a Khalisia alrededor de las 01.00 hora local del lunes (22.00 GMT de la noche del domingo) en un bar donde había ido a ver la final de la Eurocopa, después de rastrearlo a partir de una transacción de dinero móvil desde el teléfono de una de sus víctimas.Tras su detención, se registró su residencia, donde se encontraron varios objetos, incluyendo 24 tarjetas SIM, ocho celulares, un computado portátil, dos bragas de mujer, un machete que se cree que fue utilizado para desmembrar a las víctimas y bolsas de plástico similares a las que fueron usadas para tirar los cadáveres al vertedero. "Se está haciendo evidente que nos encontramos ante un asesino en serie psicópata que no respeta la vida humana", señaló Mohamed, mientras siguen las investigaciones. Este domingo, la DCI reveló que las ocho mujeres encontradas muertas hasta el momento tenían entre 18 y 30 años y explicó que estaban barajando diferentes hipótesis, desde una secta asociada con actividades criminales hasta asesinos en serie o "médicos corruptos".El descubrimiento de los cadáveres mutilados, desmembrados y arrojados en diferentes estados de descomposición en una antigua cantera convertida en un vertedero de basura en Mukuru, en el sureste de la capital keniana, ha conmocionado a este país de África del Este.Este sábado, el presidente keniano, William Ruto, pidió a la Policía que acelerara la investigación sobre las misteriosas muertes."Todos los implicados en este atroz acto de matar a jóvenes kenianos se enfrentarán a todo el peso de la ley", afirmó Ruto en un acto en el condado de Elgeyo-Marakwet (oeste), donde exigió que la investigación debía "acelerarse" para "encontrar la verdad".No se trata del primer episodio de este tipo en Kenia, donde organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) denunciaron en enero de 2022 que, desde mediados de 2021, 31 cuerpos fueron arrojados al río Yala (oeste), cifra que la Policía situó en 19.Entonces, AI aseguró que todos los cadáveres tenían "muestras de torturas físicas y de ahogamiento” y pidió una investigación para esclarecer los hechos.