Prieto explicó que él fue el encargado de realizar los primeros contactos con las zonas en las que se quería trabajar porque “eran zonas en las que yo ya había estado”. Dijo que con las comunidades indígenas se habló con completa sinceridad “para explicarles de lo que se trataba el proyecto con toda la verdad del paso”. Sobre el equipo de trabajo de la película, Prieto reveló que se buscaron personas “guerreras, necesitábamos gente que estuviese dispuesta a trabajar en condiciones difíciles para hacer un gran proyecto”. Afirmó que fue una zona complicada para trabajar y “de cierta forma tuvimos que pedir permiso a la selva para hacer la película porque es un lugar realmente mágico para trabajar”.