Uno de los grandes misterios de la Segunda Guerra Mundial podría haber sido resuelto luego de que una investigación identificara a un notario judío como principal sospechoso de haber traicionado a la entonces adolescente Ana Frank, autora de su célebre diario, y su familia.Esta investigación fue realizada por un exagente del FBI en torno a este misterio con casi ocho décadas sin resolver sobre quién traicionó a Ana Frank y permitió que los nazis encontraran su escondite, reveló un libro que será lanzado esta semana.Arnold van den Bergh podría haber revelado el escondite de Ana Frank en Ámsterdam para salvar a su propia familia, de acuerdo con una investigación que duró seis años y que fue plasmada en la obra "The Betrayal of Anne Frank" ("La traición de Ana Frank") de la autora canadiense Rosemary Sullivan, que será presentada al público el martes.Las acusaciones contra Van den Bergh, que murió de cáncer en 1950, se basan en evidencias, incluyendo una carta anónima enviada al padre de Ana, Otto Frank, después de la Segunda Guerra Mundial, según extractos publicados por los medios holandeses el lunes.El Museo de Ana Frank dijo a la AFP que la investigación, dirigida por el agente jubilado del FBI Vincent Pankoke, es una "hipótesis fascinante" pero advirtió que son necesarias más indagaciones.La adolescente de 15 años, cuyo calvario se volvió célebre tras la publicación de su diario escrito entre 1942 y 1944, cuando ella y su familia se encontraban clandestinos en un apartamento de Ámsterdam, fue arrestada en 1944 y murió al año siguiente en el campo de concentración de Bergen-Belsen.Las teorías sobre cómo llegaron los nazis al escondite que ocupó la familia Frank durante dos años, hasta que fueron descubiertos el 4 de agosto de 1944, abundan, pero el nombre de Van den Bergh no había recibido mucha atención.No tenemos un arma humeanteEsta nueva investigación fue realizada con la utilización de técnicas modernas, incluyendo la inteligencia artificial para analizar enormes cantidades de datos.Así, se redujo la lista de sospechosos a cuatro personas, incluido Van den Bergh, que fue un miembro fundador del Consejo Judío, una organización que los nazis impusieron a los judíos para organizar las deportaciones.Los investigadores descubrieron que Van den Bergh consiguió evitar la deportación, pero que esta orden fue revocada en una fecha cercana a la traición que permitió a los nazis encontrar a la familia Frank."No tenemos un arma humeante, pero tenemos un arma caliente con casquillos vacíos a su alrededor", afirmó Pankoke a la emisora holandesa NOS."Esto había quedado congelado", declaró en la emisión '60 Minutes' de la cadena estadounidense CBS Pankoke, quien antes había investigado a los cárteles de la droga colombianos.Por su parte, Ronald Leopold, director de la Casa de Ana Frank, advirtió que aún persisten dudas sobre la nota anónima mencionada y que es necesario investigar más en profundidad."Debemos tener mucho cuidado al anotar a alguien en la historia como la persona que traicionó a Ana Frank, si usted no está al 100 o 200% seguro de ello", destacó a la AFP.Tras la redada, la familia fue deportada y Ana y su hermana murieron en el campo de Bergen-Belsen al año siguiente. Su padre publicó de forma póstuma su diario, que ha vendido más de 30 millones de copias desde entonces.Entérese de esta y más noticias del mundo en BLU Radio:
Setenta años después de la Segunda Guerra Mundial, la historia de Ana Frank sigue causando impacto.La fundación que lleva su nombre recorre diferentes ciudades con el diario, gracias al cual la joven de origen judío que murió en los campos de concentración nazi logró contarle al mundo el horror que había vivido junto con su familia.En asocio con la Fundación Las Golondrinas y en convenio con la Embajada de los Países Bajos, 30 estudiantes del Colegio Camino de Paz (Llanaditas), ubicado en la comuna 8, leyeron las páginas escritas por Frank y se apropiaron de su historia para contársela a otros jóvenes de Medellín en la Fiesta del Libro e invitarlos a una reflexión.“La experiencia que nos deja Ana es que, a pesar de que murió de 15 años tenía la mentalidad de una persona adulta, muy madura para tener 15 años y que escribiera el tercer libro más vendido en todo el mundo y traducido es impactante, el legado que ha dejado es interesante”, resaltó el estudiante Esteban Quintero.“Llegó una oportunidad a nuestro colegio, yo no conocía a Ana Frank empecé a leer el libro a investigar y me interesó más el proyecto; es importante para que los jóvenes sientan y aprendan qué fue lo que vivió y la reflexión que deja para todos”, dijo otro de los alumnos que estudió la obra y expone ante el público que transita por la Casa de la Música en el Parque de los Deseos.Le puede interesar: ¡Continúa la Fiesta del Libro! Prográmese para este fin de semana Según el profesor Luis Correa, quien acompañó el proceso de preparación de los jóvenes, la idea era que ellos interiorizaran los pasajes de la vida de Frank y pudieran transmitirle a los visitantes y principalmente, a sus contemporáneos lo que en este momento sigue suscitando esa tragedia.“La idea es que compartieran con jóvenes de la ciudad una reflexión histórica haciendo un paralelo entre la vida de Ana Frank y la Segunda Guerra Mundial cada uno en su forma de interiorizarlo con ninguna pretensión de que se viera como un asunto de víctimas y victimarios sino como reflexión que nos debe llevar a cuestionarnos sobre las causas y consecuencias de las mismas para la no repetición”, explicó el docente.“En ningún momento los metimos en un molde, algunos hablarán del bullying, otros relacionarán la crisis de los años 30 con el tema de Venezuela. Ellos parten de su realidad para ver situaciones que ocurrieron y siguen ocurriendo y de ahí tratan de llevar a unos jóvenes a una reflexión”, agregó.Lea también: ¿Qué dice la firma sobre una persona? Grafólogo responde La muestra, que de manera cronológica deja ver lo más contundente y conmovedor del diario de Ana Frank a través de varias fotos y textos que acercan a los visitantes a este dramático capítulo de la historia continuará hasta este domingo en la Fiesta del Libro.
Hubert Zafke está acusado de "complicidad" en el exterminio de 3.681 hombres, mujeres y niños judíos que fueron gaseados en el campo de concentración, entre el 15 de agosto y 14 de septiembre de 1945. (Lea también: Auschwitz se ha convertido en el símbolo de la maldad: Estela Goldstein) El tribunal se había negado a abrir el proceso en junio de 2015, debido a la delicada salud del acusado. Sin embargo, esta decisión fue invalidada en una apelación en diciembre, ya que el juez estimó que pese a que el anciano tiene "problemas cognitivos" y su "capacidad física es débil", no está totalmente "incapacitado" para ser juzgado. (Lea también: “Recordar lo que hicimos evitará otra barbarie”: experto sobre holocausto judío) Antes del proceso, la fiscalía dijo que Zafke era "consciente de que el objetivo del campo de Birkenau era ser un campo de concentración". "Con su conocimiento, el acusado prestó ayuda a la organización del campo y por lo tanto estaba involucrado", en el exterminio, señaló la acusación. Sin embargo, pese a que hay algunas audiencias programadas para marzo, el calendario sigue estando abierto y va a estar sujeto a la salud del acusado, advirtió este lunes el portavoz del tribunal a la agencia alemana DPA. Según la fiscalía, la acusación se refiere a 14 convoyes de deportados llegados a Auschwitz entre el 15 de agosto y el 14 de setiembre de 1944, provenientes de Lyon, Rodas, Trieste, Mauthausen, Viena y Westerbork. En este tren, el último convoy que partió desde este campo de tránsito en territorio holandés, se encontraban Ana Frank, sus padres Otto y Edith, y su hermana mayor Margot. La familia de la adolescente recluida durante dos años en Ámsterdam para escapar de los nazis, cuyo diario íntimo se volvió mundialmente célebre, sobrevivió a la "selección" entre los deportados considerados aptos para el trabajo y quienes eran inmediatamente gaseados. Pero, Edith murió de agotamiento en enero de 1945 en la enfermería de Auschwitz, y sus dos hijas, transferidas en el otoño boreal de 1944 a Bergen-Belsen, también sucumbieron a comienzos de 1945 antes de la llegada de las tropas británicas. En Alemania todavía hay activos una docena de procesos contra antiguos funcionarios de las SS, algunos meses después de que el ex contador de Auschwitz, Oskar Gröning, fuera condenado a cuatro años de prisión. Estos juicios tardíos ilustran la voluntad alemana de juzgar "hasta al último" de los criminales del III Reich, tras décadas de un balance más bien regular, marcado por condenas poco frecuentes y sentencias suaves.
El Fondo Ana Frank de Basilea (Suiza), propietario de los derechos de autor de los escritos, quería impedir esta reproducción sin su autorización a la Fundación Ana Frank, encargada de gestionar la casa museo en Amsterdam donde Ana y su familia se refugiaron durante la Segunda Guerra Mundial. La disputa legal se ha resuelto con la decisión de hoy del Tribunal que ha considerado que la libertad de la ciencia prevalece sobre la protección de los derechos de autor, informa la agencia ANP. La ley vigente en Holanda establece que los derechos de autor de una obra expiran 70 años después del fallecimiento del autor, y Ana Frank falleció en marzo de 1945 en el campo de concentración alemán de Bergen-Belsen. Tras dos años en la clandestinidad en Amsterdam y haber sido delatados a la Gestapo, los Frank -que eran alemanes y se habían trasladado desde Fráncfort a Holanda en 1933- fueron capturados por las tropas nazis, sobreviviendo solamente el padre al Holocausto. Ana Frank murió de tifus en marzo de 1945, a los 15 años, poco antes de que fuese liberado el campo de concentración alemán de Bergen-Belsen, donde había sido recluida junto a su madre y su hermana, que también fallecieron allí. Sus diarios, símbolos del horror de la Segunda Guerra Mundial, han sido traducidos a 70 lenguas y vendidos en 100 países diferentes, y han inspirado a ocho producciones cinematográficas.