Dos colombianos fueron sentenciados este jueves a 30 y 35 años de prisión en una corte federal de Florida (EE. UU.) por intentar asesinar a soldados estadounidenses al detonar en 2021 un carro bomba en las afueras de una base militar cerca de la frontera entre Colombia y Venezuela.Andrés Fernando Medina Rodríguez, de 40 años, y Ciro Alfonso Gutiérrez Ballesteros, de 31, fueron sentenciados hoy a 35 y 30 años de prisión, respectivamente, por el ataque a las tropas estadounidenses estacionadas en la base de la 30 Brigada del Ejército de Colombia en Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela.Según documentos judiciales, los dos condenados, junto a miembros del Frente 33, una facción de las Farc, fueron responsables por el ataque ocurrido el 15 de junio de 2021, en el que resultaron heridos tres soldados del Ejército estadounidense y 44 militares colombianos.>>> En contexto: Acusan en Estados Unidos a exmilitar colombiano por atentado en la Brigada 30 del Ejército en CúcutaMedina Rodríguez utilizó su condición de exoficial del Ejército colombiano para acceder a la base, donde realizó vigilancia fotográfica y de video de las áreas donde se encontraban principalmente los soldados estadounidenses, explicó en un comunicado el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ, en inglés)Aproximadamente 10 días antes del ataque, Medina Rodríguez y Gutiérrez Ballesteros entregaron una camioneta a sus cómplices en el Frente 33, quienes la cargaron con un artefacto explosivo.Medina Rodríguez llevó la camioneta cargada con bombas hasta la base, la estacionó frente al lugar donde trabajaban los militares estadounidenses y colombianos, y activó la bomba para huir a pie.Gutiérrez Ballesteros escoltó a Medina Rodríguez en una motocicleta, y le ayudó a huir.El FBI colaboró con la investigación, que derivó en el arresto, extradición y el procesamiento de los dos colombianos.
Las autoridades colombianas han emitido una alerta urgente ante la posibilidad de atentados con carro bomba en cinco capitales del país. Según un documento del Ejército Nacional, los ataques estarían dirigidos contra instalaciones de la fuerza pública y se perpetrarían con una camioneta Ford Explorer color gris.Ciudades en riesgoLas ciudades bajo amenaza incluyen Tunja, Bogotá, Armenia, Ibagué y Chaparral. La Quinta División del Ejército Nacional envió la advertencia a las divisiones militares y unidades de inteligencia de la Policía en estas localidades.Intensifican medidas de seguridadEn respuesta a la alerta, las unidades militares han intensificado sus esfuerzos en la búsqueda, detección y neutralización de los posibles ataques. La colaboración entre el Ejército Nacional y la Policía es crucial para prevenir cualquier acción terrorista.El documento insta a las fuerzas de seguridad a mantenerse en máxima alerta y a fortalecer las medidas de control y vigilancia en las instalaciones de la fuerza pública y áreas aledañas. Asimismo, se ha pedido a la ciudadanía que informe sobre cualquier actividad sospechosa.Este tipo de alertas subrayó la constante amenaza que enfrentan la fuerza pública en Colombia debido a diversos grupos armados y organizaciones criminales. La colaboración entre diferentes entidades de seguridad es esencial para proteger a la población y mantener la estabilidad en estas regiones que se encuentran amenazadas por grupos irregulares.Pese a la alerta, autoridades en algunas de las ciudades advertidas, como Ibagué, continúan en investigaciones: "Tenemos alertas en todo el país, de actividades que pueden desarrollarse, pero no hay una actividad que nosotros tengamos concretas en Ibagué y especialmente de acuerdo inteligencia, en Ibagué, no hay presencia de grupos armados ilegales de esa categoría, con lo cual pues al momento no me puedo referir a que sea real o no", indicó el coronel Diego Edixon Mora Muñóz, comandante de ña Policía Metropolitana de Ibagué. La situación sigue siendo monitoreada de cerca por las autoridades, y se espera que se tomen todas las medidas necesarias para evitar cualquier intento de atentado.Atención en estas ciudadesEs un documento firmado por inteligencia de la Quinta División del Ejército y puntualmente son cinco ciudades las que están priorizadas para prestar específica atención y son las siguientes: Bogotá, capital del país; Tunja, en el departamento de Boyacá; Armenia, Quindío; Ibagué, Tolima; Neiva, en el departamento del Huila y Chaparral, en Tolima.Todo esto, de acuerdo con el documento emitido por las autoridades, ante el aparente acondicionamiento de una camioneta marca Ford, con explosivos que podría ser utilizada por grupos de delincuentes para adelantar atentados terroristas en Colombia.Incluso; en el radiograma del Ejército habla, además, sobre el incremento de esfuerzos y la búsqueda de este vehículo cuanto antes para neutralizar cualquier amenaza terrorista con esta camioneta. “Que permita anticipar acciones criminales para proteger la población civil”, destaca el documento.La alerta se da a través de inteligencia de la Quinta División del Ejército y es un documento secreto; sin embargo, ya está sobre la mesa la situación para evitar que se lleve a cabo cualquier acción terrorista, sobre todo en esas seis ciudades del país.
La operación llevada a cabo por las autoridades para detener a Pablo Escobar, el delincuente más buscado en la historia del país, abarcó un periodo de 500 días, desde el 22 de julio de 1992 hasta el 2 de diciembre de 1993, fecha en la que 'el capo' fue abatido.A treinta años de este acontecimiento, Caracol Televisión transmitirá el domingo, 3 de diciembre, después de Los Informantes, el documental '500 días de Escobar, la vertiginosa caída del capo'. Este documental exhibe, a través de imágenes de archivo y testimonios de la época, todo el proceso de la captura del narcotraficante. Camilo Chaparro, periodista que en ese momento trabajaba en el periódico El Tiempo, y que siguió de cerca las atrocidades de Escobar, habló en Sala de Prensa Blu con Juan Roberto Vargas, sobre la cadena delincuencial que se encabezó el llamado capo."Son muchos los recuerdos y todos trágicas. Nunca se me olvidará el carro bomba en cerca el parque de la 93 con 15, donde ponen el carro bomba y llega un señor que parquea su camioneta y pasa al centro comercial que todavía existe ahí. Allí dejó a su hija menor, de cinco años en la camioneta y los bandidos, estos terroristas colocan el carro bomba al lado de la camioneta de él. Es una imagen que a mí nunca jamás he podré borrar nunca ningún, a mí me tocaron todos los carros bombas de Bogotá, todos, todos los cubrí del primero una noche en la 72 con Séptima frente a una pizzería que fue el que menos daño hizo, el del Minuto de Dios, el del centro internacional, todos", señaló.Chaparro también habló del momento en que se conoció la muerte del capo y mencionó la reacción de sus más acérrimos enemigos, quienes festejaron la muerte de Pablo Escobar, con la que, supuestamente, se acababa la guerra de horror y zozobra en el pías. Años después la historia dirá que solo se cambiaron los nombres."Hay un un recuerdo que nunca olvido y es que en esa época no habían celulares, no habían redes sociales, no había internet, no teníamos como entrar redes. Tenía el beeper de Gilberto Rodríguez Orejuela, que era el enemigo número uno de Pablo Escobar, y yo lo cubrí a él y nunca se me olvidará que como 10 minutos después de que la noticia se conoce, él me llama (...) Nunca se me olvida que él me llama llorando. Gilberto Rodríguez Orejuela me llama llorando y me dice esta frase me dice "Hoy le puedo decir que tengo la certeza que voy a morir de viejo y no asesinado. Acaba de morir mi peor enemigo". O sea, esa esa frase de ellos celebrando la muerte de su peor enemigo y reconfirma de la noticia. No se me olvida", señaló.Además, contó los detalles de la guerra que mató a cientos de personas víctimas de una guerra que, a 30 años de la muerte de Pablo Escobar, no da tregua. Chaparro les contó a los oyentes sobre el hecho que lo marcó en una época en la que los carro bomba, las bombas, los muertos y los atentados en el país eran cosa de cada día.Finalmente, el periodista entregó una reflexión sobre lo que ha pasado en Colombia tras la muerte del más temido narcotraficante del país y mencionó que, a pesar de la muerte de Escobar, la sociedad colombiana sigue sumida en una guerra de narcos y con la zozobra de salir a las calles."El problema es el mismo o sea, hoy es fácil mirar que estamos inundados de droga, que que el narcotráfico sigue en su mejor momento, sino la historia. La historia ha cambiado a los protagonistas, pero el hecho, el cáncer que ha dañado, que ha maldecido a Colombia, sigue ahí", dijo.Le podría interesar:
Un gran jurado federal en Miami acusó este viernes al exmilitar colombiano Andrés Fernando Medina Rodríguez de conspiración para asesinar a miembros de fuerzas de seguridad de Estados Unidos, durante un atentado cometido en el país latinoamericano en 2021.El capitán pensionado, de 39 años, tuvo el viernes su primera comparecencia en un tribunal federal de Miami, en el sur de Florida, tras ser extraditado de Colombia para que responda a una acusación en su contra emitida en EE.UU. el año pasado, por cargos que incluyen intento de asesinato contra oficiales estadounidenses.De acuerdo a la acusación de la Fiscalía federal, el 15 de junio de 2021, Medina Rodríguez hizo detonar un carro bomba en la sede de la Brigada 30 del Ejército colombiano en la ciudad de Cúcuta y dejó heridas a 36 personas, entre ellas tres efectivos militares de Estados Unidos.Para cometer este atentado, el exmilitar había utilizado su condición de oficial del Ejército colombiano con baja médica para acceder y vigilar la base, labor en la que "tomó fotografías y videos de las áreas donde se encontraban principalmente los soldados del Ejército estadounidense", señaló la Fiscalía.Posteriormente, Medina Rodríguez y sus cómplices adquirieron una camioneta que luego condujeron a Venezuela, "donde fue equipada con los explosivos", según la Fiscalía.Con anterioridad, las autoridades colombianas aseguraron que Medina Rodríguez fue el autor intelectual de ese atentado, y también del intento de asesinato del entonces presidente de ese país, Iván Duque, perpetrado diez días después.El 25 de junio de 2021, seis disparos impactaron el helicóptero presidencial -en el que viajaban Duque, dos de sus ministros y varios funcionarios regionales, que salieron ilesos- cuando se aproximaba a Cúcuta, capital de Norte de Santander y fronteriza con Venezuela.Medina, un militar con alta formación y piloto de helicópteros, fue retirado del servicio por una enfermedad en 2016 tras 12 años de servicio.Fue detenido tras ser señalado como al autor intelectual de ambos ataques, y también fueron arrestados 10 disidentes del Frente 33 de las FARC.Vea también
Un devastador atentado con carro bomba en la vía que conecta Tame, Arauca, con Hato Corozal, Casanare, dejó un saldo trágico de dos personas muertas y seis militares heridos. La explosión ocurrió cerca de un puesto de control del Ejército, donde un vehículo cargado con explosivos fue activado de manera violenta.Juan Villate, personero de Tame, Arauca, habló en Noticias de la Mañana sobre la situación que vive el municipio tras el atentado con un carro bomba registrado este viernes.“Es un ambiente de zozobra, de mucha tristeza y de miedo. Caben escenarios de masacres, de enfrentamientos entre la fuerza pública y grupos armados irregulares, uso de carros bombas, secuestros de manera continua, retenes ilegales es el mismo; horas antes de este carro bomba fue asesinado un adolescente que hacía poco había cumplido 18 años. El mismo ELN, autor armado que habló del cese al fuego que no se ha visto reflejado”, indicó.Tras el hecho, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) se desplazó al lugar del atentado para realizar los actos urgentes y dar inicio formal a la investigación del hecho. El objetivo es identificar a los responsables de este acto terrorista que ha causado dolor y conmoción en la comunidad de Tame y sus alrededores."Creemos que es una respuesta de las disidencias a la retoma de operativos por parte de la fuerza pública. Esta es una forma de terrorismo totalmente repudiable", finalizó el personero.Escuche la entrevista completa:
La Procuraduría citó a juicio disciplinario a siete miembros del Ejército Nacional por presunta omisión en las labores de control de seguridad, que posiblemente permitieron que los autores del atentado contra la Brigada 30 en Cúcuta pudieran acceder a la instalación y detonar un carro bomba.El acto terrorista se registró el pasado 15 de junio de 2021 en la capital nortesantandereana. Por los hechos, fue condenado a 30 años de cárcel alias ‘Aureliano’, presunto integrante de las disidencias de las Farc.La diligencia donde se escuchará a los uniformados continuará el próximo 24 de noviembre. Los llamados a declarar son el entonces comandante de la Brigada, el coronel Ilvar Orlando González Villamil, al coronel jefe del estado mayor y segundo comandante, Pedro María Vega Losada, el coronel Carlos Andrés Sarmiento, el mayor César Carrero Salcedo, el sargento viceprimero comandante de Guardia Cantón Militar San Jorge, Mario Andrés López Roque; y el cabo segundo de guardia, Óscar Leonel Pava Caviedes.Hace un mes, el Ministerio Público también informó del procesamiento del sargento viceprimero Luis Eduardo Espejo López, entonces comandante de guardia; sin embargo, en el más reciente comunicado su nombre fue omitido.Los militares investigados habrían omitido llevar a cabo los correspondientes controles se seguridad que posiblemente permitieron que los autores del atentado pudieran ingresar la camioneta con explosivos, utilizada para el atentado, que por fortuna no cobró vidas, pero dejó 36 personas heridas.A finales de octubre pasado, la Fiscalía condenó por el atentado terrorista a Aurelio Suárez, alias ‘Aurelio’; según las autoridades esta persona fue también uno de los autores intelectuales del atentado contra el helicóptero del expresidente Iván Duque, caso en el que también aceptó su responsabilidad.Alias ‘Aurelio’, fue la persona que, con ayuda de campesinos de la región, logró bloquear un sector conocido como Aguasal para que la camioneta blanca utilizada para el atentado pudiera pasar sin contratiempos y llegar a la zona de frontera con Venezuela, donde fue acondicionada con explosivos para perpetrar el acto terrorista.Le puede interesar:Escuche el podcast El Camerino:
Aurelio Suárez Pérez, conocido como alias ‘Aurelio’ y quien según las autoridades es uno de los autores intelectuales del atentado contra el helicóptero del presidente Iván Duque, aceptó su responsabilidad en el atentado cometido contra la brigada 30 del Ejército, en Cúcuta, el pasado 15 de junio de 2021 y deberá cumplir una condena de 30 años y 4 meses de cárcel.Alias ‘Aurelio', presuntamente uno de los cabecillas del frente 33 de las disidencias de las Farc, fue candidato a la alcaldía de El Tarra, además, tenía condición de persona protegida por la Unidad Nacional de Protección (UNP), por ser expresidente de la Junta de Acción Comunal de una vereda del corregimiento La Gabarra de Tibú, y se hacía pasar como una persona influyente en la región, muchos no sabían de su prontuario criminal.Según las investigaciones, los campesinos de la región lo ayudaron a bloquear un sector conocido como ‘aguasal’ para que la camioneta blanca utilizada para el atentado pudiera pasar sin contratiempos y, de tal manera, llegar a zona de frontera con Venezuela, donde fue acondicionada con explosivos para el acto terrorista.Esta fue la décima captura de alias ‘Aurelio’ y luego lo judicializaron el 7 de noviembre de 2021. La Fiscalía también comunicó que el implicado aceptó su responsabilidad en los delitos de concierto para delinquir, terrorismo, homicidio en grado de tentativa, daño en bien ajeno; y fabricación, tráfico y porte de armas de uso restringido de las Fuerzas Armadas o explosivos.Casi un año después, este 3 de noviembre, se conoció la condena en su contra, que se convierte en la primera relacionada con el ataque contra la brigada 30 del Ejército Nacional, que dejó 44 personas heridas entre militares, funcionarios y civiles.El documento de la Fiscalía también evidenció que alias 'Aurelio' conocía a la perfección el rol que cumpliría cada una de las personas involucradas en el atentado.Vea aquí:
Este viernes en horas de la noche la Policía Nacional reportó la existencia de un vehículo camioneta con explosivos. El vehículo proveniente del municipio de El Tambo, Cauca, iba a ser utilizado para atentar contra una instalación de la Policía Nacional en zona urbana de Popayán.Según las autoridades con este carrobomba con 28 kilos de explosivos, se pretendía realizar un atentado terrorista contra el CAI La Estancia, el cual afectaría el hospital San José, Clínica la Estancia, colegio Nuestra Señora del Carmen, colegio las Bethlemitas y el sector residencial.Le puede interesar:Según expertos el poder de destrucción de esta cantidad de explosivos es de 800 metros a la redonda. Las autoridades lograron desactivar de manera controlada la carga explosiva. La detonación pudo causar una tragedia.Escuche el podcast “Zorros y Erizos” y conozca los cambios que vendrán para varios políticos después de este 7 de agosto:
Cúcuta fue escenario esta semana de un cruel atentado en el que murieron tres personas: dos policías y un civil. Se trata de un nuevo acto de violencia que se registra en la capital de Norte de Santander, después del ataque al helicóptero en el que viajaba el presidente Iván Duque y del carro bomba en la Brigada 30 del Ejército.Iván Díaz, experto en seguridad nacional, aseguró en Sala de Prensa BLU que Cúcuta es un punto importante para las estructuras criminales por su ubicación. Además, no descartó que el reciente atentado sea un mensaje de la Segunda Marquetalia por las recientes muertes de ‘Romaña’ y ‘El Paisa’.“Cúcuta es un punto de una importancia estratégica para las estructuras criminales. La economía legal e ilegal es la mas grande de la región de la frontera. (…) Desgraciadamente se ha convertido en el escenario sistemático de la retaliación”, dijo Díaz.En cuanto a la posible relación de los atentados y la Segunda Marquetalia, agregó: “Aparentemente sí, habrá que esperar las ultimas pesquisas, que se trata de la Segunda Marquetalia haciéndose sentir en la zona y enviando un mensaje; sin embargo, hay que pensar en qué tantas oportunidades les estamos dando, al Estado le corresponde ver cómo lo prevenimos y bloquear esas intensiones terroristas”.Por su parte, Edgar Allan Niño, docente de la Universidad de Pamplona, manifestó que la violencia en la frontera no es un problema estructural, sino coyuntural, “esto es una consecuencia”“Acá no tenemos una industria fuerte, no es suficiente para el éxodo que ha generado la migración y también la migración interna que tenemos en Norte de Santander y todo se está agrupando en la zona metropolitana. Una ciudad con una población como la que tiene Cúcuta necesita oportunidades”, dijo.En ese sentido, añadió: “Las organizaciones aprovechan esa situación para trata de blancas, para contratar sicarios, para aprovechar las necesidades de las personas que no tienen oportunidades. (…) Acá tenemos tres grupos insurgentes visibles, disidencias, ELN y Los Pelusos tienen alta incidencia en la parte norte del departamento”.Escuche la entrevista completa en Sala de Prensa BLU:
La Procuraduría formuló pliego de cargos y citó a juicio disciplinario a siete militares del Ejército, por su presunta omisión en la aplicación de los controles de seguridad al interior del cantón militar San Jorge en Cúcuta, el pasado 15 de junio, cuando fue activado un carro bomba al interior de esa instalación militar.La decisión disciplinaria cobija al comandante de la Brigada 30 del Ejército Nacional con sede en Cúcuta para la época de los hechos, coronel Ilvar Orlando González Villamil, a otros tres oficiales y tres suboficiales: el jefe de Estado Mayor Conjunto y segundo comandante de la Brigada 30, coronel Pedro María Vega Losada; el comandante del Batallón de Apoyo y Servicios de Cúcuta, teniente coronel Carlos Andrés Sarmiento Gutiérrez, y el oficial de operaciones de esa misma unidad, mayor César Alexander Carrero Salcedo.También fueron llamados el comandante de guardia en la fecha del atentado, sargento viceprimero Luis Eduardo Espejo López; el suboficial de administración, sargento segundo Mario Andrés López Roque, y el cabo segundo Óscar Leonel Pava Caviedes, quien prestaba su servicio en la entrada principal del cantón San Jorge el día de los hechos.A juicio del Ministerio Público, al parecer no se habrían adoptado las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad de las instalaciones de la Brigada y del personal que allí labora, entre otras, ya que, no se habría ordenado la disposición de un soldado apoyado por un canino antiexplosivos, situación que “según los protocolos y guías de seguridad, hubiera sido un elemento fundamental para la detección de explosivos”.La Procuraduría señaló en el caso el comandante de la Brigada 30 que “debió gestionar, adelantar, facilitar, en fin, suministrar lo requerido por el BASPC (Batallón de Apoyo y Servicios de Cúcuta) para suplir la necesidad planteada y ampliamente documentada sobre los binomios caninos para el control de ingresos de vehículos y correspondiente inspección a fin de detectar en ellos presencia de explosivos y de esa forma, garantizar el servicio de guardia y seguridad del gran establecimiento militar, en el cual no solo se ubica el batallón BASPC, sino todas las unidades incluso, agregadas al referido cantón”.Por esos hechos, el órgano de control calificó la presunta conducta del coronel González Villamil, de los sargentos Espejo López y López Aguirre, así como del cabo segundo Pava Caviedes como una falta grave cometida a título de culpa.En el caso del coronel Vega Losada, el teniente coronel Sarmiento Gutiérrez y el mayor Carrero Salcedo, el Ministerio Público calificó su presunta conducta como una falta gravísima cometida a título de dolo.Siga y escuche la Intérprete en Spotify: