El juez 13 penal municipal, Carlos Vásquez, ordenó medida de detención domiciliaria contra Óscar Tapias Artuz y José Gregorio Pérez Arteaga, directivos de la compañía Global Brockers quienes se entregaron a la Fiscalía el pasado martes por una presunta estafa a más de 370 familias barranquilleras, las cuales fueron avaluadas en 15 mil millones de pesos. Tanto Tapias como Pérez enfrentan cargos por concierto para delinquir, estafa agravada y captación masiva y habitual de dinero. Sin embargo, estos se declararon inocentes. Pese a que la Fiscalía solicitó medida de detención intramural para los directivos, el juez consideró que esto no era necesario, siempre y cuando no salieran del país y se mantuvieran en sus viviendas con brazaletes electrónicos.
Soraya Navarro, víctima de la empresa Global Brockers y quien manifiesta haber sido estafada para la compra de una supuesta vivienda, celebra que la justicia haya capturado a siete miembros de la empresa y pide que no le den casa por cárcel a estos, siendo que en la mañana del jueves será realizada la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento. "Exigimos que la justicia los encarcelen. No se dejen manipular con quebrando de salud inventados. Tememos que les den la casa por cárcel. Hasta hace ocho días seguían estafando", dijo la mujer mientras espera a las afueras de la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía (URI), junto a otras 100 víctimas, que sean trasladados los miembros de la empresa hasta el Centro de Servicios Judiciales. Indicó que en Barranquilla hay cerca de 500 familias afectadas y que seis personas han muerto, en medio de cuadros de angustia y depresión a los que los llevaron las deudas que adquirieron para comprar las supuestas viviendas con Global Brockers.
"No nos han cancelado nuestro dinero. Habemos más de 100 personas aquí esperando desde el año pasado que habíamos demandado", dijo Soraya Navarro, una de las protestantes. Según los dencunciantes, la firma ha cambiado en cuatro oportunidades la razón social y la sede para evadir las acciones judiciales. Al sitio llegaron con pancartas y hasta con un pudín para realizar la respectiva "celebración".