en el Santiago Bernabéu.
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El hecho se presentó durante los ejercicios de calentamiento de los porteros. El niño, que le grita que también Iker, se encontraba en la grada más cercana a la portería y empezó a pedirle al futbolista que le regalara su camiseta.
Sin embargo, Casillas no volteó a ver al niño y este se puso a llorar.
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