La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) revocó este miércoles su autorización para el uso alimenticio y en medicamentos del colorante rojo nº 3 (eritrosina), prohibido en gran parte de los países desarrollados y presente en bebidas, dulces y snacks.La decisión se produce como resultado a la solicitud del Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI), que en 2022 pidió que se revocara la autorización de uso de este, teniendo en cuenta no solo las afecciones físicas, sino la alteración en el comportamiento infantil: Entre los estudios que buscaban demostrar los efectos, se recolectaron testimonios de padres de familia que afirmaban ver alteraciones en sus hijos. “Cuando nuestros hijos consumen productos que contienen colorante rojo, tienden a volverse más hiperactivos y tienen dificultades para concentrarse", dijo AJ Yarwood, uno de los entrevistados.Colorante rojo n.º 3 da cáncer en animalesLa FDA dijo en un comunicado que se lo ha tomado como un "asunto de ley" después de que dos estudios hayan demostrado cáncer en ratas macho de laboratorio expuestas a altos niveles de ese colorante debido a un mecanismo hormonal propio de esos roedores.Su nota precisó que la forma en que el colorante provoca cáncer en las ratas no se da en los seres humanos. Los niveles de exposición de la gente suelen ser mucho más bajos y estudios realizados en otros animales y en personas no han mostrado los mismos efectos.Lista de productos que pueden contener el colorante rojo n.º 3El colorante rojo n.º 3, también conocido como eritrosina o E127, es un aditivo sintético utilizado para otorgar un tono rojo cereza brillante a diversos productos. Se encuentra comúnmente en:Dulces y golosinas: Caramelos, gomitas y confites suelen contener este colorante para realzar su apariencia.Postres y repostería: Gelatinas, helados, coberturas para tortas y productos de panadería pueden incluir eritrosina para intensificar su color rojo.Frutas procesadas: Frutas en almíbar, como cerezas marrasquino, a menudo utilizan este aditivo para mejorar su coloración.Bebidas: Algunas bebidas con sabor a frutas, especialmente las de fresa o frutos rojos, pueden contener este colorante.Productos farmacéuticos y cosméticos: Ciertos jarabes para la tos, multivitamínicos y cosméticos también emplean eritrosina en su formulación.
En el debate sobre la alimentación saludable, las empanadas suelen ser vistas con cierta desconfianza, ya que a menudo se consideran poco saludables. Sin embargo, al observarlas desde otra perspectiva, es posible descubrir que este plato tan popular no tiene por qué ser perjudicial para la salud. Todo depende de los ingredientes que se utilicen, del método de preparación elegido y de cómo se integren en una dieta balanceada. ¿Las empanadas son buenas para la salud?El doctor, Benjamín Ramírez, PhD, con doctorado en Nutrición Humana y Bioquímica, explica que las empanadas, lejos de ser simplemente comida chatarra, son una combinación de ingredientes que pueden aportar nutrientes esenciales si se preparan y consumen de forma adecuada.“Si ustedes se comen una empanada, no quiere decir que la empanada no tenga vitaminas o minerales”, aclara el especialista. En realidad, este plato es una presentación culinaria que integra diversos ingredientes: masa, proteínas, vegetales y especias. Todo depende de cómo se seleccionen y mezclen estos elementos. Por ejemplo, una empanada puede incluir:Carbohidratos de la masa, que aportan energía.Proteínas provenientes de rellenos como carne, pollo, o lentejas.Vitaminas y minerales si se añaden vegetales como cebolla, zanahoria o espinaca.Grasas saludables, dependiendo del tipo de aceite usado en su preparación.¿Cómo preparar unas empanadas saludables?El doctor Ramírez enfatiza que la clave no es demonizar los alimentos por ser “procesados” o “ultraprocesados”, sino analizar cómo se mezclan los ingredientes. Esto nos lleva al concepto de ser “testigos moleculares”: aprender a identificar y manipular las propiedades de los alimentos para que trabajen a nuestro favor.¿Cómo ser un testigo molecular?Observar los ingredientes: preste atención a qué lleva la empanada. Opta por versiones caseras donde puedas controlar los componentes.Cuidar el tipo de grasa: utiliza aceites como el de oliva o coco, que aportan grasas saludables.Incluir fibras: use masas integrales o añade vegetales al relleno para mejorar la digestibilidad.Controlar las porciones: Una empanada pequeña como parte de una dieta balanceada no es perjudicial.Cocción: Hornear las empanadas en lugar de freírlas reduce significativamente el contenido de grasas.Tamaño de las porciones: Moderar el tamaño de las empanadas y acompañarlas con una ensalada o una porción de frutas puede ayudar a equilibrar la comida.Masa: Una masa casera, elaborada con harina de trigo integral, agua, sal y un poco de aceite, aporta fibra y nutrientes.
Desde el 1 de enero de 2025 la Dian informó que entra en vigor un nuevo incremento de los llamados impuestos saludables para cientos de alimentos ultraprocesados. Fue mediante la Ley 2277 de 2022 que se establecieron impuestos a las bebidas ultraprocesadas azucaradas y a los productos comestibles ultraprocesados industrialmente y/o con alto contenido de azúcares añadidos, sodio o grasas saturadas. El impuesto a los alimentos ultraprocesados quedó en un 20 % para este año (estaba en 15 % en 2024). Bajo ese concepto, la reforma estableció un listado de alimentos que son considerados ultraprocesados. A estos, desde este 1 de enero de 2025, se les impondrá un impuesto del 20 %:Productos constituidos por los componentes naturales de la leche, incluso con adición de azúcar u otro edulcorante, no expresados ni comprendidos en otra parte; excepto el arequipe.Embutidos y productos similares de carne, despojos, sangre o de insectos; preparaciones alimenticias a base de estos productos, excepto salchichón, mortadela y butifarra.Las demás preparaciones y conservas de carne, despojos, sangre o de insectos.Artículos de confitería sin cacao (incluido el chocolate blanco).Chocolate y demás preparaciones alimenticias que contengan cacao.Mezclas y pastas para la preparación de productos de panadería, pastelería o galletería.Productos a base de cereales obtenidos por inflado o tostado (por ejemplo: hojuelas o copos de maíz); cereales (excepto el maíz) en grano o en forma de copos u otro grano trabajado (excepto la harina, grañones y sémola), precocidos o preparados de otro modo, no expresados ni comprendidos en otra parte.Productos de panadería, pastelería o galletería (no se paga si el productor es persona natural con ingresos brutos de menos de 10.000 UVT) incluso con adición de cacao; hostias, sellos vacíos de los tipos utilizados para medicamentos, obleas para sellar, pastas secas de harina, almidón o fécula en hojas y productos similares, excepto las obleas.Hortalizas, frutas u otros frutos o sus cortezas y demás partes de plantas confitados con azúcar (almibarados, glaseados o escarchados).Las demás hortalizas preparadas o conservadas (excepto en vinagre o en ácido acético) sin congelar.Confituras, jaleas y mermeladas, purés y pastas de frutas u otros frutos obtenidos por cocción, incluso con adición de azúcar u otro edulcorante.Frutas u otros frutos y demás partes comestibles de plantas, preparados o conservados de otro modo, incluso con adición de azúcar u otro edulcorante o alcohol, no expresados ni comprendidos en otra parte.Preparaciones para salsas y salsas preparadas; condimentos y sazonadores compuestos; harina de mostaza y mostaza preparada.Helados, incluso con cacao.Preparaciones alimenticias no expresadas ni comprendidas en otra parte.Lista de bebidas azucaradas que también subirán de precio en 2025: Yogur; suero de mantequilla (de manteca), leche y nata (crema), cuajadas, kéfir y demás leches y natas (cremas) fermentadas o acidificadas, incluso concentrados o con adición de azúcar u otro edulcorante, aromatizados o con frutas u otros frutos o cacao.Lactosuero, incluso concentrado o con adición de azúcar u otro edulcorante; productos constituidos por los componentes naturales de la leche, incluso con adición de azúcar u otro edulcorante, no expresados ni comprendidos en otra parte.Extracto de malta; preparaciones alimenticias de harina, grañones, sémola, almidón, fécula o extracto de malta que no contengan cacao o con un contenido de cacao inferior al 40 % en peso calculado sobre una base totalmente desgrasada, no expresadas ni comprendidas en otra parte; preparaciones alimenticias de productos que no contengan cacao o con un contenido de cacao inferior al 5 % en peso calculado sobre una base totalmente desgrasada, no expresadas ni comprendidas en otra parte.Jugos de frutas u otros frutos (incluido el mosto de uva y el agua de coco) o de hortalizas, sin fermentar y sin adición de alcohol, incluso con adición de azúcar u otro edulcorante.Mezclas en polvo de extractos, esencias y concentrados de café, té o yerba mate y preparaciones a base de estos productos o a base de café, té o yerba mate; achicoria tostada y demás sucedáneos del café tostados y sus extractos, esencias y concentrados.Agua, incluidas el agua mineral y la gaseada, con adición de azúcar u otro edulcorante o aromatizada, y demás bebidas no alcohólicas, excepto los jugos de frutas u otros frutos o de hortalizas.Preparaciones compuestas cuyo grado alcohólico volumétrico sea inferior o igual al 0,5 % vol. para la elaboración de bebidas.
En los últimos años, los edulcorantes bajos en calorías (LNCS, por sus siglas en inglés) han cobrado relevancia como una alternativa al azúcar en el contexto de América Latina, donde la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adultos alcanza alrededor del 60%. La relación entre estos edulcorantes y la gestión del peso, así como los hábitos alimenticios, es un tema de creciente interés debido al incremento en las tasas de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, que amenaza con afectar a 49 millones de adultos en la región para el año 2045.¿Los edulcorantes son buenos o malos?La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcar represente menos del 10% del total de calorías diarias. Sin embargo, en numerosos países de América Latina, este consumo excede dicha recomendación. En este contexto, reemplazar el azúcar por edulcorantes bajos o sin calorías se presenta como una estrategia eficaz para reducir tanto el azúcar como las calorías. Un estudio de la OMS estima que esta sustitución podría disminuir el consumo en hasta 38 gramos de azúcar y 135 calorías por día.Efectos de los azúcares y edulcorantes en la saludEl doctor Brian Cavagnari, de la Pontificia Universidad Católica Argentina, presentó estudios sobre los efectos de los azúcares y los LNCS en la salud, mostrando que el reemplazo de productos azucarados por aquellos endulzados con LNCS puede reducir de forma modesta pero significativa el peso corporal. Este efecto es atribuible a una reducción en la ingesta calórica total, que varía entre 135 y 225 calorías diarias. Estos resultados, obtenidos a partir de revisiones sistemáticas de ensayos clínicos aleatorizados, representan el más alto nivel de evidencia en la relación entre el uso de LNCS y el control de peso.Asimismo, otros estudios clínicos han demostrado que el consumo de LNCS no tiene efectos negativos sobre la presión arterial, los niveles de azúcar e insulina en ayunas, o los niveles de lípidos en sangre. En países de América Latina con una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad, donde el consumo de azúcar excede las recomendaciones, los LNCS representan una herramienta eficaz para reducir la ingesta de azúcares y calorías.¿Qué dicen los expertos sobre los edulcorantes?En el marco de la Conferencia de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) 2024, celebrada en Medellín, Colombia, diversos expertos de América Latina compartieron estudios y experiencias sobre el uso de edulcorantes bajos en calorías en la región. La doctora Susana Socolovsky, presidenta de la Asociación Argentina de Tecnólogos de Alimentos, destacó que en los últimos 15 años, ningún estudio en Iberoamérica ha detectado niveles de consumo de edulcorantes que excedan la Ingesta Diaria Aceptable (IDA), incluso en grupos poblacionales vulnerables como los niños y las mujeres embarazadas. Estos hallazgos ratifican la seguridad de los LNCS y la falta de efectos adversos en la salud a los niveles de consumo observados.En países como Chile, donde los esfuerzos de reformulación alimentaria han sido pioneros, se ha logrado una mayor disponibilidad de productos con bajo contenido de azúcar. Incluso con esta oferta ampliada, los estudios han demostrado que los niveles de consumo de edulcorantes siguen siendo seguros y están muy por debajo de los límites establecidos.¿Por qué las personas prefieren alimentos que tengan dulce?La profesora Adriana Gámbaro, de la Universidad de la República en Uruguay, explicó que la preferencia humana por el sabor dulce es una característica natural, pero que no necesariamente incrementa el deseo de consumir alimentos dulces. Contrario a la creencia común, la evidencia actual no respalda la hipótesis de que la exposición al dulzor —ya sea a través del azúcar o de los edulcorantes— aumente la preferencia por los productos dulces. De hecho, algunos estudios clínicos sugieren que la exposición al sabor dulce podría incluso reducir el antojo de dulces, al menos a corto plazo.
En los últimos años, los hábitos de consumo de los colombianos han experimentado una notable evolución, impulsada en gran medida por la pandemia de COVID-19. Esta situación aceleró la adopción del comercio electrónico, llevando a un cambio significativo en la manera en que los colombianos realizan sus compras. En 2023, la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE) reportó que las ventas en línea alcanzaron un total de $62,1 billones de pesos, evidenciando un marcado desplazamiento hacia las compras digitales.El queso es el producto que más compran los colombianos en internetUn análisis de la consultora Nielsen, realizado durante el segundo trimestre de 2024, identificó los productos más comprados en el segmento de eGrocery en comercios no especializados. Entre estos productos destacan los quesos, pasabocas y carnes frías. El queso es uno de los favoritos de la mayoría de los colombianos y es considerado esencial en las compras mensuales, con una preferencia del 1,6% debido a su variedad y disponibilidad.Las gaseosas también tienen una buena participación, representando el 1,5% de las compras en línea. Los pasabocas y las carnes frías son igualmente populares, cada uno con una participación del 1,4% en el eGrocery. Finalmente, los vinos son otro producto altamente comprado en línea, obteniendo el 1,3% de las ventas en los comercios analizados. Otros artículos importantes en el eGrocery incluyen leches, fórmulas infantiles y aguas.¿Por qué es bueno el queso?Fuente de calcio: el queso es una excelente fuente de calcio, un mineral esencial para la salud de los huesos y los dientes. Es especialmente importante para niños en crecimiento y adultos mayores.Proteínas de alta calidad: el queso contiene proteínas de alta calidad que contribuyen a la construcción y reparación de los tejidos del cuerpo.Vitaminas y minerales: además del calcio, el queso es rico en vitaminas como la A, D y B12, así como en minerales como el fósforo y el zinc. Estas vitaminas y minerales son importantes para diversas funciones del organismo.Probióticos: algunos quesos, como el queso cheddar y el queso gouda, contienen probióticos, que son bacterias beneficiosas para la salud intestinal.Sabor y versatilidad: el queso aporta un sabor intenso y umami a los platos, además de ser muy versátil en la cocina.¿Qué tipos de queso existen?Quesos frescos: Mozzarella, ricotta, queso cottage.Quesos semiduros: Cheddar, gouda, emmental.Quesos duros: Parmesano, manchego, grana padano.Quesos azules: Roquefort, gorgonzola, Stilton.¿Qué es el eGrocery? El eGrocery es la compra de artículos de supermercado a través de plataformas digitales. Esto incluye alimentos y otros productos de supermercado que se adquieren mediante sitios web o aplicaciones móviles, permitiendo a los consumidores realizar sus compras desde casa. Los pedidos pueden ser entregados directamente en el domicilio del cliente o recogidos en un punto de retiro. El eGrocery abarca una variedad de productos, desde frescos y congelados hasta secos y otros bienes de consumo, que normalmente se comprarían en tiendas físicas. Su creciente popularidad se debe a la comodidad y accesibilidad que ofrece, especialmente en la actualidad.¿Por qué los colombianos prefieren comprar productos por internet?Un informe de Payments and Commerce Market Intelligence revela que el 15,5% de los usuarios que compran en línea en Colombia se enfocan en productos de comercio al por menor y alimentos. Dentro de este segmento, el eGrocery (compra de alimentos y productos de supermercado en línea) se ha posicionado como una de las cinco categorías más populares, con un 90% de los compradores realizando transacciones diarias. Esta alta frecuencia de compras no solo refleja un cambio en los hábitos de consumo, sino que también fortalece la confianza entre los consumidores y las plataformas de comercio electrónico.Según cifras de MercaWeek 2023, organizado por la CCCE, las ventas de eGrocery experimentaron un crecimiento del 87%, subrayando el enorme potencial de esta categoría para impulsar el crecimiento del comercio electrónico en Colombia. Las plataformas digitales han jugado un papel crucial en esta transformación, facilitando la conexión directa entre consumidores y comercios, y ofreciendo métodos de pago fáciles y seguros. En 2023, la CCCE estimó que el 82,6% de las transacciones en línea se realizaron a través de dispositivos móviles, destacando la comodidad y accesibilidad del comercio digital.La amplia oferta disponible en estas plataformas permite a los consumidores acceder a ofertas atractivas y, en muchos casos, ahorrar en costos de desplazamiento gracias a las opciones de entrega a domicilio. "Las plataformas digitales, gracias a su conveniencia y amplia variedad de opciones, han transformado al eGrocery en una de las categorías más dinámicas y con mayor potencial de crecimiento en el mercado colombiano. Estas plataformas no solo fortalecen la lealtad de los consumidores hacia el eGrocery, sino que también alientan a los usuarios a explorar otras categorías de productos en línea", afirmó María Fernanda Quiñones, presidenta de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.
Esta semana varios influencers de estilo de vida salieron al ruedo a críticar a la industria de alimentos porque algunos productos en el mercado ya no tienen los sellos del Ministerio de Salud, las famosas advertencias: Alto en sodio, alto en grasas, o algo en azúcar.Muchos están sugiriendo que los industriales ‘alteraron’ las tablas nutricionales, la industria dice que lo que está pasando es que hay empresas cambiando la receta a esos alimentos y por otro lado, este mes entró a regir una nueva norma sobre etiquetado de alimentos y los estándares con los que se mite si un alimento debe o no debe llevar los sellos volvieron a cambiar.¿Nuevas recetas en el mercado?Empecemos con lo primero. Cualquier industria puede cambiarle la ‘receta’ a lo productos que consume el mercado. Primero prueba la idea en su fábrica y luego le dice al Invima. Si el Invima está de acuerdo se aprueba el cambio y sale un producto que por fuera se ve prácticamente igual pero por dentro es distinto y en algunos casos ya no va a necesitar sellos.¿Cómo lo hacen? Piense en que cuando va a cita médica y lo regañan por comer mal le recomiendan que haga las cosas al horno en lugar de fritarlas. A gran escala, la industria podría estar haciendo lo mismo, solo que en vez de ‘dieta’ se llama reformulación.“Uno de los objetivos que fijó el Ministerio de Salud cuando promulgó la ley de etiquetado, y cuando en el Congreso de la República se discutió el tema del impuesto saludable, era promover la reformulación. En aquellos casos en los cuales sea posible, insisto, cumpliendo las normas vigentes, las reglas de juego que pusieron, pues ese es un incentivo para que las empresas busquen no pagar impuestos, por ejemplo, o no tener los sellos. ”, explicó Camilo Montes presidente de la Cámara de Alimentos de la Andi.Y es que solo este año los colombianos han pagado más de 900.000 millones de pesos sólo en el impuesto a los alimentos ultraprocesados y las cifras del Dane, ya muestran que la categoría ‘golosinas’ está un 32% más cara que el año pasado.Según Montes, todavía es prematuro para saber qué porcentaje de la industria está reformulando y queda abierta la pregunta de si las normas están incentivando una mejor calidad nutricional de los productos o no. Por ejemplo, hoy un chocolate de mesa sin azúcar, paga lo mismo en impuesto que una barra de chocolate de mesa que tiene más azúcar que cacao.Colombia estrenó sellos esta semanaLa segunda semana de julio, Colombia ‘estrenó’ los nuevos sellos de etiquetado frontal: Los octógonos. Aunque ya estaban circulando empaques con ese tipo de sello, la verdad es que solo hasta ahora son obligatorios.Los octágonos, a diferencia de los círculos, usan otros criterios para medir cuánto un alimento es alto en sodio, azúcar, o grasa. Como resultado algunos alimentos con sello pudieron quitarlo, y otros que no lo tenían ahora deben llevarlo.La discusión puede reabrirseAunque no está previsto que en la nueva reforma tributaria, el Gobierno reabre el tema de los impuestos saludables, es algo que podría pasar, en especial porque la tarifa pasará de 15 % este año a 20 % el próximo.Además hay varios inconformes con el diseño del impuesto que podrían salir a dar la pelea como los animalistas, representados por la senadora, Andrea Padilla, que sostienen que hay embutidos de origen animal que no pagan impuestos como el salchichón mientras que todas las versiones veganas terminaron pagando de más.
La directora ejecutiva de Red Papaz, Carolina Pineros, habló en Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, sobre el impacto del etiquetado frontal en la industria de alimentos y los cambios en los hábitos de consumo en el país, una norma vigente que debe estar impresa en todos los productos. Las empresas del mercado deben adaptarse, pero sin incurrir en reformular sus ingredientes para poder cumplir la ley, que es una de las polémicas que ahora surge por este etiquetado en cada categoría de alimentos.En ese sentido, Pineros mencionó que si bien algunas empresas han reformulado sus productos para evitar los sellos de advertencia, esto no significa que los nuevos ingredientes sean más saludables. En algunos casos, los nuevos ingredientes pueden ser, incluso, peores para la salud que los productos originales. Sin embargo, enfatizó que la mayoría de los productos ultraprocesados aún tienen los llamados sellos de advertencia. "Nosotros hemos identificado cuatro que han quitado sus sellos y los hemos reportado al Invima, como invitamos a todos los oyentes que reporten cuando creen que un comestible o una bebida ultraprocesada debería tenerlos y no los tiene, pues hay que reportar", precisó; dijo que entre estos hay paquetes de papas, gaseosas y productos de panadería. La directora ejecutiva de Red Papaz también hizo hincapié en que el etiquetado frontal tiene como objetivo principal informar a los consumidores sobre la calidad nutricional de los productos y promover una alimentación más saludable. Además, señaló que es importante que el Ministerio de Salud y el Invima implementen políticas que fomenten el consumo de alimentos más naturales y menos procesados. Por eso, recalcó que el etiquetado frontal ha sido bien recibido por la población en general. Según un estudio realizado por Cifras y Conceptos, explicó, el 54 % de las personas encuestadas considera útil el etiquetado frontal y el 36 % afirmó que les ha ayudado a modificar sus hábitos de consumo. Sin embargo, el 84 % de las personas opinó que se requiere más información y educación sobre el tema. "Recordemos que desde hace 40 años empezamos a cambiar nuestros hábitos de consumo y empezamos a consumir estos, que son los productos ultraprocesados, que son los que cambian la matriz alimentaria de los comestibles y precisamente nos hacen mucho daño (...) Es que, claro, nos hacen mucho daño y cada vez hay más evidencia de que estos ultraprocesados son muy dañinos. Son los causantes de las enfermedades crónicas no transmisibles, que en Colombia son responsables de más del 70 % de las muertes. Entonces por eso es tan importante y por esto recordemos que esto es un tema de salud pública y por tanto, el Ministerio y el Invima tienen una gran responsabilidad de hacer que esto se cumpla", aseveró.
El analista y empresario pyme del sector de alimentos Thierry Ways dio su perspectiva en Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, sobre la industria de alimentos en el país y habló de todos los temas relacionados con las normas de sellos que actualmente son obligatorias por parte de empresas del sector.Ways respondió a las dos visiones que existen en torno a estas normas. Por un lado, está el argumento de que las empresas están haciendo trampa al utilizar ingredientes alternativos para evadir la ley de los sellos. Por otro lado, están quienes sostienen que las empresas solo se están ajustando a la normatividad para poder sobrevivir.Separó estos aspectos, explicando que las normas de los sellos tienen especificaciones claras y que cualquier intento de evadirlas sería considerado una trampa. Sin embargo, también destacó que estas normas están generando adaptaciones en el mercado, similar a lo que sucedió con el impuesto a las ventanas en el Reino Unido en el siglo XVII y XVIII.El empresario aseveró que estas adaptaciones por parte de la industria no deben ser consideradas trampas, sino simplemente una forma de cumplir con lo establecido por el Estado. Por ejemplo, si una empresa reformula sus productos para reducir el contenido de sal y evitar así colocar un sello, está siguiendo las indicaciones dadas por el Estado.“Las normas de los sellos tienen unas especificaciones bastante claras, es decir, poner el sello en el lugar equivocado, cambiarle el tamaño, etcétera. Ese tipo de cosas están explícitamente prohibidas por la norma, así que ahí creo que sí se podría hablar de trampa, pero eso no es, digamos, una trampa sutil, es simplemente algo que no está contemplado por la norma y que podría eventualmente ser sancionado por parte de las autoridades”, explicó.Sin embargo, Thierry Ways reconoció que estas adaptaciones pueden tener repercusiones, pues mencionó que algunos alimentos que antes no tenían sello ahora pueden resultar más dañinos debido a la reducción de ciertos ingredientes como sodio, sal y azúcares saturadas. Aunque no se puede generalizar sobre la categoría de alimentos más dañinos, dijo que estas normas favorecen a las versiones industriales sobre las caseras y naturales.En ese sentido, sugirió que se deben replantear estas políticas, no solo en términos de impuestos y sellos, sino también incentivando mejores prácticas de producción de alimentos. Por eso, propuso la creación de sellos o denominaciones que identifiquen aquellos productos elaborados con ingredientes naturales y procesos mínimos, como ocurre en muchos países europeos famosos por su gastronomía.Vea la entrevista completa en Mañanas Blu, con Camila Zuluaga:
Cuatro sectores industriales (combustibles fósiles, alcohol, tabaco y alimentos ultraprocesados) causan 19 millones de muertes anuales a nivel mundial y 2,7 millones en Europa, no solo por los perjuicios a la salud de sus productos sino también al interferir en medidas de control de su consumo, asegura un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).El estudio, elaborado por la oficina regional de la OMS en Europa y centrado por ello en las prácticas de estas industrias en el Viejo Continente, les acusa de obstaculizar la prevención de enfermedades no transmisibles como problemas cardiovasculares, cáncer o diabetes, principales causas de muertes prematuras y discapacidad en la región."Cuatro industrias matan a 7.000 personas en la región cada día", acusó el director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, al presentar el informe, antes de señalar que "bloquean regulaciones que protegerían a la ciudadanía de productos perjudiciales".Entre las prácticas denunciadas por el estudio de la OMS se señalan sus presiones para bloquear etiquetas que informen de sus efectos sobre la salud en productos como el tabaco o determinados alimentos, la difusión de desinformación a los medios o la publicidad dirigida a niños y adolescentes.Se trata de un amplio rango de tácticas que buscan maximizar los beneficios pero tienen como efecto secundario un empeoramiento de la salud pública, creando además barreras para las políticas de prevención, insiste la OMS.La concentración de empresas que se produce en muchos de estos sectores, formando grandes consorcios transnacionales, les ha ayudado a poseer un importante poder de presión en contextos políticos y legales, obstruyendo regulaciones que podrían afectar a sus márgenes de beneficios, señala la OMS."OMS Europa trabajará con los responsables políticas en el fortalecimiento de tácticas que les protejan contra la perjudicial influencia de las industrias", aseguró Kluge.El informe quiere ser una llamada de atención a los gobiernos europeos para que pongan en marcha mecanismos que "identifiquen conflictos de intereses y protejan a las políticas públicas de las interferencias de estas industrias".Las enfermedades no transmisibles son el origen de un 90 % de las muertes en Europa, la región con más altos niveles de consumo de alcohol en la población y de tabaquismo entre los adolescentes, mientras el sobrepeso y la obesidad afectan al 60 % de los adultos y a casi uno de cada tres niños.Tres de cada cuatro muertes por enfermedades no transmisibles son atribuidas a problemas cardiovasculares, cáncer, diabetes o enfermedades respiratorias crónicas.
En los primeros dos meses de implementación del impuesto a los alimentos ultraprocesados, los colombianos redujeron el consumo de tés líquidos, leches saborizadas, chocolates y chocolatinas, según un análisis de la consultora Kantar.A pesar de esa reducción, el consumo de alimentos ultraprocesados en Colombia es del 14 % más alto que el de un año atrás y el consumo de los alimentos que no pagan el impuesto tuvo un crecimiento inferior al 9 %.El impuesto a los alimentos ultraprocesados se implementó por primera vez en Colombia en noviembre de 2023 con una tarifa de 10 % sobre aquellos alimentos procesados industrialmente y que superan límites establecidos de sodio, grasas y azúcares. El objetivo del impuesto, según el Gobierno, es bajar el consumo de esta clase de productos para evitar la propagación de enfermedades no transmisibles como la obesidad y la diabetes.Desde enero de este año el impuesto a los alimentos ultraprocesados pasó del 10 % al 15 % y subirá nuevamente en enero de 2025 hasta el 20 %.Según Kantar los colombianos ya están reduciendo la frecuencia con la cual van a comprar estos productos ultraprocesados y algunos consumidores los siguen comprando, pero en marcas más económicas lo que está llevando a esas marcas a ocupar una posición más importante en el mercado.John Studerus, Gerente de analítica avanzada de Kantar Colombia, división Worldpanel, señala que “este impuesto no solo afecta a la canasta de alimentos ultraprocesados en términos de volumen, sino que también puede tener repercusiones en otras categorías no gravadas. Esto se debe a que los consumidores pueden verse obligados a reducir el consumo en categorías consideradas básicas para ellos. Estas implicaciones sugieren que la industria debe comprender la dinámica específica de cada categoría y anticipar el impacto futuro a medida que el impuesto aumente en los próximos años”.