La deforestación en Colombia sigue siendo un tema crítico, que se complica aún más por la dinámica entre el Estado, los campesinos y los grupos al margen de la ley. Carlos Vargas, vicepresidente de la Red de Viverismo Comunitaria y firmante del acuerdo de paz de 2016, apunta que las disidencias, como las de alias ‘Calarcá’, están asumiendo el rol de proteger ciertas zonas de la deforestación, un papel que históricamente ha sido responsabilidad del Estado.Vargas resalta que la falta de políticas de conservación por parte de diversos gobiernos ha permitido que las transnacionales y la explotación de recursos naturales continúen sin restricciones.Con el fin de defender la Amazonía, Vargas menciona que las antiguas Farc implementaron políticas que promovían la conservación ambiental, incluyendo la orden de que el 30 % de las fincas debían estar cubiertas de selva natural. Sin embargo, después de la firma del acuerdo, la deforestación se disparó, especialmente por la producción de cultivos ilícitos, como la coca. Esta situación ha llevado a muchos campesinos a depredar el territorio, no solamente por el narcotráfico, sino también por la presión económica de los grupos criminales."Hay que reconocer de que, de que después de la firma del acuerdo de paz de noviembre del 2016 acá en el Caquetá, en el Meta, en esta Amazonía se incrementó la deforestación ambiental, uno por cultivos de uso ilícito. Mucho campesino ha está en ese proceso, digámoslo de tumbar y de tumbar selva y ponerse a producir coca, pero también hay muchos campesinos que están produciendo ganadería", dijo el excombatiente.Y agregó, "Cuando digo que no hay una política es porque el Estado verdaderamente no genera decirle al campesino mire, no tumbe más porque está dañando la naturaleza, pero a usted lo vamos a apoyar de esta manera para que el campesino no siga tumbando y creo que es muy importante y valoro eso de que desde las disidencias hayan decidido que siguen con el plan de no dejar tumbar la selva y que van a controlar eso". Una de las claves para abordar la crisis ambiental en Colombia, según Vargas, es generar conciencia en los campesinos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. La violencia y el despojo de tierras han causado que los campesinos se vean obligados a caer en el ciclo de la deforestación como única opción para su subsistencia. Vargas también menciona que hay financiación detrás de la deforestación, donde sectores económicos no identificados están impulsando esta actividad ilegal.Vargas destacó que es urgente continuar el diálogo de paz y crear estrategias que, en vez de desplazar a los campesinos, los apoyen en la conservación de la naturaleza. En esta lucha por la defensa del medio ambiente, el papel de los excombatientes es fundamental. No solo como defensores de la selva, sino como educadores que inspiran un cambio de conciencia en la comunidad sobre la importancia de cuidar los recursos naturales. La paz, según Vargas, no solo se trata de tomar las armas, sino de transformar la relación con el entorno y asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.Finalmente, Vargas hizo un llamado a la sociedad colombiana para que reconozcan la labor de la red de vivir comunitario, que ya está trabajando en proyectos productivos relacionados con el medio ambiente, tras la firma del acuerdo de paz. La esperanza de un cambio radica en el compromiso por parte de todos los sectores para unificar esfuerzos en la conservación del pulmón del mundo, la Amazonía.Escuche la entrevista completa acá:
Una reciente investigación de Valentina Cano Giraldo, magíster en medio ambiente y desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia, revela que la firma del acuerdo final de paz en 2016 tuvo un impacto directo y negativo en la deforestación de los territorios amazónicos que anteriormente estaban controlados por las Farc. Según el estudio, los municipios en donde la guerrilla tenía presencia registraron un aumento del 177 % en la deforestación, frente al 90 % observado en municipios sin su influencia. Este aumento se asocia con el vacío de autoridad generado por la salida de las Farc, lo que resultó en un cambio en las reglas de uso del suelo y la llegada de nuevos actores, tanto armados como civiles, que han acelerado la destrucción del ecosistema amazónico.Entre 2013 y 2022, Cano Giraldo analizó datos del Ideam y alertas tempranas de deforestación en 79 entidades territoriales amazónicas, incluyendo municipios y áreas no municipalizadas como El Encanto y La Chorrera. Los resultados de la investigación evidencian que, antes de la reincorporación de las Farc al proceso de paz, el 49 % de la deforestación nacional se concentraba en la región amazónica. Sin embargo, después de la firma del Acuerdo, este porcentaje aumentó al 70,3 %. En el periodo comprendido entre 2016 y 2017, la deforestación creció un alarmante 87 %, pasando de 83.533 hectáreas a 156.560 hectáreas arrasadas, respectivamente.Aunque el proceso de paz ha sido fundamental para la superación del conflicto armado en Colombia, ha expuesto las complejas dificultades de los territorios excombatientes para adaptarse a nuevas dinámicas sociales y económicas. Municipios como San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá, San José del Guaviare y La Macarena se han convertido en puntos críticos de deforestación entre 2017 y 2021. En total, entre 2013 y 2021, Colombia perdió 1.485.734 hectáreas de bosques, siendo la Amazonía una de las regiones más afectadas, con 866.779 hectáreas destruidas entre 2014 y 2021. Caquetá y Meta se destacan como los departamentos más impactados, con 290.560 y 229.898 hectáreas deforestadas, respectivamente.Las principales causas de este fenómeno están relacionadas con la expansión de la frontera agrícola, impulsada por la ganadería extensiva. En el posacuerdo, el número de cabezas de ganado ha aumentado considerablemente, pasando de cerca de 3 millones en 2016 a casi 4,5 millones en 2021. Este crecimiento ha impulsado la conversión de bosques en pastizales para la cría de ganado, especialmente en tierras que antes estaban limitadas por las restricciones impuestas por las Farc. Mientras que los guerrilleros limitaban la deforestación a unas pocas hectáreas al año, los nuevos colonos y otros actores han establecido fincas de hasta 1.000 hectáreas.A pesar de los esfuerzos por formalizar tierras mediante el Acuerdo, que contemplaba la legalización de 7 millones de hectáreas, la situación sigue siendo crítica. Las áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN) en la región amazónica también han experimentado un aumento del 169 % en la deforestación entre 2013 y 2021, lo que resalta la incapacidad del Estado para gestionar y proteger estos territorios de gran valor ambiental.
La alerta emitida por la Contraloría, deja en evidencia el aumento de la deforestación en departamentos como Meta, Caquetá, Chocó y Putumayo, que así mismo han afectado parques nacionales o áreas protegidas en el territorio. Antes esto, el contralor, Carlos Hernán Rodríguez, aseguró que es preocupante el nivel de desfinanciación que hay en los departamentos frente al tratamiento de riesgo por cambio climático y el aumento de la financiación ilegal que deja la venta de estos elementos ambientales que se extraen de forma irregular.Ante la financiación ilegal, el contralor aseguró que se evidencia el aumento de venda de permisos para el aprovechamiento de recursos naturales lo que conlleva a la negociación de licencias ilegales, concesiones, y pagos de sobornos o dádivas para ocultar las infracciones de tipo ambiental o por el comercio irregular de las especies protegidas.“Es así como recientemente, en las auditorías financieras que realizó la Contraloría General de la República a los gestores fiscales, en el primer semestre del presente año, se identificaron prácticas como contratos pagados sin cumplir con las especificaciones del objeto contractual, doble pago de actividades y pagos sin existencia probada de ejecución, anulación de cobros de tasas por uso de agua y posterior devolución de dinero, deficiencias en la liquidación de tasas de uso de agua, gastos y pagos indebidos de suministro de alimentos y bebidas alcohólicas”, afirmó el contralor.Según los reportes del Ministerio de Ambiente, en el 2023 se evidenció una disminución de registros por deforestación entre el 25 % y el 35 %, sin embargo, para el 2024 se tenía previsto el aumento en más del 40 %, cifra que comprueba la Contraloría, puesto que el informe final se registran 128.902 hectáreas afectadas, siendo el Meta, Putumayo y Chocó los departamentos que concentran el 81,5 % de los casos registrados. Ante esto, la Contraloría alertó que Colombia ha perdido algo más de 9,5 % de superficies de bosques desde 1990, lo que equivale a más de seis millones de hectáreas, con una tasa anual de deforestación de más de 170.000 hectáreas.Sobre los parques afectados mencionó que se han perdido más de 13.000 hectáreas de bosque en cinco parques naturales nacionales como lo es Tinígua, Sierra de la Mcaranes, Paramillo, La Serranía de Chiribiquete y Catatumbo Barí, loqbu. Anexa además que desde el 2014, en Colombia se ha perdido el 68 % de la masa glacial que afecta los recursos hídricos.
Durante el último año, el departamento de Antioquia perdió más de 8 mil hectáreas de bosque. Las subregiones del Norte y el Nordeste son las más afectadas por la deforestación ilegal.La deforestación ilegal es una de las problemáticas que más preocupa a las autoridades ambientales del departamento antioqueño. Solo en el año 2023 se perdieron más de 8.000 hectáreas de bosque producto de esta práctica.En los últimos cinco años, Corantioquia ha decomisado más de mil metros cúbicos de madera que había sido extraída de forma ilegal lo que representa un daño para la biodiversidad y los ecosistemas.“Es una madera que nunca debió haber salido de nuestros bosques, recordemos la importancia del recurso boscoso para nosotros, para poder seguir cuidando y protegiendo la biodiversidad”, aseveró la directora de la entidad, Liliana Taborda.En lo que va de este año ya han incautado más de 40 metros cúbicos de madera. El recurso decomisado es donado a los municipios para realizar proyectos de carácter social.
La Unión Europea junto con el Ministerio de Ambiente de Colombia han anunciado un compromiso sin precedentes para combatir la deforestación y promover un desarrollo sostenible en el país sudamericano. Este anuncio llega tras la presentación del informe anual que reveló las cifras más bajas de deforestación en los últimos 23 años en Colombia.Este anuncio se conoció mientras se lanzaba el programa bosques para la biodiversidad, el clima y la paz en Colombia, en la que se dio a conocer la asignación por parte de la Unión Europea de más de 47.000 millones de pesos colombianos, equivalente a 10.5 millones de euros. Este financiamiento tiene como objetivo principal apoyar la implementación de estrategias que frenen la pérdida de bosques, fortalezcan la economía rural y promuevan la paz en las regiones más afectadas por la deforestación y el conflicto armado."Este apoyo fortalecerá nuestra estrategia para contener la deforestación y abrirá nuevas oportunidades económicas basadas en la biodiversidad, especialmente en el contexto de la COP16 que se celebrará en Colombia", afirmó la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.El programa se extenderá a lo largo de los próximos 36 meses y se enfocará en promover prácticas sostenibles de manejo forestal, implementar pagos por servicios ambientales, y apoyar la aplicación de la ley de Delitos Ambientales para combatir los crímenes ambientales en el país. La iniciativa también respaldará el plan nacional de restauración 2023- 2026, que busca convertir la recuperación de los ecosistemas forestales en un motor de desarrollo económico para las comunidades rurales colombianas.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, es una de las cabezas que ha liderado los esfuerzos en Colombia para reducir la deforestación en las regiones, que se redujo durante el 2023 en un 36 %, lo que supone 79.256 hectáreas taladas; la cifra más baja en 23 años, según anunció el Ministerio de Ambiente este lunes.La ministra señaló que, si bien aún queda mucho trabajo por hacer, las cifras de deforestación se deben en gran parte a dos componentes clave: el acuerdo social con las comunidades y la negociación de paz total que se adelanta en varios territorios. Sin embargo, aseguró que se deben “reforzar”, es especial, el tema de la “confianza” con la población en aquellos puntos que llamó críticos en cuanto a tala de árboles.Por eso, la ministra enfatizó la importancia de trabajar de la mano con las comunidades y fortalecer el acuerdo social para conservar los recursos naturales. Además, recalcó la necesidad de luchar contra el acaparamiento de tierras en la región amazónica, que es uno de los principales impulsores de la deforestación hoy en día."La meta que se propuso Colombia, al 2030, es llegar a deforestación cero, que implica, porque nunca va a haber exactamente deforestación cero, 50.000 hectáreas anuales y en el año 2023 se llega a una cifra que, desde que se tiene registro en 2000, no habíamos visto de 79.000 hectáreas. Básicamente hay dos componentes y unos que tenemos que reforzar. El primer componente es el acuerdo social con las comunidades y la recuperación de la confianza con varias juntas de acción comunal de los municipios y los núcleos críticos de deforestación", explicó.En cuanto a los desafíos que aún persisten, comentó la existencia de grupos armados y disidencias que continúan extorsionando y cometiendo delitos en la región. En ese sentido, la funcionaria habló de fortalecer la investigación criminal y garantizar los derechos territoriales de las comunidades; aclaró que hay un “freno” por parte de estas estructuras, lo que también permitió llegar a la cifra del 36 %.“Hay una lógica de colonización de ganadería en la Amazonía, en donde se va generando un circuito ganadero que tiene varias cadenas y que van desde el campesino más vulnerable o hasta grandes terratenientes que van acaparando en ese circuito tierras. Por eso, precisamente, ese freno a la deforestación tiene que ver, por una parte, con que varios campesinos entraron en otra lógica de conservación a partir de apoyos económicos del Gobierno y, por otra parte, obviamente, también porque hubo una decisión del grupo armado de la EMC (disidencias de las Farc), por un tiempo, de frenar esa actividad", contó.Para seguir en el camino de la conservación, la ministra planteó la necesidad de combinar diferentes estrategias, como la investigación criminal, la estabilización del mercado de tierras y la generación de una economía alternativa en la región amazónica. También destacó la importancia de la restauración ecológica y la reforestación como herramientas clave para recuperar los ecosistemas afectados por la deforestación.En cuanto a la COP16 en Cali, la ministra recordó que los preparativos van en marcha y que se está trabajando en la seguridad del evento. Además, exaltó la propuesta de Colombia de “canjear” deuda por bonos de cambio climático, lo cual está siendo evaluado en un panel de expertos.Vea la entrevista completa en Mañanas Blu, con Néstor Morales:
El biólogo experto en cartografía y conservación Juan Carlos Sandino, denunció en Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, dijo que lleva un año diciéndole al Ministerio de Ambiente que las cifras entregadas por el Ideam donde se habla de una reducción del 29% no son reales, que no hay precisión en los resultados por lo que los convierte en no confiables y eso tendría repercusiones a nivel internacional.En diálogo con el mismo programa de Blu Radio, el coordinador del Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono del Ideam, Ederson Cabrera, respondió a las críticas sobre las mediciones de deforestación realizadas por la entidad. Explicó que las mediciones del Ideam son confiables y se basan en información científica respaldada por datos de ciencia. Destacó que es importante analizar los datos de deforestación con una perspectiva científica, en lugar de utilizar información sesgada que pueda distorsionar los resultados. En este sentido, resaltó que las mediciones del Ideam cumplen con los estándares internacionales para la medición de bosques y cuentan con aval, lo que las convierte en información oficial y confiable. Además, señaló que en los últimos cuatro reportes presentados a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el roster de expertos ha confirmado la confiabilidad de los datos del Ideam y su representatividad adecuada de la información de bosques en Colombia. También explicó que las aseveraciones de algunas personas que no son expertas en procesamiento digital de imágenes de satélite no afectan la confiabilidad de los datos del Ideam ni invalidan los informes anteriores. Abordó la financiación del sistema de monitoreo de bosques y las plataformas globales. Explicó que países como Noruega financian estas plataformas porque no tienen sistemas nacionales de monitoreo de bosques ni el desarrollo tecnológico que tiene Colombia. Destacó que Colombia ha invertido recursos en el desarrollo de capital humano, formando científicos colombianos y desarrollando metodologías específicas para los bosques del país. Escuche aquí la entrevista:
La deforestación en la Amazonía brasileña cayó un 29 % en enero respecto al mismo periodo del año pasado y se situó en el menor nivel para ese mes desde 2021, según datos del Gobierno actualizados este viernes.La tala afectó a 119 kilómetros cuadrados, frente a los 167 kilómetros cuadrados de enero de 2023, un descenso que confirma la tendencia a la baja desde que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva tomó el relevo del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).El área destruida por la deforestación en el mayor bosque tropical del planeta alcanzó su pico en enero de 2022, con 430 kilómetros cuadrados dañados, según un sistema de alertas del Gobierno basado en imágenes satelitales.Por otro lado, el dato de enero sigue lejos del registrado en 2017, cuando el año arrancó con apenas 58 kilómetros cuadrados destruidos.El Cerrado, la sabana brasileña que registró un aumento súbito de la tala el año pasado, también tuvo en enero una caída del 33 % en el área afectada por la deforestación, hasta llegar a los 296 kilómetros cuadrados.La deforestación en la Amazonía disminuyó un 50 % en 2023 respecto a 2022, hasta los 5.154 kilómetros cuadrados, mientras que en el Cerrado aumentó un 44 %, hasta alcanzar los 7.848 kilómetros cuadrados, según el sistema de alertas.El Gobierno de Lula ha celebrado los buenos datos de la Amazonía como un reflejo de una política de vigilancia y de sanciones más fuertes contra los que destruyen la vegetación, después de años de una aplicación laxa bajo Bolsonaro.
En la vereda Buenavista de Mapiripán, Meta, soldados del batallón de infantería Número 21 llevaron a cabo la captura de tres individuos sorprendidos deforestando ilegalmente. Según las autoridades, estas personas estarían vinculadas a la subestructura 39 de las disidencias de las Farc.Sin embargo, ante esta situación, integrantes de esta comunidad realizaron una asonada contra el Ejército y se manifestaron violentamente, buscando impedir que se llevaran a los capturados del lugar, quienes serían transportados por vía aérea.El Ejército ha hecho un llamado a las autoridades competentes para que tomen medidas legales frente a estos incidentes violentos provocados por la población civil desde sus respectivas funciones y roles.“Se insta a la comunidad a no obstruir las operaciones militares ni agredir a los uniformados, ya que esto puede ser constitutivo de tipos penales, como los consagrados en los artículos 226, 429 y 469, del código penal colombiano”, indicó el Ejército.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, lanzó una alerta sobre el riesgo de aumento de la deforestación en el departamento del Caquetá. Durante una reunión con autoridades locales, la ministra destacó la importancia del cuarto trimestre, período crítico debido a las condiciones secas en la Amazonía, y llamó a la acción conjunta para evitar el retroceso en los avances logrados.La ministra Muhamad informó sobre la puesta en marcha de acciones preventivas, incluyendo la movilización de siete helicópteros 'Guacamayas' destinados a enfrentar incendios en la región amazónica. Además, emitió un mensaje a los grandes deforestadores, advirtiéndoles que están siendo vigilados. La Fiscalía, a través de Conaldef, está llevando a cabo investigaciones sobre la deforestación de manera ilegal.“Los acaparadores de tierra que creen que van a ir prendiendo fuego impunemente, pues les debo decir: los estamos observando. La Fiscalía también, a través de Conaldef, está adelantando las investigaciones pertinentes para que quienes están acaparando tierras lleguen a rendir cuenta a la justicia”, dijo Muhamad.A pesar de la disminución del 79 % en la deforestación en el departamento del Caquetá durante el año, las alertas tempranas del Ideam identifican un aumento en esta temporada, especialmente en Cartagena del Chairá. En respuesta a esta tendencia preocupante, la ministra reafirmó el acuerdo social firmado con el campesinado hace más de un año y aseguró que no permitirán que la deforestación aumente. "Cada hectárea de bosque que perdamos es una tragedia", enfatizó la ministra Muhamad.Para consolidar la protección y conservación de los bosques amazónicos, la ministra anunció la triplicación de los beneficios del proyecto ‘Conservar Paga’ en el Caquetá durante 2024. Este proyecto otorga incentivos económicos a campesinos, Pueblos Indígenas y Comunidades Negras comprometidos con la preservación del medioambiente. La entrega de hasta 900.000 pesos beneficiará a municipios prioritarios como Cartagena del Chairá, San Vicente del Caguán y Solano.Le puede interesar: