El Kremlin, a través de su vocero Dmitry Peskov, dejó claro que Rusia está monitoreando de cerca esta situación, la cual calificó como "bastante dramática". Peskov subrayó que el Ártico es una región de "interés nacional y estratégico" para su país y que, aunque Rusia desea la paz y estabilidad en la zona, seguirá manteniendo su presencia allí.La propuesta de Trump sobre Groenlandia no pasó desapercibida, y su retórica agresiva también provocó reacciones en Europa. En una visita a París, el secretario de Estado saliente de Estados Unidos, Antony Blinken, intentó minimizar la alarma, diciendo que, aunque la idea de Trump era "obviamente mala", no era algo que fuera a ocurrir. De manera similar, el secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, destacó la "imprevisibilidad" de las palabras del presidente electo, reconociendo el riesgo de que su retórica pueda ser "desestabilizadora".Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca, ha sido un tema delicado en la política internacional desde que Trump expresó su interés por adquirirlo. La isla, que alberga bases militares estadounidenses y danesas, es un lugar estratégico debido a su ubicación en el Ártico y sus abundantes recursos naturales, como minerales y petróleo sin explotar. El primer ministro groenlandés, Mute Egede, ha sido firme en su posición de que Groenlandia "no está a la venta". En ese sentido, tanto él como la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, han enfatizado que el futuro del territorio debe ser decidido por los propios groenlandeses. El gobierno danés también ha reiterado que, aunque aprecian su relación con Estados Unidos, Groenlandia no es un activo comercial y cualquier discusión sobre su estatus debe respetar la soberanía de la isla. Frederiksen, además, ha señalado la importancia de que Estados Unidos, su aliado más cercano, juegue un papel constructivo en un momento de creciente tensión en el Ártico, especialmente ante el interés de Rusia en la región. A nivel europeo, la respuesta ha sido igualmente contundente. La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, insistió en la necesidad de respetar la "integridad territorial y soberanía" de Groenlandia. En una línea similar, el canciller alemán Olaf Scholz expresó que las fronteras "no deben moverse por la fuerza", una clara alusión a las inquietudes generadas por las declaraciones de Trump.La comunidad internacional, en su conjunto, parece unirse en la defensa de la soberanía de Groenlandia, destacando que, a pesar de las inquietudes de Estados Unidos, el destino del territorio debe ser decidido por los groenlandeses y sus autoridades.
La noticia de que Donald Trump expresó su intención de adquirir Groenlandia no pasó desapercibida en el panorama internacional. La isla, ubicada al noreste de América del Norte y conocida por su vasto territorio cubierto de hielo, parece ser un objetivo poco convencional. Sin embargo, detrás de esta ambición geopolítica se esconden intereses estratégicos y económicos de gran magnitud. Recursos críticos: los minerales de tierras rarasUno de los principales motivos por los cuales Groenlandia resulta tan atractiva para Estados Unidos es la presencia de grandes depósitos de minerales de tierras raras. Estos elementos son fundamentales para la fabricación de tecnología avanzada, especialmente en el ámbito de la defensa y la electrónica.Alex Plitsas, miembro no residente del Atlantic Council, afirmó en una entrevista con The Post que "los minerales de tierras raras son necesarios para la producción de componentes críticos en la industria de defensa y electrónica". La dependencia de Estados Unidos hacia China en el suministro de estos recursos representa una debilidad estratégica. Según Plitsas, esta situación es "insostenible dadas las realidades geopolíticas". De hecho, aunque existen otros yacimientos importantes en regiones como Afganistán, la explotación de esos recursos es inviable debido a la inestabilidad política y social de la zona.Groenlandia, con sus vastas reservas de minerales y una situación política más estable, se presenta como una alternativa viable y estratégica para Estados Unidos. Este país busca reducir su dependencia de China y asegurar el acceso a recursos críticos que son esenciales para mantener su posición como potencia tecnológica y militar.Dónde queda GroenlandiaAcceso al Ártico y ventajas geoestratégicasOtro factor que impulsa el interés de Donald Trump en Groenlandia es la posición geoestratégica de la isla en el Ártico. En los últimos años, el Ártico se ha convertido en un escenario de creciente competencia entre potencias globales, principalmente Estados Unidos, China y Rusia. Las tres naciones han desplegado recursos militares y navales para asegurar su influencia en una región que se está volviendo cada vez más accesible debido al deshielo provocado por el cambio climático.Groenlandia cuenta con una amplia reivindicación territorial sobre el Ártico, lo que proporcionaría a Estados Unidos una posición más fuerte en la lucha por el control de las rutas de navegación y los recursos de la región. Según Plitsas, "el acceso al Ártico y sus recursos es un elemento crítico en la competencia global que se intensifica día a día".La posibilidad de que Estados Unidos controle Groenlandia podría reforzar su presencia militar en el Ártico y asegurar su participación en el desarrollo de nuevas rutas comerciales a través del hielo derretido, lo que tendría un impacto significativo en la economía mundial.Un precedente histórico: la compra de AlaskaLa idea de adquirir Groenlandia puede parecer extravagante, pero no es la primera vez que Estados Unidos intenta expandir su territorio mediante compras. En 1867, Estados Unidos compró Alaska a Rusia por 7,2 millones de dólares, una decisión que en su momento fue criticada pero que con el tiempo se demostró acertada debido a los recursos naturales y la posición estratégica del territorio.Trump parece estar siguiendo una lógica similar al considerar Groenlandia como una adquisición estratégica a largo plazo. La riqueza mineral, las oportunidades comerciales y el fortalecimiento de la seguridad nacional son factores clave que recuerdan a las razones que llevaron a la compra de Alaska.La reacción internacional y el papel de CanadáEl anuncio de Donald Trump de su interés por Groenlandia no solo ha generado reacciones en Dinamarca, el país soberano de la isla, sino también en Canadá, un vecino clave de Estados Unidos en el norte del continente. Justo antes de Navidad, Trump declaró que "por el bien de la seguridad nacional y la libertad en todo el mundo, Estados Unidos cree que la propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta".Además, el exmandatario hizo un comentario que enfureció a su viejo aliado canadiense: sugirió que la frontera entre Estados Unidos y Canadá es una "línea artificialmente trazada" y que eliminarla sería beneficioso para la seguridad de ambos países. Este tipo de declaraciones, sumadas a la dimisión del primer ministro canadiense Justin Trudeau, han generado tensiones diplomáticas adicionales.La intención de Donald Trump de apoderarse de Groenlandia no es un simple capricho presidencial. Se trata de una estrategia cuidadosamente calculada que responde a intereses económicos, geopolíticos y de seguridad nacional. Los minerales de tierras raras, el acceso al Ártico y la posibilidad de fortalecer la influencia de Estados Unidos en una región clave del mundo son razones poderosas que explican esta ambición.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se negó este martes a descartar acciones militares que le permitan tomar el control del Canal de Panamá o de Groenlandia, al día siguiente de que el Congreso estadounidense certificara su victoria en los comicios de noviembre.Aunque la rueda de prensa en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, trataría sobre una inversión emiratí de 20.000 millones de dólares para construir nuevos centros de datos en Estados Unidos, el republicano abordó rápidamente este asunto para, durante más de una hora, tocar un amplio abanico de temas.Como de costumbre, resultó difícil distinguir los anuncios reales de las opiniones exageradas entre sus declaraciones sensacionalistas.Ante la pregunta sobre si podía garantizar que no utilizaría las fuerzas armadas para anexionar el Canal de Panamá, arteria vital de la navegación mundial, y Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca, Trump dijo: "No puedo asegurarlo, para ninguno de los dos"."Puedo decir lo siguiente: los necesitamos por razones de seguridad económica. No me voy a comprometer a eso (a descartar acciones militares). Podría ocurrir que tengamos que hacer algo", declaró.Horas después, el canciller panameño, Javier Martínez-Acha, respondió los dichos de Trump afirmando que "la soberanía de nuestro canal no es negociable y es parte de nuestra historia de lucha y una conquista irreversible", reiterando expresiones del presidente José Raúl Mulino."Las únicas manos que controlan el canal son panameñas y así seguirá siendo", agregó el canciller, al desvirtuar afirmaciones de Trump de que la vía es operada por soldados chinos."Estúpidos""Desde que ganamos las elecciones, la percepción de todo el mundo es diferente. Me han llamado personas de otros países. Me han dicho: 'Gracias, gracias'", aseguró Trump mientras exponía su programa para los próximos cuatro años.Trump ya ha declarado en varias ocasiones que le gustaría recuperar el Canal de Panamá, construido por Estados Unidos e inaugurado en 1914, si no se reduce el precio de los peajes para los barcos estadounidenses.El martes, volvió a criticar el acuerdo firmado en 1977 por el entonces presidente Jimmy Carter -recientemente fallecido-, el cual transifirió el control del canal a Panamá en 1999."Se burlan de nosotros porque creen que somos estúpidos. Pero ahora no somos estúpidos", sostuvo Trump.Justo antes de Navidad, Trump también dijo que "por el bien de la seguridad nacional y la libertad en todo el mundo, Estados Unidos cree que la propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta".El hijo del también ex mandatario (2017-2021), Donald Trump Jr, llegó a Groenlandia el martes para una visita privada en calidad de "turista", declarando que no tenía prevista ninguna reunión oficial.El presidente electo añadió en su rueda de prensa que eliminar la frontera "artificialmente trazada" entre Estados Unidos y Canadá sería una gran ayuda para la seguridad nacional.Tras el anuncio de la dimisión del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el lunes, Trump estimó que Canadá debería fusionarse con Estados Unidos, comentario que enfureció a su viejo aliado."Los comentarios de Trump demuestran una incomprensión total de lo que hace a Canadá un país fuerte. No retrocederemos jamás ante las amenazas", dijo en X Melanie Joly, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá el martes. Poco después, Trudeau añadió: "Jamás de los jamases Canadá formará parte de Estados Unidos"."Situación difícil"Trump reiteró sus críticas a la OTAN y presionó a sus miembros para que aumenten su gasto de defensa al 5% del PIB, y repitió que esos países pagan poco por la protección estadounidense."Todos pueden permitírselo, pero deberían hacerlo al 5%, no al 2%", sostuvo.El magnate republicano no oculta el poco respeto que tiene por la Alianza Atlántica, pilar de la seguridad en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, al insistir en que sus miembros no aportan lo suficiente por el respaldo militar de Estados Unidos a su defensa.Durante la campaña electoral sembró el pánico al amenazar con el cese de las garantías de protección a los países de la OTAN frente a Rusia -que invadió Ucrania en febrero de 2022- si no incrementan su gasto de defensa."Si pagan sus cuentas, y creo que nos tratan justamente, la respuesta absolutamente es que permanecería en la OTAN", señaló en una entrevista reciente.Los miembros de la OTAN se comprometieron hace diez años, tras la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Rusia, a dedicar al menos el 2% de su PIB a gasto militar. Del total de 32 miembros, 23 han mantenido este compromiso.El propio secretario general de la OTAN, Mark Rutte, advirtió el mes pasado que Europa tendría que gastar "mucho más" para asegurar su defensa.En otro anuncio impactante, pero con consecuencias seguramente menos significativas, Trump indicó que a su regreso a la Casa Blanca, el 20 de enero, cambiará el nombre del Golfo de México por "Golfo de América"."¡El Golfo de América, qué nombre tan bonito!", exclamó, antes de arremeter contra México, que "debe dejar de permitir que millones de personas se cuelen" en Estados Unidos, en referencia al cruce de la frontera sur por miles de migrantes.
Hace un año un desprendimiento de rocas en una ladera de Groenlandia, causado por el debilitamiento de un glaciar, generó un enorme tsunami de 200 metros de altura y una señal sísmica que duró nueve días, algo que no había sucedido antes pero que probablemente será cada vez más habitual.El evento, registrado en septiembre de 2023 en Groenlandia oriental, ha sido estudiado por un equipo internacional y multidisciplinar liderado por el geofísico Kristian Svnnevig, del Instituto de Investigaciones de Dinamarca y Groenlandia (GEUS), y los detalles se han publicado este jueves en Science.Los investigadores -entre ellos varios científicos de las universidades de Granada, Málaga y Sevilla- utilizaron datos e imágenes del lugar tomadas por el Ejército danés, con diversas técnicas geofísicas y la ayuda de un modelo matemático.En conjunto, todos estos datos permitieron al equipo averiguar el origen de la misteriosa señal sísmica y descubrir que había sido provocada por el desplome de un pico montañoso de 1,2 kilómetros de altura en el fiordo Dickson, en la parte oriental de Groenlandia, lo que generó una ola de 200 metros de alto.La ola, que se extendió a lo largo de 10 kilómetros del fiordo perdió altura en pocos minutos y "se estabilizó en una onda de siete metros que hizo que el agua del fiordo se moviera de lado a lado, balanceándose a una frecuencia determinada que duró nueve días", explica a EFE Manuel J. Castro-Díaz, matemático de la Universidad de Málaga, en el sur de España, y coautor del estudio.Este largo bamboleo del agua, que en geofísica se conoce con el término 'seiche' y que puede ser causado por diferentes fenómenos atmosféricos, produjo la señal sísmica global que resonó durante nueve días y que fue detectada por sismógrafos de todo el planeta, desde el Ártico a la Antártida.La avalancha de hielo y rocas que desencadenó este fenómeno fue provocada por la pérdida de grosor del glaciar: "a consecuencia del cambio climático el glaciar fue adelgazando, lo que hizo que las rocas que estaban debajo estuvieran más inestables, menos recogidas" y acabaran desprendiéndose hasta el agua del fiordo, apunta Castro-Díaz en declaraciones a EFE.Aunque este tipo de eventos son bastante habituales, sobre todo en lugares como Alaska, Noruega y Groenlandia, "en el caso de esta isla suelen suceder en la parte occidental, no en la oriental como ocurrió en este caso". "Y lo que no es nada habitual es que provoque un seiche tan duradero", aclara.Consecuencias del cambio climáticoDebido al cambio climático, las zonas con pendientes pronunciadas son cada vez más vulnerables a los corrimientos de tierras.En las regiones árticas, que son las que están experimentando el calentamiento más rápido del planeta, estos deslizamientos de tierras pueden estar provocados por el adelgazamiento de los glaciares, la degradación del permafrost o la alteración de las precipitaciones, advierte el estudio.Estos desprendimientos pueden desencadenar tsunamis destructivos de gran magnitud -sobre todo cuando se producen en masas de agua confinadas como los fiordos-, por eso estudios como este son importantes para entender cómo los fenómenos inducidos por el cambio climático pueden dar lugar a importantes fenómenos geofísicos que cada vez serán más habituales."De alguna manera, el trabajo muestra que los fenómenos como este ocurren, van a seguir pasando y pueden suceder con mayor frecuencia", concluye el investigador español.Para Svennevig, este estudio analiza "el primer deslizamiento de tierra y tsunami observados desde el este de Groenlandia, lo que demuestra que el cambio climático ya tiene importantes repercusiones allí".Según los cálculos del equipo, en la avalancha cayeron al fiordo unos 25 millones de metros cúbicos de roca y hielo (el contenido de 10.000 piscinas olímpicas), lo que generó "uno de los mayores tsunamis de la historia reciente" en un lugar situado en una ruta que usan los cruceros turísticos que visitan los fiordos de Groenlandia.Afortunadamente, ningún crucero se encontraba cerca del fiordo Dickson el día del corrimiento de tierras y el tsunami, pero de haber sido así, las consecuencias de una ola de tsunami de esa magnitud podrían haber sido devastadoras.
El Gobierno noruego anunció este martes un acuerdo con dos fuerzas de la oposición para aprobar un plan que permitirá la apertura progresiva de los fondos marinos a la explotación minera.El acuerdo es fruto de las negociaciones mantenidas en los últimos meses por el ejecutivo en minoría de laboristas y centristas con los conservadores y la derecha xenófoba, que le garantizarían la mayoría cuando la cuestión sea debatida y votada en el Parlamento el próximo mes.Con respecto al plan inicial presentado en junio por el Gobierno, se han reforzado las exigencias medioambientales y se ha acordado que los primeros planes de explotación deban ser aprobados expresamente por la Cámara.Según un informe reciente del directorio general de Petróleo, en la plataforma continental noruega hay millones de toneladas de minerales como cobre, zinc y cobalto.Los partidos firmantes resaltaron al presentar el acuerdo que este asegura que se puedan explotar minerales de forma rentable y sostenible, aunque sus explicaciones no han convencido a los críticos. "Los expertos han enviado advertencias serias. No tenemos idea de las consecuencias de una actividad como esa y no hay exigencias medioambientales a las empresas", denunció Lars Haltbrekken, portavoz del Partido de izquierda Socialista, habitual aliado del Gobierno encabezado por el laborista Jonas Gahr Støre.La Dirección General de Medio Ambiente noruega ha señalado con anterioridad que no hay datos suficientes para saber cómo realizar la explotación minera en los fondos mineros de forma segura.Las críticas han sido también generalizadas entre las organizaciones ecologistas: así, Greenpeace habló de "catástrofe para el mar" y la sociedad Noruega para la Conservación de la Naturaleza de "locura", mientras Bellona acusó a este país nórdico de querer convertirse en un "delincuente medioambiental internacional".Le puede interesar: