Unos 30 encapuchados se enfrentaron con la fuerza pública, detonando papas bomba, en inmediaciones de la Universidad de Antioquia, en Medellín, exactamente en la Calle Barranquilla.De acuerdo con la Secretaría de Seguridad de la ciudad, sobre las 3:30 de la tarde le quitaron las llaves al conductor de una reconocida marca de gaseosas, lo obligaron a bajarse de su camión y lo atravesaron para bloquear la vía, pero después las autoridades confirmaron que le robaron la mercancía, pues este se encontraba allí abasteciendo a los establecimientos comerciales. Mientras tanto, desde la Universidad de Antioquia confirmaron que desde las 4:00 de la tarde evacuaron el campus y suspendieron las actividades académicas, por esta situación de orden público.Ante el bloqueo, el alcalde Federico Gutiérrez señaló que inmediatamente se activó la respuesta de la Policía y reiteró que “no se trata ni de una protesta social ni mucho menos pacifica”."Inmediatamente se activó la respuesta de la Policía ante esta vía de hecho que demuestra una vez más que no se trata ni de una protesta social ni mucho menos pacífica. Ante estos casos nuestra respuesta siempre será inmediata: autoridad y orden", dijo el mandatario.Por lo pronto hay una situación complicada de movilidad, en esa zona de la ciudad. A su vez, personal antiexplosivo se dirige al lugar de los hechos para verificar la presencia de posibles elementos explosivos que no se hayan detonado. Además, los encapuchados arrojaron pintura sobre una de las cámaras de seguridad, con el propósito de obstruir la visualización por parte de las autoridades. Hay que decir que desde este miércoles se preparaban carteles y actividades para una manifestación estudiantil contra la crisis financiera mañana, donde además se unirán otras instituciones de la ciudad.
La Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), antiguo ESMAD, aseguró que el uso de la fuerza en manifestaciones y eventos de control público se implementó solo en un 7.1 % de los casos, según datos de la Policía Nacional. De acuerdo con el coronel Nelson Zambrano, comandante de la UNDMO, se ha priorizado el diálogo, la mediación y la educación en derechos humanos para que los uniformados reduzcan la necesidad de intervenir físicamente en contextos de protesta.“La UNDMO no es simplemente una unidad de control de disturbios, sino un grupo especializado en crear espacios de diálogo y solución pacífica de conflictos. Nuestro objetivo es evitar, siempre que sea posible, el uso de la fuerza. Nuestro personal está entrenado para manejar situaciones de alto estrés sin recurrir a la fuerza como primera opción. Esto ha cambiado la forma en que la ciudadanía nos percibe y ha mejorado nuestra relación con la comunidad”, dijo Zambrano.A lo anterior se suma que la entidad también ha incorporado la tecnología para garantizar que las actuaciones de sus uniformados se encuentren acordes con los protocolos de derechos humanos. “Cámaras corporales, sistemas de monitoreo en tiempo real y otros dispositivos tecnológicos nos permiten registrar y analizar cada intervención, asegurando que se respeten los derechos tanto de los manifestantes como de los policías”, continuó el coronel.Por último, desde la UNDMO consideran que el cambio en la capacitación hace que la entidad se consolide como un referente en la gestión de las manifestaciones pacíficas, pues demostraría que la prevención y el diálogo son mecanismos mucho más efectivos que la represión.
En una reciente entrevista concedida a Mañanas Blu con Néstor Morales, Gina Romero, relatora especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, abordó las preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en Colombia tras el estallido social de 2021. La relatora aclaró que las cartas enviadas por los relatores de la ONU al gobierno colombiano no son concluyentes y buscan más información, en medio de denuncias de abusos cometidos durante las protestas.No hay conclusiones definitivasGina Romero subrayó que las cartas enviadas a los dos gobiernos colombianos, tanto el de Iván Duque como el actual de Gustavo Petro, no pretenden establecer conclusiones, sino solicitar más detalles sobre las violaciones a los derechos humanos.“Nuestra voz no es la voz de Naciones Unidas, somos relatores independientes. Las cartas son un requerimiento de información, no una declaración concluyente”, explicó Romero.El estallido social bajo la lupa internacionalEl paro nacional de 2021 sigue siendo un tema candente en Colombia, y a nivel internacional ha generado reacciones diversas.Según Romero, “la ONU está preocupada por el uso excesivo de la fuerza durante las protestas, incluidas las armas de fuego y las armas menos letales, que dejaron un saldo trágico”.Las violaciones a los derechos humanos, entre las que se incluyen homicidios y lesiones graves como la pérdida de ojos, han sido documentadas en varios informes. Sin embargo, muchos casos, como los 16 homicidios mencionados en la carta, aún no han sido esclarecidos.“Es inaceptable que en Colombia todavía no haya rendición de cuentas”, afirmó Romero, refiriéndose a la falta de avances en la investigación de estos abusos.También señaló que, aunque los abusos cometidos por la fuerza pública son innegables, las cartas no implican que exista una política de Estado dirigida a reprimir las protestas de forma sistemática.La respuesta del gobiernoEl presidente Gustavo Petro también ha reaccionado a las inquietudes expresadas por la ONU. Petro ha reiterado en varias ocasiones que los manifestantes fueron víctimas de tortura, vigilancia ilegal mediante el software Pegasus y otros abusos. En su opinión, el tratamiento al estallido social será recordado como uno de los más graves atentados contra los derechos humanos en la historia reciente de Colombia.Ante esta postura, Romero comentó: “No tenemos el número exacto de casos de violencia sexual o de personas que perdieron los ojos, pero es fundamental que no nos centremos únicamente en los números, sino en el hecho de que cualquier violación a los derechos humanos es una tragedia que debe ser reparada”. Añadió que las cartas de los relatores también preguntan al gobierno sobre estas denuncias, dándole la oportunidad de aportar información y aclarar los hechos.La controversia sobre el alcance de la investigaciónDurante la entrevista, Néstor Morales y otros periodistas cuestionaron a Romero sobre la posibilidad de que la ONU esté adoptando una visión parcializada, enfocándose en los abusos cometidos contra los manifestantes y no en los sufridos por las fuerzas del orden o por civiles afectados por los bloqueos durante las protestas.“No es que se ignore la violencia contra la fuerza pública, sino que la carta en particular se centró en las violaciones contra los manifestantes, que no cuentan con la institucionalidad que protege a los miembros de las fuerzas de seguridad”, dijo Romero.El rol de la ONU en el procesoGina Romero fue clara al señalar que las Naciones Unidas no recogen información de primera mano sobre el terreno, sino que actúan como un canal que recibe reportes de diversas fuentes.“Recibimos información de actores variados, la curamos, verificamos las fuentes y, a partir de ahí, solicitamos información adicional a los gobiernos”, explicó la relatora.La entrevista finalizó con un llamado a la justicia y la reparación de las víctimas.“No importa si fueron uno o 400 los jóvenes que perdieron los ojos; lo que importa es que cualquier violación a los derechos humanos debe ser investigada y reparada”, concluyó Romero.
El representante Daniel Carvalho, habló sobre los desmanes ocurridos en el estadio de Medellín en medio del partido ente Nacional y Junior. Señaló que, si bien es importante contar con presencia policial en los espectáculos públicos, no se puede reducir el problema a la falta de suficientes policías. Destacó que, gracias a la política pública de cultura de fútbol implementada en los últimos años, se ha logrado una reducción significativa de la violencia entre las barras locales. Sin embargo, aún falta establecer protocolos adecuados de acompañamiento y acuerdos entre las barras visitantes y la alcaldía, lo cual fue uno de los fallos evidentes en los incidentes ocurridos. El representante también hizo hincapié en la importancia de revisar los protocolos de seguridad y la logística de ingreso a los estadios en Colombia. Mencionó la necesidad de contar con detectores de metales y un buen operativo policial en el primer círculo de seguridad para evitar el ingreso de armas blancas al estadio. En cuanto a los enfrentamientos entre las barras, explicó que los 'trapos' representan la identidad colectiva de los grupos de amigos que componen las barras. Aunque resulte difícil de entender para algunos, los trapos son un símbolo muy importante para ellos, en este caso uno de los motivos para que se generara el enfrentamiento. En ese sentido, enfatizó que se deben individualizar a los verdaderos responsables de la violencia y no generalizar, ni satanizar toda la afición del fútbol como violenta. En cuanto a la discusión sobre la participación de la Policía en los eventos deportivos, Carvallo se mostró de acuerdo con la reducción progresiva de su presencia. Sin embargo, propuso que esta reducción sea reemplazada por logísticos capacitados y el uso de tecnología, como detectores de metales, para garantizar la seguridad en los estadios. Sobre la peleaEl robo de un trapo o bandera que tenía insignia en la hinchada del equipo verde en la tribuna norte llevó a que se pelearan, no solo a puño limpio, si no con armas blancas como cuchillos que lograron ingresar al estadio.La batalla campal donde tuvo que intervenir la Policía se extendió hasta otras tribunas como occidental y los alrededores de la Unidad Deportiva, llegando hasta el centro Comercial Obelisco, donde los desórdenes obligaron a que aficionados y dueños cerraran las rejas por el temor que causaban.Sobre los 20 heridos, Blu Radio ha confirmado que el policía adscrito a la UNDMO, antiguo Esmad, atendido en el Pablo Tobón Uribe, tuvo una contusión en la mano izquierda ocasionada por el golpe de un objeto contundente, que puede ser uno de los cuchillos con los que se defendían los seguidores del Junior.Escuche aquí la entrevista:
A través de un comunicado que contiene cinco párrafos, la Personería de Puerto Colombia (Atlántico), en cabeza de John Rodríguez Ripoll, denunció que funcionarios de la dependencia, incluido él, fueron presuntamente víctimas de agresiones verbales y amedrentamientos por parte de algunos manifestantes que se encontraban adelantando protestas en el peaje Papiros.En el documento, emitido horas después del percance que se registró con agentes del antiguo Esmad, actualmente UNDMO, refirieron que han sido aparentemente calumniados en su buen nombre, rechazando de manera categórica lo sucedido y, además, anunciando que se emprenderán acciones legales y penales en contra de los implicados.“Fuimo agredidos verbalmente y amedrentados por los manifestantes, en los que, además, se injuria y calumnia nuestro buen nombre, hechos que como Ministerio Público, garantes de los derechos humanos de las personas y la protección del interés público, rechazamos rotundamente y pedimos respeto al trabajo íntegro que se viene realizando desde la Personería Municipal de Puerto Colombia", se lee en el mismo.En este sentido, la Personería de Puerto Colombia indicó que así como respetaban el derecho a la protesta, solicitaron a todos los participantes de la protesta “que se tenga como principio básico y fundamental el respeto hacia funcionarios de la Personería”.Y es que, como se recordará, los ánimos se caldearon luego de que agentes del antiguo Esmad hicieran presencia en el peaje Papiros, lo que, al parecer, no cayó muy bien entre los manifestantes, generándose un leve altercado que afortunadamente logró ser controlado. Como se recordará, fueron cientos de vehículos los que se tomaron la Vía al Mar este sábado, en medio de una nueva jornada de protesta denominada ‘Caravana de la Alegría’, mientras avanzaban a paso lento en sentido Puerto Colombia- Barranquilla que, inclusive, acompañaron con una ‘pitatón’, para exigir, una vez más, que suspendan el cobro en la caseta de recaudo.
Desde horas de la mañana de este lunes, 9 de septiembre, la Secretaría de Movilidad de Bogotá reportó algunas manifestaciones en diversos puntos de la ciudad, sin embargo, con el punto más crítico sobre la calle 26 en inmediaciones de la Universidad Nacional.“Por presencia de encapuchados en la Calle 26, a la altura de la estación Ciudad Universitaria, se implementan desvíos para rutas zonales”, informó TransMilenio sobre las 3:00 de la tarde sobre la situación de orden público en esta zona de la capital.Un grupo salió a bloquear esta avenida en forma de manifestación y conmemoración del asesinato de Javier Ordóñez en 2020 a manos de miembros de la fuerza pública, por lo que al sitio llegaron miembros de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo), conocido como el antiguo Esmad, para recuperar el control en la zona.Pero es que, sobre las 4:30 de la tarde, la situación empeoró y un grupo de encapuchados comenzaron a encarar a los miembros de la fuerza público lo que generó un problema en el sector derivado en enfrentamiento entre ambas partes.Lo que llamó la atención de la situación es que, según videos, algunos de los encapuchados salieron armados y uno fue visto con un hacha en la mano encarando a los miembros de la fuerza pública, mientras que otros ostentaban escudos y más objetos: “No tenemos miedo hijue*”, decían algunos.Autoridades denunciaron que varios de los manifestantes vandalizaron los equipos de emergencia de la universidad para hurtar extintores y hachas, que ason usados en medio de la confrontación contra los agentes UNDMO, antiguo Esmad. Fue hasta poco antes de las 6:00 de la tarde cuando miembros de la fuerza pública recuperaron el control en inmediaciones en la Universidad Nacional, que, por fortuna, no pasó a mayores la situación en esta zona de Bogotá.
Garantizar la protesta pacífica sin vulneración de los derechos de los manifestantes fue el acuerdo al que autoridades de Puerto Colombia, Atlántico, llegaron con los habitantes del municipio que completan casi seis días de protestas, entre plantones y ‘vigilias’, para garantizar que las talanqueras del peaje Papiros sigan levantadas y que, de esta manera, se permita el paso libre de los vehículos que buscan movilizarse hacia Barranquilla.Pese a las denuncias realizadas por un presunto abuso de autoridad en medio de hechos registrados durante la noche de este viernes, la Alcaldía Municipal de Puerto Colombia (Atlántico) decidió instalar un PMU en horas de la mañana de este sábado para custodiar la manifestación que no ha registrado bloqueos. Además, se desplegaron unidades del antiguo Esmad de la Policía (ahora UNDMO); el acompañamiento seguirá dándose de manera continua en trabajo coordinado con la Defensoría del Pueblo, lo que permitió levantar el PMU y el retiro de los agentes. Saúl Leyva, secretario de Gobierno de Puerto Colombia, Atlántico, indicó a Blu Radio que: "Nuestra esencia como Alcaldía Municipal es garantizar el derecho a la protesta que, entre otras cosas, está consagrado en nuestra constitución política. Sin embargo, también tenemos que garantizar los derechos colectivos como la libre movilidad". Así las cosas, en horas de la tarde de este sábado se llevará a cabo un nuevo encuentro entre la gobernación del Atlántico y el grupo de manifestantes para tratar de llegar a una conciliación que permita levantar el paro indefinido que anunciaron desde el pasado jueves durante 60 días para rechazar el cobro con tarifa diferencial para categorías C1 y C2. Aunque la ANI acogió la propuesta realizada por el gobernador Eduardo Verano, en el sentido de que la Administración Departamental asuma los 12 kilómetros de vía comprendidos entre Barranquilla y Cartagena para desmontar el peaje Papiros, la comunidad sigue rechazando la reactivación del cobro, así esté exceptuado para las horas pico.
La Dirección Nacional de la Policía entregó un balance de sus intervenciones durante los cuatro días de bloqueos por el paro camionero, que, según indicaron, que dejó 10 personas capturadas que estuvieron involucradas en actos de vandalismo.Por otra parte, la Unidad de Mantenimiento del Orden (UNDMO) informó que se realizaron 23 intervenciones para recuperar la movilidad en diferentes puntos del país, que de estas intervenciones solo cinco necesitaron del uso de sus elementos disponibles como gases y bombas aturdidoras.Por otra parte, anunciaron que se está investigando si las alteraciones de la tarde del jueves en el sector de Molinos habrían sido impulsadas por miembros de la Primera Línea.El director de Seguridad Nacional, general José Ramírez, resaltó que en estas intervenciones no se presentaron ni civiles ni manifestantes heridos.Finalmente, Ramírez anunció que se están investigando los hechos en los que un conductor perdió la vida en un bloqueo en el municipio de Pailitas, César, quien habría sufrido un ataque al corazón y no habría podido movilizarse por los bloqueos en esta zona.
En la tarde de este jueves, 8 de agosto, se presentó enfrentamientos entre encapuchados y miembros de la UNDMO -miembros del Esmad-, afectando la movilidad por la carrera 30, también conocida como NQS. La estación de TransMilenio de la Universidad tuvo que dejar de operar.“Por inicio de movilización en la NQS con Calle 45, a esta hora la flota zonal implementa desvíos y la flota troncal realiza contra flujo, se deja de atender temporalmente la estación Universidad Nacional”, indicaron desde TransMilenio sobre las 5:00 de la tarde.Por esta manifestación en la NQS con calle 45 los buses de TransMilenio comenzaron a hacer desvíos y se realiza contra flujo en el sector.La alcaldía de Bogotá informó que en la zona hizo presencia el equipo de Diálogo Social para mediar con los encapuchados.En videos compartidos en redes sociales se ve cómo el Esmad llegó a la zona con tanquetas para recupera la movilidad sobre la NQS sentidor sur-norte, que, habitualmente, suele ser la más afectadas por estos altercados.La recomendación de las autoridades es evitar tomar vías cercanas como la 53, 45 o NQS y priorizar zonas como la calle 63, la carrera 50, la carrera 15 y la avenida El Dorado, además antes estos hechos, mantener información activa de los canales de comunicación de Tránsito y Alcaldía.En desarrollo...
Indignación en Bogotá luego de conocerse que un grupo de encapuchados intentó quemar una patrulla de la Policía. Esto se registró en la tarde de este jueves, 25 de julio, a la altura de la Universidad Nacional, durante una protesta.El video del momento exacto ha generado indignación en la ciudadanía, pues, en el clip, se ve cómo los encapuchados esperan debajo de un puente la llegada de la patrulla y le lanzan varios explosivos, generando que quede inmovilizada.Los uniformados se bajan del vehículo y el grupo de encapuchados sale corriendo del sitio al ver la rápida reacción de las autoridades, que, por fortuna, no sufrieron heridas de gravedad de este acto criminal en Bogotá.“En ese momento pasaba una patrulla de la Policía Nacional con dos uniformados, la cual fue atacada con 5 explosivos improvisados que contenían metralla, haciéndolos altamente letales”, indicaron desde la institución.Asimismo, informaron que la supuesta razón por la cual los encapuchados atacaron el vehículo oficial fue porque este les impidió atacar la estación de TransMilenio y por eso terminaron lanzando estos artefactos sobre el vehículo sin importar que se encontraban adentro los uniformados."Mientras algunos encapuchados entraban y salían de la Universidad Nacional, una patrulla antinarcóticos de la @PoliciaColombia pasó por la zona y ocurrió un hecho que será motivo de investigación, en el que hubo disparos (...) junto a la Policía adelantaremos todas las investigaciones del caso e informaremos a la ciudad", dijo el alcalde Carlos Fernando Galán por estos hechos.Cabe recordar que estas protestas comenzaron primero a la altura de la NQS frente a la calle 45. Pero la llegada de miembros del Esmad logró controlar la situación rápidamente recuperando la movilidad en esta calle de la ciudad, pero la manifestación se trasladó a la calle 26 afectando el sector de Ciudad Universitaria.