El atentado a las Torres Gemelas el día 11 de septiembre del año 2001, fue el punto de partida para la invasión militar de Estados Unidos a Afganistán y posteriormente a Irak, en la guerra contra el terrorismo en el mundo.Pero con el pasar del tiempo, distintas versiones conspirativas han surgido a raíz de los ataques del 11 de septiembre. Han circulado ampliamente supuestas teorías desde el día de los eventos. Estas son algunas teorías: Teoría del "inside job" (trabajo interno):Esta teoría sostiene que los ataques fueron planeados o facilitados por elementos dentro del gobierno de EE.UU. para justificar una guerra en el Medio Oriente y para incrementar las medidas de seguridad interna y control.Colapso controlado:Algunos creen que las Torres Gemelas colapsaron debido a explosiones internas o demolición controlada, no solo por los daños causados por los aviones y el fuego.El caso del "Halcones de guerra":Algunas teorías sugieren que ciertos miembros del gobierno de EE.UU. o intereses militares estaban al tanto de los ataques y los permitieron para justificar la intervención militar en el Medio Oriente. Se afirma que hubo advertencias o señales que no se siguieron y que los ataques se utilizaron para justificar políticas bélicas.El Vuelo 93 y el "Caza F-16":Hay teorías que sugieren que el vuelo 93, que se estrelló en Shanksville, Pennsylvania, fue derribado por un caza militar en lugar de haberse estrellado por la resistencia de los pasajeros.El Pentágono:Algunas teorías sostienen que el daño al Pentágono no fue causado por un avión, sino por un misil o un ataque interno. Estas teorías señalan la falta de escombros de avión visibles en las primeras imágenes del ataque y las lesiones de las víctimaDemolición del World Trade Center 7 (WTC 7): Se sugiere que el edificio 7 del World Trade Center, que colapsó varias horas después de las Torres Gemelas, fue demolido controladamente.Los defensores citan la caída de WTC 7, que parece similar a una demolición controlada.Sin embargo, la mayoría de estas teorías han sido refutadas por investigaciones exhaustivas y pruebas científicas. Las explicaciones oficiales se basan en estudios y análisis detallados.Lo cierto es que a casi un cuarto de siglo de aquel fatal suceso, siguen las dudas e incertidumbres sobre lo que realmente pasó a pesar de declaraciones gubernamentales donde se desmienten.
El bombero neoyorquino que se hizo célebre al aparecer en fotos icónicas con el entonces presidente estadounidense George W. Bush durante su primera visita a las ruinas del World Trade Center (WTC) tras los atentados del 11-S de 2001 falleció a los 91 años, informaron este lunes las autoridades.Las fotografías del 14 de septiembre de 2001 muestran a Robert "Bob" Beckwith, que entonces tenía 69 años y estaba retirado, con casco y máscara, junto con el entonces presidente Bush (2001-2009) en la "Zona Cero".El exmandatario republicano dijo en un comunicado en la red social X que se siente "orgulloso" de "haber tenido a Bob a su lado" en el lugar del desastre y "el privilegio de seguir en contacto con este patriota durante años"."Cuando los terroristas atacaron, Bob volvió a vestir su uniforme y, como muchos socorristas valientes, desafió el peligro para acudir en ayuda de los demás. Su valentía representa el espíritu de desafío y resistencia de los neoyorquinos y los estadounidenses tras el 11 de septiembre", elogió Bush, que ocupaba la Casa Blanca desde enero de ese año."Esta icónica foto con el presidente Bush captó un momento tan emocionante como desgarrador", declaró la jefa del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY), Laura Kavanagh, al anunciar que Beckwith falleció el domingo por la noche.Bob Beckwith, dijo, fue uno de los numerosos bomberos de Nueva York retirados que estuvieron en las ruinas del WTC "para ayudar en las operaciones de socorro".Encaramado a las ruinas de las Torres Gemelas en el bajo Manhattan, Bush, megáfono en mano, alentó a Estados Unidos y a Nueva York, gritando a los equipos de rescate: "Los escucho. Los oigo. El resto del mundo los oye. Y los que derribaron estos edificios pronto nos oirán a todos".Beckwith, nacido en 1932, fue bombero de Nueva York desde 1965 hasta su jubilación en 1994.Los atentados yihadistas del 11-S de 2001 en Estados Unidos -que dejaron 2.977 muertos en total y casi 6.300 heridos, según el balance oficial- pusieron de rodillas a Nueva York, después de que las dos torres del WTC fueran destruidas por dos aviones pilotados por miembros del grupo islamista Al Qaeda.En aquellos rascacielos perdieron la vida aquel día 2.753 personas, entre ellas al menos 343 bomberos que acudieron al lugar de la la catástrofe.En 2021, un fondo de compensación para las víctimas del 11-S calculó que habían muerto más personas por enfermedades relacionadas con la destrucción causada por los atentados -incluido el cáncer entre los rescatistas que limpiaron la Zona Cero- que el día de los atentados, que hicieron historia.
Un iraquí fue arrestado este martes en Estados Unidos por supuestamente haber planeado asesinar al expresidente estadounidense George W. Bush (2001-2009) por el sufrimiento causado por la invasión de Irak.Según un comunicado del Departamento de Justicia, el sospechoso Shihab Ahmed Shihab Shihab, de 52 años, fue detenido hoy por el FBI y compareció ante un tribunal federal, donde fue acusado de un delito migratorio y de haber sido cómplice en un complot para matar a Bush.Shihab supuestamente viajó a Dallas (Texas) en febrero pasado para vigilar localizaciones relacionadas con Bush, y un mes después se reunió con otros compinches en la habitación de un hotel en Columbus (Ohio) para ver muestras de armas de fuego y uniformes policiales.De acuerdo con la acusación, el iraquí entró en EE. UU. en septiembre de 2020 con un visado de visitante y en marzo de 2021 solicitó asilo junto a la ciudadanía estadounidense, una demanda que está todavía pendiente de resolverse.En este tiempo Shihab ha vivido en Columbus y en Indianápolis (Indiana), y ha trabajado en mercados y restaurantes.Los documentos judiciales indican que el imputado intentó, además, traer ilegalmente a iraquíes en EE.UU. para llevar a cabo su plan.En concreto, en agosto de 2021, supuestamente trató de introducir ilegalmente en el país a un individuo que él pensaba que era iraquí, pero que en realidad era una farsa orquestada por el FBI, a cambio del pago de 40.000 dólares.El escrito de acusación agrega que Shihab planeó traer cuatro iraquíes a EE.UU. con el objetivo de asesinar a Bush y pretendía que huyeran a través de la frontera con México una vez que el expresidente estuviera muerto.Shihab se enfrenta a una posible pena de cadena perpetua por supuestamente haber planeado asesinar al expresidente y a 10 años de cárcel por el delito migratorio que se le ha imputado.Antes de que se hiciera público el escrito de acusación, la revista Forbes había revelado que el FBI investigaba a Shihab por ese complot y explicó que este cuerpo se puso sobre la pista del iraquí gracias a gracias a dos informantes y la vigilancia de su cuenta de WhatsApp.Forbes, que tuvo acceso a la orden de búsqueda y captura del FBI, afirmó que el iraquí estaría vinculado al grupo terrorista Estado Islámico (EI).El jefe de Gabinete de Bush, Freddy Ford, dijo en un comunicado publicado por medios estadounidenses que el exmandatario "confía en el mundo, en el Servicio Secreto de Estados Unidos y en las comunidades de seguridad y de inteligencia".Le puede interesar: escuche el podcast El Consultorio
El expresidente estadounidense George Bush confundió, en un discurso, la invasión de Irak que se produjo durante su mandato con la guerra actual que se vive en Ucrania tras ser invadida por Rusia, según publican este jueves medios estadounidenses.Bush, de 75 años, corrigió de inmediato el error tras calificar la ocupación de Irak como “totalmente injustificada y brutal” en un discurso pronunciado en la ciudad de Dallas, en el que hablaba de la integridad de las elecciones estadounidenses, aseguró The New York Post.“Las elecciones rusas están amañadas. Los opositores políticos son encarcelados o eliminados del proceso electoral”, dijo el expresidente republicano en el evento celebrado en el Instituto George W. Bush de la Universidad Metodista del Sur, según se puede ver en las imágenes publicadas.“El resultado es la ausencia de controles y equilibrios en Rusia y la decisión de un hombre de lanzar una invasión sobre Irak totalmente injustificada y brutal", indicó.“Me refiero a Ucrania, je”, dijo inmediatamente después el exmandatario republicano al tiempo que sacudía la cabeza, entrecerraba los ojos y sonreía, precisó el diario neoyorquino.“Irak también”, añadió después en voz baja antes de decir, “de todos modos… eh… 75”, en lo que parecía una aparente referencia a su edad, mientras los asistentes reían, citó el diario.Estados Unidos invadió Irak en 2003 tras acusar a su presidente, Sadam Husein, de albergar armas de destrucción masiva que nunca fueron encontradas.Le puede interesar: Ser campeón viene con manual
La mañana del 11 de septiembre de 2001, justo cuando se cometía el peor atentado terrorista contra los Estados Unidos de todos los tiempos, el entonces presidente republicano George Bush adelantaba una visita a niños de la escuela Emma E. Booker en Saratosa, Florida. El encargado de transmitir la confirmación del crudo ataque contra el corazón financiero de Estados Unidos fue Andrew Card, jefe de gabinete de la Casa Blanca, quien se acercó al mandatario y le comunicó al oído la terrible noticia. "Abrí la puerta del aula y el grupo de prensa se reunió en la parte trasera del aula. Me acerqué al presidente, me incliné y le susurré al oído derecho: 'Un segundo avión'. Fui muy, muy sucinto, muy decidido con mi pronunciación. 'Un segundo avión chocó contra la segunda torre. América está bajo ataque '. Y me aparté del presidente para que no pudiera hacerme una pregunta y luego volví poco a poco a la puerta", contó Card a NBC News. George Bush quedó de una sola pieza, estupefacto. Pasaron entonces los cinco minutos más largos de su existencia. La parálisis del mandatario en medio del peor momento de la historia de Estados Unidos ha sido pieza de debate histórico y objeto de duras críticas.
Los expresidentes de Estados Unidos Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton expresaron su voluntad de vacunarse públicamente contra el COVID-19 para animar a sus conciudadanos a hacer lo propio.Obama, de 59 años, dijo que tiene "total confianza" en las autoridades sanitarias del país, incluido el inmunólogo Anthony Fauci, una figura científica muy respetada en Estados Unidos."Si Anthony Fauci me dice que esta vacuna es segura y puede inmunizar contra el COVID, definitivamente la tomaré", dijo en una entrevista de radio.Un representante de George W. Bush dijo más tarde a la cadena CNN que el expresidente republicano de 74 años también estaba dispuesto a promover las vacunas, administrándose la dosis "ante las cámaras".Y el portavoz de Bill Clinton, Ángel Ureña, dijo asimismo a CNN que el expresidente demócrata, también de 74 años, sería vacunado públicamente "si eso anima a todos los estadounidenses a hacer lo propio".El presidente electo, Joe Biden, también se declaró dispuesto a unirse a los expresidentes y aplicarse la vacuna públicamente.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, y su antecesor, Barack Obama (2009-2017), se dieron la mano al comienzo del funeral del exmandatario estadounidense George H. W. Bush (1989-1993), pero no hubo ninguna interacción entre el jefe de Estado y su rival en las elecciones de 2016, Hillary Clinton. El saludo entre Trump y Obama fue la primera interacción conocida entre ambos desde el traspaso de poder el 20 de enero de 2017, hace casi dos años. En primera fila del funeral por el expresidente, fallecido el pasado viernes a los 94 años, se encontraban los exmandatarios demócratas Barack Obama, Bill Clinton (1993-2001) y Jimmy Carter (1977-1981), junto a sus respectivas esposas, Michelle, Hillary y Rosalynn.Vea también: Comienza el funeral de Estado de George H. W. Bush en Washington Trump y su esposa Melania llegaron poco después y se sentaron en un extremo de la misma fila, con la primera dama sentada al lado de Obama y el actual presidente al lado del pasillo. Obama y su esposa Michelle dieron cordialmente la mano a Trump y a la primera dama cuando ambos llegaron y ocuparon sus asientos. La excandidata demócrata Hillary Clinton estaba sentada más lejos, a la izquierda de su marido Bill, quien a su vez ocupaba el espacio al lado de Michelle Obama. Ni la exsecretaria de Estado ni su esposo se giraron cuando Trump y su esposa tomaron sus asientos, y no hubo saludo entre las dos parejas. Al otro lado del pasillo se sentó el expresidente republicano George W. Bush (2001-2009), hijo del fallecido y que pronunciará una elegía en memoria de su padre.
El funeral de Estado en memoria del expresidente George H. W. Bush (1989-1993) comenzó hoy en la Catedral Nacional de Washington con la presencia del mandatario de EE.UU., Donald Trump, y de los cuatro exdirigentes vivos del país. El servicio fúnebre empezó a las 11.00 hora local (16.00 GMT), y a él también asisten la canciller de Alemania, Angela Merkel, el rey Abdalá II de Jordania y el expresidente de México Carlos Salinas (1988-1994), entre otros.Vea también: George Bush, el presidente que ganó la guerra, pero perdió la reelección Poco antes de que diera inicio el acto, Trump y su esposa, Melania, se sentaron en primera fila del templo al lado de los expresidentes demócratas Barack Obama (2009-2017), Bill Clinton (1993-2001) y Jimmy Carter (1977-1981), que asisten a la misa junto a sus respectivas esposas, Michelle, Hillary y Rosalynn.
Después de ser el vicepresidente de la administración de Ronald Reagan, Bush logró convertirse con facilidad en el mandatario número 41 de los Estadounidenses. Su primera misión fue sellar los acuerdos para el fin a 44 años de Guerra Fría con el último líder de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachev. Este fue uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX en el que Bush jugó un papel protagónico. Un año y medio después de asumir la presidencia, Bush anunciaba en agosto de 1990 que Estados Unidos entraba a la Guerra del Golfo contra el régimen de Saddam Hussein por su invasión a Kuwait. Bush desplegó tropas y lideró la coalición más grande después de la Segunda Guerra Mundial para defender a Kuwait y evitar un corte el suministro de petróleo. Seis meses después, en febrero de 1991 Los Estados Unidos salían victoriosos de la guerra. Bush estaba tranquilo con los logros en política exterior, pero internamente las cosas no iban bien, el país atravesaba por una recesión económica. El público estadounidense veía a Bush como un empresario que no interpretaba las necesidades económicas de la gente. La campaña de 1992 no era sobre la guerra, el tema era la economía y ahí es donde aparece el carismático gobernador de Arkansas, Bill Clinton, quien si supo leer lo que el público quería oír en materia de empleo y salarios. Con la victoria de Clinton, en 1992, Bush pasa a la historia como el presidente que gana la guerra pero pierde la reelección. Pasaron 15 años para que la dinastía de los Bush regresara a la Casa Blanca en cabeza de George Bush hijo, quien en su gabinete incorporó parte del equipo de gobierno de su papá, quienes querían terminar el trabajo de sacar a Saddam Hussein. En un discurso similar al de 1990, George Walker Bush volvía a declararle la guerra a Hussein que para sectores liberales de los Estados Unidos era la continuidad de la Guerra del Golfo, pero con un argumento distinto que eran las armas de destrucción masiva que supuestamente poseía Irak. Las consecuencias de la guerra fueron determinantes para el fracaso de la campaña de Jeb Bush. El patriarca de la dinastía murió a los 94 años y no logró ver a su segundo hijo convertido en presidente ni el cierre de la guerra desatada por su hijo mayor.
Una imagen que conmovió las redes sociales desde su publicación fue la del perro del expresidente de Estados Unidos, George H.W Bush, animal que acompañó al exmandatario desde que su esposa Barbara murió. Con el mensaje "Misión cumplida", Jim McGrath, vocero de Bush, publicó la imagen que le ha dado la vuelta al mundo. La escena se registró dos días después de la muerte del expresidente y se ve al perro de servicio, acongojado, frente al ataúd cubierto por una bandera.El canino le ayudaba al presidente número 41 de la Unión Americana a traer objetos, abrir puertas y en el peor de los casos, a pedir auxilio. Su nombre es Sully y fue entrenado por la organización VetDogs de América, entidad que se dedica a proveer de estos animales a personas con discapacidades y adultos mayores, como era el caso del fallecido mandatario, quien se encontraba en silla de ruedas como consecuencia de enfermedades vasculares. Lea también: Falleció el expresidente de Estados Unidos George H.W. Bush A pesar del fallecimiento de quien fue su amo por cinco meses, Sully viajará con el ataúd de Bush de Houston, en Texas, a Washington, donde el exmandatario tendrá un servicio funeral. Luego, regresará a Texas para ser enterrado en la Biblioteca Presidencial Bush, junto a su esposa Barbara Bush y su hija Robin, quien falleció cuando tenía 3 años en 1953 por leucemia.Tras cumplir su última misión con Bush, el perro será llevado al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, lugar en cual trabajará con otros perros en un programa que tiene como objetivo aprender a asistir a personas en terapia física y ocupacional.