Tras el incendio ocurrido en el Parque Natural Nacional Chingaza, desde el Acueducto de Bogotá aseguraron que el abastecimiento de agua en la capital no se vio afectado, pues ninguna estructura resultó críticamente dañada. De acuerdo con la gerente de la entidad, Natasha Avendaño, pese a que los predios afectados pertenecen al Distrito, no hay muestras de que esta conflagración haya impactado significativamente en el funcionamiento del servicio.“Tenemos el registro fotográfico aéreo del área que fue impactada por este incendio. Afortunadamente, ninguna estructura crítica para el abastecimiento de la ciudad se vio afectada. Sí podemos confirmar que la mayor parte de la zona es propiedad de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá y, obviamente, en conjunto con el cuerpo de Bomberos, con el Idiger, con el Ejército Nacional y con la Policía, es que logramos sacar adelante esta situación”, dijo Avendaño.Cabe recordar que, según la ministra de Ambiente, Susana Muhammad, la afectación total del incendio en Chingaza asciende a 147 hectáreas aproximadamente. Sin una respuesta adecuada, esta emergencia hubiera impactado en un total de 688 hectáreas. Desde el Gobierno nacional resaltaron la importancia de articularse con todas las entidades posibles.Muhammad destacó también la labor del equipo de guardaparques, que actuó como primer respondiente y ejecutó las acciones iniciales para contener el incendio. Debido a la intervención del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, la Gobernación de Cundinamarca , la Alcaldía de Bogotá, la Alcaldía municipal de Fómeque, el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo, el Cuerpo de Bomberos de Fómeque y Bogotá, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, el Ejército, la Fuerza Aérea, el Acueducto de Bogotá y brigadas forestales de Cundinamarca y Villavicencio se evitó la expansión de la emergencia.Bajo este panorama, las autoridades aún mantienen vigilancia en aquellos puntos calientes de la conflagración para evitar que se reactive. Asimismo, el Parque Nacional Natural Chingaza permanecerá cerrado al público mientras se recupera el terreno perdido y se confirma que la zona está fuera de peligro.
En Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, habló Virginia Mendoza, periodista y antropóloga, sobre su ensayo 'La sed', que examina la compleja relación de la humanidad con el agua y la crisis actual de escasez. Además contó que se presentará en el Hay Festival en ColombiaEn un mundo donde la escasez de agua se convierte en una crisis apremiante, el ensayo 'La sed' de Virginia Mendoza emerge como una obra crucial que no solo revela las realidades contemporáneas, sino que también nos lleva a reflexionar sobre nuestra historia colectiva con este recurso vital."Nos hemos desconectado de la naturaleza en general, y del agua de manera particular", señaló Mendoza, refiriéndose a la desconexión que ha marcado la relación del ser humano con la naturaleza. Esta frase resuena profundamente en un contexto global donde muchas personas siguen sin apreciar la severidad de la crisis hídrica, a pesar de haber vivido períodos de sequía significativos tanto en España como en otros países.Un análisis históricoMendoza nos recuerda que la crisis actual no es un fenómeno nuevo. Desde tiempos prehistóricos, las comunidades han tenido que desplazarse en busca de fuentes de agua, muchas veces enfrentando desafíos extremos. "Siempre ha habido desplazados climáticos", afirmó. La autora destaca que las grandes transformaciones en la historia de la humanidad han estado intrínsecamente ligadas a la disponibilidad de agua, ya sea por exceso o por escasez.Una particularidad del ensayo 'La sed' es su enfoque no sólo en la historia, sino también en cómo diversas culturas han sacralizado el agua. Mendoza menciona la magia y los mitos asociados al agua, recordándonos que no solo es un recurso, sino también un elemento de conexión espiritual y cultural que ha influido en el desarrollo de las sociedades a lo largo de la historia.Necesidad de una nueva concienciaLa autora propone una reflexión crítica sobre la necesidad de reconsiderar nuestra relación con el agua."Hoy más que nunca, debemos cuestionar nuestra percepción del agua como un recurso de desecho", enfatizó. La visión de Mendoza invita a generar una conciencia colectiva sobre la importancia del agua, no sólo como un recurso físico, sino como un componente esencial en nuestras vidas.Finalmente, 'La sed' de Virginia Mendoza es un ensayo que ofrece una mirada profunda y crítica sobre el agua y su lugar en nuestras vidas. Al abordar la desconexión histórica y contemporánea que hemos tenido con este recurso, la autora nos invita a reconectar, a valorar y a proteger ese elemento vital para la supervivencia. En un contexto donde el cambio climático amenaza nuestra disponibilidad de agua, este mensaje es más relevante que nunca.Escuche la entrevista completa acá:
La Personería de Bogotá está alertando sobre lo que califican un nivel crítico en el descenso del sistema de embalses que nutren a la capital del país, según expresaron a través de un comunicado “de mantenerse la tasa de descenso del volumen de los embalses de Chuza y San Rafael, se estima que para el próximo 30 de marzo sus niveles llegarían al 19,78 % y 30,16 %, respectivamente”.El informe además muestra que durante el mes de diciembre, Chuza descendió un 3,35 % (0,09 %, en promedio, cada día), mientras que San Rafael bajó un 16,46 % (0,5 % por día). Estos descensos equivalen a un volumen de agua de 19,2 millones de metros cúbicos, es decir, a todo el líquido que se consume en Bogotá durante dos semanas, según las estimaciones de la Defensoría.Sin embargo, en la última semana, la empresa de Acueducto de Bogotá, manifestó que el descenso en los sistemas de embalses de final de año, fue el normal y que incluso los bogotanos cumplieron la meta de consumo, registrando cifras por debajo del consumo para el 1 y 2 de enero.Además de manifestar que durante el 2024 se adelantaron labores de aumento de la capacidad de tratamiento de la planta de agua de Tibitoc, que pasó de suministrar cerca del 30% del agua de la ciudad a un 50%, restándole presión al sistema Chingaza que tenía la función de satisfacer la mayor parte de la demanda de agua en Bogotá.El acueducto está a la espera de que la Corporación Autónoma de Cundinamarca, CAR, entregue la autorización del aumento de captación de agua en Tibitoc. De esta forma, podrían empezar a tratar cerca de 10 m3 de agua por segundo, aumentando su capacidad y restándole estrés al resto del sistema.Alerta por fenómeno de la ÑiñaEsta advertencia de la Personería de Bogotá, llega al tiempo que el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, afirma que el fenómeno de La Niña, podría consolidarse en las próximas semanas y llegaría a extenderse con sus lluvias hasta el mes de abril.La alerta llegó con la información de las regiones dónde más podría sentirse la llegada de la temporada de lluvias, tocando especialmente a las regiones Andina, Pacífica y Caribe, lo que abriría una luz de esperanza de posibles lluvias en las zonas dónde están ubicados los embalses y las fuentes hídricas que los alimentan.Para este lunes 13 de enero, el sistema de embalses de Chingaza, reporta un descenso del -0,930, llegando a un nivel del 46,32 %.
Basados en el bajo consumo de agua potable que hay en Bogotá durante la última semana del año y la primera de enero, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, suspendió temporalmente la medida de racionamiento de agua para la ciudad y los municipios que se surten de agua del mismo sistema hídrico.Desde el 23 de diciembre y hasta este 6 de enero, los bogotanos descansaron de los cortes de agua que llegaron en abril del 2024 en medio de la fuerte sequía que vivía la mayor parte del país y que afectaba de forma grave los niveles de llenado de los embalses que abastecen a la región.Sin embargo, este 7 de enero, la medida volverá a regir de la misma forma con la que venía aplicándose antes de la suspensión temporal, con los cortes programados por día para cada una de las nueve zonas de la capital del país.De acuerdo a los registro de la Empresa de Acueducto, los consumos de agua de los hogares bogotanos estuvieron dentro de lo estimado en esta temporada, incluso, para los días 1 y 2 de enero reportaron consumos por debajo de la meta de consumo con 14,26 m3 para el 1 de enero y 14,98m3 para el 2 de enero.Además, según el último informe de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, después de caso un mes con tendencia a la baja, ayer el sistema de embalses de Chingaza, reportó cifras de aumento de caudal, llegando a un nivel de llenado del 46.67% de su capacidad.Entre las buenas noticias frente a la situación del agua en la ciudad, en los últimos días de diciembre pasado, la gerente del acueducto, Natasha Avendaño, informó que el sistema Chingaza logró iniciar el 2025 con un nivel de agua superior al de 2024, con 15,84 millones de metros cúbicos adicionales.
La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, presentó un nuevo balance del comportamiento de los consumos y ahorro de agua de los usuarios, el cual tomó como base el último periodo facturado antes del racionamiento y el último periodo facturado hasta el 27 de noviembre de 2024.Para esto se analizó el consumo promedio diario a nivel de área de prestación de servicio (municipio), clase de uso, estrato, localidad y ciclo de facturación, dejando ver que los estratos 2 y 4 de Bogotá son los que menos ahorro están presentando versus el consumo antes del racionamiento y el estrato 6 es el más ahorrador.Además, evidenció que de las áreas atendidas por el acueducto, el ahorro logrado es de 5,3 %. Las áreas de prestación más ahorradoras han sido Tocancipá (8,3 %) y Bogotá (8,1 %) y las menos ahorradoras Gachancipá (3,4 %) y Zipaquirá (2,8 %).El nivel de ahorro también fue medido por localidades, arrojando que las tres localidades que más ahorro promedio por usuario han logrado son Candelaria (12,93 %), Engativá (12,79 %) y Puente Aranda (10,78 %), por otra parte, las localidades con menos ahorro son Fontibón, Usme y Bosa con un porcentaje inferior al 6 % de disminución en consumo.Así se está dando el ahorro natural de agua durante Navidad y fin de añoDesde el inicio del levantamiento del racionamiento, el consumo ha estado en los promedios esperados, ubicando el 25 de diciembre con el menor consumo hasta ahora, 15,19 metros cúbicos por segundos. El consumo de este domingo 29 de diciembre se ubicó en 16,39 metros cúbicos por segundo.Desde el acueducto están reiterando el llamado al uso responsable del agua, especialmente en estos días del año, cuando es tradicional en muchas familias la limpieza profunda de los hogares.
La empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá ya está aplicando el desincentivo o sanción por exceso en el consumo de agua a 29.638 usuarios, quienes superaron los 44 maestros cúbicos permitidos.El valor del número de metros cobrados ascendió a la suma de $1.858 millones de pesos en octubre del total facturado por la empresa de acueducto durante este mes. Estos usuarios superaron el consumo de 44 metros cúbicos de agua permitidos, excediendo en total 542.880 metros cúbicos. En total fueron sancionados 28.729 usuarios en Bogotá y 751 en Soacha.Los usuarios que más excedieron el consumo de agua se ubican en el estrato 2, con 9.139 hogares, representando el 30,8 % y seguidos por 9.034 hogares en el estrato 3 que representó el 30,5 % del total de suscriptores a los que les aplicó la medida.La sanción aplicada por cada metro cúbico en Bogotá será de aproximadamente 3.400 pesos, mientras que en municipios como Gachancipá y Zipaquirá será entre 2.100 y 2,400 pesos.
Tras varios días de una grave emergencia por falta de agua potable, los habitantes de las veredas Acapulco, Girón, y Mesa de Ruitoque, Piedecuesta, levantaron el bloqueo vial que mantenían desde la mañana de este jueves, 26 de diciembre, luego de alcanzar acuerdos preliminares con las autoridades locales y la empresa Aqualia, encargada del suministro de agua en la región.Heli Fiallo, vocero de la manifestación, señaló que el acuerdo incluye el suministro de agua potable mediante carrotanques y la red pública, aunque persisten dudas sobre la calidad y continuidad del servicio. “Hemos acordado que, hasta mediados de enero, nos garantizarán agua, ya sea por la red o por carrotanques en zonas donde la presión no alcanza a garantizar el suministro. Si no cumplen, volveremos a las protestas”, afirmó Fiallo.Cabe resaltar que miles de habitantes de estas veredas han enfrentado una verdadera crisis, sin agua suficiente para actividades básicas como cocinar, asearse o lavar ropa. En medio de las manifestaciones la comunidad recordó que son varios años los que llevan con esa situación, que se agudiza siempre en el mes de diciembre.Aunque Aqualia anunció la modernización de su sistema de acueducto con nuevas estaciones de bombeo y equipos de alta tecnología, las comunidades aseguran que las mejoras no han sido suficientes, especialmente en las zonas altas debido a la baja presión en el suministro.De acuerdo con el vocero, los acuerdos puntuales incluyen: suministro inmediato de agua potable mediante carrotanques en las zonas altas y a través de la red pública en horas de la noche; realizar pruebas para confirmar que el agua es apta para el consumo humano y seguimiento constante por parte de las autoridades. Entre los puntos se acordó reunirse el próximo 8 de enero para evaluar el cumplimiento de los compromisos.Los manifestantes advirtieron que, de no cumplirse los acuerdos, solicitarán que el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga asuma el suministro de agua en la región, argumentando que esta empresa tiene mejor capacidad y recursos para atender sus necesidades.A pesar de los acuerdos, las familias afectadas piden la intervención urgente de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios y el acompañamiento constante de la Defensoría del Pueblo para garantizar que la empresa cumpla con lo pactado.
En Bogotá se implementó desde hace algunos meses el racionamiento por turnos que permiten darle un uso sostenible al agua que se encuentra en los embalses y la cual debe ser aprovechada de la mejor manera.Desde el acueducto y la alcaldía han realizado las gestiones para mitigar el desabastecimiento del agua, pero, otras entidades también han contribuido en este fenómeno, como lo es el Fondo de Agua Bogotá-Región con el fin de garantizar la seguridad hídrica en Bogotá y su entornoEl Fondo de Agua Bogotá-Región actúa como un facilitador y coordinador, promoviendo la gobernanza del agua y la gestión sostenible de los recursos hídricos. A través de iniciativas innovadoras, la organización enfoca sus esfuerzos en la restauración de ecosistemas, la protección de cuencas hidrográficas y la educación comunitaria sobre la importancia de preservar este recurso vital. Este trabajo es posible gracias al respaldo de empresas e instituciones comprometidas con la sostenibilidad.Bajo la dirección de Andrea Yáñez, el Fondo fomenta inversiones en infraestructura verde y estrategias de conservación que refuerzan la resiliencia de los ecosistemas hídricos ante los efectos del cambio climático. Además, impulsa la participación activa de las comunidades, promoviendo su rol como guardianes del agua.“La seguridad hídrica no es únicamente un desafío técnico; es una responsabilidad colectiva que demanda la colaboración de todos los sectores y ciudadanos”, afirma Andrea Yáñez.Los fondos de agua son instrumentos de impacto colectivo que canalizan recursos hacía proyectos de conservación a largo plazo. Estos mecanismos ofrecen a la sociedad civil, las organizaciones y los gobiernos una herramienta eficaz para promover la preservación del capital natural de manera sostenible. En este contexto, Agua Somos, el fondo de agua de la Bogotá-Región, lidera la ejecución de acciones articuladas con entidades públicas para la protección de cuerpos de agua, beneficiando a más de 10 millones de personas.Colombia, con su vasto patrimonio hídrico que incluye seis nevados, el 44 % de los páramos de Sudamérica, 30 grandes ríos, 1.277 lagunas y más de 1.000 ciénagas, es un país privilegiado en términos de recursos hídricos. Esta riqueza natural ha permitido que Colombia cuente con cinco fondos de agua, posicionándose como el país con mayor número de estos mecanismos en América Latina y el Caribe.
Quienes viven en Bogotá podrían seguir bajo racionamiento de agua por un periodo más prolongado de lo esperado, según advirtió Alfred Ballesteros, director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR). Cabe recordar que, desde este 23 de diciembre y hasta el próximo 6 de enero de 2025, la medida queda suspendida.Sin embargo, Ballesteros indicó en diálogo con Mañanas Blu que es fundamental convertir las estrategias de ahorro de agua, que se han manejado hasta ahora, en hábitos permanentes.¿Hasta cuándo irá racionamiento de agua en Bogotá?“Es muy difícil dar fechas porque no tenemos, desafortunadamente, una información de pronósticos y predicciones de mediano y largo plazo consistente. El Ideam no nos la puede suministrar, porque los escenarios de cambio climático a veces no se lo permiten. A veces también porque en el país adolecemos de la tecnología propia para hacer estas predicciones”, enfatizó.En cuanto a cifras de los niveles de los embalses, mencionó que, por ejemplo, Chingaza está un un 48 % y el sistema norte en un 55 %. Esto es una alerta, especialmente con la llegada de una temporada seca que podría extenderse, incluso, hasta marzo.Por eso, recalcó que la ciudadanía debe prepararse para los meses de enero y febrero el año que viene, que, precisó, “históricamente han sido secos”.Medidas para evitar mayores dificultadesAl ser cuestionado sobre qué hacer después de esta pausa en el racionamiento, Ballesteros enfatizó que se deben continuar las medidas de ahorro y adoptar nuevas acciones.“Nosotros hemos venido insistiendo que en las construcciones nuevas debe ser obligatorio tener sistemas de captación, almacenamiento y ojalá potabilización de aguas lluvias”, explicó.Asimismo, habló de convenios para construir pozos profundos en varios municipios, lo que evitaría depender en exclusiva de los embalses. Señaló que la creación de infraestructura para el reúso de aguas ya es una realidad en varias ciudades del mundo y Bogotá debe” replantear su administración del agua”.Racionamiento como una medida coyunturalExpresó que el racionamiento es un plan de contingencia, más no una solución definitiva.
Al respecto de la crisis del agua en Bogotá, se presentan dos posturas divergentes entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde Carlos Fernando Galán. Por su parte, el director de la CAR Cundinamarca, Alfred Ballesteros, intentó aportar un análisis más técnico al respecto.La situación de los embalsesBallesteros explicó cómo funcionan los embalses en la región andina, que recargan agua durante las épocas de lluvia para liberarla en las temporadas secas. Sin embargo, enfatizó que la interpretación de los niveles de agua puede variar dependiendo de las perspectivas."Los embalses están diseñados para tener una operación y funcionamiento cíclico. Ellos se recargan en época de invierno, mantienen allí unos depósitos importantes de agua para ser liberada paulatinamente en época de verano y en nuestra región, en la región andina, que tenemos un régimen de lluvias bimodal, es decir, que tenemos dos períodos de lluvia al año”, detalló.“Llueve generalmente finales de marzo, abril y mayo, vuelve y llueve octubre y noviembre. En estos meses ellos se recargan y en los siguientes meses liberan recursos hídricos", añadió.Según datos, los embalses de Chuza se encuentran en una situación similar a la de años anteriores, pero se requieren acciones preventivas para evitar un déficit hídrico.¿Flexibilizar el racionamiento?Ante la reducción en el consumo de agua durante las festividades de Navidad, la Alcaldía ha decidido suspender el racionamiento por unos días. Las autoridades reconocen que el ahorro habitual de los bogotanos durante estas fechas puede ser suficiente para no afectar el balance hídrico de la ciudad.Sin embargo, la CAR continuará instando a todos los municipios a implementar medidas de ahorro de agua y a activarse ante la temporada seca que se aproxima.“Nosotros hemos hecho un llamado a las empresas de servicios públicos, no solo al Acueducto de Bogotá, sino a todas las de la jurisdicción CAR, para que implementen medidas de uso eficiente y ahorro de recurso hídrico y nos preparemos para la temporada seca, porque ya el Ideam anunció en sus pronósticos y predicciones que no tendremos fenómeno de La Niña, sino que tendremos temporada seca los meses de enero y febrero”, puntualizó.Soluciones estructurales y un enfoque colaborativoEl diálogo entre el Gobierno nacional y local debe concentrarse en actuar ante un problema que va más allá de lo coyuntural, pues sentenció que “es un problema estructural”. Además, señaló la falta de un ordenamiento territorial responsable que priorice este recurso hídrico."Cuando yo voy a los registros históricos de en dónde se encontraba el embalse de Chuza para principios de este año, se encontraba en una situación similar a la que hoy está y con unos niveles cercanos a los que hoy tiene. Si yo miro los registros históricos de años anteriores, cuando tuvimos precipitaciones por encima de lo normal o registros de Fenómeno de La Niña, quizás los embalses estaban mucho más altos que están hoy en día”, aseveró.Escuche la entrevista completa aquí: