El presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, Guillermo Herrera, manifestó su preocupación frente a los anuncios de Fonvivienda, los cuales afectan al programa Mi Casa Ya ."Las medidas adoptadas le dan un fuerte golpe al programa y nuevamente generan incertidumbre tanto para los hogares beneficiados, como para el sector constructor", manifestó el presidente de Camacol.En diálogo con Mañanas Blu, Herrera advirtió sobre los primeros efectos que se podrían producir con la suspensión del subsidio por parte del Gobierno nacional. De acuerdo con Guillermo Herrera, la decisión de suspender los subsidios a la tasa de interés generará un impacto negativo en miles de familias que esperaban este apoyo económico para adquirir vivienda de interés social. "La realidad es que estamos hablando de aproximadamente 40.500 familias que se ven afectadas por esta decisión, y esto tiene un impacto real en su calidad de vida."Aumentos de más del 30 % en cuotasCon los subsidios suspendidos, las cuotas hipotecarias podrían aumentar drásticamente. "Un hogar que accede a un crédito hipotecario podría ver su cuota mensual aumentar hasta un 30%, una carga financiera que puede convertirse en insostenible", explicó. En ese sentido, Herrera dio un ejemplo para entender la complejidad de la del impacto: "Hagamos de cuenta que un hogar compra una vivienda de interés prioritario, una vivienda de noventa salarios mínimos, que es una vivienda que cuesta 117 millones de pesos. Ese hogar, con mucho esfuerzo durante cinco años o más, empezó a juntar plata, plata, plata para pagar la cuota inicial, no el ahorro mínimo, que son unos 23 millones de pesos, lo que ha de poner, pero estuvo años haciendo eso. El hogar se presenta al programa y se gana el subsidio a la cuota inicial, que es de 39 millones de pesos y le queda un crédito aprobado por 54 millones de pesos, con las tasas de hoy de un 12 % promedio ese hogar, con ese subsidio a la cuota inicial. Con ese crédito y con la cobertura de la tasa de interés, tiene que pagar una cuota de 480 mil pesos mensuales, más o menos. Como le quitaron ahora ese beneficio, resulta que al hogar la cuota le sube de 480mil a unos 640 mil pesos, es decir, mucho más de 150 mil pesos mensuales". Impacto en la construcción de viviendas nuevas Herrera destacó la importancia de mantener la construcción de vivienda formal en Colombia. "La suspensión de subsidios impacta negativamente en la iniciación de nuevas unidades de vivienda, que es lo que genera empleo. Hasta noviembre, ya habíamos visto una caída del 16% en este sector."La dimensión del programa 'Mi Casa Ya' Desde su inicio, el programa 'Mi Casa Ya' ha beneficiado a más de 360.000 familias. Este programa, que ha logrado disminuir el déficit de vivienda en el país, ha dado acceso a vivienda digna a aquellos que más lo necesitan. "No podemos permitir que se detenga esta iniciativa, ya que esto resulta en más informalidad y problemas sociales en el futuro", enfatizó.En ese senito, Herrera enfatizó que el subsidio está diseñado para apoyar a los hogares más pobres. Asegura que más del 80% de las familias beneficiarias de estos subsidios son aquellas que ganan hasta dos salarios mínimos. "Este programa ha demostrado ser esencial para ayudar a las familias a evitar caer en la pobreza." Escuche aquí la entrevista:
El presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, Guillermo Herrera, manifestó su preocupación frente a los anuncios de Fonvivienda, los cuales afectan al programa Mi Casa Ya."Las medidas adoptadas le dan un fuerte golpe al programa y nuevamente generan incertidumbre tanto para los hogares beneficiados, como para el sector constructor", manifestó el presidente de Camacol.La circular del Ministerio de Vivienda, publicada el 16 de diciembre manifiesta:La suspensión de nuevas postulaciones y preasignaciones: desde la emisión de la circular, no se permitirán nuevas postulaciones ni preasignaciones para el subsidio que otorga el programa.Agotamiento de las coberturas a las tasas de interés: los cupos para el beneficio de reducción en la tasa de interés están agotados. Sin esta cobertura, los hogares beneficiados pagarán cerca del 30 % más en sus cuotas mensuales.Ante el llamado del sector de la construcción al Gobierno nacional, el presidente Gustavo Petro respondió a través de la red social X: "Guillermo Herrera es militante de Cambio Radical y su propio partido fue el protagonista por orden de Germán Vargas Lleras de hundir la ley de financiamiento del Gobierno. Prefirieron salvar las ganancias de los empresarios de los juegos de suerte y azar ilegales, que la de los empresarios legales de la construcción”.Las solicitudes de Camacol:Implementación de un régimen de transición: manifiestan que es necesario que Fonvivienda gestione los recursos necesarios para garantizar la continuidad de los subsidios y coberturas de los hogares que ya tienen compromisos adquiridos.Revisión de las decisión adoptadas: urgen al Gobierno nacional a evaluar el impacto económico y social de estas medidas, buscando alternativas que mantengan la estabilidad del programa y eviten la desaceleración en el mercado de la vivienda de interés social.El gremio de la construcción estimaba que en el 2025 creciera un 6 % la compra de vivienda de interés social y vivienda de interés prioritario.
En el cierre del congreso de la construcción de Camacol, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, hizo referencia a la situación actual del sector y aceptó que el gremio se verá afectado con la reducción del presupuesto. Por su parte, afirma que la situación fiscal en el país, afectaría a más sectores, asegurando que es una realidad que se debe afrontar.“Es evidente que hay una situación fiscal difícil que afecta a todos los sectores del país. La vivienda no es la excepción. La ministra de Vivienda se han venido reuniendo con Camacol. Se va a ver afectado el tema de los subsidios y es una realidad que hay que afrontar y hay que ver soluciones para recuperarla el ritmo de crecimiento de la actividad de la construcción que es fundamental para el país”, concluyó el jefe de la cartera de Gobierno.Por su parte, con esta afirmación, confirma la preocupación que ha plantado Camacol, gremio de construcción, cuando enfatiza que el sector viene en bajada por la falta de atención a los proyectos VIS y la poca iniciación de proyectos por la falta de manos de obra y más con la reducción de subsidios que pasó de 50.000 a 21.000 por año.Justamente, el ministro Cristo también habló de lo que podría suceder con la ley de financiamiento; afirmando que es una discusión que debe hacerse en país para financiar los 12 billones de pesos faltan en el país. Ante esto, el ministro también pidió a las comisiones de senado encargadas del proyecto, que tengan intención de cambiar su postura negativa a que sea vista con proyección positiva. Asimismo, afirmó que con el paso de la ley de financiamiento, el sector de la construcción podría verse beneficiado con los recursos de los subsidios de vivienda, por lo cual hace un llamado a los detractores del sector para que dejen fluir la conversación del proyecto, que de no hacerlo, muchas más sectores tendrían que detenerse. Cerró asegurando que si la ley no se aprueba para el 2025 el recorte debe hacerse de manera manual.
Cifras de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) indicaron que, en 2023, se dio un aumento del 109 % en el abandono de comprar de inmuebles del país, de 14.228 a 29.800 en comparación con el año anterior. Según datos de Duppla, empresa dedicada al tema de vivienda, esto se debe a que "la incertidumbre económica, las fluctuaciones en las tasas de interés y la negativa de los bancos a otorgar créditos hipotecarios, sumados a un escenario ya complicado", son algunos factores.Entrar al mercado y ofrecer alternativas para que las personas puedan apostar por el "riesgo" de tener vivienda propia en Colombia sin importar la edad. Por ejemplo, existen proyectos como el de Grupo Pegasus en Medellín en donde ofrecerá 1,000 habitaciones para adultos mayores con una inversión de $260,000 millones en el 2025, buscando nuevas oportunidades. Iniciativas que deben potenciarse en otras ciudades y darles cabida a más segmentos.El envejecimiento en Colombia es una realidad inminente. Según el DANE, para 2050, un cuarto de la población será mayor de 60 años. Este tipo de proyecto ayudan, ofreciendo no solo vivienda, sino también servicios que mejoren su calidad de vida. Pero también deberá ser importante centrar la atención en los más jóvenes para que puedan contar con vivienda propia.La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) ha alertado sobre una posible crisis en el sector, advirtiendo que la caída en las ventas y los desistimientos podrían reducir drásticamente los inicios de obra en vivienda de interés social (VIS) en 2025. Esta situación pone en riesgo más de 200.000 empleos.
Es reiterado el llamado del gremio de la construcción para que el Gobierno esté presente en la situación actual de proyectos de vivienda y la compra de la misma en el país. Desde Camacol, afirman que el Gobierno no ha cumplido con los acuerdos plantados desde el gremio y el Ministerio de Vivienda para darle prelación a los proyectos de vivienda y la aplicación de los subsidios de compra para estratos bajos.Por su parte, el presidente del gremio, Guillermo Herrera, aseguró que las cifras son preocupantes con relación al 2023 y 2022. De acuerdo con cifras del Dane, se evidencia un -8 % en el nivel de ventas de los últimos 12 meses hasta septiembre y un -44% en el nivel de comercialización y mercado de ventas a relación del 2022.“Hemos venido hablando de planes de reactivación, pero más allá de los 50.000 subsidios planteados en el plan de desarrollo, necesitamos un mecanismos para recuperar la caída en la comercialización de vivienda y las iniciaciones de obra que ya están pasando cuenta de cobro en la generación de empleo”, concluyó el presidente de Camacol, Guillermo Herrera.Por otro lado, hizo énfasis en que las decisiones del Gobierno perjudican los comienzos de proyectos de obra como la aplicación de aranceles al hierro, que según la Andi, el costo de producción podría aumentarse al 1% y la poca viabilidad de los fondos de ahorro de vivienda en lo que no hay recursos suficientes.Concluyó el llamado afirmando que el Gobierno debe claridad de la realidad de la ejecución de los acuerdos, justamente en el Congreso que reúne a los principales actores de la construcción que se han visto afectados.
La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), seccional Santander, destacó el positivo comportamiento del mercado inmobiliario en Bucaramanga y su área metropolitana, un entorno propicio para la inversión y la compra de vivienda que mantiene altas expectativas de crecimiento. Entre los factores clave, señalaron la reciente disminución de la tasa del Banco de la República y el papel que jugará la banca comercial en facilitar el crédito hipotecario, lo que representa una oportunidad estratégica para el sector edificador.A pesar de la inflación a nivel nacional, la construcción de Vivienda de Interés Social (VIS) continúa siendo el motor del sector inmobiliario en Santander. Según Camacol, en el área metropolitana de Bucaramanga más del 60% de los proyectos de vivienda pertenecen a esta categoría, ofreciendo unidades accesibles para la población con un tope de adquisición de 150 SMMLV, de acuerdo con la normativa vigente para áreas urbanas de más de un millón de habitantes.Actualmente, la región cuenta con una oferta superior a las 6.800 unidades de vivienda, de las cuales 6.556 están en Bucaramanga, Girón, Floridablanca y Piedecuesta, con opciones que van desde los 26 hasta los 405 metros cuadrados.Durante 2024, el mercado inmobiliario local ha comercializado 3.867 viviendas, de las cuales un 68% corresponden a VIS, en contraste con un 32% en otros segmentos. Este movimiento ha impulsado un aumento anual del 13.5% en el precio promedio por metro cuadrado, resaltando la confianza en el sector.Para dinamizar aún más el mercado y visibilizar la oferta inmobiliaria, Camacol organiza la 18° Feria Inmobiliaria, que se llevará a cabo el 16 y 17 de noviembre en Neomundo. Este evento contará con la presencia de destacadas constructoras y entidades financieras que ofrecerán opciones de inversión con ubicación privilegiada, precios competitivos y facilidades de financiación.Silvia Catalina Rey, Gerente de Camacol Santander, resaltó el compromiso de la industria con la sostenibilidad en la región.“Nos enorgullece saber que en el área metropolitana de Bucaramanga tenemos un proyecto certificado LEED for Cities & Communities, además de proyectos EDGE Advanced, los cuales representan ahorros de más del 40% en recursos. La vivienda sostenible ya es una realidad en Santander, incluso en el segmento de interés social”, dijo.
Junto con los 50 millones de los bonos de biodiversidad para el financiamiento de los proyectos que mitiguen el impacto ambiental en la biodiversidad, Camacol confirmó que hay más de 10 millones de metros cuadrados asegurados para los proyectos de vivienda en el país. Sin embargo, justo con esa confirmación, existe la preocupación de proyectos de hábitat que no se constituyen como vivienda formal, hablando específicamente de invasiones o terrenos no adquiridos para la construcción.Sobre esto, desde Camacol insisten en que es necesario formalizar el licenciamiento de la vivienda, ya que con cifras expuestas por la Universidad Nacional, el 50 % del país en temas de vivienda sería de origen informal. Además, afirman que es necesario conocer de primera mano las acciones del Ministerio de Vivienda, que, según ellos, ha adelantado el levantamiento de los asentamientos a nivel nacional. De acuerdo con cifras de un estudio hecho por la Cámara Colombiana de la Construcción, solo 3 millones de viviendas construidas, cerca de 1,6 millones son construidas de manera informal.“En los próximos 10 años se van a quedar por ahí 3.000.000 y medio de hogares en las ciudades, casi 350.000 por año. El mejor año hicimos 200.000 viviendas, o sea que cubrimos el 80 %. No de esos hogares que se van formando cada año, si bajamos a 100.000 o a 70.000, pues vamos a tener un problema más adelante, porque vamos a llegar básicamente a que 6 o 7 de cada vivienda que se generan en el parque no residencial del país”, asegura Guillermo Herrara, presidente de Camacol.El dirigente también afirma que, en el marco del congreso de Construcción que se dará en Barranquilla, es necesario que el Ministerio de Vivienda y los accionistas lleguen con propuestas para mejorar el acceso a la vivienda en el país, cifra que se ha visto afectada por la falta de empleabilidad y la poca accesibilidad a las VIS.
El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo , liderado por el ministro Luis Carlos Reyes, ha tomado medidas para proteger la industria del acero nacional. Con la implementación de aranceles de hasta un 30% en ciertos productos , el Gobierno busca defender el empleo y la producción local frente a una creciente importación de acero de países como China, Rusia y Turquía.En una entrevista con Néstor Morales en Mañanas Blu, Reyes explicó los motivos detrás de estas decisiones y afirmó que el impacto en los costos de construcción de vivienda será mínimo, en respuesta a las preocupaciones del sector constructor.Una protección a la industria nacional del aceroSegún el ministro Reyes, la política de salvaguardias y aranceles tiene como objetivo defender la producción local ante la competencia internacional, que se beneficia de subsidios en sus países de origen. "El sector siderúrgico nacional se enfrenta a la competencia de acero importado que, en muchos casos, recibe subsidios en sus países. Esto distorsiona los precios y coloca en desventaja a nuestra industria", afirmó Reyes. Este movimiento, argumenta el Gobierno, no solo garantiza la continuidad de empleos en empresas como Acerías Paz del Río, sino que también busca un desarrollo más sostenible de la industria.Para Reyes, la protección del mercado del acero es estratégica: se espera que a largo plazo la industria nacional pueda evolucionar hacia la producción de aceros de alto valor agregado y bajo impacto ambiental. "Estamos evaluando el desarrollo de una planta de aceros planos, que hoy no producimos en el país, para abastecer sectores clave como el automotriz y el de electrodomésticos", reveló el ministro. Este proyecto, estimado en una inversión de 500 millones de dólares, plantea una oportunidad para la transformación productiva de la industria siderúrgica en Colombia.El impacto sobre el sector de la construcción será moderado, asegura ReyesAunque el sector de la construcción ha expresado su preocupación por el aumento de costos en materiales derivados de estas medidas, Reyes asegura que el impacto no será significativo. "Una vivienda de interés social valorada en 100 millones de pesos podría experimentar un incremento de apenas 500.000 pesos, o en escenarios extremos, un millón y medio más", explicó el ministro. Esta diferencia, si bien es importante para los compradores, no debería causar un encarecimiento masivo en el mercado inmobiliario, según la estimación oficial.El Gobierno subraya que la mayor parte de los productos afectados por estos aranceles son específicos y no incluyen todos los tipos de acero, permitiendo que el sector constructor continúe importando aquellos productos no disponibles en el país. "La salvaguarda no cubre todos los aceros. Por ejemplo, los aceros planos, que no producimos aquí, seguirán siendo importados sin aranceles adicionales", detalló Reyes.¿Autosuficiencia en la producción de acero?Uno de los cuestionamientos surgidos durante la entrevista fue la capacidad de Colombia para abastecer la demanda interna de acero. Reyes reconoce que si bien el país produce algunos tipos de acero como el alambrón y las barras de acero, depende de la importación para otros tipos de productos. "No somos autosuficientes en todos los tipos de acero. Hay aceros, como los planos, que necesitamos traer del exterior porque no los fabricamos aquí", aseguró el ministro.La dependencia de importaciones ha sido uno de los puntos de tensión entre el gobierno y el sector constructor. Sin embargo, Reyes enfatizó que el ajuste en los aranceles solo afecta a productos específicos y a países sin Tratados de Libre Comercio (TLC) con Colombia. Esto limita las restricciones a aquellos países que, como China, Turquía y Rusia, representan una competencia considerable para la industria nacional.La producción de acero verdeUno de los proyectos más ambiciosos del Ministerio de Comercio es el desarrollo de una planta de aceros planos con capacidad para exportar y reducir la huella de carbono de la producción siderúrgica en el país."Queremos apostar por aceros verdes que minimicen las emisiones de carbono en su proceso de fabricación. Esto no solo beneficiará al sector del acero, sino que también contribuirá al compromiso de Colombia con el desarrollo sostenible", puntualizó el ministro.Para llevar a cabo este proyecto, el gobierno busca el apoyo del sector privado y evalúa diversas políticas de incentivo. De concretarse, la planta podría representar un salto cualitativo en la capacidad industrial del país, así como una disminución de la dependencia de las importaciones de acero.Una medida a favor de la industria, con impactos limitados para el consumidorEn conclusión, el Ministerio de Comercio de Colombia sostiene que las salvaguardias al acero son una medida necesaria y equilibrada, pensada para favorecer la industria nacional sin afectar de manera drástica los precios en el sector de la construcción. Para Reyes, las críticas sobre un posible impacto negativo en el costo de las viviendas están infundadas: "El incremento será mínimo y, en cambio, los beneficios para la industria y el empleo son sustanciales".Camacol alza la manoPor su parte, el presidente de Camacol Guillermo Herrera, sostuvo en Mañanas Blu que los efectos serán mucho mayores.Según Camacol, los aranceles a productos como el alambrón de acero, hierro y aluminio, podrían incrementar los costos de construcción hasta un 3%. Herrera señaló que el acero representa hasta el 25% del costo de construcción, por lo que las subidas de aranceles son significativas.Herrera advirtió que estos aumentos en los costos podrían tener graves repercusiones en la economía colombiana, y provocar la pérdida de decenas de miles de empleos."Estas medidas aumentan enormemente la presión sobre el sector constructor y pueden afectar gravemente las tasas de empleo de la industria", explicó.¿Protección para quién?Aunque la intención de los aranceles es proteger a la industria del acero local, el presidente de Camacol, dijo qu ela realidad es que puede estar en juego el equilibrio de la industria de la construcción. Proteger un sector a expensas del otro puede derribar los equilibrios económicos y tener efectos lejos de lo deseado, enfatizó.Efectos potenciales del aumento de aranceles al acero, según Camacol:Aumento de los costos de construcción hasta en un 3%.Pérdida de decenas de miles de trabajos de construcción.Posible reducción en el ritmo de construcción de viviendas.Impacto en l economía a través de una disminución en las ventas de viviendas.Efecto dominó en otras industrias que dependen de la industria de la construcción.
Según la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, la disminución en los recursos disponibles en materia de subsidio de vivienda es una de las principales preocupaciones pues generaría una reacción en cadena con más afectaciones en temas de empleo.Y es que las cuentas del sector muestran que el presupuesto para programas de vivienda se reduciría en un 39 % pasando de $4,3 billones en 2024 a $2,66 billones en 2025, lo que significaría pasar de 50.000 subsidios a 20.500, de los cuales 6.000 ya están preasignados.“La principal preocupación del gremio es que la menor disponibilidad de subsidios vuelva a generar un crecimiento en el número de hogares que deben desistir de la compra de su vivienda. Esto necesariamente afectará los ritmos de obra y el empleo, en un escenario en el cual no se ha implementado el plan de reactivación del sector anunciado por el Gobierno Nacional”, detalló Guillermo Herrera, presidente de Camacol.Esto llevaría a una “bola de nieve” de efectos negativos: que la gente desista haría caer las ventas, también el ritmo de inicios de obra llegando a las 55 mil VIS en 2025 e incluso la pérdida de 200.000 puestos de trabajo durante 2025. Cabe recordar que, según el DANE, el sector de la construcción fue el que más perdió puestos de trabajo en 2024 con 84.000 plazas cerradas.En esa medida, Camacol le pide con urgencia al Gobierno nacional que implemente la política que anunció desde hace más de 15 meses de reactivación económica con prioridad en al vivienda y construcción pero que, hasta el momento, no ha surtido efectos y por el contrario, han llegado nuevos impuestos como los de productos importados de hierro, acero y aluminio.“Las salvaguardias generan incrementos significativos en los costos, lo cual prácticamente inviabiliza proyectos VIS que ya se encuentran estructurados y en proceso de venta (...) resulta contradictorio que el Gobierno celebre la adopción de unas medidas arancelarias que claramente van a seguir agravando la generación de empleo en un sector donde el 85 % de la mano de obra directa está constituida por obreros, oficiales y operarios”, puntualizó Herrera.
Preocupación en el sector de construcción de Colombia, según las cifras alarmantes que entregó la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol). Y es que, de acuerdo con el informe anual, en el mes de agosto del 2024 se registraron 84.000 puestos menos.Sin embargo, el estudio entrega más cifras sobre pérdidas de puestos en varios sectores laborales como la administración pública, que perdió 74.000, las actividades inmobiliarias con 71.000 puestos menos y las actividades financieras se redujeron a 59.000 puestos.Por otro lado, el sector en el que más aumentaron los puestos de trabajo tiene que ver con las actividades artísticas con 195.000 empleos y el comercio con 159.000.Para el gremio de la construcción es una cifra alarmante porque con esto se confirma la poca ejecución y plantación de los proyectos de vivienda en el país. Ante estos, desde Camacol le piden al Gobierno nacional avanzar en la ejecución y apropiación de recursos para ‘Mi Casa Ya’, con el cual, desde el gremio afirman, que se podría revertir la tendencia del empleoAnte esta situación, el presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción, Guillermo Herrera Castaño, alertó que era necesario implantar los 50.000 subsidios de vivienda por año pese al recorte presupuestal, pues, además, de permitir a los colombianos acceder a vivienda propia, también avanzaría y permitiría que más de 1 millones de puestos de la construcción se mantuvieran.