En lo peor de la pandemia se destruyeron en Colombia 5.3 millones de puestos de trabajo y eso llevó a cientos de familias a situaciones desesperadas. La buena noticia es que, en medio de la reactivación, millones de personas están teniendo la oportunidad de volver a comenzar.
A don Luis Quiroga, por ejemplo, una amiga le contó que nos iban a encerrar a todos cuando él estaba a punto de salir de Barranquilla manejando un camión cargado de pollo para entregarlo en Bogotá. Fue el último viaje de carga que hizo.
La situación se puso muy difícil, se quedó sin trabajo y terminó manejando un taxi. Al principio no le gustaba mucho el oficio, pero ya se adaptó y ahora que las cosas están mejorando ya tiene ‘charlado’ su regreso a las carreteras para el otro año.
“A comparación del año pasado, este me ha ido mejor, al menos ha habido qué hacer y espero que este año que entra todavía sea mejor para todos”, dijo.
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También está volviendo a comenzar Maryuri Agudelo, quien antes de la pandemia era asesora de ventas en una compañía de alimentos. Sin embargo, con la cuarentena la empresa quebró y ella se quedó sin trabajo, sin liquidación y sin nada.
“De un momento a otro quedamos desempleados, sin ninguna ayuda, sin ningún beneficio, se nos cerraron las puertas. Fueron casi dos años larguitos hasta hace poquito, unos dos meses, que por cuestión de la reactivación pues ya estamos aquí laborando”, dice Maryuri mientras limpia mesas en un auditorio.
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Maryuri está trabajando como aseadora y espera que pronto pueda cambiar ese empleo por uno mejor.
Y por último está doña Leidy Rodríguez, una mujer dedicada a los oficios domésticos. Cuando arrancó la cuarentena perdió a casi todos sus clientes, mientras que su esposo se quedó sin ingresos, pero las cosas ya están mejorando
“Antes era difícil porque nos tocaba a veces ir a Abastos (a buscar comida regalada) para poder sostener a nuestros hijos y ahora pues gracias a dios mi marido consiguió trabajo, y trabaja ahora mi hijo menor, más los días que yo trabajo”, contó.
Leidy ha estado trabajando tres días a la semana desde hace varios meses y esta semana le salió una nueva clienta para los lunes. Con la mejora de sus ingresos ella y su esposo pasaron de preocuparse por la falta de comida a ahorrar para arreglar las goteras de la casa.
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