Mientras en 40 municipios de Santander hay alerta roja y naranja por altas temperaturas y probabilidades de incendios forestales, en el corregimiento de Berlín, ubicado en el municipio de Tona, Santander, las fuertes heladas registradas en los últimos días han causado graves pérdidas en los cultivos de fresa, papa y cebolla, afectando a numerosos campesinos de la región.Alcides Flórez, campesino de la zona y propietario de una finca en el sector conocido como Hato Grande, relató el impacto de las heladas. Según Flórez, la noche del pasado fin de semana fue especialmente crítica para los cultivos."La situación fue bastante grave, perdimos fresa y papa, eso fue fuerte. Donde estaba el agua trabajando, todo se quemó por el frío. La gente no esperaba eso, porque el clima estaba normal, hubo granizada, pero fue suave, y anoche sí fue terrible, yo diría que las temperaturas bajaron a unos 6° bajo cero", expresó el campesino.Flórez detalló que antes de las heladas, en su vereda se cosechaban entre 20 y 25 toneladas de fresa semanalmente, pero ahora, después de la helada, apenas quedó una tonelada, lo que representa una pérdida casi total de la producción."Eso quiere decir que todo el cultivo se perdió. Habíamos vivido otras heladas, pero como esta no, y esperamos que no siga lo mismo porque está haciendo muchísimo frío. Lo único que esperamos es que al menos salga el sol", añadió.El fenómeno de las heladas también ha afectado a otros cultivos en la región, poniendo en riesgo la economía de los campesinos del páramo de Berlín, una zona agrícola clave en Santander.Por otro lado, el director de Gestión del Riesgo de Santander, Edwar Sánchez, brindó detalles sobre las bajas temperaturas registradas en la región. "Hemos tenido algunas temperaturas bajas, especialmente en el municipio de Tona, en el corregimiento de Berlín, donde se reportaron temperaturas de hasta -3.2 °C. Asimismo, en el municipio de El Cerrito, en la zona rural, hemos tenido temperaturas por debajo de los -1 °C", indicó Sánchez.La situación en Santander es compleja, ya que, mientras el páramo de Berlín enfrenta la grave amenaza de las heladas, casi 40 municipios del departamento se encuentran en alerta roja y naranja debido a las altas temperaturas, que aumentan el riesgo de incendios forestales y ponen en peligro los recursos hídricos.
Blu Radio conoció en primicia el plan de austeridad de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, que es uno de los compromisos del nuevo gerente Germán Bahamón con el Gobierno del presidente Gustavo Petro.Según reveló el director del Servicio Informativo de Blu Radio, Ricardo Ospina, se trata de un plan muy ambicioso porque, además, se le pide al ministro de Hacienda adelantar trámites legales para presentar al comité nacional las alternativas para vender inmuebles de la Federación de Cafeteros en Nueva York y en Tokio, con el fin de mejorar los ingresos del Fondo Nacional del Café, de cara a atender las necesidades de los caficultores.Pero esa no es la única noticia, pues el gerente Germán Bahamón aceptó la renuncia de Juan Esteban Orduz como presidente de las oficinas de Nueva York, cargo que no será renovado y, adicional a esto, se decidió que la gerencia de esa ciudad será exclusivamente comercial, para potenciar la venta de café verde, café tostado y café liofilizado.Asimismo, en este plan de austeridad se eliminan siete cargos directivos, que representaban más de dos mil quinientos millones de pesos al año de la Federación de Cafeteros, entre ellos tres directores, dos asesores de la gerencia general y el subgerente de Alma Café.Finalmente, en este plan de austeridad se eliminan gastos superfluos, como pagos de clubes sociales, televisión satelital, entre otros, que le costaban a la Federación de Cafeteros quinientos millones de pesos al año.Este plan era uno de los ejes de los compromisos de la Federación de Cafeteros con el Gobierno, buscando acuerdo de cara a la posibilidad de trabajar conjuntamente para mejorar las condiciones de miles de familias cafeteras en Colombia.Vea también
En total fueron cuatro las medidas aprobadas en la más reciente sesión de la Comisión Nacional de Crédito Agropecuario presidida por la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica. La comisión otorgó en primera instancia un 10% adicional de subsidio a la tasa de interés para la Línea de Crédito Especial de Economía Popular, por lo que ahora será del 20%. "Con esta aprobación se busca un modelo inclusivo al sistema financiero para aquellos productores del campo que no contaban con historial financiero o no podían acceder a créditos", afirmó el ministerio a través de un comunicado de prensa. A través del paquete de medidas aprobadas, el Gobierno busca:La democratización del crédito, Mejorar la productividad, Avanzar hacia el Hambre Cero Contribuir a que Colombia se convierta en potencia mundial de alimentos.Por otra parte, la segunda medida beneficiará a los pequeños productores arroceros del país. La idea a través de esta, es que avancen en el proceso de no depender de molinos para el secado del grano, sino que cuenten con su propia infraestructura y así, puedan ahorrar costos. Por esta razón, la Línea Especial de Crédito para secado y almacenamiento de granos aumentó el límite de plazo del crédito y ahora será a diez años.“Los productores del campo tienen en la Línea de Crédito de Economía Popular una oportunidad para fortalecer sus proyectos productivos. El Gobierno del Cambio le apunta a que cada uno de ellos innove y tecnifique sus unidades para que sean competitivos generando más ingresos para dinamizar la economía”, destacó la ministra.La tercera medida se trata de la ampliación del monto máximo del Incentivo de Capitalización Rural: esta quedó finalmente en $210 millones por beneficiario. Además, a este incentivo ahora podrán aplicar los medianos productores que tendrán beneficios adicionales en proyectos que "contribuyan a mitigar efectos de la posible ocurrencia del Fenómeno de El Niño"Finalmente, como cuarta y última medida el ministerio aprobó la inclusión de los integradores para la comercialización de alimentos. Esta medida facilita la integración de los diversos sectores de la economía agropecuaria garantizando así la compra segura de la cosecha. Esto genera condiciones favorables y estables para los productores agropecuarios y los consumidores.