Con el objetivo de mitigar los efectos de la crisis hídrica que atraviesa la región, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha reiterado su llamado al consumo responsable de agua durante las festividades de fin de año.Alfred Ballesteros, director general de la CAR, instó tanto a los ciudadanos como a las empresas y sectores productivos a mantener los buenos hábitos de uso eficiente del agua, incluso cuando se encuentren fuera de sus hogares, en destinos vacacionales.El funcionario destacó que, a pesar de estar en vacaciones, la responsabilidad con el cuidado del agua debe mantenerse. “A donde quiera que vayamos debemos llevar con nosotros los buenos hábitos de consumo y el sentido de responsabilidad con el cuidado del agua”, señaló.Este llamado se realiza en el marco de los pronósticos emitidos por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), que anticipan que la temporada seca, que comenzó en diciembre, se prolongará hasta al menos los tres primeros meses de 2025, lo que afectará los niveles de los embalses.Ballesteros también recordó que, si bien muchas personas no pagan directamente la factura del agua en los lugares donde pasan sus vacaciones, esto no exime de la responsabilidad de ahorrar y hacer un uso racional del recurso. Además de la ciudadanía en general, la CAR extiende este llamado a las empresas, industrias, y sectores productivos, como el agrícola, pecuario y de servicios, para que implementen prácticas de ahorro y consumo responsable del agua, de manera que se pueda contribuir a aliviar la presión sobre las fuentes hídricas de la región.
La escasez de agua en Bogotá es un tema de preocupación constante para los habitantes de la ciudad. En los últimos meses, el suministro de agua ha sido insuficiente y se han planteado diversas propuestas para solucionar esta problemática. Una de las propuestas más recientes es traer más agua del sistema norte para disminuir la presión sobre el sistema de Chingaza. El alcalde de la ciudad, Carlos Fernando Galán, mencionó la posibilidad de aumentar el caudal de la planta Tibitoc, ubicada en el sistema norte, con el objetivo de aliviar la presión. Sin embargo, expertos advierten que estas soluciones a corto plazo pueden tener consecuencias. El director de la CAR Cundinamarca, Alfred Ballesteros, señaló que aumentar el caudal de Tibitoc requeriría inversiones y soluciones adicionales, ya que la oferta hídrica en la cuenca del río Bogotá está prácticamente equilibrada con la demanda actual."Digamos que el plan que propone el alcalde Mayor de Bogotá no es que sea imposible ejecutar, lo que pasa es que requiere otra serie de inversiones y soluciones. Si estamos pensando en que esta es la alternativa para un mediano y un largo plazo, me explico hoy la oferta hídrica en la cuenca del río Bogotá está prácticamente equilibrada con la demanda. Es decir, el agua que hoy existe, que está disponible en el río, es el agua que hoy se demanda por parte de todos los habitantes”, señaló.Ballesteros también ha planteado la necesidad de construir nuevos embalses y buscar soluciones a mediano y largo plazo, como la adquisición y restauración de predios en la cuenca del río Bogotá. Además, sugiere explorar otras alternativas como el aprovechamiento de aguas subterráneas y el reuso del recurso hídrico. “Ahora, nos tocó la sequía desde el año pasado y tenemos que buscar soluciones asociadas a la naturaleza, adquisición de predios, restauración de predios y mejorar las condiciones de oferta hídrica en la cuenca. Es importante tener en cuenta que cualquier decisión relacionada con el suministro de agua en Bogotá debe ser tomada de manera responsable y basada en análisis técnicos. También es fundamental promover el ahorro de agua entre los ciudadanos como una medida para enfrentar la escasez."Tendremos que evaluarlo en la oportunidad correspondiente. Hoy todavía el acueducto no nos presenta de manera formal una modificación de su concesión de aguas para que entremos a analizar el requerimiento, la necesidad y la disponibilidad. Toda decisión que tome la CAR se hará con fundamento en análisis técnico, en la modelación que hagamos del recurso hídrico en los estudios técnicos que nos permitan tomar una decisión de esta naturaleza. Por ahora, el acueducto no ha presentado formalmente la solicitud. Cuando la presente la evaluaremos", concluyó.Finalmente., la escasez de agua en Bogotá es un problema complejo que requiere soluciones a mediano y largo plazo. La propuesta de traer más agua del sistema norte para aliviar la presión sobre Chingaza es una de las opciones, pero debe ser evaluada cuidadosamente junto con otras alternativas. El compromiso de las autoridades y de los ciudadanos es clave para asegurar el suministro de agua a largo plazo.Escuche la entrevista completa acá:
En una reciente entrevista con Mañanas Blu, Alfred Ballesteros, director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), desmintió rotundamente las acusaciones de que la concesión de agua otorgada a la planta embotelladora de Coca Cola en La Calera esté relacionada con los problemas de abastecimiento de agua en Bogotá. Según Ballesteros, la captación de agua en esa zona no afecta en absoluto el suministro del embalse de San Rafael, principal fuente de abastecimiento de la capital.Ballesteros explicó que la concesión a la Industria Nacional de Gaseosas, titular de la planta embotelladora, fue otorgada en 1983 y ha sido renovada periódicamente según la normativa vigente. Actualmente, la concesión sigue activa, con un vencimiento programado para el 31 de diciembre de este año. Sin embargo, la empresa ha solicitado su renovación, lo que ha generado inquietudes entre los habitantes de La Calera.“Hay una preocupación de la comunidad que no se ha manifestado de manera formal en el trámite administrativo, pero que ya es conocida por la autoridad ambiental”, indicó Ballesteros. La inquietud principal es que esta captación de agua podría poner en riesgo el suministro para las comunidades locales.La verdad sobre la captación de agua en La CaleraBallesteros fue enfático al señalar que los siete manantiales de los cuales se capta el agua para la planta embotelladora no están conectados con el embalse de San Rafael, desmintiendo así los rumores que circulan en redes sociales. “Estos siete manantiales tributan a la quebrada San Lorenzo, que a su vez conduce a la quebrada La Socha, afluente del río Teusacá, pero llega al río Teusacá en el momento en que el río ya ha pasado por el embalse San Rafael. Es decir, que no tienen nada que ver con los temas del racionamiento en Bogotá”, aclaró.La concesión actual permite la captación de 3,23 litros por segundo (l/s), una cantidad significativamente reducida desde la última renovación en 2014, cuando se disminuyó a menos de la mitad de lo permitido anteriormente. Para ponerlo en perspectiva, el consumo de agua de los bogotanos se acerca a los 16 metros cúbicos por segundo (m³/s), por lo que la captación en La Calera representa un porcentaje mínimo en comparación con el total consumido por la capital.Impacto del fenómeno de El Niño y la respuesta de la CAREn cuanto a las quejas de la comunidad sobre la escasez de agua en La Calera, Ballesteros explicó que esto se debe principalmente a los efectos del fenómeno de El Niño, que ha afectado al departamento de Cundinamarca desde octubre del año pasado hasta abril de este año. “Entendemos el derecho que tiene la comunidad de exigir que el agua debe ser primero para ellos”, dijo Ballesteros, quien aseguró que la CAR está realizando un estudio hidrológico para determinar si la renovación de la concesión es viable desde un punto de vista técnico.El director de la CAR también se comprometió a desplazarse personalmente a la zona el 15 de septiembre para dialogar con las comunidades y escuchar sus preocupaciones. “La decisión que se va a tomar será eminentemente técnica. Si el agua solamente alcanza para las comunidades, pues solamente se le otorgará el acceso a las comunidades”, afirmó.El futuro de la concesión a Coca - ColaEn cuanto al futuro de la concesión, Ballesteros destacó que la decisión final se tomará en base a los resultados del estudio hidrológico y tras la realización de una visita técnica programada para finales de octubre. La decisión podría incluir la renovación, modificación o negación de la concesión, dependiendo de si la empresa cumple con las obligaciones y compensaciones ambientales impuestas.Ballesteros también instó a las comunidades a participar activamente en el proceso, constituyéndose como terceros intervinientes para poder aportar elementos técnicos y presentar recursos si lo consideran necesario. “Es un derecho de la ciudadanía”, subrayó.
La situación de los embalses de Chuza y Tominé, que abastecen a Bogotá y a varios municipios cercanos, sigue siendo crítica a pesar de las recientes lluvias intensas en la región. Según Alfred Ballesteros, director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), estos embalses mantienen una tendencia de disminución en sus niveles de agua. Esta disminución se debe a que el volumen de agua que se está extrayendo es mayor que el que está ingresando.Los embalses, que son cuerpos artificiales, dependen del agua proveniente de fuentes naturales como los páramos en la Orinoquía y la cuenca alta del Río Bogotá. Sin embargo, las precipitaciones en estas áreas han sido insuficientes para satisfacer la demanda de agua. Los técnicos de la CAR estiman que, por ejemplo, el embalse de Chuza necesitaría recibir al menos 30 metros cúbicos de agua por segundo, sin extracciones, durante aproximadamente cuatro meses para alcanzar su capacidad máxima.A pesar de las fuertes lluvias recientes, el fenómeno de La Niña aún no se ha activado y las lluvias en la cuenca de la Orinoquía, esencial para alimentar el sistema Chingaza, han sido insuficientes. Esto hace poco probable que los niveles de los embalses se normalicen durante el resto del año.Vea también Especialistas a minsalud: "Hablar de mutilación desinforma sobre cáncer de mama"Ballesteros enfatizó que no será posible alcanzar el objetivo de estabilización del 20% en el sistema Chingaza debido a la falta persistente de lluvias en las áreas críticas para la recarga de los embalses. Además, reiteró la importancia de continuar con el racionamiento del agua y mantener las medidas restrictivas, ya que las lluvias locales en Bogotá y sus alrededores no contribuyen significativamente a la recarga de los embalses.“Claramente no será posible cumplir la meta de 20 % de estabilización en el sistema Chinzaga pues allí persiste la situación de escasez por la ausencia de lluvias en el páramo y subpáramo que es donde deberían presentarse”, subrayó el funcionario.Actualmente, los niveles de agua en los embalses de Neusa, Sisga y Tominé están al 53,18%, mientras que los embalses de Chisacá y La Regadera están al 49,70%. El sistema Chingaza, por su parte, se encuentra en un crítico 16,29%.
Alfred Ballesteros, un abogado con experiencia en derecho público y contencioso administrativo, fue elegido como el nuevo director de la Corporación Autónoma Regional (CAR). La decisión, que se tomó con 11 votos a favor.El perfil de Alfred BallesterosAlfred Ballesteros es un abogado con formación académica y con trayectoria en roles de asesoramiento, consultoría y dirección de entidades gubernamentales.Su experiencia, según su hoja de vida, abarca no solo la gerencia pública, sino también un liderazgo estratégico en la planeación y ejecución de proyectos y políticas ambientales, siempre bajo los principios de sostenibilidad, pertinencia, idoneidad y viabilidad en aspectos sociales, técnicos, jurídicos, administrativos y contractuales.La carrera de Ballesteros en el ámbito laboral se destaca por su servicio en varias instituciones gubernamentales, incluyendo Corpoguavio, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, el Ministerio de Trabajo, la Personería de Bogotá, la Región Administrativa y de Planeación Especial RAP-E, el Senado de la República, la Procuraduría General de la Nación y la Alcaldía de Bogotá.