El sindicato Asmedas en Antioquia denunció que son varias las agresiones que se han venido reportando este año en el departamento, especialmente en diciembre, cuando, por la ingesta de licor y estupefacientes, algunos pacientes suelen agredir al personal médico ante el mínimo error o equivocación.Según explica Gonzalo Pérez, presidente de la Asociación Médica Sindical Colombiana en Antioquia, son varias las agresiones que se han presentado este mes. Por ejemplo, el 24 de diciembre fue atacada una médica en la Unidad Hospitalaria del barrio Castilla. Sin embargo, al día siguiente, fueron atacados más médicos en diferentes unidades de Metrosalud ubicadas en el Valle de Aburrá."Previamente, había ocurrido en la unidad de Castilla una agresión menor a una médica y el día 25 también ocurrió una agresión a personal en la unidad intermedia de Belén. Esa es una situación que se viene presentando cada vez con más frecuencia; el año pasado ya habíamos hecho una denuncia respecto al tema", manifestó.Sin embargo, el hecho que más consternación y rechazo ha generado entre el área de salud son las agresiones ocurridas el 25 de diciembre por parte de tres hombres y una mujer a dos médicos que atendían el servicio de urgencias en la Unidad Hospitalaria del corregimiento de San Cristóbal."Ellos se encontraban prestando servicio de salud en urgencias y, por algún tipo de inconformidad con la prestación del servicio a uno de ellos, los otros agredieron a los médicos y les ocasionaron varias lesiones en el rostro y en otras partes del cuerpo. Uno de los médicos fue lesionado en la cara, en un ojo, alrededor del ojo", indicó el líder sindical.Por estos hechos ocurridos en San Cristóbal, fueron capturadas dos personas. Desde el sindicato realizaron una petición a las autoridades y a los centros de salud para que se aumenten las medidas de seguridad en los servicios de urgencias, incluyendo puertas con mayor seguridad, más personal y control sobre quienes entran o salen.Según el médico, estas agresiones reflejan no solamente hechos de intolerancia, sino también la angustia que vive la misma comunidad durante este mes respecto a los servicios de salud, que están congestionados en las clínicas y hospitales del área metropolitana. Finalmente, el sindicato se refirió a la necesidad de denunciar estas agresiones, pues, debido a la falta de denuncias, según ellos, se ha vuelto “paisaje” ver este tipo de hechos de violencia hacia el personal médico.
El día 25 de diciembre el menor de 8 años ingresó a la Clínica San Luis de Bucaramanga, trasladado desde el Cesar, con un traumatismo en su pie izquierdo, y debido a su estado fue intervenido quirúrgicamente.El médico Cristian Ordóñez Ramírez señaló que el menor "se encontraba en la unidad de cuidados intensivos, sin embargo, no hubo evolución y el menor se agravó presentando síntomas de una bacteria en su cuerpo, por lo que fue intervenido por segunda vez" "El menor llegó con un compromiso respiratorio y neurológico grave, a primera vista, se evidenció que se trataba de un proceso infeccioso avanzado que culminó en un shock séptico", explicó el médico, quien señaló que la infección progresó rápidamente a un estadio crítico, sin respuesta al tratamiento.A pesar de los esfuerzos médicos el menor falleció, de acuerdo con la información proporcionada por los familiares del niño, antes de ser llevado a la clínica San Luis, el menor había sido atendido por un sobandero en el momento después de la caída, no un centro médico.Lo que talvez pudo demorar un tratamiento más efectivo un procedimiento que, según los médicos pediátricos, podría haber retrasado el acceso oportuno a atención médica adecuada.Situación que pudo demorar la atención oportuna del menor. A pesar de que se realizaron dos intervenciones quirúrgicas para intentar salvar la vida al niño, los esfuerzos fueron en vano. Ahora el Instituto Colombiano de Medicina Legal será el encargado de realizar un estudio especializado para determinar las causas exactas que llevaron al fallecimiento del menor.Las autoridades investigarán las circunstancias del caso, incluyendo el posible impacto del retraso en la atención médica, si se registró la bacteria u otras situaciones desencadenaron el lamentable hecho.
El gremio médico en Antioquia pidió a la justicia avanzar en las investigaciones del caso del urólogo Juan Guillermo Aristizábal, asesinado este jueves en su consultorio de la Clínica Medellín.El hecho ha generado alerta en el gremio, que tan solo en 2023 registró 78 agresiones en Antioquia, siendo el departamento con más casos en el país, según la Mesa Nacional de Misión Médica.Carlos Valdivieso, presidente del Colegio Médico de Antioquia, rechazó el asesinato del doctor Aristizábal y pidió acciones a las autoridades."El profesional se encontraba atendiendo consulta médica. Es una muestra más de la violencia que azota nuestro país. Le pedimos a las autoridades judiciales ejercer su trabajo en la investigación y responsabilización penal de los responsables de este terrible crimen", indicó Valdivieso.Por otra parte, Jorge Arango, amigo del fallecido médico y colega, denunció las problemáticas de seguridad a la que se exponen en su gremio, siendo víctimas de amenazas, extorsiones y en general, agresiones de los pacientes. También reiteró que Aristizábal ya tenía amenazas y que por ello, el personal del hospital estaba atento cuando llegaba el paciente que finalmente le quitó la vida."Nosotros como médicos tristemente estamos en una situación complicada porque somos víctimas constantemente de amenazas de muerte y extorsiones”, dijo.En diálogo con mañanas Blu, el doctor Arango también contó que las amenazas de John Ferney Cano González hacia el urólogo fueron por un diagnóstico que este sobredimensionó, por su condición psiquiátrica.
La euforia de la celebración por lo que fue el tercer gol con el que Junior de Barranquilla ampliaba el marcador el pasado 10 de diciembre acabó con la vida del reconocido médico vallenato Wilmer Mendoza Lozano, pues, en medio de su alegría por la anotación resbaló, se fue de espalda y al caer se golpeó fuertemente su cabeza con un bordillo que estaba detrás de é Mendoza, quien estaba junto a familiares y un grupo de amigos viendo el partido, fue de inmediato auxiliado y trasladado en una ambulancia de urgencias a la Clínica de Alta Complejidad de Valledupar, donde tuvieron que remitirlo a la Unidad de Cuidados Intensivos, pues el golpe había comprometido funciones vitales en su organismo tras una fractura craneoencefálica. Pese a la lucha que por más de ocho días adelantó este médico, quien desde el primer día de su hospitalización estuvo inconsciente, finalmente en la tarde de este lunes 18 de diciembre falleció sin saber que su equipo había logrado ser campeón. "Allá nos encontraremos mi amor. Estamos atados con un lazo que Dios ató, que ni la muerte nos va a separar", publicó en sus redes sociales su esposa. "Hoy todo un pueblo se encuentra de luto con la trágica muerte de un joven exitoso como médico de profesión", publicó Esar Fernández, amiga del galeno. Ante lo sucedido, inicialmente la Fiscalía intervino para establecer las causas de la caída y evaluar si había un tercero involucrado, pero finalmente fue determinado que se trató de una caída accidental, por lo que se espera que el cuerpo del médico sea entregado hoy a su familia. Mendoza Solano era conocido por haber sido gerente del hospital El Socorro de San Diego, Cesar, entre 2012 y 2016, donde era muy recordado por su gestión. En su trayectoria profesional también había trabajado en el Hospital Rosario Pumarejo de López, en el hospital Eduardo Arrendondo Daza, entre otros centros médicos. Actualmente tenía su propia empresa en Bogotá y una IPS en Montería, la cual visitaba con recurrencia. Le puede interesar:
El anuncio hecho por el hospital San Vicente Fundación advierte que, a partir del 31 de octubre, cerrará los servicios que presta a la comunidad de obstetricia, que incluyen atención del parto, urgencias de maternidad y camas de cuidados especiales maternos, ya ha generado preocupación en el sector.Este no es el primer hospital que cierra estos servicios en Medellín, la Clínica del Rosario ya lo había hecho meses antes, razón por la que el Colegio Médico de Antioquia pide a las autoridades alternativas que impidan que, por falta de recursos y rentabilidad, se sigan cerrado los servicios para madres gestantes.El doctor Carlos Valdivieso, presidente del Colegio Médico De Antioquia, explicó que "se requieren acciones contundentes y contingentes que permitan evitar la pérdida de todos aquellos valores y servicios médicos que han sido construidos por más de 100 años, tanto en Antioquia, como en el resto del país".Por su parte, la Facultad de Medicina y el departamento de obstetricia y ginecología de la Universidad de Antioquia anunciaron su preocupación y angustia ante el cierre del servicio de obstetricia del Hospital Universitario San Vicente Fundación, pues por más de 110 años no solo han atendido a las maternas más delicadas del departamento, sino que también ha sido el espacio de formación de muchas generaciones de médicos y especialistas.Por esta razón piden a los entes políticos, legislativos, administrativos y académicos que no sean testigos del cierre de estos servicios, sino que se busquen alternativas que no consideren la salud como un negocio y donde la obstetricia no es una apuesta para nadie porque no genera utilidades económicas.Le puede interesar:
Sigue la polémica por la convalidación de títulos de los médicos integrales comunitarios de Venezuela en Colombia. Ahora, la Academia Nacional de Medicina recordó que su homóloga venezolana le informó al Ministerio de Educación que estos profesionales carecían de competencias académicas consideradas "indispensables" para el ejercicio médico, según un informe de mayo de 2016.Asimismo, en relación a la formación médica en Colombia, la academia sostiene que los médicos colombianos alcanzan un nivel superior, pues la duración de la formación médica en el país es de 6 a 7 años, mientras que los MIC apenas alcanzan el 40 %.Por lo que los títulos de MIC no pueden ser equiparados a los títulos de médicos colombianos o extranjeros que cumplen con los estándares nacionales.“Yo creo que no sería posible que lo convalidaran si nosotros nos atenemos a lo que dice nuestra legislación, a lo que dicen los ministerios de Educación y de Salud y, lo que dice la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina, que representa a la gran mayoría de escuelas y facultades de medicina de Colombia. No habría lugar a una convalidación de esos títulos como médicos. Si no tienen el entrenamiento completo, pues no sería apropiado que fueran a ver pacientes lo mismo que ven nuestros egresados o quienes cumplen todos los requisitos para ejercer medicina en Colombia”, indicó el presidente de la Academia Nacional de Medicina, Gabriel Carrasquilla.La Academia de Medicina reafirmó su compromiso de respetar la legislación colombiana y los requisitos establecidos por los ministerios de educación y salud para el ejercicio de la medicina en el país. Además, respaldó los programas de formación médica definidos por las escuelas y facultades de medicina, los cuales cuentan con el aval de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME).Le puede interesar
El senador Robert Daza lanzó una iniciativa para que los Médicos Integrales Comunitarios (MIC) de Venezuela puedan convalidar sus títulos y ejercer en Colombia, una propuesta que no fue bien recibida en algunos sectores. Por ejemplo, desde el Colegio Médico Colombiano manifestaron preocupación y explicaron que es un “peligro” porque la formación académica, teórica, práctica y técnica de los MIC es precaria y muy deficiente a la de las universidades colombianas.En diálogo con Mañanas Blu, con Néstor Morales, el senador Daza defendió su iniciativa, que fue planteada en mesas de trabajo, y dijo que hay varias personas que estudiaron en Venezuela que hoy no pueden ejercer, pero que serían de mucha ayuda en Colombia, en especial, para esas zonas donde el sistema de salud aún sigue siendo escaso.“La mesa técnica es para hacer ese análisis, pero de una vez no vamos descartando que ellos no sirven para nada. Si estudiaron tres años temas de medicina, pues seguramente acá en Colombia esos tres años de medicina para algo les servirá, para eso están los exámenes que les puedan hacer, exámenes de aptitud”, comentó en Mañanas Blu.Suscríbase a nuestro canal de WhatsApp aquí:👉🏻 bit.ly/42ZQznF¿Cómo se haría la validación de los títulos?“Los procedimientos de convalidación tienen la obligación de revisar la malla curricular, el estudio que ellos hicieron en Venezuela y de acuerdo a eso garantizarles la acreditación acá en Colombia”, detalló el senador Daza.En ese sentido, aseveró que no hay que traer médicos a la fuerza, pues primero hay que revisar su formación y “en algún lugar del ejercicio de la medicina ellos pueden aportar”.Sin embargo, el Colegio Médico Colombiano señaló que los médicos comunitarios fueron pensados "en otro contexto sanitario, social, político y económico, muy diferente a la realidad" que hoy vive Colombia.El senador puntualizó que los médicos a los que se refiere son aquellos que se fueron hace años a Venezuela a estudiar medicina y que se graduaron allí, entre 2014 y 2016, y ahora buscan ejercer su profesión legalmente de nuevo en Colombia.Vea la entrevista completa en Mañanas Blu, con Néstor Morales:
El Colegio Médico Colombiano expresó su preocupación y alerta sobre la propuesta de homologación de títulos en Colombia para los médicos integrales comunitarios venezolanos, de quienes incluso hay alertas porque obtuvieron su formación a través de videos en YouTube.El presidente del Colegio Médico Colombiano, Stevenson Marulanda, habló sobre este tema en una entrevista realizada por Mañanas Blu con Néstor Morales."Coincidimos en los fines, pero no en los medios. Estos médicos integrales comunitarios realmente no son médicos y no tienen la formación necesaria para ejercer como tal. Su formación a través de programas experimentales ubicados en los llanos occidentales y orientales de Venezuela no cumple con los estándares académicos y curriculares requeridos", dijo Marulanda.El presidente del gremio enfatizó que el programa de Medicina al Barrio y la formación de estos médicos integrales comunitarios están fuera del sistema educativo universitario de Venezuela. Las facultades de medicina tradicionales venezolanas, así como la Sociedad Científica Venezolana y la Federación Médica Venezolana, tampoco respaldan este programa.En ese sentido, el presidente del Colegio Médico Colombiano señaló que la formación de los médicos integrales comunitarios se basa en tutorías en línea utilizando videos de fisiología, anatomía y biología, impartidos por personas que no son profesores venezolanos. Además, no hay una fase práctica ni una formación clínica adecuada en este programa, lo que plantea preocupaciones sobre la competencia de estos médicos.“Ahí hay como aquí unas universidades formales que forman a sus médicos como acá, pero estos médicos comunitarios tienen otros que no se compadecen con la formación nuestra. Por ejemplo, ellos ven, les alquilan unas casas allá grandes, nos meten ahí y les pasan unos videos de fisiología, de anatomía, de biología, pero no son profesores venezolanos, son unas tutorías online que les hacen. Pero lejos de toda la capacitación. Es decir, no hay práctica, no hay una fase práctica, no hay una clase mágica, práctica clínica, no es un programa. Es decir, los educa un video, los educa realmente un tutorial virtual. Pues bastante parecido. Eso es más o menos así”, dijo.Marulanda compartió una cita de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela que afirma que, al momento de ingresar al internado rotatorio de posgrado, los médicos integrales comunitarios carecían de competencias profesionales esenciales para el ejercicio médico. Esta falta de preparación adecuada plantea interrogantes sobre la seguridad y la calidad de la atención médica que podrían brindar.“Si usted me permite, yo le puedo leer aquí, por ejemplo, lo que dice la Academia Nacional de Medicina al respecto, dice: ‘Los especialistas consultados ahí en Venezuela han opinado que para el momento de su ingreso al internado rotatorio de posgrado, los médicos integrales comunitarios no contaban con competencias profesionales consideradas indispensables para el ejercicio profesional’”, manifestó.A pesar de reconocer la preocupación legítima del senador Robert Daza, quien propone la homologación, sobre los jóvenes colombianos que estudiaron en Venezuela, Marulanda subrayó la necesidad de examinar cuidadosamente la formación y las competencias de estos médicos integrales comunitarios antes de considerar cualquier forma de reconocimiento de su educación.El Colegio Médico Colombiano y la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina han manifestado su disposición a participar en mesas técnicas y debates para abordar la situación del talento humano en salud en Colombia y buscar soluciones apropiadas y éticas.