La madrugada del 18 de diciembre los ciudadanos de Bogotá se vieron sorprendidos por un accidente que involucró a una tractomula y un vehículo particular que quedó en pérdida total. El camión había sido hurtado en el municipio de Soacha y estaba tratando de huir de las autoridades cuando invadió el carril contrario de la Avenida Boyacá y terminó aplastando parte del carro blanco.Precisamente, el conductor del vehículo particular habló un día después de haber salido de la clínica en el que se encontraba, donde le realizaron varias procedimientos, incluyendo cirugías, para recuperarse, pues sus piernas quedaron atrapadas. En su declaración, hizo una grave denuncia.Conductor denuncia hurto mientras lo atendíanEn conversación con CityTv, Felipe Monroy, el conductor que terminó herido por este accidente, relató que, además de que le robaron más de dos millones de pesos cuando lo empezaron a atender los paramédicos de la ambulancia, también le hurtaron una cadena que tenía su hijo de tres años, quien también viaja con él en el momento del choque."Quiero hacer público esto para que las personas que se cogieron la cadena de mi hijo, por favor, la devuelvan, y los que me quitaron la plata, por favor, me la devuelvan. Si no quieren darme la cara les doy un número de cuenta para que me la consignen", dijo en el medio de televisión.Monroy aseguró que no ha podido interponer la denuncia ante la Fiscalía, pues acababa de ser dado de alta y espera que las personas inescrupulosas devuelvan lo hurtado. En el caso de su hijo, afirmó que le quitaron la cadena al ingresar al hospital, cuando le pusieron la bata para ser atendido."No me parece justo que uno esté en una situación, gravemente herido, inconsciente, sin la familia cerca y las personas abusen, hagan una cosa de estas", añadió.El conductor espera recuperarse de las lesiones, pero agradece estar vivo, ya que el vehículo quedó en pérdida total y festejará este 25 de diciembre su cumpleaños.
El primer ministro de Ambiente que tuvo Colombia, Manuel Rodríguez Becerra, en 1993, respaldó la postura y las decisiones de la actual ministra Susana Muhamad sobre la protección de la reserva Thomas Van Der Hammen, en relación con la ampliación de la avenida Boyacá y por la que se creó una discusión entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán.Y es que la ministra Muhamad demandó ante el Consejo de Estado la licencia que otorgó la CAR para la ampliación de dicha avenida, por considerar que causaría un daño irremediable a la reserva Thomas Van Der Hammen.>>> Lea también: Galán a Petro por Av.Boyacá: "Discusión sobre Van Der Hammen debe ir más allá de un trino"Mañanas Blu 10AM conversó con el exministro Becerra, quien está en la COP16 en Cali, sobre este tema. Hubo un respaldo hacia la ministra y se reiteró la importancia de proteger este espacio natural.“El ministro de Ambiente Juan Mayer fue quien ordenó la creación de la reserva Thomas Van Der Hammen. Y en un momento dado, el alcalde Enrique Peñalosa demandó ante el Consejo de Estado la decisión de Juan Mayer, alegando la extralimitación de funciones y el Consejo de Estado falló en contra de la demanda de Peñaloza, lo que muestra que la ministra Muhamad está actuando en forma coherente”, dijo Becerra en Mañanas Blu 10AM.El exfuncionario también insistió en que “la Sabana de Bogotá tiene en la Ley 99 una prioridad nacional, en el artículo 61, y al tener una prioridad nacional de protección y restauración, es natural que el Ministerio del Medio Ambiente pueda intervenir una mala decisión de este alcalde, que es el de construir la Avenida Boyacá, haciendo un enorme daño”, agregó.
En medio de la controversia por la ampliación de la Avenida Boyacá en Bogotá, el alcalde Carlos Fernando Galán aclara las implicaciones de esta obra sobre la reserva Van der Hammen y subraya que el debate debe ir más allá de una postura simplificada en redes sociales. La obra, autorizada bajo una licencia ambiental, busca mejorar la movilidad sin comprometer el medioambiente, según el alcalde.La Avenida Boyacá ha sido una arteria planeada para Bogotá desde hace más de 60 años. Su ampliación en el tramo norte, que incluye el cruce por la reserva Van der Hammen, fue contemplada en la administración de Gustavo Petro como alcalde en 2013, dentro de su propuesta de Plan de Ordenamiento Territorial (POT), bajo el nombre de Avenida Lou Murtra. Según Galán, Petro y la entonces alcaldesa encargada, Susana Muhamad, defendieron la necesidad de esa vía. Sin embargo, ahora el presidente Petro y la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, cuestionan la ampliación, argumentando que afectaría el ecosistema de la reserva.En entrevista con Blu Radio, Galán expuso que la ampliación no tiene el impacto negativo que se le atribuye y que, además, se han considerado medidas de compensación ambiental. “La licencia se tramitó cumpliendo todos los criterios de ley. Implica la sustracción de cerca de 20 hectáreas de las 1,395 que tiene la Van der Hammen y no afecta el bosque de Las Mercedes”, explicó el alcalde. Asimismo, detalló que la obra incluye pasos especiales para la fauna y la preservación de conexiones hídricas, además de una compensación de 120 hectáreas destinadas a restauración.Restauración de la reserva Van der HammenGalán puntualizó que, a pesar de los años de discusión en torno a la Van der Hammen, la mayoría de los terrenos en la reserva siguen siendo privados, con un avance mínimo en su restauración. Con el objetivo de hacer públicos estos terrenos, Bogotá ha implementado un mecanismo de “transferencia de derechos de construcción”, mediante el cual los dueños pueden ceder sus terrenos en la reserva a cambio de derechos de edificabilidad en otras zonas de la ciudad. “Vamos a arrancar con 60 hectáreas este año, y la proyección es llegar a 2,300 hectáreas que se harán públicas para restaurarlas, no para construirlas”, detalló Galán, subrayando que su administración está comprometida con la restauración y protección de la reserva.Galán también adelantó que Bogotá contará con un proyecto en colaboración con el Fondo Verde del Clima, que proporcionará $90 millones para invertir en la cuenca media y alta del río Bogotá, junto con otros $24,000 millones de fondos locales. Este proyecto se enfocará en la restauración de 5,000 hectáreas y en la reconversión de prácticas productivas en 10,500 hectáreas, trabajando con familias campesinas para reducir el impacto ambiental en la región.“Esta discusión no se debe dar de manera limitada, con un trino, sino a fondo sobre lo que se está haciendo verdaderamente para preservar la estructura ecológica de Bogotá”, enfatizó el alcalde Galán.En cuanto a la zona de Lagos de Torca, un proyecto de desarrollo urbano ubicado al norte de Bogotá, Galán señaló que la ampliación de la Avenida Boyacá es fundamental para su viabilidad. Este proyecto, que incluye cerca de 800 hectáreas de terreno, requiere infraestructura vial para garantizar su desarrollo ordenado. “La Avenida Boyacá es una carga que deben asumir quienes desarrollan Lagos de Torca, no es solo un proyecto particular, sino una necesidad para Bogotá. Más de 20,000 viviendas de interés social y prioritario se construirán en esta área, y necesitamos garantizar un desarrollo organizado”, aseguró Galán.Para el alcalde, un desarrollo bien planificado liderado por el Estado es la mejor forma de evitar el crecimiento desordenado de la ciudad y el surgimiento de asentamientos ilegales, una problemática que ha afectado históricamente las zonas de Usme, Ciudad Bolívar y Rafael Uribe Uribe. “Un desarrollo mal planeado afecta los recursos hídricos y promueve invasiones ilegales. Este proyecto de ampliación busca precisamente proteger los corredores hídricos y el espacio público, evitando que el crecimiento urbano se dé de manera no controlada”, argumentó.“Yo creo que nos quieren encasillar en una discusión diciendo que unos quieren construir una vía para destruir una reserva y otros quieren protegerla. Eso es equivocado. Todos queremos trabajar para proteger el medio ambiente. La pregunta es cómo”, aseveró Galán.Posturas enfrentadas: impacto ambiental vs. necesidad de infraestructuraMientras que la ministra Muhamad alerta sobre el riesgo que representa la obra para la sabana de Bogotá en el contexto del cambio climático, Galán defiende que el impacto ambiental sería mayor si no se realiza la ampliación. Según el alcalde, no realizar esta obra incentivaría el crecimiento descontrolado de la ciudad en zonas vulnerables y afectaría a los ecosistemas de manera indirecta.“El peor impacto sería dejar que el desarrollo urbano se dé sin regulación, promoviendo asentamientos que terminan afectando las fuentes hídricas”, comentó Galán, en referencia a zonas de alto valor ambiental como los Cerros Orientales y los corredores hídricos en el borde norte de la ciudad.Galán cerró su intervención llamando a que el Gobierno nacional y las autoridades locales trabajen juntos en una discusión a fondo, basada en datos y análisis técnicos, para alcanzar soluciones viables que beneficien tanto al medioambiente como al desarrollo de la ciudad. En su opinión, el Estado debe tomar un rol activo en la planificación urbana para evitar que el crecimiento de Bogotá ocurra de manera caótica.“Tenemos en espíritu el mismo objetivo: preservar el medioambiente y garantizar que el desarrollo sea sostenible. Pero creemos que es el Estado quien debe liderar, organizar y proteger, para que no sean los ilegales quienes terminen ocupando estas zonas de forma desordenada”, concluyó Galán.
La ampliación de la avenida Boyacá en Bogotá ha generado una intensa controversia debido a su impacto ambiental y a la confrontación política que ha suscitado entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde de la capital, Carlos Fernando Galán.Este proyecto, cuya ejecución se ubica en el tramo que va desde la calle 183 hasta la avenida Guaymaral (calle 235), para conectar con la autopista Norte, promete una mejora significativa en la infraestructura vial de la ciudad. Sin embargo, la licencia ambiental que permite su desarrollo fue objeto de una demanda por parte del Ministerio de Ambiente, que busca anular esta aprobación por parte de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).Características de la ampliación de la avenida BoyacáLa ampliación de la avenida Boyacá cubrirá un tramo de 4,9 km en el norte de Bogotá y se desarrollará en una franja de terreno de 69 metros de ancho, con variaciones que van de 79 a 300 metros en algunas intersecciones.La extensión incluye un área vial total de 44,54 hectáreas. Para su desarrollo, la obra requerirá la intervención de 20,87 hectáreas de la reserva Thomas Van Der Hammen, lo cual ha sido el principal punto de discordia.Por eso, la CAR, que otorgó la licencia ambiental para esta ampliación, estableció medidas compensatorias que buscan minimizar el impacto ambiental de la obra. Entre estas medidas se encuentran:La restauración de 62,49 hectáreas adicionales en la misma zona de la reserva como compensación ambiental.La plantación de más de 12,500 árboles en áreas afectadas y en zonas aledañas, con el fin de preservar la conectividad ecológica en la región.La implementación de un plan de recuperación para el humedal Torca Guaymaral.Petro vs. GalánEl proyecto ha desatado un intercambio de opiniones entre Gustavo Petro y Carlos Fernando Galán, con posturas opuestas sobre la gestión ambiental en Bogotá. Petro ha expresado su preocupación por el impacto de la obra sobre la reserva Thomas Van Der Hammen, argumentando que esta zona es esencial para el suministro de agua en la ciudad. El presidente señaló que en una ciudad que enfrenta desafíos hídricos graves, urbanizar la reserva es una amenaza para la sostenibilidad ecológica. Petro enfatizó que los árboles centenarios de la reserva, así como la biodiversidad local, están en riesgo, al tiempo que reafirmó que “es más importante el agua que el cemento y el carro”.Por su parte, Galán defendió el proyecto de ampliación de la avenida Boyacá, subrayando que la intervención afectará solo 20 hectáreas de las 1.395 de la reserva. Además, aseguró que el proyecto no solo no compromete los recursos naturales, sino que prevé un aumento de la restauración ambiental en la zona, con cerca de 120 hectáreas destinadas a la conservación. El alcalde también destacó la creación de pasos para fauna y la protección de la conectividad hídrica, argumentando que esta expansión es parte de un desarrollo urbano bien planeado, necesario para controlar el crecimiento desbordado de Bogotá y su periferia.
La ampliación de la Avenida Boyacá en Bogotá ha desatado un nuevo enfrentamiento entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán. En un cruce de trinos, ambos líderes se han manifestado en torno al impacto ambiental de esta obra sobre la reserva forestal Thomas Van Der Hammen, un proyecto que el Gobierno nacional busca frenar.En su primer trino, Petro expresó su preocupación por la afectación de la reserva forestal, un área que, según el mandatario, es crucial para garantizar el agua en una ciudad que enfrenta graves desafíos hídricos. “En una ciudad que se queda sin agua, cómo se puede pensar en destruir la Reserva Forestal Thomas Van Der Hammen”, señaló Petro, advirtiendo sobre los riesgos de urbanizar esta zona protegida.Galán respondió a Petro, asegurando que la obra de ampliación de la Avenida Boyacá no destruirá la reserva. Según el alcalde, de las 1.395 hectáreas de la reserva solo se utilizarán 20, y esta intervención será compensada con cerca de 120 hectáreas adicionales destinadas a restauración y conservación ambiental. Galán subrayó la inclusión de pasos para fauna y conexión hídrica en el proyecto, argumentando que la expansión vial no compromete los recursos naturales de la ciudad. “El camino para contener el crecimiento desbordado en la sabana de Bogotá es un desarrollo urbano bien planeado”, añadió.>>> Lea también: Consejo de Estado revisará demanda para anular licencia ambiental de Av. Boyacá en BogotáEl intercambio de opiniones continuó con un segundo trino de Petro, quien describió el valor ecológico de la reserva y del “Bosque de Las Mercedes”, un área de vegetación nativa que alberga especies centenarias. Petro aseguró que urbanizar la reserva implicaría la desaparición de árboles con más de 200 años, poniendo en riesgo la estabilidad hídrica de la capital. “Hoy la primera necesidad de Bogotá se llama agua… Es más importante el agua que el cemento y el carro”, afirmó Petro, recalcando que la urbanización de estos espacios iría en detrimento del desarrollo sostenible.Galán respondió nuevamente destacando los esfuerzos de su administración por aumentar la restauración en la reserva, un aspecto que, según él, había quedado rezagado desde su declaración en 2011. El alcalde enfatizó que el 95.6 % de la reserva aún está en manos de propietarios privados y que solo un 3 % ha sido restaurado. Para abordar esta situación, la Alcaldía lanzó el mecanismo de Transferencia de Derechos de Construcción, una estrategia que permite que los propietarios de predios de alto valor ambiental puedan transferir voluntariamente sus terrenos a la Secretaría de Ambiente a cambio de beneficios en áreas urbanizables de la ciudad, especialmente para la construcción de Vivienda de Interés Social.Este intercambio fue catalizado por la reciente demanda de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, contra la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), lo cual, según Galán, representa una “intromisión del Gobierno Nacional en decisiones que Bogotá ya ha definido”. Para el alcalde, esta acción judicial es un intento del Gobierno para bloquear una obra que considera estratégica para la movilidad en la ciudad.
A través de su cuenta de X, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, le respondió nuevamente al presidente Gustavo Petro por la polémica de la ampliación en la Avenida Boyacá en la capital del país. El mandatario aseguró que la ciudad no se quedará sin agua y que tampoco se va a destruir la reserva Thomas van Der Hammen.Previamente, el jefe de Estado había asegurado que “en una ciudad que se queda sin agua, cómo se puede pensar en destruir la Reserva Forestal Thomas Van der Hammen”. Lo anterior no fue bien recibido dentro del Distrito, pues fue el mismo alcalde quien “desmintió” al presidente.“Para este proyecto, clave para la movilidad y el desarrollo organizado de la ciudad, solo se sustraen 20 hectáreas de la reserva, que tiene en total más de 1.395. Este impacto se compensará con cerca de 120 hectáreas en las que se desarrollarán actividades de conservación y restauración en esta reserva. Esto, sin mencionar las características de la obra, que incluyen pasos para fauna y pasos para conexión hídrica”, dijo Galán en respuesta a Petro.Asimismo, el jefe del Distrito concluyó asegurando que el crecimiento de Bogotá es a través de un desarrollo urbano bien planeado; no frenando los proyectos de la ciudad, pues, cabe recordar que fue la ministra de Ambiente, Susana Muhammad, quien demandó ante el Consejo de Estado la licencia de la ampliación de la Avenida Boyacá. De momento, el presidente Gustavo Petro no ha respondido a lo dicho por el alcalde Galán. Sin embargo, parece ser que su respuesta será meramente cuestión de horas.
El Consejo de Estado aceptó estudiar una demanda del Ministerio de Ambiente que busca anular la licencia ambiental otorgada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) para la ampliación de la Avenida Boyacá en Bogotá. La medida generó una fuerte reacción del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien calificó la acción como una “intromisión” en los asuntos de la ciudad.Galán se pronunció sobre el tema, subrayando que el proyecto de la Avenida Boyacá es una necesidad para Bogotá y que el proceso para la obtención de la licencia se realizó de acuerdo con la normativa vigente. “Este es un proyecto que Bogotá necesita, que viene trabajando hace muchos años”, señaló el alcalde, recordando que incluso el exalcalde Gustavo Petro lo incluyó en el Plan Maestro de Espacio Público y Movilidad (MEPOD). La ampliación de la Boyacá, sostuvo, es esencial para mejorar la movilidad de la ciudad y forma parte de un desarrollo ordenado que respeta el medio ambiente.El Ministerio de Ambiente, sin embargo, argumenta que la CAR no respondió a un recurso de reposición presentado en abril de 2024, lo cual, al amparo de la ley, se considera un “silencio administrativo negativo” que ha permitido que el caso llegue a los tribunales. En su demanda, el Ministerio solicita la nulidad de la resolución que otorgó la licencia ambiental, además de la inclusión de Fiduciaria Bogotá S.A., administradora del Fideicomiso Lagos de Torca y titular de la licencia, como parte interesada en el proceso. Pese a que el Ministerio solicitó una medida cautelar para suspender la licencia temporalmente mientras se desarrolla el proceso, el Consejo de Estado decidió no concederla al no considerar una urgencia que justifique la suspensión inmediata.Frente a esta situación, el alcalde Galán se mostró firme en la defensa del proyecto. Subrayó que la licencia ambiental se tramitó de acuerdo con la ley y que se evaluaron alternativas y compensaciones ambientales. “Nosotros creemos que esa licencia tuvo el trámite que corresponde en la ley… analizar alternativas y realizar las compensaciones necesarias”, afirmó Galán, asegurando que el proyecto no solo respeta el medio ambiente, sino que también es clave para el desarrollo organizado de Bogotá.El alcalde también manifestó su preocupación por lo que considera una intervención recurrente del Gobierno nacional en decisiones que corresponden exclusivamente a Bogotá. “Esa intromisión permanente que está teniendo el Gobierno nacional en decisiones que son de la ciudad”, expresó. En este sentido, hizo un llamado al Gobierno nacional para que respete la autonomía de Bogotá, recordando que la ciudad ya decidió avanzar con el proyecto tras haber cumplido con los requisitos legales y ambientales. “Debe respetar la autonomía territorial y la decisión de Bogotá. Vamos a defender este acto administrativo con todas las herramientas legales a nuestro alcance”, advirtió Galán.El proceso en el Consejo de Estado continúa, y se espera que las partes, incluyendo al Ministerio Público y a Fiduciaria Bogotá S.A., presenten su respuesta en los próximos 30 días. A pesar del inicio del proceso judicial, la construcción de la ampliación de la Avenida Boyacá sigue en pie, dado que la demanda aún no ha generado una medida cautelar que interrumpa las obras.Finalmente, Galán insistió en la importancia de este proyecto para la ciudad y expresó que Bogotá no puede quedar “encerrada” ni estancada en su desarrollo. “Bogotá no puede quedarse trabada, necesitamos un desarrollo organizado que respete el medio ambiente”, concluyó el alcalde, en un mensaje que ratifica su compromiso de defender la obra mientras respeta las decisiones judiciales en curso.
El Consejo de Estado aceptó revisar una demanda interpuesta por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible contra la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR). El objetivo de esta demanda es anular la licencia ambiental que autoriza la ampliación de la avenida Boyacá en Bogotá. Según el Ministerio, la CAR no respondió de manera oportuna un recurso de reposición presentado en abril de 2024, lo que se considera un “silencio administrativo negativo” y permite que el caso llegue a instancias judiciales.Fue así como el Ministerio solicitó la nulidad, tanto de la resolución que otorgó la licencia, como del acto derivado del silencio administrativo. Además, pidió que se incluya a Fiduciaria Bogotá S.A., administradora del Fideicomiso Lagos de Torca y titular de la licencia, como parte interesada en el proceso.El Consejo de Estado ya notificó a las partes implicadas, incluyendo al Ministerio Público y a Fiduciaria Bogotá S.A., y abrió un plazo de 30 días para que presenten su respuesta y pruebas. También requirió a la CAR el envío del expediente administrativo completo de este caso.Por otra parte, el Ministerio solicitó una medida cautelar para suspender temporalmente la licencia ambiental mientras se desarrolla el proceso, pero el Consejo de Estado negó esta solicitud. El tribunal argumentó que no se demostró una urgencia suficiente que justifique la suspensión inmediata de la licencia. De este modo, el proceso continuará sin medidas provisionales, mientras el Consejo de Estado analiza el fondo del asunto.Frente a esta decisión, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se pronunció a través de X: “Otra intromisión más del Gobierno nacional en asuntos que deben ser definidos por Bogotá y que, por cierto, la ciudad ya definió. Con esta demanda, el Gobierno nacional está haciendo todo para bloquear la posibilidad de que se avance en una obra estratégica para la movilidad de Bogotá”.Según el mandatario local, “el Gobierno nacional quiere impedir por cualquier medio la ampliación de la Avenida Boyacá".
Se encuentra colapsada la movilidad en el sur de Bogotá por cuenta de una protesta de habitantes de los barrios Bavaria y Marsella, por la avenida Boyacá, que denuncian que el distrito (Secretaría de Movilidad), cerró arbitrariamente una vía que conecta esta importante vía con la nueva Avenida Guayacanes, que les impide la libre movilidad y les desvaloriza sus casas, según alertan.Es un bloqueo de al menos 70 personas sobre el carril lento de la Av. Boyacá con calle 7, sentido sur-norte, este grupo de manifestantes denunciaron con pancartas que la Secretaría de Movilidad tomó la decisión “arbitraria” de dejarlos encerrados prácticamente en sus barrios. El cierre es en la calle 7a entre la avenida Boyacá y la avenida Guayacanes y según denuncian, no les dan razón del cierre, que incluso alertan puede ser permanente.“Estamos protestando por el libre derecho a la locomoción. Estamos protestando porque nos están encerrando en nuestro barrio. Porque, debido al cierre de la Boyacá, estamos teniendo falta de seguridad. Han robado dos veces el D1, han tenido que cerrar empresas, han tenido que cerrar negocios. Ya no nos vienen a hacer servicio ni los Uber, ni los taxis, ni nadie por el cierre de la Avenida Boyacá. Quedamos presos en nuestro barrio”, dijo una de las manifestantes a Blu Radio.Por cuenta de esta protesta en el sur de Bogotá, la Secretaria de Movilidad sugiere a quienes transitan por este corredor tomen la calzada rápida al norte y la Avenida Américas al occidente. En el punto, según indican las autoridades, ya hay Agentes Civiles y Grupo Guía en el punto.
Dos accidentes se presentaron en Bogotá, hechos que por el momento dejan colapsada la movilidad en varios puntos de la ciudad. Uno es en la Avenida Boyacá, a la altura del barrio Lucero Bajo en la localidad de Usme, donde se registró un grave accidente que deja como saldo una persona fallecida. En este punto de la ciudad, según testigos en la zona, el motociclista fue empujado por accidente por un carro particular de color negro, lo que lo llevó a caer al suelo de manera inmediata y justo en ese preciso instante, iba pasando un tractocamión que lamentablemente terminó pasándole por encima al conductor de la moto y causándole la muerte de manera instantánea.En estos momentos hay un trancón monumental por la avenida Boyacá en la localidad de Usme. Un segundo accidente con fallecido se registró en la avenida Boyacá con calle 37 sur, donde una ciclista, que iba por la vía mixta, al parecer, tropezó, cayó al suelo y en ese momento estaba pasando un camión recolector de basura y lamentablemente también le pasó por encima causándole la muerte.Los accidentes dejan dos personas muertas entonces en las vías de la capital del país; lo que tiene colapsada la movilidad por la Avenida Boyacá hacia el sur de la ciudad.