Google rechazó el martes una demanda presentada por el grupo Match, la casa matriz de Tinder, por monopolio de su tienda de aplicaciones y respondió que se trata de una campaña "interesada" que antepone el dinero a la seguridad de los usuarios.La respuesta de Google se da un día después de la querella presentada por la aplicación de citas ante una corte federal de San Francisco, en la que acusa al gigante de las búsquedas de abuso de posición dominante en su "Play Store", la tienda de contenido digital para teléfonos Android."Esta es solo la continuación de una campaña interesada del grupo Match para evitar el pago por el valor significativo que recibe de las plataformas móviles donde ha construido su negocio", dijo un vocero de Google a la AFP.El litigio llega como parte de una batalla iniciada por Match, Epic Games y otros creadores de software para forzar a la casa matriz de Google, Alphabet, y a Apple, fabricante de teléfonos iPhone, a aflojar las garras sobre sus respectivas tiendas de aplicaciones.Google modificó las reglas de su plataforma "Play Store" para exigir a los fabricantes de aplicaciones usar el sistema de pagos propio, el cual capta hasta un 30% de las transacciones, según un documento de la corte.Dijo además que removerá las aplicaciones del grupo Match si no siguen la nueva regla, según el grupo demandante, algo que describe como una "sentencia de muerte"."Este es un caso de manipulación estratégica de los mercados, promesas rotas y abuso de poder", aseguró Match.Google respondió que Match es libre de poner sus aplicaciones a disposición del público en cualquier otra parte en línea, incluyendo su propio sitio web.Mientras que la "App Store" es la única puerta para el contenido dentro de los dispositivos móviles de Apple, los usuarios de los teléfonos inteligentes y tabletas con sistema Android pueden descargar aplicaciones bajo su propio riesgo desde fuentes distintas a la "Play Store" de Google.A pesar de tener otras opciones Match alega que los usuarios acceden al contenido por medio de la Play Store en el 90% de los casos.Le puede interesar. Escuche el podcast El mundo hoy:
Según informó el portal BBC News, el episodio de Shannon Wait se produjo cuando una botella de agua que se le dio en el trabajo se rompió, por lo que pidió otra, pero se negaron a dársela.La joven comenzó a trabajar en el centro de datos de Google, en California del Sur en 2018, indicó que las oficinas de este gigante buscador suelen pensarse muy creativas e innovadoras, pero ella reveló que en realidad son completamente distintas.Aunque trabajaba en un centro de datos de Google, en realidad estaba contratada por un subcontratista llamado Modis, parte de un grupo de empresas de otra firma Adecco.Tras la pandemia, la empresa les anunció entrega de bonos, incluso, a quienes trabajaban como contratistas. "Llegó el momento en el que supuestamente íbamos a recibir el bono y no aparecía en nuestras cuentas bancarias. Empezamos a preocuparnos, ya sabes, decíamos 'de verdad me vendría bien ese dinero extra'", indicó Shannon.Debido a ello empezaron a hablar de sus salarios entre los compañeros, pero la joven aseguró que, si el tema se trataba cerca de algún jefe, este indicaba que sobre ello no debía hablarse.Ya frustrada por la situación laboral, ocurrió el hecho de la botella antes mencionado."Hace mucho calor en los centros de datos, unos 29,5 ºC. Google me dio una botella de agua, pero la tapa se rompió".Señala que lo mismo le pasó a su colega, empleado a tiempo completo de Google. Su compañero recibió otra botella, pero a ella no.La joven realizó una publicación en Facebook relatando lo sucedido, en respuesta a ello, la compañía le pidió su puesto.La joven fue acogida por el sindicato de trabajadores de Alphabet, empresa matriz de Google y presentaron una demanda por prácticas laborales injustas. Tras llegar a un acuerdo, Google firmó un documento en el que dice que sus empleados "tienen derecho a hablar sobre salarios y condiciones laborales".Igualmente, la BBC le presentó a la compañía la versión de Shannon. Sin embargo, aseguraron que no tenían nada por añadir.
Alex Gorowara, cofundador del Sindicato de Trabajadores de Google, habló en Mañanas BLU 10:30 sobre la asociación 'Alphabet Workers Union', que tiene como objetivo representar a los trabajadores bien remunerados del sector tecnológico, así como a los empleados temporales y contratistas. "Queremos asegurarnos de que el activismo laboral de los trabajadores de Google se organice para que tenga respuestas", indicó Gorowara. "Hicimos un comunicado público el pasado 4 de enero y todavía no tenemos una respuesta oficial. Con franqueza, no la esperamos, porque no importa qué tan grande sea el sindicato. Esperamos que los altos ejecutivos de la compañía nos ignoren", añadió el cofundador. Según Gorowara, la conexión del sindicato es hacia el grueso de los trabajadores. "El reto que tenemos por delante es hablarle a la base de trabajadores, que alcen sus voces, que sean persistentes", declaró. "Hay más de 100.000 trabajadores que tienen contratos laborales que no tienen todos los beneficios", agregó el activista. Uno de los catalizadores de la creación del sindicato en Google fue el reciente despido de Timnit Gebru, un investigador negro de ética de inteligencia artificial y abierto activista de diversidad. La compañía también enfrentó una reacción violenta de los empleados por su participación en un proyecto del Pentágono conocido como Proyecto Maven, que Google finalmente concluyó."Este esfuerzo comenzó a finales de 2019, tras el despido de cuatro personas que manifestaron quejas. La junta laboral de Estados Unidos investigó y se evidenció que algunos de los despidos no fueron justos", agregó. Escuche a Alex Gorowara en entrevista con Mañanas BLU 10:30, cuando Colombia está al aire:
Alphabet, casa matriz de Google, anunció el jueves que sus ganancias en el último trimestre de 2016 subieron a 5.300 millones de dólares, una cifra menor a la esperada pese a crecientes ingresos. Los ingresos trimestrales fueron de 26.000 millones de dólares, lo que significa un 22% más que en el mismo período del año anterior. Tras el anuncio las acciones de Alphabeth cayeron 2% en las operaciones pos mercado.
Alphabet, con sede en la localidad de Mountain View (California, EE.UU.) indicó que había garantizado a Pichai un paquete de 273.328 acciones de clase C el pasado 3 de febrero, valorado en ese momento en 199 millones de dólares. Ese compromiso incrementa la participación de Pichai en Alphabet hasta los 600 millones de dólares. El diario The Wall Street Journal recuerda que se trata de uno de los mayores paquetes de compensación accionarial en la historia corporativa estadounidense. En 2011, el actual consejero delegado de Apple, Tim Cook, recibió una compensación accionarial valorada en 376,2 millones de dólares. Pichai se convirtió en consejero delegado de Google a mediados del año pasado, como parte de la reestructuración que incluyó la creación de Alphabet, el conglomerado que incluye a Google y otras seis empresas. Ese nombramiento convirtió a Pichai en uno de los ejecutivos más poderosos en el sector tecnológico. Nacido en Chennai, una ciudad de cuatro millones de habitantes en el estado de Tamil Nadu, al sur de India, Pichai, de 43 años, forma parte de una larga lista de directivos indios en el mundo de la tecnología y entre los que destaca Satya Nadella, actual consejero delegado de Microsoft. Pichai se crió en un pequeño apartamento de dos habitaciones. Su hermano y él dormían en el salón y, durante gran parte de su infancia, su familia no pudo costearse una televisión o un auto. Sus padres tuvieron el primer teléfono, uno de esos modelos antiguos de discado, cuando Pichai, que recordaba de memoria todos los números, tenía 12 años. El joven Pichai sobresalió en la escuela y accedió al prestigioso Instituto Tecnológico de Kharagapur, donde estudió ingeniería. Poco después obtuvo una beca para la prestigiosa Universidad de Stanford (California), donde logró una maestría en física y ciencia de los materiales, tras la que cursó otro máster en gestión de empresas en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania. Su padre retiró 1.000 dólares de los ahorros de la familia, una suma superior a su salario anual, para pagarle el billete de avión a Stanford. Sundar Pichai ingresó a Google en 2004 y el día de su entrevista de trabajo coincidió con el lanzamiento del servicio de correo electrónico gratuito Gmail.