Scholz prestó juramento, junto a su gobierno y ante los diputados, leyendo el artículo 56 de la Ley Fundamental, en el que promete "consagrar sus fuerzas al bien del pueblo alemán".
Scholz, ministro de Trabajo en la primera gran coalición de Angela Merkel y de Finanzas en la última, ha roto la mala racha que parecía irreversible desde la derrota del último canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder, en 2005.