Los tatuajes han ganado gran popularidad en los últimos años, convirtiéndose en una forma de expresión personal para muchos. Sin embargo, entre quienes profesan la fe cristiana, surge una pregunta frecuente: ¿qué dice la Biblia sobre tatuarse? Pues se ha hablado de que podría considerarse un pecado en el ámbito sagrado.Aunque el término "tatuaje" no aparece literalmente en las Escrituras, hay pasajes que han sido interpretados en relación con esta práctica. Uno de los más citados es Levítico 19:28, que establece: "No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni marcas en la piel. Yo soy el Señor".Para algunos creyentes, este versículo es una prohibición clara contra los tatuajes. Sin embargo, otros señalan que el contexto histórico es clave. En la época en que se escribió este pasaje, estas marcas estaban asociadas a rituales paganos y prácticas religiosas de otras culturas, lo que explica su inclusión en las leyes destinadas al pueblo de Israel.Otro versículo que se menciona en este debate es 1 Corintios 6:19-20, donde se afirma: "¿No saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo? Ustedes no son sus propios dueños, porque Dios los ha comprado. Por eso deben honrar a Dios en el cuerpo". Para algunos, este texto sugiere cuidar el cuerpo y evitar prácticas que puedan dañarlo.Más allá de las interpretaciones religiosas, la Biblia también habla del libre albedrío, lo que deja la decisión final en manos de cada persona. Muchas veces, los tatuajes tienen significados profundos: honrar a un ser querido, marcar un momento especial o expresar creencias personales.¿Qué dijo el papa Francisco sobre los tatuajes?El papa Francisco se refirió a esta cuestión durante la reunión presinodal con miras al 'Sínodo de los Jóvenes' que se llevó a cabo en octubre de 2018. Allí dijo: "No se asusten de los tatuajes. Los eritreos, desde hace años, se hacían la cruz aquí (en la frente). También hoy los vemos. Se tatuaban la cruz. Sí, son exageraciones, hoy veo algunos".Finalmente, señaló que lo que verdaderamente podría marcar un pecado sería el propósito con el que se haga: "Tú, joven, que estás tatuado así, ¿qué cosa buscas? ¿En este tatuaje, a qué pertenencia te refieres?".
Día a día salen a la luz nuevos descubrimientos arqueológicos que dan vida a lo que dice la Biblia. Este es el caso de un amuleto que data del siglo V d.C., el cual es descrito como un objeto "espanta demonios", que contiene referencias bíblicas.El amuleto, elaborado con detalles minuciosos, presenta en su anverso una escena cargada de significado: el rey Salomón, una figura clave en la Biblia, aparece montando a caballo mientras atraviesa al diablo con una lanza. Esta representación resalta a Salomón como un símbolo de poder espiritual y sabiduría, atributos que lo han convertido en un referente de protección en varias tradiciones religiosas. En el reverso del objeto, una inscripción refuerza su propósito: "Nuestro señor ha vencido el mal". Además, se incluyen menciones a los cuatro arcángeles - Azrael, Gabriel, Miguel e Israfil.Ersin Celikbas, arqueólogo que lideró la investigación, destacó que este tipo de hallazgos no son comunes en la región donde fue encontrado. "No habíamos identificado piezas similares antes. Este amuleto abre una ventana al pensamiento espiritual de la época", afirmó.Celikbas también sugirió una conexión entre el diseño del amuleto y las tradiciones militares romanas y bizantinas. La figura de Salomón podría haber sido vista como un protector de los guerreros, uniendo las creencias espirituales con el contexto bélico de aquellos tiempos.¿Por qué el amuleto se considera "espanta demonios"?El objeto podría estar vinculado con el Testamento de Salomón, un texto apócrifo que narra cómo el rey recibió de Miguel un anillo con poderes sobrenaturales para someter a los demonios. Este relato combina elementos de magia y religión, reflejando una compleja cosmología donde la lucha entre el bien y el mal es central.Este amuleto no solo revela detalles de las creencias religiosas del siglo V, sino que también refuerza el papel de Salomón como un icono espiritual en diversas culturas. Su representación en este objeto conecta la Biblia con prácticas esotéricas y tradiciones antiguas, mostrando cómo la espiritualidad y la magia se entrelazaron en el imaginario colectivo de la humanidad.
En su mensaje dominical, el pastor Andrés Corson compartió una reflexión basada en la vida de un renombrado cantante cristiano que, pese a alcanzar grandes logros como ganar múltiples premios Grammy, luchó durante años con la adicción al alcohol y las heridas emocionales de su pasado. Corson relató cómo este hombre, a pesar de su fe y su influencia espiritual, enfrentó un ciclo de culpa y adicción que solo pudo romper al confrontar las raíces profundas de su dolor. “Las personas tratan de llenar su vacío interior con medicinas equivocadas, pero esas medicinas terminan siendo peores que la enfermedad”, advirtió.El pastor destacó que, aunque el cantante buscó sanidad en varias ocasiones, solo encontró verdadera libertad cuando abordó las raíces de su problema: los abusos y traumas de su infancia. Corson enfatizó la importancia de tomar responsabilidad personal para sanar el pasado y evitar que las heridas sigan dictando nuestras acciones. “El Señor hoy nos dice lo mismo: no podemos seguir culpando a otros por nuestras adicciones o errores. Aunque no podemos cambiar el pasado, sí podemos sanarlo con la ayuda de Dios”, afirmó.Citando las Escrituras, Corson recordó que Dios nunca abandona a sus hijos, incluso en medio de sus caídas: “Aunque tropiecen, nunca caerán porque el Señor los sostiene de la mano” (Salmo 37:24).Escuche la reflexión completa aquí:
En su reflexión dominical, el pastor César Castellanos invitó a los oyentes a reflexionar sobre el impacto de la lengua en la vida cotidiana. A partir del libro de Génesis, destacó que, al igual que Dios utilizó su palabra para dar orden y vida a la creación, los seres humanos tienen el poder de utilizar su lengua para edificar o destruir. “La lengua es el miembro más pequeño, pero es capaz de causar los mayores problemas o dar las mejores soluciones”, afirmó Castellanos.El pastor señaló que la lengua puede ser un instrumento para decretar bendiciones o maldiciones, dependiendo de cómo se utilice. Citó el libro de Santiago para subrayar la responsabilidad de controlar lo que se dice: “La lengua es un fuego, un mundo de maldad… contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación”. Castellanos instó a sus oyentes a practicar la visualización y la confesión positiva como herramientas de fe, compartiendo el testimonio de una mujer que, mediante la fe y la visualización, logró alcanzar un sueño personal inesperado.Escuche la reflexión completa aquí:
La Biblia, reconocida como uno de los textos religiosos más influyentes de la historia, ofrece numerosas enseñanzas sobre la moral, el perdón y la redención. Sin embargo, también plantea una advertencia clara sobre un pecado que, según las escrituras, no será perdonado por Dios.Este concepto, conocido como el "pecado imperdonable", ha generado amplios debates teológicos, llegando a ser interpretado de diferentes maneras por eruditos religiones a lo largo de los siglos.¿Qué dice la Biblia sobre el pecado imperdonable?El Evangelio de Mateo, en el capítulo 12, versículos 31-32, aborda este tema de manera explícita, donde Jesús declara: “Por tanto, les digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; pero la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero”.En este contexto, la blasfemia contra el Espíritu Santo es entendida por los teólogos como un rechazo deliberado y consciente de la obra divina.De acuerdo con expertos bíblicos, este pecado puede cometerse de dos formas. La primera se produce cuando alguien atribuye las obras de Dios al diablo. Por ejemplo, rechazar un milagro o una manifestación divina y considerarla como obra de Satanás. Este acto, según los estudiosos, representa una negación directa de la autoridad divina.La segunda forma, según teólogos citados por portales especializados como GotQuestions y BibleStudyTools, se relaciona con lo que denominan "amar el pecado". Este escenario es más sutil, pero igualmente peligroso: las personas llegan a justificar sus actos pecaminosos como algo bueno, cegándose a la posibilidad de arrepentimiento. En este estado, explican los expertos, el Espíritu Santo no puede actuar en sus vidas, dejando a estas personas fuera del alcance del perdón divino.Es importante señalar que este pecado no se refiere a un error aislado o una falta puntual, sino a un rechazo persistente y consciente de la gracia de Dios. Los teólogos destacan que Dios está siempre dispuesto a perdonar a quienes se arrepienten sinceramente, pero el pecado imperdonable radica en no abrirse a esa posibilidad de redención.Aunque la Biblia menciona este concepto de manera clara, las interpretaciones varían según las tradiciones cristianas. Mientras que algunas denominaciones lo entienden literalmente, otras lo ven como un llamado a reflexionar sobre la dureza de corazón y la necesidad de mantenerse abiertos a la influencia divina.
En su reflexión dominical, el pastor Andrés Corson compartió un mensaje alentador sobre cómo enfrentar las acusaciones injustas, recordando que incluso Jesús experimentó esta prueba. Citando a Pedro 2:23, explicó: “Jesús no respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia”. El pastor también abordó historias bíblicas y contemporáneas de personas acusadas injustamente, como José en Egipto, quien terminó en la cárcel por un crimen que no cometió, pero siempre contó con la presencia de Dios. Corson destacó: “Aunque José estaba en prisión, el Señor estaba con él”.Finalmente, Corson recordó que la persecución contra la iglesia y los creyentes es una realidad que debemos enfrentar con sabiduría y fe. Citando Mateo 10:16, animó a los fieles a ser “astutos como serpientes e inofensivos como palomas” y a vivir con transparencia para evitar caer en la tentación de ocultar errores.Escuche la reflexión completa aquí:
El pastor César Castellanos compartió en su reflexión dominical el profundo significado de la salvación y el nuevo nacimiento en Cristo. Según explicó, la salvación no es un simple acto religioso, sino un evento trascendental en el que el ser humano, perdido en el pecado, encuentra redención a través de Jesús. Citando a Hebreos 2:3, Castellanos enfatizó: “¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?”, y recordó que esta es una invitación a valorar la obra perfecta de Cristo, quien con su muerte y resurrección aseguró la victoria sobre el pecado y la condenación.El pastor destacó la importancia de entender que el nuevo nacimiento implica una transformación completa de vida. "El nuevo nacimiento no es repetir ciclos de pecado y arrepentimiento; es vivir bajo el carácter de Cristo", afirmó. Recordó la enseñanza de Jesús a Nicodemo en Juan 3: “El que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios”.Escuche la reflexión completa aquí:
El pastor Andrés Corson invita a reflexionar sobre la historia del rey Ezequías, quien a través de su fe, oración y fidelidad, experimentó el favor de Dios en momentos críticos de su vida. Basándose en el libro de Isaías, Corson destaca cómo Ezequías, ante la noticia de su inminente muerte, oró con fervor y lágrimas, recordando al Señor su fidelidad. “Acuérdate, Señor, que siempre te he sido fiel y te he servido haciendo lo que te agrada” (Isaías 38:3). Esta oración no solo le otorgó quince años más de vida, sino que también reveló la importancia de una relación genuina con Dios, construida en fidelidad y comunión constante.Corson enfatiza que la fidelidad de Ezequías se reflejó en su rechazo a la idolatría y en la restauración de la adoración en Judá. “Ezequías hizo lo que era agradable a los ojos del Señor” (2 Reyes 18:3), eliminando prácticas paganas y estableciendo nuevamente el culto a Dios en el templo. Escuche la reflexión completa aquí:
El pastor César Castellanos invita a reflexionar sobre el significado del Reino de Dios y su cercanía a la vida. En su mensaje, destaca cómo el Señor enseñó a sus discípulos a orar diciendo: "Venga tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra" (Mateo 6:10). El pastor también señala que el acceso al Reino requiere dos pasos esenciales: arrepentimiento y fe en el evangelio, tal como lo proclamó Jesús en su primer mensaje: "El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio" (Marcos 1:15). Sin embargo, Castellanos advierte sobre la diferencia entre remordimiento y arrepentimiento genuino, ilustrando este contraste con el ejemplo del rey David en el Salmo 51, quien se humilló sinceramente ante Dios tras ser confrontado por su pecado. "El arrepentimiento es un cambio de actitud, un giro total hacia Dios", destacó, recordando que este proceso permite un encuentro transformador con el Padre.Escuche la reflexión completa aquí:
En su reflexión dominical, el pastor Andrés Corson recuerda que todos atraviesan desiertos, esas etapas difíciles entre un sueño dado por Dios y su cumplimiento. “El desierto es el espacio entre la esclavitud y la tierra prometida, entre la pobreza y la prosperidad, entre la enfermedad y la sanidad”, explicó. A través de ejemplos bíblicos como José, David e Israel, el pastor mostró como Dios utiliza estas pruebas para formar carácter, probar la fe y preparar para el propósito que tiene reservado. Como lo dice Santiago 1:2-3, “Consideren como un privilegio enfrentarse a pruebas, porque producen resistencia”.Corson destacó que uno de los mayores propósitos del desierto es acercarse a Dios. "En el desierto, Dios nos habla. La palabra hebrea para desierto, midbar, también significa hablar", mencionó, citando Deuteronomio 8:3: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.Finalmente, Corson recordó que Jesús mismo vivió un desierto y dio ejemplo de cómo enfrentarlo: con alegría, oración y la palabra de Dios. “Fijemos la mirada en Jesús, quien soportó la cruz por el gozo que le esperaba”, citó de Hebreos 12:2.Escuche la reflexión completa aquí: