En operativos conjuntos para frenar el tráfico ilegal de fauna silvestre, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) y la Policía Departamental, lograron desarticular dos casos de comercialización ilegal de huevos de iguana en los municipios de El Retén y Plato, Magdalena.El primer operativo se produjo en el municipio de El Retén, donde las autoridades lograron decomisar 321 huevos de iguana, mientras que en Plato se encontró un saco con seis iguanas hembras preñadas, las cuales fueron capturadas con la intención de extraer sus huevos para luego comercializarlos de manera ilegal.La caza de iguana es una problemática creciente en la región Caribe, especialmente en esta temporada desde el mes de enero hasta Semana Santa, donde esta especie se convierte en un objetivo para los cazadores, quienes las capturan y les extraen sus huevos para comercializarlos de manera clandestina.En un informe presentado por Corpamag se asegura que “el tráfico de esta especie es especialmente cruel, ya que implica un proceso doloroso y rudimentario. Los cazadores perforan la ingle de las hembras con cuchillos o navajas, extraen su matriz, y luego introducen pasto, arena o aserrín antes de coserlas con hilo de nailon. Después de este procedimiento, las hembras generalmente mueren o quedan estériles”.La Corporación Ambiental hace énfasis en la importancia de las iguanas para la dispersión de semillas, contribuyendo al crecimiento y desarrollo de los bosques. Además, sus heces enriquecen el suelo, promoviendo la fertilización del ecosistema. Al alimentarse de frutos de árboles de gran altura y follaje de las copas, controlan la producción primaria en los ecosistemas y sirven de alimento a numerosos depredadores como mamíferos, reptiles y aves.Por tal razón, hacen un llamado a la ciudadanía para que se abstenga de comprar especies silvestres en las carreteras, ya que esto fomenta el tráfico ilegal y pone en peligro nuestra biodiversidad. La venta de iguanas y otros animales no solo constituye un delito, sino que también expone a los seres humanos a enfermedades zoonóticas como la fiebre amarilla, la salmonelosis, entre otras, todas de alto riesgo para la salud humana.
El Área Metropolitana calificó a los muñecos de Año Viejo como “una tradición peligrosa para la vida”, pues manifestó que estas figuras que contienen pólvora representan graves riesgos contra la seguridad y los ecosistemas.Según la entidad, este muñeco, que suele ser del tamaño real de una persona, al cual visten con ropa vieja y elaborados accesorios hechos a partir de materiales como papel o cartón, al contener elementos explosivos, pueden ocasionar quemaduras y lesiones graves, además, de afectar gravemente la fauna silvestre y la calidad del aire, así como el incremento de la contaminación por ruido ambiental.Luz Jeannette Mejía, líder de la unidad de Gestión del Riesgo y Cambio Climático del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, recomendó a la ciudadanía otras formas de darle la bienvenida al año nuevo, sin necesidad de utilizar pólvora."Es por eso que el llamado es a que celebremos esta fecha tan importante y el paso a un nuevo año de una manera simbólica, puede ser utilizando los pequeños años viejos que no tienen pólvora, para que podamos tener un cierre de año con prácticas ambientales que nos hagan felices, pero no lastimen al medio ambiente", explicó la líder.El Área Metropolitana realizó una petición a la ciudadanía para evitar la comercialización, distribución y uso de este tipo de muñecos en estas festividades e invitó a las autoridades locales a promover celebraciones seguras que protejan la vida de las personas y los animales.
Con la recta final de diciembre, no solo trae preocupación a las autoridades que ya se registren 105 lesionados con pólvora en Antioquia, también los reportes por afectaciones de animales silvestres a la línea de emergencias del Área Metropolitana han sido frecuentes. Se han vuelto comunes las llamadas avisando sobre el ingreso de animales aturdidos a viviendas, pichones cayendo de sus nidos o siendo abandonados por los padres debido a las detonaciones.En los casos destacados, se encuentra el de un búho rayado que cayó a un patio aparentemente aturdido por el sonido de la pólvora, y que producto del golpe, sufrió de úlceras en ambos ojos. Pero no solamente es el ruido, también, durante esta temporada, aumenta el riesgo de atropellamiento y colisiones contra edificios y vehículos, como el caso de un gavilán pollero que en estado de shock chocó contra un auto, causándole una fractura en su pico.Asimismo, el ruido de las detonaciones genera que los polluelos puedan salirse de los nidos y los cachorros de las madrigueras, por lo que quedan expuestos a ser depredados. Paula Andrea Palacio, directora del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, pidió a la ciudadanía para tomar conciencia sobre el daño que se causa a la fauna silvestre."Invitamos a todos los ciudadanos a que seamos conscientes de la protección que requieren nuestros recursos naturales y en especial en esta época que no usemos pólvora, que no afectemos la salud ni de nuestros animales ni de las personas", dijo Palacio.Otros casos reportados durante este mes han sido el de una zarigüeya afectada por pólvora, en el barrio Pedregal en Medellín que fue encontrada muerta, con tres crías dentro de su marsupio. A este se le suma el de un Currucutú, que producto de los estallidos, es llevado al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, donde al revisarlo se evidencia un trauma en el pectoral.Vale la pena mencionar, que la mayoría de los casos de afectaciones a la fauna silvestre como las muertes de aves, no están contabilizados, por lo que podrían ser más los reportes.
Autoridades ambientales en Antioquia investigan la muerte de peces nativos en el río Nus, donde los principales afectados han sido ejemplares de la especie conocida como sabaletas.Cornare informó que se encuentra atendiendo este grave caso de mortandad de peces nativos, en un tramo del río Nus. Aunque los análisis preliminares han identificado signos de enfermedad en los especímenes afectados, principalmente en los peces sabaletas (Brycon henni), aún no se ha determinado una causa específica para este fenómeno; sin embargo, la entidad ha venido adelantando varios estudios en la zona: se han tomado muestras de agua, de suelo, muestras de tejido y muestras de especímenes que serán analizadas en laboratorios especiales.Además, según David Echeverrí, Jefe Gestión de la Biodiversidad y Áreas Protegidas en Cornare, para avanzar en la investigación, el equipo técnico y científico de la Corporación ya ha entablado conversaciones con algunas entidades ambientales y con la universidad de Antioquia para poder llegar a la causa exacta de esta mortandad."Hay varias hipótesis, hemos consultado a expertos en el tema, quienes concluyen que es necesario hacer un muy buen diagnóstico porque las muestras todavía no alcanzan a ser representativas y puede darse que se termine el diagnóstico y pase lo que sea que se esté presentando. No hemos podido tampoco identificar que haya un vertimiento directo sobre el río que pueda estar generando este tipo de dinámicas en los peces. Hemos hablado con la Universidad de Antioquia para ver si hacemos un estudio más profundo con los peces", explicó el funcionario."Nos pusimos en contacto con la Autoridad Nacional de Pesca y Acuicultura y estamos consultando con todos los posibles expertos porque es un tema que nos preocupa bastante, le pedimos a la comunidad que nos esté informando en los sitios en los que se estén presentando estas muertes de peces como para ampliar un poco más el rastreo que estamos haciendo y la toma de datos", añadió.De igual manera, se están evaluando posibles factores ambientales como cambios en la calidad del agua, variaciones de temperatura y actividades humanas en la zona, que podrían estar relacionados con la situación.
Con la llegada del tradicional Día de Velitas, las autoridades ambientales y organismos de protección de fauna han lanzado un llamado de atención a la ciudadanía para evitar el uso de pólvora durante las festividades, destacando los irreversibles daños que esta práctica causa en la fauna silvestre y doméstica. Aunque para muchos las explosiones son motivo de alegría, para los animales representan un grave peligro, generando consecuencias como desorientación, pánico, e incluso la muerte.Expertos explican que las explosiones generadas por la pólvora, aunque para muchos son sinónimo de alegría, representan un verdadero calvario para la fauna. Aves, murciélagos, mamíferos pequeños y otros animales sufren consecuencias devastadoras como desorientación, pánico, infartos e incluso la muerte.El biólogo Mateo García detalló que en el caso de las aves, su agudo sentido del oído y de la vista las hace extremadamente vulnerables. "Una explosión repentina puede desorientarlas, despertarlas en la noche y activar su metabolismo de manera fatal. En especies como los colibríes, esto puede significar la muerte, pues no logran alimentarse adecuadamente tras el pánico", explicó.Por su parte, los murciélagos enfrentan riesgos similares. Este grupo de animales nocturnos, que dependen de la geolocalización para desplazarse, puede perder el rumbo y perecer tras continuas detonaciones. Durante el día, si son obligados a abandonar sus refugios, quedan expuestos al sol, lo que puede cegarlos y dejarlos indefensos.Las autoridades también alertan sobre los efectos de la pólvora en mamíferos como zorros, tigrillos y zarigüeyas, que huyen despavoridos ante el ruido. En su intento por escapar, muchos son atropellados en carreteras o quedan atrapados en entornos donde su vida corre peligro.Además de los impactos en la fauna, los residuos de pólvora y la quema de globos de mecha representan una amenaza directa para los bosques. Estas prácticas suelen generar incendios que destruyen hábitats y afectan a innumerables especies.“La Navidad es una temporada de reconciliación y solidaridad, pero no debemos ignorar que la pólvora afecta tanto a la fauna como a los ecosistemas. Los estallidos no solo perjudican a los animales, sino que también destruyen hábitats al provocar incendios en los bosques”, afirmó Liliana Taborda, directora de Corantioquia.Las autoridades invitan a celebrar estas festividades respetando la flora y la fauna, dejando que estas sean las protagonistas de un mensaje de hermandad y conservación. Reducir el uso de pólvora no solo protege a los animales, sino que también contribuye a preservar los ecosistemas para las generaciones futuras.
Desde la noche del 30 de noviembre hasta la madrugada del 1 de diciembre, las líneas de emergencias de fauna silvestre del Área Metropolitana no dejaron de recibir reportes por animales desorientados, en shock o ingresando a viviendas debido al ruido de la pólvora.Uno de los casos más graves es el de un gavilán que fue llevado por el cuerpo de Bomberos de Envigado a las autoridades ambientales, el animal se encontraba en un completo estado de shock y con líneas de estrés en gran parte de sus plumas. También se reportó el caso de un currucutú juvenil que producto de los fuertes estallidos, ingresó desorientado a una vivienda en Robledo. Adicionalmente a estos casos, también se reportaron tres Zarigüeyas que ingresaron aturdidas a una vivienda en el sector del Estadio. Santiago Pérez Valencia, subdirector de desarrollo social del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, explicó que la entidad viene adelantando estrategias de sensibilización mediante la campaña 'Soy Antipólvora', pues las afectaciones que se reportan no son solo durante la alborada, sino también durante las festividades próximas."En esta época, las llamadas a las líneas de emergencia de fauna silvestre se incrementan en un 10 %. Los animales, tanto silvestres como domésticos, se desorientan, sufren infartos, huyen de sus hábitats. Perros, gatos, zorros y zarigüeyas son atropellados. Miles de aves mueren quemadas y por infartos. Y las atenciones de emergencias veterinarias colapsan", señaló el funcionario.Además de estos reportes, las autoridades también mencionaron que a través de redes sociales se ha compartido información de guacamayas y loros abandonando nidos, y en estado de alerta debido al alto nivel de pólvora. Adicionalmente, la entidad informó que a pesar de que no está contabilizado, se conoce por años anteriores, que luego de uno o dos días se empiezan a encontrar aves muertas en zonas verdes producto de los estallidos de la alborada.
Como Sergio Alberto Mejía Caro fue identificado el hombre que en las últimas horas fue judicializado en el Valle de Aburrá por un presunto caso de maltrato animal que ha generado rechazo.La Fiscalía decidió imputar contra este hombre los cargos de aprovechamiento ilícito de recursos naturales renovables y maltrato animal tras ser señalado de mantener a un ocelote en cautiverio y en precarias condiciones de cuidado en una vivienda del municipio de Bello.Fueron precisamente vecinos de Mejía quienes alertaron a las autoridades sobre la presencia de este felino en el inmueble, por lo que unidades de la Policía Nacional, del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y del Ejército encontraron al ocelote encerrado, con baja condición corporal y serias afectaciones producto del estrés que le generaba estar alejado de su hábitat natural.Ante el estado en el que fue encontrado debido a su extracción del entorno natural, las autoridades decidieron trasladarlo a un centro de conservación animal para su rehabilitación.Por su parte, el procesado no aceptó los cargos por los que podría recibir una condena de hasta tres años en prisión.
Las autoridades rescataron a un ocelote en cautiverio que se encontraba en una vivienda del municipio de Bello. El felino fue hallado con signos de desnutrición y con bajo de peso. Este nuevo caso de tenencia ilegal de fauna silvestre ocurrió en el municipio de Bello, en una vivienda del barrio El Ducado hasta donde las autoridades llegaron para capturar a un hombre que tenía en su poder a un ocelote, una especie carnívora que habita en las selvas tropicales y es considerado una especie vulnerable debido a la deforestación que ha ido acabando con su hábitat natural, la caza furtiva por su gruesa piel y la comercialización de este animal como mascota doméstica debido a su agudeza para cazar roedores y otros animales de menor tamaño.Las autoridades encontraron al felino bajo de peso y con signos de desnutrición y estrés. Alejandro Vásquez Campuzano, subdirector ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, mencionó que las condiciones en las que habitaba la especie eran deplorables e inadecuadas debido a la insalubridad."Este ocelote se encontraba enjaulado y en malas condiciones de salubridad. El ocelote es trasladado al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, donde está siendo atendido por los veterinarios buscando su liberación posterior", dijo el subdirector.El Área Metropolitana del Valle de Aburrá hizo una petición especial a la ciudadanía y es que, en caso de encontrar o tener información sobre que haya fauna silvestre en cautiverio o en situaciones de riesgo, se comuniquen de inmediato con las autoridades competentes.
La Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia) emitió un listado de especies invasoras que se encuentran en el departamento: el caracol gigante africano, el caracol de jardín, el langostino rojo, la rana toro, el guarami, la monjita tricolor, el ganso del Nilo y el chital. Es importante recalcar que estas especies son la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo, después del cambio en los usos del suelo.El proceso de búsqueda de esta fauna invasora permite analizar el estado y las tendencias de la biodiversidad para la generación de medidas y alertas tempranas. Cuando estas especies logran adaptarse pueden representar una amenaza para las especies nativas, alterar físicamente los hábitats e incluso afectar la salud humana.La subsecretaria de ecosistemas de Corantioquia, Olga Lucía Zapata, hizo una solicitud a la ciudadanía para que, en caso de observar alguna de estas especies, las reporten a través de los canales institucionales de la entidad."Hacemos un llamado de atención a toda la comunidad para que, en el caso de avistar estas especies, nos informen de manera inmediata. En Corantioquia necesitamos tomar medidas de preservación y hacer todo lo necesario para evitar que estas especies causen más daños en nuestros ecosistemas", destacó Zapata.Entre las especies más peligrosas se encuentra el caracol gigante africano, originario del este de África y considerado una de las 100 especies más peligrosas del mundo. Al entrar en contacto con la baba, heces o mucosidades de este caracol, tanto humanos como animales pueden contraer diversas enfermedades que afectan el sistema nervioso central y los órganos abdominales. Asimismo, el langostino rojo es considerado peligroso y perjudicial tanto para el medio ambiente como para la salud humana, ya que es portador de gusanos planos y otros parásitos.Por último, está el chital o ciervo moteado, un mamífero originario de Asia que fue introducido, al igual que los hipopótamos, por Pablo Escobar en los años 80. Actualmente, esta especie ronda los bosques del Magdalena Medio, y su tamaño supera el promedio de los ciervos nativos. Además, se reproducen en promedio con dos cervatillos por parto. Su presencia en el departamento afecta a las especies nativas de ciervos debido a la competencia por recursos y también impacta la capacidad de regeneración de los bosques nativos, ya que consume plántulas en crecimiento.
Los gatos callejeros abundan en el Valle de Aburrá, es por eso que el Área Metropolitana reportó que durante el segundo semestre de este año se han intervenido 32 colonias de gatos ferales o coloquialmente conocidos como gatos callejeros, logrando así, la esterilización de 55 machos y 38 hembras.Los gatos ferales son felinos que viven en la calle y su proceso de alimentación se da a través de la depredación a especies del ecosistema como aves, reptiles, insectos y roedores, por lo cual ponen en riesgo la fauna silvestre local. Con el programa de esterilización buscan disminuir la tasa de natalidad de las colonias de estos animales, donde según Andrés Gómez, supervisor del Centro de Atención y Valoración de Fauna, es fundamental este tipo de jornadas, pues estos gatos son depredadores de varias especies de la fauna silvestre en el Valle de Aburrá."Estos animales son individuos que colonizan un espacio y no necesitan del ser humano para empezar a sobrevivir y reproducirse, sino que tienen una afectación directa sobre la fauna silvestre, ya que depredan mamíferos, aves, convirtiéndose en un problema para la conservación de la fauna silvestre en el Valle de Aburrá", indicó el supervisor.Para realizar las intervenciones, las autoridades explicaron que primero se identifican las colonias con ayuda de la ciudadanía, luego se capturan, se realiza la esterilización, seguido de un proceso de observación y rehabilitación y posteriormente los gatos son liberados en los mismos sitios donde se recogieron. Hasta el momento, los municipios intervenidos han sido, Caldas, La Estrella, Itagüí, Envigado, Sabaneta, Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa. Por último, la ciudadanía puede solicitar las jornadas de esterilización a gatos callejeros a través de las secretarías de medio ambiente de cada municipio, donde son de atención prioritaria, las hembras gestantes, que tengan crías en lactancia y los gatos lesionados.