En un mundo saturado de estímulos, donde la urgencia parece gobernar cada instante, se hace más necesario que nunca recuperar el enfoque en lo fundamental de nuestra existencia. Vivir enfocados no es simplemente priorizar tareas; es identificar aquello que, al final del día, da sentido y propósito a nuestra vida. Esa claridad no solo orienta nuestras acciones, sino que también nos protege de las distracciones que nos alejan de nuestros valores esenciales.Cuando vivimos desenfocados, permitimos que las distracciones –sean digitales, sociales o internas– nos desvíen de lo que realmente importa. Muchas veces, estas distracciones parecen inofensivas: una notificación en el teléfono, una conversación que no aporta o el constante ruido mental. Sin embargo, en conjunto, construyen una barrera que nos impide escuchar nuestra propia voz y reconocer las prioridades que hacen significativa nuestra vida. La filósofa y autora Simone Weil afirmaba que "la atención es la forma más rara y pura de generosidad". Esto nos invita a entender que enfocar nuestra atención en lo esencial no solo nos beneficia a nosotros, sino que también es un acto de amor hacia los demás.Vivir desde lo fundamental implica hacer una pausa consciente para reflexionar sobre lo que realmente valoramos. ¿Es el tiempo con nuestra familia? ¿Es el crecimiento personal? ¿Es contribuir al bienestar de quienes nos rodean? Este ejercicio no solo nos centra, sino que también nos libera del peso de la superficialidad. Nos impulsa a ser más auténticos, a actuar con coherencia y a construir una vida más plena y significativa.El enfoque es también un acto de resistencia frente a la inercia de un mundo que nos exige productividad sin propósito. Volver a lo fundamental no significa hacer más, sino hacer mejor. Implica preguntarnos: ¿Este camino que estoy tomando me lleva hacia lo que más valoro? Al priorizar lo esencial, nos conectamos con nuestra misión de vida y evitamos que el ruido de las distracciones apague la música de lo que realmente importa.Enfocarnos en lo fundamental es, en última instancia, un acto de amor propio y una invitación a vivir con propósito. Una vida que se construye desde el centro no teme a las distracciones; las reconoce, las filtra y sigue adelante.
El Papa Francisco ayer, en su audiencia de los miércoles, nos pedía: “no comprar productos fabricados con mano de obra infantil "para no ser cómplices". Lo cual me hace reflexionar en los valores que tengo presente al comprar algo. En el acto cotidiano de comprar, solemos centrarnos en tres factores principales: el valor económico, el gusto y la utilidad. Sin embargo, una reflexión más profunda nos invita a considerar también la dimensión ética de nuestras decisiones de consumo. ¿Qué implicaciones tiene lo que compramos para la sociedad, el medio ambiente y la dignidad humana?Desde una perspectiva ética, cada compra es una elección que afecta a múltiples eslabones en la cadena de producción y distribución. Comprar no es solo adquirir un producto; es respaldar los valores, prácticas y consecuencias de quienes lo hacen posible. Por ejemplo, ¿sabemos si el producto fue fabricado respetando los derechos laborales? ¿Conocemos su impacto ambiental? Estas preguntas son cruciales para trascender la mera transacción y convertir nuestras compras en actos conscientes y responsables.La ética en el consumo también implica reconocer que el precio de un objeto no siempre refleja su verdadero costo. Un artículo barato puede ocultar prácticas como explotación laboral, daño ambiental o evasión fiscal. Ignorar estas realidades perpetúa sistemas que priorizan el beneficio económico sobre la justicia social y la sostenibilidad. Por ello, elegir productos que promuevan prácticas justas y sostenibles es una forma de ejercer nuestra responsabilidad como consumidores éticos.La compra ética se conecta con el concepto de suficiencia. En un mundo que promueve el consumo desmedido, reflexionar sobre si realmente necesitamos un producto puede ser un acto de resistencia a la cultura de la obsolescencia programada y el desperdicio. Adquirir menos, pero mejor, también nos permite enfocarnos en la calidad y en el impacto positivo que nuestras elecciones pueden generar.Hay que tener claro que la comprar con ética implica mirar más allá del valor económico, el gusto y la utilidad inmediata. Es una invitación a reflexionar sobre cómo nuestras decisiones de consumo afectan el mundo que compartimos. Así, cada compra puede convertirse en una oportunidad para contribuir a un sistema más justo, sostenible y solidario. Comprar con conciencia es, al final, un acto de respeto hacia los demás y hacia nuestro planeta.
La reciente fallida negociación entre el futbolista James Rodríguez y el Junior de Barranquilla deja muchas lecciones, especialmente sobre la importancia de las formas en cualquier interacción humana. Es natural que un trabajador busque el lugar donde mejor valoren su trabajo, porque de eso depende su sustento. Sin embargo, es esencial ser claro y transparente para no generar esfuerzos innecesarios en quienes están del otro lado. Decir “no” es válido, pero siempre debe hacerse con respeto y empatía.En la vida, no solo importa lo que decimos o hacemos, sino cómo lo hacemos. Las formas son el lenguaje silencioso de nuestras intenciones, el puente que facilita relaciones sólidas y la clave para que nuestras ideas no se pierdan en la incomprensión. En una negociación, las formas marcan la diferencia entre un acuerdo fructífero y una ruptura amarga. No basta con tener argumentos válidos o propuestas sólidas; el tono, el respeto y la escucha activa son imprescindibles. Reconocer al otro como un interlocutor válido genera confianza y empatía, pilares fundamentales de cualquier trato. Por el contrario, la falta de formas puede cerrar puertas y sembrar conflictos futuros, incluso con las mejores intenciones.En el diálogo, las formas son el puente que une nuestras diferencias. Hablar sin imponer, escuchar sin interrumpir y expresar desacuerdos con respeto son actitudes que enriquecen la conversación y permiten construir consensos. Un diálogo respetuoso no solo fortalece relaciones personales y profesionales, sino que también nos abre a nuevas perspectivas que nos hacen crecer.Más allá de un adorno, las formas son el tejido de la comunicación efectiva. En lo social, son una herramienta poderosa para construir relaciones auténticas y proyectar el mundo que queremos habitar. Cuidar las formas es una inversión en la calidad de nuestras interacciones y, en última instancia, en la posibilidad de construir una sociedad más justa y armoniosa. Ojalá el caso de James Rodríguez sea un ejemplo que nos motive a reflexionar y a actuar con mayor sensibilidad y respeto en nuestras propias negociaciones y diálogos cotidianos.
¿De qué manera afecta a nuestro cerebro la constante exposición a contenido basura en las redes sociales? La respuesta es clara: lo deteriora. Este fenómeno es lo que el diccionario de Oxford ha denominado "podredumbre cerebral", definido como el "deterioro del estado mental o intelectual de una persona debido al consumo excesivo de material (especialmente en línea) considerado trivial o poco desafiante".Pienso en esa avalancha de mensajes que apelan al sensacionalismo, las teorías conspirativas y carecen de argumentos sólidos o evidencias científicas. Su único objetivo es captar nuestra atención por un instante o provocar reacciones emocionales intensas, incluso violentas. Este término, "podredumbre cerebral", fue elegido como palabra del año por el mismo diccionario, tras un incremento del 230% en su uso entre 2023 y 2024, alcanzando 37 mil votos para tal reconocimiento. Estudios recientes señalan que este deterioro se manifiesta en una reducción de la materia gris, menor capacidad de atención, debilitamiento de la memoria y alteraciones en los procesos cognitivos.¿Qué podemos hacer ante este panorama? El primer paso es reconocer si estamos atrapados en este tipo de contenido y cuánto tiempo le dedicamos. Es fundamental establecer límites y adoptar una disciplina que nos permita tomar distancia. Así cómo:1. Reconectar con lo esencial. Cuando dejamos de cuestionarnos sobre el propósito de nuestra vida y lo que realmente importa, nuestra mente se llena de ruido, superficialidades y autoengaños. Es como ingerir alimentos que no nutren: terminan contaminándonos desde adentro. Esto nos lleva a vivir en un estado de prisa, miedo y comparación, alejándonos de valores como la esperanza, el amor y la autenticidad.2. Cuidar la higiene mental. Así como el cuerpo necesita cuidados para mantenerse sano, la mente requiere prácticas de limpieza. La podredumbre mental se arraiga cuando acumulamos resentimientos, prejuicios y pensamientos tóxicos que no procesamos ni sanamos. Reflexionar, meditar o simplemente aprender a soltar son ejercicios indispensables para evitar que lo negativo eche raíces profundas en nosotros.3. Reprogramar nuestra percepción. Este deterioro no solo afecta cómo pensamos, sino también cómo sentimos, decidimos y actuamos. Es como una grieta en el lente a través del cual observamos la vida: distorsiona nuestra percepción y nos impide reconocer el valor de los momentos, las personas y las oportunidades. Por ello, es crucial estar atentos, transformar nuestra mentalidad y crear un entorno interno donde las ideas, las relaciones y los proyectos puedan florecer.La invitación está servida: cuidemos nuestra mente para que sea un espacio fértil y enriquecedor.
En Sala de Prensa Blu, Alberto Linero, panelista de Mañanas Blu habló sobre el ambiente pesimista que a menudo rodea las vidas de las personas y cómo es vital conectarse con lo mejor de cada uno para enfrentar los desafíos."La desesperanza se contagia", aseguró, explicando cómo la negatividad puede influir en las percepciones y acciones. Esto se convierte en un reto para los medios de comunicación, que deben encontrar formas de reportar noticias que inspiren y conecten emocionalmente con la gente.El Padre Linero enfatizó que es crucial no solo reconocer las dificultades y logros del año que termina, sino también aprender de ellos, aceptar la realidad sin juicio y cultivar la gratitud en cada día. A través de sus experiencias personales, invitó a reflexionar sobre cómo se pueden encontrar momentos de paz y conexión espiritual en un mundo que a veces puede parecer abrumador.“Cuando yo descubro eso, soy capaz de conectarme con mi interior. Soy capaz de conectarme con lo mejor de mí, que yo creo que es allí donde está, como fue con lo mejor de mí. Yo creo que fundamentalmente”, indicó Linero.Por otro lado, Linero también abordó la importancia del desapego de relaciones tóxicas y la necesidad de hacer un examen de conciencia que no sea autocrítico. "Hay que revisar por qué y para qué hago las cosas", invitó, sugiriendo un enfoque que promueva el aprendizaje y la aceptación de los errores sin juicio severo.“A veces yo tengo la razón y tú también tienes la razón. A veces ninguna de las dos la tenemos. A veces decir a mí me gusta cuando Machado dice "La razón no es tuya, ni mía, es nuestra" y yo creo eso sí, yo creo que tenemos que salir, hay que cambiar creencias”, indicó Linero.Además, compartió su interés por seguir difundiendo un mensaje de esperanza. Está trabajando en un nuevo libro sobre este tema, buscando inspirar a otros a encontrar lo mejor en cada situación, afirmando que "la esperanza no es que suceda lo que yo quiero, sino que lo que suceda será lo mejor para mí".
En este tiempo muchos están haciendo balances de su vida. Encuentra que les ha ido bien en muchas dimensiones y que en otras hace falta mayor trabajo y esfuerzo para lograr el objetivo. También constatan que hay personas con las que siempre fracasan a pesar de cualquier esfuerzo que se haga. Son personas que, por su mentalidad, sus decisiones de rechazarnos o simplemente por sus opciones de vida nunca van a aceptar que hicimos algo bien. ¿Qué hacer frente a esas personas?Creo que lo primero entender que no podemos gustarle a todo el mundo, y eso está bien. Pretender agradar a todos es una carga innecesaria que solo nos desgasta. Cada persona lleva sus propias historias, heridas y prejuicios, y a veces, el rechazo que sentimos no tiene tanto que ver con nosotros, sino con las luchas internas de los demás. No te lo tomes personal, porque no todo gira alrededor de ti.Segundo frente a quienes no nos quieren, lo primero es actuar desde la dignidad. La dignidad no significa soberbia ni orgullo, sino reconocer nuestro propio valor, independientemente de la opinión de los demás. Cuando te amas y te aceptas a ti mismo, entiendes que no necesitas la aprobación de todos para sentirte completo.Una expresión que me gusta, y que pudiera ser la tercera acción, es “amar sin perderse”. Esto no significa quedarse buscando migajas de afecto ni intentar cambiar para agradar a alguien. Amar sin perderse es tener una actitud generosa, desear lo mejor para esas personas sin permitir que su rechazo robe tu paz. Puedes respetarlas, incluso admirarlas, pero sin mendigar su cariño. En el acto de amar hay libertad, y esa libertad incluye soltar cuando es necesario.Hay que abraza lo valioso que ya tienes. A veces, nos concentramos tanto en quienes no nos quieren que olvidamos todo el amor que sí nos rodea. Tu familia, tus amigos, las personas que te valoran por quién eres… ese es tu verdadero refugio. No desperdicies tu energía tratando de ganar batallas en terrenos donde nunca serás bienvenido. En cambio, invierte en nutrir las relaciones que sí te llenan y te construyen. La clave está en entender que el rechazo no define tu valor.
Este tiempo de Navidad tiene una magia especial: nos conecta con el amor, con la familia, con los recuerdos que llevamos en el corazón. Pero, cuando estás lejos de las personas que amas, ese brillo puede sentirse opacado por la soledad y la nostalgia. En el día del Migrante quiero decirte si te toca celebrar Navidad lejos de casa, quiero decirte algo desde lo más profundo: tú no estás solo, porque llevas tu hogar en el corazón.Ten claro que aunque no estés físicamente cerca de tu familia, ellos siguen contigo en cada recuerdo, en cada palabra que compartieron, en cada tradición que aprendiste en casa. Todo eso vive dentro de ti y es parte de lo que eres. No se trata de negar lo difícil que puede ser esta distancia, sino de encontrar formas de transformar ese vacío en una oportunidad para reconectar contigo mismo y con lo esencial de estas fechas.La Navidad no está en el lugar donde te encuentras, sino en la manera en que decides vivirla. Puedes convertir esta distancia en un acto de amor hacia ti mismo, creando nuevas tradiciones, compartiendo con las personas que tienes cerca ahora o incluso buscando la compañía de otros migrantes que estén viviendo una situación similar. No subestimes el poder de los pequeños gestos: una llamada, un mensaje lleno de cariño o incluso un rato para recordar los buenos momentos con los tuyos puede devolverte la alegría.Quiero recordarte algo importante: tú eres muy valiente. No cualquiera tiene el coraje de dejar su tierra, de enfrentarse a lo desconocido y de construir un nuevo camino lejos de todo lo familiar. Esa valentía que te trajo hasta aquí también es la que te ayudará a superar este momento.En Navidad celebramos la esperanza, el amor, la vida. Así que, aunque la nostalgia esté ahí, déjala ser una señal del amor que sigue vivo entre tú y los tuyos. Aprovecha este tiempo para soñar con el futuro, para pensar en todo lo que estás logrando y para reconectar con el propósito que te llevó a tomar este camino. Tú no estás solo, porque el amor de los que amas te acompaña, donde quiera que estés.
Las redes sociales han transformado nuestra forma de relacionarnos, divertirnos y comunicarnos. Sus dinámicas nos exigen cambios profundos en la manera de comprender, evaluar y expresar la realidad. Esto implica que, diariamente, debemos cuestionarnos sobre cómo las utilizamos. No podemos creer todo lo que allí se dice ni dejarnos impresionar por la cantidad de mensajes o cuentas que difunden información, ya que muchas veces no son más que bots que forman parte de estrategias ideológicas de manipulación. Es importante entender que todas las ideologías pueden emplear estas herramientas con ese propósito.Por eso, insisto en la importancia de desarrollar un pensamiento crítico que nos permita tomar distancia de lo publicado en redes sociales, para discernir entre lo real y lo que simplemente busca captar seguidores. Me sorprende ver cómo algunas personas caen fácilmente en invitaciones de influencers o en estrategias de mercadeo engañosas.En este contexto, me acerco a la noticia de que el Gobierno colombiano ha solicitado formalmente a Meta, dueña de Facebook e Instagram, y al Centro Cibernético de la Policía Nacional, el bloqueo de las cuentas de tres reconocidos influencers: Daneidy Barrera (‘Epa Colombia’), Yeferson Cossio y Carlos Mauricio Gómez (‘La Liendra’). Según informó el diario El Tiempo, esta medida se fundamenta en las investigaciones de Coljuegos, entidad que regula los juegos de azar en Colombia, sobre la promoción de apuestas ilegales en sus plataformas digitales.Aunque no conozco los detalles precisos de esta situación, creo que es necesario actuar con cautela. La libertad de expresión es un derecho fundamental que siempre debe ser defendido, pero también es importante que, si se comete un delito, este sea probado de manera contundente. En medio de esta tensión, trato de comprender la noticia sin emitir juicios sobre los implicados.Mi invitación a todos es a ser críticos al interactuar en redes sociales. Sin pensamiento crítico, corremos el riesgo de convertirnos en “bobos útiles” de estrategias ajenas.
Un amigo, abatido y desanimado, me confiesa su decepción hacia alguien en quien había depositado las mejores expectativas. Me habla de dolor, traición y frustración, culpando a esa persona por sus sentimientos. Con respeto y empatía, le planteo una pregunta retórica: ¿Hasta qué punto eres responsable de las acciones de esa persona? Mi respuesta es clara: muy poco. No podemos controlar cómo se comportan los demás ni obligarlos a cumplir nuestras expectativas, pero sí tenemos control sobre estas últimas, y ahí radica nuestra responsabilidad.1. Nuestras expectativas: A veces esperamos demasiado de los demás, lo que nos hace vulnerables a la decepción. Es importante ser realistas y recordar que las personas son imperfectas y pueden equivocarse.2. Nuestros límites: Establecer límites claros y saludables protege nuestra confianza y evita que otros abusen de ella.3. Nuestra reacción: Ante la decepción, podemos elegir entre quedarnos atrapados en el dolor o transformar la experiencia en aprendizaje y fortaleza.Por eso, creo que es esencial ser analíticos y objetivos al depositar nuestra confianza en alguien. Las palabras o emociones de esa persona pueden haberte cegado ante una realidad evidente: sus capacidades no estaban alineadas con tus expectativas. En lugar de castigarte, reflexiona con sensatez para evitar caer en el mismo error.No se trata de exonerar a quien falló, sino de extraer una lección que permita construir relaciones más reales y sólidas. Esta enseñanza es válida en todos los ámbitos de la vida, desde lo íntimo hasta lo público. No dejes que el entusiasmo te lleve a confiar ciegamente, ni apuestes por alguien que ya ha demostrado no estar a la altura de un proyecto serio.Cuidar tus expectativas es, en esencia, una forma de protegerte y avanzar hacia una vida más coherente. Aprende a confiar con sabiduría y discernimiento, porque en ello está la clave para construir relaciones auténticas y proyectos significativos.
El jueves se jugó la final ida del Torneo BetPlay entre Unión Magdalena y Llaneros en Santa Marta. El padre Alberto Linero, hincha del equipo ciclón y panelista de Mañanas Blu y Voz Populi, se encargó de la transmisión del partido a través de la señal de YouTube de Blu Radio.Desde el primer minuto, Linero captó la atención de los usuarios del canal de YouTube con su voz emocionada. Cuando Unión Magdalena se puso en ventaja en el marcador en el minuto 9, relató con pasión el primer gol de la noche y luego los otros tres.La transmisión fue un éxito, con 2.100 usuarios mirando en vivo el partido en YouTube. Al final del partido, que terminó 4-0, Linero envió palabras de agradecimiento a los espectadores y a sus compañeros en cabina.Alberto Linero transmitirá final de vueltaPor esto, tras los buenos comentarios y estadísticas de los primeros 90 minutos, el padre Alberto Linero relatará en la señal principal de Blu Radio el partido clave que se jugará la próxima semana en Villavicencio.Los seguidores del Unión Magdalena y de Alberto Linero se podrán conectar al dial 89.9 de Blu Radio, escucharlo en la página web y en las diferentes aplicaciones. Asimismo, en el canal de YouTube.Ante la noticia, Linero expresó en Blog Deportivo su agradecimiento por la buena acogida por parte de las personas durante la transmisión y reafirmó su compromiso por transmitir la emoción de la final de la segunda división del fútbol colombiano."Bendito Dios, que buena noticia, gracias a todos. Ustedes saben cuánto me emociona el fútbol y hacer el periodismo de esta manera", dijo el padrea, al mismo tiempo que agradeció a sus compañeros del equipo deportivo de Blu Radio. ¿Cuándo es la final vuelta de Llaneros vs. Unión?El partido de vuelta se jugará en el estadio Bello Horizonte de Villavicencio el martes 3 de diciembre desde las 8:00 de la noche.