La Policía Nacional capturó este jueves a Darwin García Pérez, alias 'Maradona', quien es hermano del actual alcalde del municipio de Acandí, Chocó, Luis Fernando Martínez Pérez.Este hombre es señalado de ser uno de los más importantes coordinadores del tráfico de migrantes en el Urabá antioqueño y chocoano, por el tapón del Darién hacia los Estados Unidos.Según los investigadores, alias 'Maradona' también tenía orden de captura por el delito de concierto para delinquir por sus vínculos con el Clan del Golfo, pues sería la persona encargada de coordinar todo el negocio ilegal del narcotráfico en esa región.Acandí es un pequeño pueblo de cerca de 14.000 habitantes con altos índices de pobreza y que se convirtió en un paso obligado para los migrantes que atraviesan el Darién en su camino buscando nuevos horizontes.De acuerdo a las autoridades todo el tráfico migratorio por el tapón del Darién le genera al Clan del Golfo, por lo menos, unos 12.000 millones de pesos anuales.
El equipo de Urabá de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) informó que en esta área de estudio tiene reportes en el Sur de Urabá con 1.543 personas desaparecidas, Eje Bananero con 4.691 personas, Norte de Urabá con 1.423 casos, Bajo Atrato con 1.186 desaparecidos y, finalmente, en el Darién con 393 personas.Según la entidad, son varios los trabajos que se han venido adelantando desde la unidad, pues solo en 2024 se hicieron 76 recuperaciones, participó en 7 entregas dignas, realizó 310 tomas de muestras y adelantó 12 prospecciones.Luz Janeth Forero Martínez, directora general de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas, dio el balance completo de la entidad en el 2024 para el departamento."Aumentamos nuestro universo de búsqueda, 124.734 personas hacen parte hoy de ese universo. Desarrollamos más de 2.748 acciones en campo, lo que nos permitió recuperar 941 cuerpos y encontrar con vida a 141 personas", manifestó Forero.En junio la Unidad de Búsqueda realizó la primera intervención al Cementerio Central de Apartadó con la recuperación de 16 cuerpos en la primera fase; en julio, la entidad recuperó en este sitio 18 cuerpos; y en agosto, en el corregimiento de San José de Apartadó se recuperaron otros dos cuerpos. Por su parte, entre septiembre y octubre de 2024 se logró la recuperación de 29 cuerpos de personas desaparecidas en el cementerio de Apartadó, lo cual suma 63 recuperaciones en este sitio.Vale la pena recalcar que la entidad realizó 131 entregas dignas, adelantó 3.198 tomas de muestras de ADN, encontró desde su creación 160 personas con vida y recibió 5.282 solicitudes de personas dadas por desaparecidas.
A pesar de que las autoridades panameñas han insistido en que la migración de personas por la selva del Darién ha reducido con respecto a las cifras del año anterior, el paso de cientos de personas por este lugar sigue siendo una preocupación constante por las difíciles condiciones en las que los migrantes tienen que realizar el tránsito. Precisamente, se conoció el caso de una persona que perdió la vida intentando cruzar la inhóspita selva.Según reveló Jorge Gobea, director general del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, un grupo de migrantes estaba haciendo su recorrido cuando un accidente de la naturaleza cobró la vida de una personas y varias más quedaron heridas por la situación."Producto también del clima severo en el sector de Cañas Blancas, específicamente en La Cruz, un árbol cae sobre un grupo de migrante tenemos certeza que hay un fallecido", afirmó el funcionario.La información conocida hasta el momento indica que las personas sufrieron las inclemencias de las fuertes lluvias que han caído sobre esta región de Centroamérica en las últimas semanas, mismas que tendrían que ver la reducción del paso migrante, y que provocaron que un árbol de grandes dimensiones cayera sobre el grupo de personas, generando la muerte instantánea de uno de ellos.Aunque el Servicio Nacional de Fronteras no ha confirmado cuántas personas fueron rescatadas del lugar, la operación de extracción ya se habría hecho y las personas heridas estarían siendo atendidas en diferentes centros hospitalarios del vecino país.
Aunque sigue habiendo un éxodo de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos tras una travesía por el Urabá antioqueño, Chocó y posteriormente Panamá para cruzar la selva del Darién, las autoridades destacan una reducción de quienes hacen su paso de manera irregular durante 2024 frente al año anterior, cuando por allí transitaron 323,714 personas.La situación ha causado que también se registren menos rescates humanitarios en la espesa selva, pues solo este año brindó asistencia a 540 migrantes en condiciones críticas de salud, pero que en un flujo normal sería hasta el doble, lo que implica recursos, tiempo y riesgos para las operaciones, según señaló el director general del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), Jorge Gobea.El caso más reciente se registró en el sector de Cañas Blancas, específicamente en La Cruz, donde por el mal clima un árbol cayó sobre un grupo de migrantes y patrullas del vecino país intentan establecer si hay fallecidos, teniendo en cuenta que se reportan varios heridos, que debido a las fracturas que sufrieron no han podido desplazarse."El estudio socioeconómico y geopolítico del área de la región de los países que son productores migrantes como Venezuela, Haití y Ecuador y la postura del país también como las posturas migratorias de las devoluciones más de 60 vuelos en este año en este periodo se han mandado gran cantidad de colombianos hasta Colombia es una serie de acciones que van a incidir directamente en el fenómeno", destacó el funcionario sobre el perfil que tienen identificado de estos migrantes.La reducción de migrantes irregulares es atribuida a factores con el clima, pero también según el Senafront a operaciones estratégicas y controles reforzados, como barreras para canalizar los migrantes, en un solo corredor humanitario instalado en la frontera oriental, además de la desarticulación de estructuras criminales.Este año también 27 alertas biométricas detectaron posibles amenazas, fortaleciendo los controles en las fronteras. Este año transitaron por allí 100.011 migrantes.
Panamá y Colombia acordaron impulsar la cooperación policial para mejorar la seguridad en la frontera común, que incluye la peligrosa selva del Darién que cruzan miles de migrantes ilegales que viajan hacia Norteamérica, informó este jueves el Ministerio panameño de Seguridad Pública.Así lo expresaron los ministros de Seguridad Pública de Panamá, Frank Abrego, y de Defensa de Colombia, Iván Velásquez, en una reunión sostenida este jueves en el país andino "con el objetivo de reforzar la cooperación en materia de seguridad regional".La situación de seguridad en la frontera entre Panamá y Colombia "es compleja, especialmente en las zonas selváticas de Darién. Allí operan grupos criminales y traficantes de personas, lo cual genera creciente preocupación por la seguridad de los migrantes y la población local", indicó el Ministerio de Seguridad Pública en una declaración.Añadió que el flujo de personas que cruzan la jungla, "muchos en condiciones precarias, se ha convertido en un desafío para ambos países", y la "colaboración entre las fuerzas de seguridad panameñas y colombianas será crucial para abordar estos problemas de forma integral".En este sentido, las autoridades de seguridad de ambos países "acordaron establecer una hoja de ruta para 2025" con una estrategia enfocada en el intercambio de inteligencia, la lucha contra el crimen organizado y la mejora constante de las capacidades operativas de las fuerzas policiales de ambos países."En este proceso se dará inicio a una serie de esfuerzos para mejorar las capacidades de los servicios de policía de Panamá, para trabajar de manera conjunta con las fuerzas policiales colombianas.Este fortalecimiento permitirá una respuesta más eficaz a las amenazas comunes que enfrentan ambas naciones", indicó el Ministerio de Seguridad Pública en una declaración pública.El flujo migratorio por la jungla ha experimentado este año una bajada del 41 %, al totalizar hasta el martes pasado 300.549 personas frente al acumulado para la fecha en 2023, dijo el director del Servicio Nacional de Migración (SNM), Roger Mojica.En el 2023 se registró la cifra récord de más 520.000 personas que atravesaron la selva, la gran mayoría venezolanos, aunque en este flujo hay personas de más de 50 países.
El Servicio Nacional de Fronteras de Panamá informó que en las últimas horas logró rescatar a una mujer de nacionalidad venezolana de 49 años que sufrió una grave lesión en una de sus piernas, misma que la obligó a quedarse sola durante varias horas en la inhóspita selva del Darién. La migrante que se disponía a realizar su tránsito hasta Norteamérica tuvo que desistir de su viaje por una fractura.El reporte entregado por las autoridades indica que las unidades del Servicio Nacional de Fronteras fueron advertidas por la hija de la mujer, una joven de 17 años, quien explicó que había dejado a su madre kilómetros atrás por la incapacidad de la venezolana de seguir caminando por las trochas que hay en la selva del Darién.El subcomisionado Alexis de Gracia, jefe de la Primera Brigada Oriental del Darién, entregó el reporte del procedimiento que se realizó para destacar a la mujer."De inmediato es alertada la patrulla cazador, la cual se desplaza en un reconocimiento, ubicando a la ciudadana con una lesión del tibia y el peroné", manifestó.Por ahora la migrante se recupera en territorio panameño, pero se espera que en los próximos días regrese a su país de origen debido a la larga recuperación que debe afrontar tras la fractura sufrida en su tránsito por la frontera entre Colombia y Panamá.Destacan desde el Servicio Nacional de Fronteras que este caso demuestra los riesgos y peligros que enfrentan diariamente cientos de personas que intentan cruzar el Darién en busca de mejores oportunidades en Centroamérica y Norteamérica.
El presidente Gustavo Petro anunció que en la reunión que sostuvo en Nueva York con su homólogo panameño Raúl Mulino, se acordó construir una sola ruta de migrantes por el Darién que sea legal y que esté controlada por ambos gobiernos. “Buscaremos construir una ruta legal y controlada por ambos gobiernos, que tenga estímulos para que quienes quieran pasar lo hagan y no queden en manos de las mafias. Queremos abrir una ruta tranquila, eficaz y controlada por el poder público de ambos países para que la gente deje de someterse a este tipo de grupos”, dijo el presidente Petro desde Nueva York. Esto para intentar quitarle el control de las rutas al Clan del Golfo que según Human Rights Watch recibe 65 millones de dólares anuales por el control de estas rutas. El presidente Gustavo Petro continuó su agenda en un almuerzo en naciones unidas al que asisten los presidentes de Alemania, Francia, Kenia y Brasil. La regularización del paso por el Darién también fue tema de conversación durante el encuentro con el viceconsejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jonathan Finer. El presidente Petro anunció que van a establecer unos programas de educación para los jóvenes venezolanos con una financiación conjunta con EEUU.
Según cifras de Human Rights Watch, en el último año, más de medio millón de personas han cruzado el tapón del Darién, una peligrosa selva pantanosa en la frontera entre Colombia y Panamá. Migrantes de diversas nacionalidades, como venezolanos, haitianos y ecuatorianos, se ven expuestos a abusos por parte de grupos criminales, incluidos actos de violencia sexual, y reciben escasa protección o ayuda humanitaria.Juanita Goebertus, directora para América Latina de esta organización, aseguró que han evidenciado historias desgarradoras de mujeres que cruzan la selva portando la píldora del día después por temor a ser violadas."Hemos entrevistado a más de 300 personas, incluidos migrantes, y estuvimos con organizaciones humanitarias en Necoclí, donde constatamos que algunas de estas organizaciones tienen disponible la píldora del día después para las mujeres que deseen llevarla. A través de estas entrevistas, pudimos ver la violencia sexual que enfrentan las mujeres durante el cruce entre Colombia y Panamá", señaló Goebertus."Esta situación ha llevado a muchas a tomar la decisión de portar la píldora como medida preventiva. Es una realidad atroz a la que se enfrentan, y lo más preocupante es que ni Colombia ni Panamá están tomando medidas para prevenir estos abusos, ni mucho menos para investigarlos, juzgarlos o sancionarlos. En nuestra experiencia global, nunca habíamos visto este fenómeno en otros contextos de migración masiva", añadió.Una de las historias destacadas es la de María, una migrante venezolana residente en Ecuador, quien vivió en carne propia los horrores del cruce por el Darién."Uno ve personas muertas, animales como lobos. Hay que echar creolina alrededor de la carpa, todo está mojado, incluso la ropa, y te mueres de frío. En Ecuador también vivíamos situaciones difíciles: robaron la casa de mi mamá, violaron a la vecina, y yo no quería que mis hijos pasaran por lo mismo", contó María.Desde enero de 2022, más de 440.000 venezolanos han cruzado el tapón del Darién, lo que convierte a esta nacionalidad en la más numerosa entre quienes atraviesan esta peligrosa ruta.
Juanita Goebertus, directora para las Américas de Human Rights Watch, estuvo en la Casa de Nariño para una reunión en la que se esperaba la presencia del presidente Gustavo Petro, quien finalmente no asistió. En el encuentro estuvo el canciller Luis Gilberto Murillo, el director de migración, Fernando García, y el comisionado de paz, Otty Patiño.El objetivo era entregar un informe sobre la crítica situación de migrantes en el Darién. HRW expresó su preocupación por las cifras que encontró respecto al Clan del Golfo y la apropiación de las rutas que usan las personas para llegar a PanamáSegún el informe, este grupo criminal recibe por cada migrante 125 dólares, eso significa que al año, al ritmo que iba la migración pasando por el tapón en 2023, el Clan del Golfo recibió 65 millones de dólares.“El Clan del Golfo controla enteramente el negocio de los barcos que salen de necocli y turbo, hay una total presencia y una ausencia absoluta por parte del Gobierno, los pocos funcionarios de migración Colombia que están allí a duras penas recogen algo de documentos, pero no saben cuántas personas salen, hay realmente falta de control migratorio y de seguridad en este territorio”, dijo la directora para las Américas al término de la reunión.En el encuentro también hubo espacio para hablar de Venezuela. Juanita Goebertus pidió al Gobierno colombiano que asuma una posición sobre Venezuela, igual que la que ha asumido con otros conflictos. “Que se tome también muy en serio el rol que ha tomado en otros escenarios, por ejemplo en el caso de Israel y palestina, en exigir que se haga justicia por la violación de derechos humanos que ha sucedido en Venezuela”.
Organizaciones internacionales, de la sociedad civil y del ámbito académico de América Latina lanzaron este miércoles el Observatorio de Movilidad Humana del Darién y otras rutas alternas. Este nuevo proyecto tiene como objetivo proporcionar información precisa y actualizada para facilitar la comprensión y el abordaje de la dinámica migratoria.La iniciativa pretende identificar y entender los diversos desafíos que enfrentan las personas que transitan desde la región de Urabá (Colombia) hasta la frontera entre Panamá y Costa Rica, según detalló el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL).Claudia Paz y Paz, directora del programa para Centroamérica y México de CEJIL, señaló: “El Darién es una de las rutas más peligrosas de América Latina, y quienes la transitan se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad. Los Estados, incluidos los de tránsito, tienen la obligación de garantizar el acceso a derechos fundamentales como el refugio, la salud y la alimentación”.Sin embargo, Paz y Paz añadió que “las actuales políticas migratorias están obligando a las personas migrantes a tomar rutas alternativas, como las marítimas, que exponen aún más su integridad y su vida”.Según datos de CEJIL, durante el año 2023 más de 500.000 personas migraron por esta ruta con destino final a Estados Unidos. Las autoridades panameñas estiman que en 2024 el número podría ser al menos un 20 % mayor, superando las 600.000 personas.Entre los aspectos destacados por las organizaciones se encuentra el aumento de denuncias de violencia sexual en el Darién. Médicos Sin Fronteras registró un total de 328 denuncias hasta marzo de este año, en comparación con las 676 reportadas durante todo el 2023.Además, las organizaciones han señalado diversas formas de violencia en la ruta, incluyendo desapariciones forzadas y robos perpetrados por grupos armados.María Teresa Urueña, responsable de incidencia política de la Red Jesuita con Migrantes, afirmó: “El Darién no es solo un lugar de tránsito de riesgo extremo en una ruta continental de migrantes forzados, sino que también refleja las crisis políticas, socioambientales, económicas, de protección e integración que enfrenta nuestra región”. Agregó que “esta ruta trasciende las fronteras de Colombia y Panamá, y por lo tanto, se requiere un compromiso real de los Estados de la región para garantizar los derechos, la protección y la dignidad de las personas”.Las organizaciones consideran urgente ofrecer recomendaciones sobre políticas y prácticas basadas en los hallazgos obtenidos, dirigidas a todos los actores involucrados, especialmente a los Estados, con el fin de alertar sobre violaciones de derechos humanos y mejorar el desarrollo de respuestas integrales.La iniciativa cuenta con la participación de 17 organizaciones, entre ellas AfroResistencia, la Asociación Centro de Derechos Laborales sin Fronteras de Costa Rica, la Asociación Promoción Claretiana para el Desarrollo, el Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad, el Centro de Estudios de Género y Refugiados, Fundación Ideas para la Paz, Fundación Refugiados Unidos, Instituto Sobre Migración y Refugio LGTBIQ para Centroamérica y La Oficina de Washington y Latinoamérica (WOLA).