Diana Marcela Pava sería la nueva directora del Instituto Nacional de Salud, INS. Su hoja de vida fue publicada en la página de aspirantes de Presidencia, un paso esencial para garantizar su nombramiento.Pava lleva tres años aproximadamente en el INS, antes hizo parte de la subdirección del Ministerio de Salud y ha trabajado como asesora de la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional.Es médica de la Universidad de Manizales especializada en Toxicología en la Universidad Nacional.La profesional llegaría en reemplazo de Giovanny Rubiano, quien había renunciado al cargo en noviembre del año pasado para asumir como Superintendente de Salud por orden del presidente Gustavo Petro.En ese momento se había anunciado que Ricardo Rojas sería el nuevo director, sin embargo, ese nombramiento no se dio y hasta el momento el médico Tomás Prasca fungía como director encargado.Esa integridad en la cabeza de institución ha sido cuestionada por diferentes gremios que alertan por la posible afectación de los procesos estratégicos de la entidad que fue una de las encargadas de la atención de la pandemia en 2020.
Santander y Norte de Santander no lograron reducir las cifras de personas quemadas con pólvora durante las festividades de diciembre y el primer puente de enero de 2025. Según el último reporte del Instituto de Nacional de Salud, Santander registró 52 casos de quemados con pólvora con un aumento del 2 % en comparación del año anterior. Por su parte en Norte de Santander la cifra es alarmante, con un aumento del 45 % pasando de 62 a 90 casos de víctimas de la manipulación de fuegos artificiales.De acuerdo con el reporte, Norte de Santander ocupa el cuarto lugar de los departamentos con mayores cifras de quemados y Santander el octavo lugar a nivel nacional.En Santander uno de los casos ocurrió en Bucaramanga donde una niña de 2 años resultó quemada con pólvora cuando se encontraba durmiendo y un volador entró por la ventana.Según relató Engelbeth Vásquez, papá de la niña "no estábamos tomando, compartimos en familia y mi esposa se acostó al lado de la niña, la había arropado con una cobija que ayudó, de alguna manera, a protegerla".Otros dos hechos que involucraron a menores, uno con un lamentable saldo de la muerte de un niño, ocurrieron en Barrancabermeja. Los niños ingirieron pólvora, un ‘tote’ y una ‘martinica’.Infortunadamente, el primer caso fue fatal. Un menor de 6 años tuvo complicaciones y tras una falla hepática ocasionada por intoxicación con fósforo blanco falleció en días pasados.El segundo caso involucró a una bebé de tan solo 18 meses, quien según las autoridades ingirió una de las llamadas ‘martinicas’ ante un evidente descuido de su progenitora.Tras lo ocurrido, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, dijo que este tema preocupa bastante y esto no puede pasar.“Yo quiero aprovechar para hacer un llamado a los padres de familia para que evitemos en lo posible la manipulación de pólvora por parte de los niños, uno perdió la vida, el otro lo logramos salvar, pero eso no debe pasar”, expresó el mandatario.
Este fin de semana se registró la muerte de Camilo Ponce, un joven de 23 años que se dedicaba a crear contenidos de humor en sus redes sociales, donde acumulaba más de 78.000 seguidores, por cuenta de una complicación tras un contagio de dengue grave que lo llevó a ser hospitalizado el pasado viernes 3 de enero en la clínica San Martín de Barranquilla.Su fallecimiento, el cual se dio el sábado en horas de la madrugada, despertó en redes sociales miles de conversaciones en torno a los altos contagios que se están produciendo por la picadura del aedes aegypti, lo que fue confirmado por el Instituto Nacional de Salud, al revelar que hay alarma por “alta transmisión” en Barranquilla y municipios del Atlántico, tras haber acumulado durante el 2024 unos 5.230 casos, siendo que para las últimas semanas del año se presentó un incremento por encima del 30 % en los contagios en este territorio frente a otras ciudades del país.El joven, quien falleció tras sufrir un paro cardiorespiratorio, se encontraba debilitado debido a la pérdida de plaquetas que venía presentando y a los intensos picos febriles que el virus le estaba ocasionando. Aunque no se tienen claras las condiciones en las que se dio su contagio, las autoridades están movilizando campañas en torno al retiro de recipientes que puedan ser potenciales criaderos del mosquito. El dengue genera preocupación en Soledad, AtlánticoEn el municipio de Soledad existe especial preocupación, debido a que ya van 485 casos de dengue registrados en las últimas semanas, a causa del aumento de lluvias atípicas en la región Caribe que se han presentado por encima del 80%.Edison Barrera, secretario de salud municipal, señaló que se debe estar alerta ante los síntomas de contagio. Explicó que el hecho de que la ciudad se encuentre ante un brote tipo dos de dengue, significa la necesidad de extremar las medidas de prevención y frenar la posible expansión del vector transmisor, de vuelo diurno y desarrollo en aguas limpias, como las que se usan en floreros y las que se acumulan en las viviendas para el consumo humano.
Según el más reciente reporte del Instituto Nacional de Salud, 1.035 personas resultaron quemadas en diciembre y hubo un incremento el 31 de diciembre, siendo este el día con mayor reporte de casos en el país. De esos, 310 son menores de edad y 725 son adultos.En Bogotá, según la Secretaría de Salud, 10 personas resultaron lesionadas luego de manipular estos materiales pirotécnicos. Estos se suman a los 135 casos de diciembre, 38 de ellos menores de edad y 13 tienen menos de cinco años.“Es lamentable que sigamos reportando estos casos. La mayoría de los afectados tuvieron lesiones y quemaduras que comprometen sus manos, sus caras. Tenemos personas con lesiones oculares y un total de 5 personas hospitalizadas durante esta última jornada del 31 de diciembre y 1 de enero”, dijo Julián Fernández, subsecretario de salud pública de Bogotá.El número de casos de quemados entregado por el INS (1.035), aunque sigue siendo muy alto, representa una reducción del 18,1 % en comparación con los 1.263 casos del período 2023-2024. Aunque la mayoría de las lesiones ocurrieron durante la manipulación de pólvora (64,7 %), actividades como observación (27,4 %) y almacenamiento (0,5 %) también contribuyeron a los incidentes. Los artefactos más involucrados fueron los totes, que representaron el 27,6 % de los casos, seguidos por voladores (21,4 %) y cohetes (9,2 %). Además, las quemaduras y laceraciones fueron las lesiones predominantes, con un 48 % y 44 % respectivamente, destacando la gravedad de estos eventos.A nivel territorial, algunas regiones mostraron aumentos preocupantes. Huila reportó un incremento del 66,7 %, pasando de 24 casos en 2023-2024 a 40 en 2024-2025. Asimismo, Atlántico tuvo un aumento del 52,2 %, alcanzando 35 casos. En contraste, otros departamentos lograron reducciones significativas, como Nariño (-46,3 %) y Valle del Cauca (-56,4 %), con 79 y 24 casos respectivamente en la última temporada. Bogotá, aunque mostró una variación positiva del 1,6 %, sigue liderando en el número absoluto de casos, con 125 incidentes reportados.Por otro lado, las intoxicaciones relacionadas con fósforo blanco y licor adulterado con metanol también fueron objeto de monitoreo. Se registraron 4 casos de intoxicación por fósforo blanco, dos en Barranquilla y dos en Santander, uno de los cuales resultó en fallecimiento. En cuanto al licor adulterado con metanol, se reportó un único caso en la temporada actual, representando un aumento del 300 % respecto al año anterior.
La temporada navideña es también conocida por la tradición del uso de pólvora, pero este año, la situación ha alcanzado niveles preocupantes. Según dijo Hernán Quijada, subdirector de Análisis de Riesgo del Instituto Nacional de Salud (INS), se han registrado, hasta ahora, 731 lesionados.Esto, indicó, representa un aumento del 6 % respecto al año anterior, lo que marca un lamentable récord en Colombia para estas fechas.“Este es un récord histórico en la historia del país, nunca habíamos tenido este número de lesionados por pólvora: 731 lesionados al día de hoy”, precisó.Los menores de edad: un grupo vulnerableDentro de estas cifras, los menores de 18 años representan un total de 245 lesionados, un incremento del 10 % comparado con el 2023. Por eso, Quijada advirtió que 26 de estos menores estaban en compañía de un adulto bajo efectos de alcohol, destacando un problema de conducta que agrava la situación.La normalización del uso de pólvora“El número de lesionados menores de 18 años ha ido en aumento (…) Hemos normalizado el uso de la pólvora cada año. Nuestros abuelos quemaron pólvora, nuestros padres quemaron pólvora y nuestros hijos pueden usar la pólvora y eso es un error”, aseveró.Esta percepción cultural, combinada con la falta de educación adecuada sobre los riesgos del uso de pólvora, está contribuyendo al aumento de los accidentes. Quijada enfatizó la necesidad de que las campañas de concienciación no sean solo temporales, sino que se integren en el currículo educativo durante todo el año.Los peligros de la pólvora y sus residuosUn caso particularmente alarmante fue el del bebé de 18 meses en Barrancabermeja que resultó intoxicado por ingerir pólvora blanca. Sobre esto, comentó que los residuos en jardines y patios son atractivos para los niños.Lesiones graves y la necesidad de una regulación más estrictaQuijada también destacó que el 50 % de las lesiones son de grado 2 y 3, lo que indica que no se trata solo de quemaduras superficiales. Estas lesiones pueden dejar consecuencias permanentes.Además, criticó la facilidad con la que se puede acceder a pólvora a través de plataformas de venta en línea, un problema que exige una respuesta más enérgica por parte de las autoridades locales y nacionales.Un llamado a la acciónAsí, hizo un llamado a la ciudadanía y a las autoridades para que trabajen juntos en la mitigación de estos riesgos, pues la responsabilidad recae en todos. Subrayó que es un ejercicio que puede marcar la diferencia en la seguridad de los niños y familias durante estas festividades."Usted decide dónde quiere pasar este Año Nuevo, en una unidad de cuidados intensivos o en la armonía y paz de su hogar", dijo.
Este mes de diciembre, ha traído consigo cambios de clima drásticos, especialmente en la capital del país. Mañanas soleadas, tardes con vientos fuertes y noches con neblina, son los cambios en la temperatura que suelen acompañar los días decembrinos de este año. Ante el aumento de aglomeraciones, viajes y reuniones familiares, se incrementaron los casos de gripa o influenza en el país desde el 18 de noviembre. De hecho, se registraron 6.674.307 atenciones por infección respiratoria aguda, según informó la INS.Cuando llegan los cambios de clima, no falta quien comente: “Me dio gripa” o “Estoy con gripe”. Aunque ambas formas son usadas cotidianamente, es común que surja la duda: ¿cuál es la correcta según la Real Academia Española?La palabra “gripe” es reconocida como la forma oficial y estándar en el idioma español para referirse a esta infección viral. Su origen proviene del francés “grippe”, que a su vez se derivó del alemán “gripen”, que significa “apretar” o “agarrar”, haciendo alusión a la sensación que produce esta enfermedad. Por esta razón, en la mayoría de los países de habla hispana se utiliza “gripe” como el término oficial.Sin embargo, en países como Colombia, México y algunas regiones de América Latina, la palabra “gripa” se ha convertido en un vocablo coloquial muy extendido. La RAE, aunque reconoce su uso en estos lugares, la clasifica como un regionalismo. Esto significa que “gripa” es una variante aceptada en el habla popular, pero no es la forma formal o recomendada en contextos académicos o escritos formales.Gripa o gripeSegún la RAE, ambas palabras son comprensibles y válidas dentro de su respectivo contexto, pero subraya que “gripe” es el término preferido y correcto dentro del español general.En su Diccionario de la lengua española, “gripe” aparece definida como una “enfermedad infecciosa causada por un virus que afecta principalmente las vías respiratorias”. Por otro lado, “gripa” también está incluida, pero con la aclaración de que es un uso propio de determinadas regiones de América Latina.Es importante destacar que el idioma evoluciona según el uso de sus hablantes. Términos como “gripa” reflejan la riqueza y diversidad del español en diferentes países. Aunque “gripe” sea el término oficial, “gripa” continuará siendo parte del lenguaje cotidiano de millones de personas, especialmente en Colombia, donde se ha arraigado profundamente en la cultura popular.Entonces, si bien “gripe” es la forma correcta según la RAE, usar “gripa” no es un error en contextos informales o coloquiales. Lo más importante es que ambas palabras nos entienden y nos conectan con nuestra identidad lingüística. El Instituto Nacional de salud recomienda tener medidas de autocuidado como lavado de manos, ventilación, uso de tapabocas si hay síntomas y evitar multitudes.
El informe elaborado por el Observatorio Nacional de Salud (ONS) del Instituto Nacional de Salud (INS) recoge los resultados de mesas de diálogo participativo realizadas en 14 de las 25 regiones de Colombia, que juntas representan el 81% de la población del país. Estas mesas fueron claves para identificar los principales retos estratégicos en salud pública que enfrenta Colombia, especialmente en áreas relacionadas con la justicia social, la equidad y la participación comunitaria.A través de estos diálogos, los ciudadanos expresaron que la salud pública no debe limitarse a la atención clínica, sino que debe estar vinculada estrechamente a principios de justicia social y equidad. En regiones como Centro-Oriental y Cordillera-Macizo, los participantes enfatizaron la importancia de adoptar enfoques preventivos que trasciendan el ámbito estrictamente clínico.Sin embargo, también se evidenciaron tensiones en relación con el papel de las instituciones y la persistencia del centralismo administrativo. En lugares como Pacífico-Oriente y Gran Santander-Oriente, se cuestionó la burocracia y la falta de respuestas contextualizadas a las necesidades locales. Por su parte, en las regiones del Pacífico y Cafetero-Norte, se destacó la importancia de fortalecer el empoderamiento comunitario para mejorar los resultados en salud.Uno de los temas más relevantes que surgió de estos diálogos fue la persistencia de desigualdades sociales y las barreras de acceso a los servicios de salud, retos que continúan afectando a amplios sectores de la población. La salud mental, estrechamente vinculada al conflicto armado, la violencia, la migración y la exclusión social, también fue reconocida como una de las principales preocupaciones en salud pública. Estas situaciones de violencia, especialmente en regiones afectadas por el conflicto armado, han generado un aumento en los problemas de salud mental, que afectan particularmente a la población joven, con elevados índices de suicidio y consumo de sustancias psicoactivas.Otro desafío destacado fue la crítica a las condiciones laborales del personal de salud y la necesidad de mejorar la formación del talento humano en este sector. Además, los participantes pidieron fortalecer los sistemas de información en salud y garantizar mayor transparencia en la gestión pública.Carlos Castañeda, director del Observatorio Nacional de Salud, subrayó que "lamentablemente, nuestro país sigue estando expuesto en algunas de las regiones a situaciones de conflicto entre agentes armados, lo que afecta directamente a la población, especialmente en términos de salud mental. En la población joven, esto se traduce en suicidios y problemas relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas, además de ser víctimas directas del propio conflicto".En este sentido, destacó que uno de los retos transversales más urgentes, junto con la reducción de inequidades en salud y una visión más descentralizada de la planeación sanitaria, es la necesidad de intervenir de manera efectiva en la salud mental de las comunidades afectadas por el conflicto armado.
De acuerdo con la información publicada por el Gobierno nacional en la página de aspirantes de la Presidencia, el médico Ricardo Rojas Higuera sería el nuevo director del Instituto Nacional de Salud (INS). Este es un paso requerido por ley para que una persona asuma una función en entidades públicas, aunque no siempre significa que se sea el escogido para el cargo.Rojas es médico cirujano, especialista en Gerencia Social y magíster en Salud Pública. Desde 1998 ha trabajado en distintas ocasiones con la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá y entre marzo de 2010 y junio de 2011 fue director técnico de la entidad.Su experiencia también abarca el diseño, implementación y evaluación de políticas, programas y proyectos en el ámbito sanitario y además de su labor en el campo público, Rojas ha sido docente universitario, conferencista e investigador.Rojas llegaría en reemplazo de Giovanny Rubiano, quien por casi dos años se desempeñó como director del INS, y, quien desde el 6 de noviembre se posesionó como superintendente nacional de Salud, en reemplazo de Luis Carlos Leal, quien renunció a finales de octubre y quien se esperaba fuera el próximo director del Instituto.
Colombia se encuentra actualmente en una situación de brote de malaria, que comenzó en la semana epidemiológica 1 de 2024, con un incremento del 81 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. Aunque en las últimas semanas se ha observado una tendencia a la disminución de los casos, las cifras siguen siendo preocupantes. Este aumento podría estar relacionado con cambios en la dinámica de los criaderos de los mosquitos transmisores, influenciados por los fenómenos climáticos de El Niño y La Niña que han afectado al país en los últimos tres años. Mientras que El Niño tiende a generar condiciones más cálidas y secas, favoreciendo la reproducción de los mosquitos, La Niña trae consigo lluvias intensas, lo que también puede afectar la proliferación del vector.¿Cuáles son los lugares de Colombia con más casos de Malaria?Las regiones más afectadas por la malaria en Colombia son las del sur y el occidente del país, donde se registra una mayor prevalencia de la enfermedad. En particular, los departamentos de Caquetá, Vaupés, Vichada, Guainía, Guaviare, Meta y Casanare, junto con la frontera colombo-venezolana, concentran el 15,4% y 1,4% de los casos, respectivamente. Dentro de estos macro-focos de transmisión, la región del Pacífico se caracteriza por una alta incidencia.En cuanto a la distribución geográfica de los casos, los departamentos que aportan la mayoría de los casos son Chocó, con el 35, 4 %; Antioquia (13,3 %); Córdoba (10,9 %); Vaupés (8,7 %); y Nariño (7,3 %). Esta distribución ha mostrado un aumento significativo respecto al mismo periodo de 2023, especialmente en Chocó, Antioquia y Córdoba. A nivel municipal, las localidades más afectadas son Mitú (Vaupés), con el 8,5 % de los casos; Pueblo Rico (Risaralda), con el 6,4 %; Tierralta (Córdoba), con el 6 %; y Quibdó (Chocó), con el 5,5 %. Estos municipios, entre otros, han sido identificados como focos de transmisión intensificada.Hasta la semana epidemiológica 44 de 2024 se han reportado 16 muertes por malaria en Colombia, lo que representa una tasa de mortalidad de 0,16 casos por cada 100.000 habitantes y una letalidad de 0,01 %. Las muertes provienen principalmente de los departamentos de Chocó (con cinco casos), Risaralda (tres casos), Vaupés (tres casos) y otros lugares como Bolívar, Cauca, Guainía y Valle del Cauca.
Luis Carlos Leal, quien hasta hace poco se desempeñaba como superintendente nacional de Salud, no asumirá finalmente el cargo de director del Instituto Nacional de Salud (INS), como se había especulado. En su lugar, Leal ocupará una nueva posición como gerente del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag), una entidad que ha enfrentado diversos desafíos desde el cambio de modelo de salud para los docentes.De acuerdo con fuentes consultadas por Blu Radio, Leal decidió no aceptar la oferta de dirigir el INS, y esta decisión fue confirmada por él mismo durante el acto de posesión presidido por Gustavo Petro, donde reveló que no aceptaría el cargo. Sin embargo, existe otra versión sobre su nombramiento. Algunos indican que no se trata de una decisión de Leal, sino de una determinación del propio presidente Petro, quien decidió asignarle el nuevo cargo de gerente del Fomag, en lugar de la dirección del INS.A partir de hoy, el cargo de director encargado del INS será asumido por Tomás Prasca, quien hasta ahora ocupaba el puesto de director de redes del instituto.Recordemos que la salida de Luis Carlos Leal de su cargo como superintendente de Salud se produce en medio de varias polémicas, denuncias y escándalos. Uno de los principales fue la controversia generada por la expedición de una resolución relacionada con la afirmación de género en niños y niñas trans.Además, Leal se vio envuelto en otro intenso debate debido a las intervenciones administrativas forzosas en las Empresas Promotoras de Salud (EPS), en el contexto de la discutida reforma a la salud propuesta por el gobierno de Gustavo Petro en el Congreso. Estas acciones habrían alimentado las presiones de diversos sectores que demandaban su salida del cargo.Hasta el momento, Luis Carlos Leal no ha hecho declaraciones públicas sobre estos cambios.