El ejercicio del periodismo serio y objetivo debe ser defendido por la sociedad para preservar esos valores ante el surgimiento de medios digitales al servicio de ideologías o de intereses políticos, plantearon los participantes en el Hay Festival que se celebra en Cartagena de Indias. El papel de la prensa tuvo un protagonismo en la segunda jornada de este encuentro cultural en momentos en que esta profesión es cuestionada como nunca antes por los círculos del poder, incluso en países tradicionalmente respetuosos de esta libertad, como Estados Unidos, tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump. "La gente cada vez cuestiona más el periodismo", dijo el director de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Jaime Abello Banfi, quien recordó que, al día siguiente de asumir el poder, Trump dijo que los periodistas están "entre los seres humanos más deshonestos de la Tierra". En su opinión, el nuevo mandatario "una de las cosas que quiere hacer es acabar con el prestigio del periodismo tradicional" aprovechando el crecimiento de la audiencia de medios digitales en los que muchas veces se recurre a los "fake" (falsedades) o también a los "trolls" (gente que genera ruido en las conversaciones para distraer la atención), de los que dijo que actúan como "ejércitos organizados de intervención". En ese sentido, la victoria de Trump puede leerse como una derrota de la mayor parte de la prensa tradicional estadounidense, o como una victoria de medios digitales como el sitio de noticias Breitbart News, que dirigió hasta hace unos meses Stephen Bannon, conocido por su ideología conservadora radical. Por esa razón, tanto Abello como la periodista mexicana Carmen Aristegui, con quien participó en un coloquio en el Teatro Adolfo Mejía, abogaron por reivindicar la importancia de la prensa tradicional, no en el sentido del medio en que se publica sino en el de la veracidad de lo que se dice. "Creo que la sociedad y los periodistas debemos reivindicar esa tarea profesional porque los ciudadanos aprecian y valoran la tarea de un medio que se hace cargo de lo que dice", afirmó Aristegui. La periodista mexicana señaló que el periodismo de verdad es "una responsabilidad profesional que no debemos dejar como secundaria" pues en el mundo "hay que hacer valer lo que significa efectivamente ser periodista con rigor profesional" para poder decir qué es noticia de verdad y qué no es más que especulación. Aristegui se refirió a la "migración masiva" de consumidores de medios tradicionales, sean prensa, radio o televisión, hacia nuevas plataformas, lo que no quiere decir que eso sea malo, pues incluso ella creó el portal Aristegui Noticias, sino que muchas veces algunos de esos nuevos medios se surten de contenidos no siempre fiables. "Efectivamente hay una masiva presencia de ciudadanos alimentándose a través de las redes sociales" en donde muchas veces se encuentran con "contenidos que no pasan por los filtros básicos del periodismo o del rigor académico y que instalan como ciertas informaciones y datos que pueden ser descabellados y que forman parte de una realidad paralela", algo que ya ha recibido el nombre de "postverdad", explicó. Aristegui, ganadora de varios premios internacionales de periodismo por su independencia y rigor en la investigación, celebró la "libertad absoluta" que permite "que la gente pueda decir lo que se le dé la gana", pero alertó sobre el riesgo de "que en ese ejercicio se puedan colar intenciones perversas que logran desviar la comunicación espontánea de la sociedad". Citó como ejemplo el caso de Wikileaks y de su fundador, Julian Assange, que filtró una cantidad nunca antes de vista de documentos clasificados que permitieron a periodistas de todo el mundo acceder a informaciones reservadas de EE.UU., pero por su volumen, sin una selección previa que permitiera hacer una jerarquización informativa. "Ocurrió un desastre informativo, una indigestión, porque no es lo mismo enterarse de una información extraída de un universo inmenso que decirle a los usuarios pasen a verlo en directo y en grupo", dijo Aristegui. Por eso, consideró que el mundo digital "acaba siendo esa gran herramienta que puede servir para recordar a la sociedad el papel de los periodistas", apuntó.
Producto de la denuncia, la propia Universidad Panamericana anunció que revisará el texto que Peña Nieto escribió a sus 25 años para obtener su licenciatura en Derecho. “Estamos en una investigación que la realizó originalmente un grupo de expertos e historiadores en mi país, realizaron la revisión de la tesis de Peña Nieto, que se llama ‘El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón’; la revisaron parrado por párrafo y con una suerte de temor de su parte pidieron no darla a conocer ellos mismos”, explicó Aristegui. El trabajo de Peña Nieto fue comparado con obras del historiador Enrique Krauze o la académica de la Universidad de Nuevo México Linda Hall, entre otras personalidades, y se encontró, según el reportaje, que casi el 29 % del contenido del texto del ahora presidente mexicano, presentado en 1991, fue "robado de obras de otros autores". Es decir, 197 de sus 682 párrafos provienen de textos de, al menos, una decena de autores a los que el presidente no cita o ni siquiera menciona en la bibliografía del trabajo. El más grave de los plagios, explicó Aristegui, es el de cerca de 20 párrafos de un libro de Derecho constitucional escrito por el expresidente Miguel de la Madrid en 1977. “Lo copió tal cual estaba en el libro, es el más grave (de los plagios) porque a Miguel de la Madrid le roba los párrafos pero ni siquiera lo cita en la bibliografía, a los otros autores los plagia y cita en la bibliografía indistintamente”, añadió. La periodista señaló también que la legislación mexicana no contempla sanciones para este tipo de hechos, pues es un episodio “que se ubica en el territorio de la academia, la ética y el perfil de un personaje como Peña Nieto (…) que nos hablan del perfil de un presidente con un nivel académico e intelectual bastante menor al que esperaríamos de un presidente de México”.