De los 30 presos que quedan, cinco están a la espera de juicio por el ataque del 11-S, incluido Khalid Sheij Mohamed, el autoproclamado "cerebro" de ese atentado contra el World Trade Center de Nueva York, el Pentágono y el vuelo 93.Ese último avión tenía como destino previsto el Capitolio, símbolo de la democracia estadounidense, pero se acabó estrellando en un descampado de Shanksville, en Pensilvania, después de que algunos pasajeros intervinieran para evitarlo.Dolor permanenteEl caso sigue pendiente de juicio y ha celebrado ya 48 audiencias previas. A la última, que comenzó esta semana y se extenderá toda la que viene, acudieron como en otras ocasiones familiares de las víctimas, como Gordon Felt, cuyo hermano falleció en ese vuelo a los 41 años."Las familias vivimos con la pérdida de nuestros seres queridos. Nunca podremos superarlo. Llevamos ese dolor en nuestros corazones", afirma a EFE El mauritano Mohamedou Ould Slahi y el yemení Mansoor Adayfi pasaron 14 años en Guantánamo y acabaron siendo liberados sin cargos. Salieron de la cárcel, pero en cierta manera siguen dentro: "Tenemos cicatrices en el alma", afirma el segundo."Haces todo lo posible para construirte una vida por ti mismo, pero no hay realmente un apoyo que te ayude a integrarte en la sociedad. Y eso es un gran problema. Imagina estar preso durante 10 o 15 años, salir y que te manden a un sitio en el que no sabes qué hacer", explica a EFE en una entrevista por Zoom.A él lo enviaron a Serbia en 2016 cuando recibió el visto bueno para su liberación. Fue detenido en Afganistán en noviembre de 2001, dos meses después de los ataques terroristas del 11-S, y trasladado en febrero de 2002 a la prisión que Estados Unidos abrió en su Base Naval en territorio cubano.Los primeros reos de la "guerra contra el terror" que el expresidente republicano George W. Bush (2001-2009) emprendió tras esos atentados de casi 3.000 muertos llegaron allí un mes antes que él y el Campamento X-Ray donde metieron a ese grupo en jaulas al aire libre sigue en pie, vacío y abandonado.Adayfi, considerado por EE.UU. un integrante de Al Qaeda y un preso de alto valor, estuvo al principio en ese campamento. Todavía recuerda vivir las 24 horas a la espera de "la siguiente tortura", con un temor constante que también experimentó Ould Slahi."Al principio no pensaba que en una democracia podías ser torturado, especialmente si no habías hecho nada. Cuando comenzaron el programa de torturas dejé de ser yo mismo. En cierta manera, se convirtió en una rutina para mí", señala a EFE el segundo exrehén, autor de "Diario de Guantánamo" y cuya historia inspiró el filme "The Mauritanian", de Kevin Macdonald.Ould Slahi, que llegó a Guantánamo en agosto de 2002, dice haberse liberado ya del "odio" experimentado durante los primeros años posteriores a su liberación en 2016. "Era algo enfermizo. Y solo puedes ser libre a través del perdón. Decidí perdonar a todo el mundo".En Guantánamo todavía quedan 30 de los 780 presos que hubo, tres de los cuales, los llamados "prisioneros eternos", no han recibido cargos ni tampoco pueden optar a un traslado."No me sorprende que siga abierto, teniendo en cuenta que se creó fuera de la ley, de la justicia y de toda humanidad. Queremos justicia y su cierre. Debe haber reparación, compensación y rendición de cuentas", sostiene Adayfi.Ya no está en Guantánamo, pero sí en un "Guantánamo 2.0": "Creo que no me he recuperado. Algunos de nosotros tenemos trastorno postraumático, problemas físicos y psicológicos que no se han curado. Tenemos cicatrices en el alma"Felt, que acudió por primera vez a una de esas sesiones en 2018.Ver en persona a los acusados en el llamado Campamento Justicia de Guantánamo, desde la sala habilitada tras un cristal para que la prensa, las ONG y los familiares sigan la sesión, no le proporciona alivio porque no lo hay, sostiene."Tendré ese dolor siempre. Busco justicia y rendición de cuentas por sus acciones. Quiero que tengan un juicio justo y una defensa vigorosa. Anticipo que con la cantidad de pruebas en su contra serán condenados. Y yo me quedaré satisfecho cuando reciban la pena de muerte y sean ejecutados".Le podría interesar:
En la mañana del 11 de septiembre de 2001 se presenció uno de los hechos más devastadores y que cambiaría la historia de Estados Unidos y el mundo entero, el atentado, presuntamente, perpetuado por Al Qaeda a las torres gemelas en el complejo World Trade Center en Nueva York y al Pentágono, sede del Departamento de Defensa de ese país.A partir de ese día, conocido como el 11-S, se empezó una “guerra contra el terrorismo” por parte del gobierno estadounidense de George W. Bush y sus aliados, que buscan cazar a los responsables de secuestrar el vuelo 11 de American Airlines y el vuelo 175 de United Airlines que fueron estrellados contra las torres gemelas y, a los demás implicados y organizadores de aquella tragedia.Guantánamo, la bahía del terror para los prisioneros de EE.UU.Guantánamo es la cárcel estadounidense ubicada en la isla de Cuba, un pedazo de tierra que resguarda los mayores secretos del atentado del 11-S y que ha sido llamada una “vergüenza” para ese país, pues su complejo no solo encarcela a los supuestos mayores terroristas y amenazas, sino que ha estado implicada en torturas e interrogatorios a prisioneros que violan los derechos humanos.Por su extrema seguridad y protocolos de confidencialidad, poco o casi nada se conoce de esta cárcel. Sin embargo, Los Informantes de Caracol Televisión logró la hazaña que pocos medios han conseguido, entrar a Guantánamo, hablar con los guardias y documentar la eterna rutina, suplicas a su Dios y caminatas en círculos de los prisioneros.También se puede observar cómo son las celdas: pequeñas, con una cama en cemento y un inodoro, lavamanos, un espejo en acero inoxidable y las duchas son comunes.Los controles son tan estrictos, que incluso hay una pesa en el patio de la cárcel, así, los guardias vigilan si hay hasta un gramo menos o más. Esto, ante denuncias desde 2001 sobre protestas de hambres y alimentación a los prisioneros por sondas.Después del atentado, EE.UU. capturó a varios señalados y los llevó a Guantánamo para pagar sus crímenes y ser investigados, juicios que 20 años después siguen sin resolverse. Algunos prisioneros fueron liberados en misiones silenciosas durante los pasados gobiernos, pero otros aún no han logrado salir de esa lejana isla, como es el caso de Jalid Sheij Mohammed, supuesto cerebro de los atentados.Las temibles ‘cajas negras’: prisioneros encontrados ahorcados en sus celdas en 2006Las operaciones y acciones de la CIA para sacarles información a los detenidos llegaron a consternar al mundo. Una noche, en 2006, tres presos aparecieron ahorcados en sus celdas.En las investigación, los guardias aseguraron que fue un caso de “suicidios coordinados”, pero las pruebas reveladas posteriormente indicaban otra cosa, que habían sido asesinados por quienes los interrogaban.“No puedo decir nada, es clasificado”, sentenció el abogado Walter Ruiz en diálogo con Los Informantes en 2018, cuando contó que las torturas de la CIA fueron ocultadas y quedaron en la impunidad.“Su identidades han sido ocultadas y nadie se hace responsable, actuaron con impunidad”, dijo sobre los agentes.También se conoció que algunos fueron sometidos durante años a tortuosos interrogatorios, como ahogamiento simulado conocido como "submarino"."Durante 15 años el yemení Muhammad Ansi estuvo preso en la cárcel de Guantánamo. Ahí fue víctima de tortura. La pintura y el arte le ayudaron a soportar la vida en su diminuta celda", escribió el medio Deutsche Welle en 2018. Guantánamo hoyCon el tiempo, la prisión pasó de la polémica, las luchas para cerrarla, los debates políticos y mucho más, a ser un complejo estadounidense olvidado por el mundo.Los presos se dividen en secciones y el más sonado en el mundo es el temido capto siete, donde están los “terroristas de alto valor” y son todos los que están implicados en el 11-S.Actualmente hay 39 detenidos, de los cuales a algunos se les ha prometido una liberación juicio tras juicio, pero 20 años después de los atentados, nunca llegó, pues son considerados por Washington como peligrosos dirigentes de la organización Al Qaida.
María Elvira Arango, directora de ‘Los Informantes’, habló en Mañanas BLU sobre la historia que trae este domingo el programa de Caracol televisión sobre la cárcel de alta seguridad de Guantánamo, de propiedad estadounidense y ubicada en la isla de Cuba.“Estamos orgullosos y felices de esta historia del domingo. Fue realmente emocionante poderla traer a Colombia”, señaló.Dijo que la grabación de esta historia no fue fácil, pues duraron mucho tiempo consiguiendo los permisos ante el Departamento de Estado de Estados Unidos.“Piden toda clase de papeles. Hay que mostrar el programa, las hojas de vida de los periodistas, entre otra clase de papeles”, explicó.Vea aquí: Motín en la cárcel El Bosque en protesta por falta de atención médica a recluso Asimismo, aseguró que cuando dieron el sí y se trasladaron a Guantánamo, debieron cumplir todas las normas de seguridad de la mano del Ejército de Estados Unidos, quienes dicen qué se puede filmar y que no. “El Ejército lo lleva a uno escoltado desde que uno se levanta hasta que se acuesta. No hay manera de moverse por la isla de Guantánamo sin tener un escolta cerca”, aseguró.Arango precisó que se encontraron con historias de reclusos realmente maravillosas e increíbles, que no pasan en otra parte del mundo, entre ellas la de Walter Ruiz, un colombiano americano que se fue pequeño a ese país y hoy como abogado defiende a uno de los hombres que espera la pena de muerte en esta terrible prisión.Aseguró que en Guantánamo estuvieron en total 48 horas, en donde presenciaron que se trata de una prisión limpia y cuidada, muy distinta a lo que era hace unos años, donde las torturas, la violación de los derechos humanos y el terror estaban al orden del día.“Lo que pasa hoy no es lo mismo que pasaba hace 17 años cuando se cayeron las torres gemelas. Las torturas que antes pasaban ya no pasan hoy, dicen los presos”, puntualizó.“El misterio de Guantánamo todavía el mundo no lo conoce. Lo que pudimos ver nosotros es lo que ellos quieres que uno vea, claramente”, finalizó.Escuche aquí el audio completo:
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció este martes su primer discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso, donde rindió cuentas a los legisladores para presentar los logros y retos de su Presidencia.La intervención de Trump se basó en diez grandes líneas maestras:1. "LOS ESTADOUNIDENSES TAMBIÉN SON SOÑADORES"El presidente utilizó el término "soñadores", empleado para referirse a los jóvenes indocumentados que llegaron al país como niños, para reinterpretar el concepto de "sueño americano" y ensalzar los logros económicos cosechados bajo su Presidencia. "Mi deber -subrayó- es defender a los estadounidenses y su derecho al sueño americano porque ellos también son soñadores".2. LAS INFRAESTRUCTURAS, LA BUROCRACIA Y EL EMPIRE STATE BUILDINGTrump se sirvió de la rápida construcción del emblemático edificio neoyorquino -en tan solo un año- para atacar los trámites burocráticos actuales y pedir al Congreso un plan de inversión de 1,5 billones de dólares para tener las infraestructuras "seguras y modernas" que necesita el país.3. NO MÁS "COMPLACENCIA" CON COREA DEL NORTE"Las experiencias pasadas demuestran que la complacencia y las concesiones solo incitan a la agresión y la provocación", dijo sobre Corea del Norte el mandatario, quien avanzó que no repetirá los "errores" de sus predecesores en este ámbito.4. FIN A LOS "MALOS" TRATADOS COMERCIALESEl presidente mantuvo la línea de "EEUU primero" que promovió durante su campaña presidencial y su primer año al frente de la Casa Blanca, y dijo que se ha acabado la "era del sometimiento" a los tratados internacionales en materia comercial: "Trabajaremos en arreglar los malos tratados y negociaremos nuevos", sentenció.5. JERUSALÉN Y LA AYUDA INTERNACIONAL PARA LOS "AMIGOS"El magnate se refirió al polémico reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y criticó que docenas de países cuestionaran en la ONU la "soberanía de EEUU" para tomar ese tipo de decisiones. En esta línea, pidió al Congreso que se asegure de que solo los "amigos" de EEUU se beneficien de su ayuda financiera.6. EL MURO DE MÉXICO PARA CERRAR LA PUERTA A "TERRORISTAS"Trump continuó con la retórica que le hizo destacar en la campaña de 2016 y afirmó que el muro previsto en la frontera sur con México "cierra las lagunas explotadas por criminales y terroristas para ingresar" en su país. También reclamó un "sistema migratorio seguro, moderno y legal", e incidió en la necesidad de fortalecer las fronteras, lo que consideró esencial para que "las drogas y las pandillas" no lleguen a las comunidades.7. GUANTÁNAMO Y LAS PRISIONESOtro de los aspectos destacados fue el anuncio de que mantendrá abierta la prisión de la base militar de Guantánamo (Cuna), anulando una orden ejecutiva del expresidente Barack Obama que urgía al cierre de la cárcel. En el terreno penitenciario, también avanzó que impulsará una reforma del sistema nacional en aras de facilitar la reinserción de los exconvictos.8. LA REVISIÓN DEL TRATADO CON IRÁNEl presidente también reclamó al Poder Legislativo que revise y corrija los "defectos" del tratado nuclear con Irán, que calificó como "terrible", y reiteró su apoyo al "pueblo iraní en su valiente lucha por la libertad".9. RUSIA Y CHINA AMENAZAN LOS VALORES ESTADOUNIDENSESTrump se refirió a Moscú y Pekín como sus "rivales" y dijo de ellos que "desafían" los valores de EEUU: "Alrededor del mundo -remarcó-, enfrentamos regímenes arrogantes, grupos terroristas y rivales como China y Rusia que desafían nuestros intereses, nuestra economía y nuestros valores". Fue la única referencia a Rusia, ya que no hizo ningún comentario sobre la supuesta injerencia del Gobierno de Vladímir Putin en los comicios presidenciales de 2016. Le podría interesar: Trump se disculpa por retuitear video de grupo de ultraderecha británico 10. RECONSTRUIR EL ARSENAL NUCLEAR DE EEUUEl mandatario, que cumple su primer año en el cargo, abogó por "modernizar y reconstruir" el arsenal nuclear del país, aunque precisó que lo hará "con la esperanza de nunca tener que usarlo, pero haciéndolo tan fuerte y poderoso que disuada cualquier acto de agresión". Quizá algún día, añadió, "haya un momento mágico en el que los países del mundo se junten para eliminar sus armas nucleares", pero aún "no ha llegado". Mire el discurso completo de Trump
El presidente saliente de EE.UU., Barack Obama, culpó al Congreso de que la cárcel de Guantánamo continúe abierta y volvió a pedir a los legisladores el cierre de esa prisión, donde solo quedan 41 detenidos de los 800 que llegó a albergar. Obama culminará este viernes sus ocho años como presidente de EE.UU. sin haber podido cerrar la cárcel situada en la Base Naval de Guantánamo (Cuba), algo que prometió hacer nada más llegar a la Casa Blanca en 2009. En una carta enviada al Congreso, Obama recuerda que trató de clausurar Guantánamo, un "desafío" heredado, y que esa cárcel no ha hecho a EE.UU. más seguro, sino que ha minado la "seguridad nacional". Según Obama, "los terroristas la usan para propaganda", es una prisión que "daña" las alianzas de EE.UU. con sus aliados y "los costos de mantenerla abierta superan con creces las complicaciones derivadas de su cierre". El mandatario saliente denuncia también que el cierre de la cárcel se convirtió en un asunto "partidista" pero, pese a todo, se han hecho progresos como la transferencia bajo su mandato de 196 detenidos a terceros países, con lo que a día de hoy únicamente quedan en Guantánamo 41 presos. "No hay justificación más allá de la política para la insistencia del Congreso en mantener esa instalación abierta", subraya Obama, quien agrega que las "restricciones" de los legisladores para encarcelar a los detenidos de Guantánamo en territorio estadounidense "no tienen sentido". A juicio de Obama, la historia emitirá un "duro dictamen" al respecto, porque la existencia de Guantánamo es "contraria" a los valores de EE.UU. "Una vez más, animo al Congreso a cerrar esa instalación", concluye Obama en su carta al recordar que su Gobierno presentó a los legisladores un "plan integral" para clausurar esa cárcel "de una vez por todas". Obama prometió seguir acelerando las transferencias de presos de Guantánamo a terceros países hasta su último día en la Casa Blanca y hace apenas tres días diez reos de Guantánamo llegaron a Omán. El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha advertido contra nuevas liberaciones de presos de Guantánamo, donde los detenidos que quedan son "extremadamente peligrosos", a su juicio, y "no se les debe permitir volver al campo de batalla". Trump, quien asumirá la Presidencia este viernes, ha prometido mantener y ampliar esa cárcel, y llenarla de "tipos malos". La cárcel de Guantánamo llegó a albergar a unos 800 presos poco después de su apertura, ordenada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Pígola se refirió al proceso de reinserción así como de la aceptación de la ciudadanía: “Actualmente están insertos en la sociedad: aprendiendo el idioma, trabajando; a grandes rasgos se ha avanzado mucho en la sociedad (…) casi todos están en pareja, tienen la residencia legal uruguaya, tienen los mismos derechos que un ciudadano uruguayo, se mueven con total libertad y no hemos tenido ningún problema de adaptación en lo que a la legalidad se refiere”. (Lea también: Escalofriante relato de cuáles eran las torturas a los presos de Guantánamo) Algunos de los prisioneros son de nacionalidad turca o pakistaní; la mayoría fueron privadas de su libertad por más de trece años, en la actualidad se encuentran amparados por la ley de refugiados de Uruguay. “Les damos soluciones habitacionales y económicas por un periodo de tiempo que les permita adaptarse a nuestra sociedad”, manifestó. El abogado Pígola resaltó también que aunque es un estigma con el que ellos deben cargar, los uruguayos han logrado aceptarlos: “En un primer momento les debió causado impresión, pero hoy en día hay una aceptación por nuestra sociedad. No hemos tenido problemas de discriminación de ningún tipo”.
Según el secretario de la CIDH, algunos de los principales actos que se cometían en contra de los presos fueron: -Se encerró a los presos -Se les puso bolsas plásticas negras para la asfixia -Se les amenazó con perros de caza feroces -Se les torturó con choques eléctricos -Soldados de Estados Unidos se pararon encima de los presos, los orinaron y defecaron sobre ellos. -Hubo amenazas de violencia sexual -Pusieron a los presos en condición de absoluta indignidad -Se les obligó a alimentarse a través de una sonda cuando hacían huelgas de hambre. -Hubo prácticas de tortura psicológica -Se les interrumpía el sueño con música, con luz. Álvarez Icaza enfatizó en que estos, entre otros actos, demuestra que “Guantánamo significa la concreción o la representación más fuerte del desdén del Gobierno de Estados Unidos hacia el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Guantánamo es una representación donde se han dado una serie de prácticas contra los Derechos Humanos”. Incluso, dijo que en Guantánamo no se respetaron las garantías judiciales, no se estableció un juicio, no se generaron condiciones de presunción de inocencia y que de los casi 800 personas que han pasado por ahí, solo 10 han estado dentro de una comisión judicial. “Se detuvieron casi 800 presos de más de 45 países, todos ellos hombres, todos ellos musulmanes y Estados Unidos solo detuvo al 7 % de ellos y el 93 % restante fueron obtenidos en una época en que Estados Unidos obtenía recompensa. Hubo 22 jóvenes o niños detenidos”, narró Álvarez. Cabe recordar que el presidente estadounidense Barack Obama presentó el martes un esperado plan para clausurar el centro de detención de Guantánamo, en Cuba, teniendo en cuenta los argumentos y pruebas de la CIDH, pero la oposición del Congreso luce como un obstáculo difícil de superar. "Por muchos años ha sido claro que el centro de detención de Guantánamo no mejora nuestra seguridad nacional. La socava", apuntó el mandatario. A menos de un año de dejar el cargo, Obama presentó un plan de entre 290 millones y 475 millones de dólares para trasladar a los 91 prisioneros actuales a otros países y a uno de 13 posibles complejos en suelo estadounidense, que no detalló. En su pico en 2003, unos 680 prisioneros eran recluidos en esta prisión, ubicada en una base naval de 117 km2 (de los cuales solo 49km2 están en tierra firme) en la costa sureste de Cuba, que Estados Unidos ocupa desde 1903. Obama ha impulsado el cierre de Guantánamo desde que llegó al poder en 2009, pero fue puesto a raya por la mayoría en el Congreso del opositor partido Republicano, el Departamento de Defensa y algunos en su partido Demócrata. Como candidato y presidente, Obama ha señalado que la detención indefinida sin juicio previo de sospechosos de terrorismo daña las alianzas de Washington y sirve a la propaganda de los yihadistas, perjudicando la imagen de Estados Unidos en el exterior y amenazando su seguridad. "Se trata de cerrar un capítulo en nuestra historia", señaló. El nuevo empuje ocurre justo antes de la histórica visita de Obama a Cuba el 21 y 22 de marzo, donde se reunirá con su par cubano Raúl Castro. La base naval de Guantánamo, que La Habana reclama, estará en la agenda de las discusiones, aunque el plan sobre la prisión no tiene relación con el futuro de la instalación militar. La iniciativa es un intento cuesta arriba de Obama por convencer a los republicanos de cambiar de opinión, en plena batalla por las elecciones presidenciales de noviembre. Pero el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, rechazó la propuesta inmediatamente, indicando que las oportunidades de ser aprobada son casi nulas. "Es ilegal y seguirá siendo ilegal transferir prisioneros terroristas a suelo estadounidense. No vamos a arriesgar nuestra seguridad nacional por una promesa electoral", dijo Ryan. El presidente recibió un fuerte respaldo de la precandidata demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton. "Cerrar Guantánamo sería una señal de fortaleza y determinación", dijo Clinton, quien pidió al Congreso implementar el plan "tan pronto y responsablemente como sea posible". El plan de cierre de Guantánamo, que tardó meses en elaborarse, ofrece pocos detalles sobre la ubicación de la instalación considerada, pero funcionarios militares han señalado con anterioridad a Fort Leavenworth, en el estado de Kansas (centro) o la base naval de Charleston, en Carolina del Sur (sureste), como posibles destinos para los reos. Obama ha propuesto enviar a otros países a algunos prisioneros de Guantánamo y procesar a otros a través de la justicia militar. Un pequeño grupo de reos, considerados demasiado peligrosos para liberar pero no susceptibles de ser procesados, enfrentarían detención indefinida en un complejo en suelo estadounidense, bajo custodia del Departamento de Defensa. Según el plan, unos 35 prisioneros han sido autorizados para ser enviados a otros países en los próximos meses. El gobierno de Obama ya ha realizado 147 traslados, seis de ellos a Uruguay. Guantánamo fue abierta en 2002 por su predecesor George W. Bush para albergar a prisioneros considerados "combatientes enemigos" tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Uno de sus prisioneros más notables es quizás Khalid Sheikh Mohammed, quien junto a otros cuatro detenidos, es acusado de planear los ataques.
En una comparecencia en la Casa Blanca, Obama explicó, además, que su plan permitirá "ahorrar" dinero a los contribuyentes y pidió a los congresistas un diálogo "honesto" para tratar de cerrar la cárcel, ubicada en Cuba y en la que permanecen 91 detenidos. Acompañado de su vicepresidente, Joseph Biden, y su secretario de Defensa, Ashton Carter, Obama subrayó que mantener abierta la prisión es "contraproducente" para la lucha antiterrorista, contrario a los valores de EE.UU., "socava" la seguridad nacional en lugar de fortalecerla y daña las relaciones del país con naciones aliadas. El presidente dijo que ha estado "siete años", desde su llegada a la Casa Blanca en enero de 2009, trabajando para tratar de cerrar Guantánamo y prometió seguir haciéndolo hasta que concluya su mandato dentro de once meses. "No quiero trasladar el problema (de Guantánamo) al siguiente presidente, no importa quién sea", afirmó Obama. Según adelantaron altos funcionarios del Gobierno bajo anonimato, el plan para cerrar la cárcel de Guantánamo que el Pentágono ha enviado hoy al Congreso contempla transferir a entre 30 y 60 presos a territorio estadounidense. La propuesta considera 13 localizaciones diferentes en EE.UU. para ubicar a esos presos, sin recomendar ninguna en particular. Esas 13 localizaciones incluyen prisiones ya existentes en estados como Colorado o Carolina del Sur, así como la construcción de nuevas instalaciones en algunas bases militares del país. Según el Pentágono, mantener la prisión de Guantánamo abierta es entre 65 y 85 millones de dólares más caro al año que internar a los presos en una cárcel en territorio estadounidense. Desde el principio de su mandato, la promesa hecha por Obama de cerrar Guantánamo se ha topado con la oposición del Congreso, especialmente entre los republicanos, que rechazan la transferencia de los presos a cárceles dentro de Estados Unidos. La cárcel de Guantánamo llegó a albergar a unos 800 presos poco después de su apertura, ordenada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.