Víctimas y excombatientes en Arauca piden persistir en la paz ante ola de violencia

La capital de Arauca es otra de las zonas que se ha visto afectada por los enfrentamientos entre las disidencias de las Farc y la guerrilla del ELN, que empezaron desde el 2 de enero de este 2022.

A pesar de los hechos de violencia que se han registrado, sus habitantes y quienes hicieron parte del conflicto, como las víctimas y los excombatientes que se acogieron al proceso de paz, no pierden la esperanza.

Héctor es uno de los miles de exguerrilleros de las Farc que dejó las armas tras la firma del acuerdo de paz. Entró a la guerrilla a los 17 años y permaneció más de una década. Mientras hacía parte del frente 25 cayó en un barranco y se fracturó la columna. Desde entonces tiene que caminar con apoyo de un bastón.

Hoy en día, junto a su esposa, tiene una tienda en Arauca, donde vive hace cuatro años con su esposa y su suegra.

“Teníamos unos ahorritos y empezamos así de a poquito, pues ahí íbamos comprando y vendiendo, y así empezamos. Aspiramos a tener nuestras cositas; nuestra casa, nuestra vivienda. Una forma de vivir dignamente, porque muchos le apostamos a eso, a cambiar de vida y tener otras oportunidades”, dijo Héctor.

También aseguró que el fallo de la Corte Constitucional que ordena al Gobierno adoptar medidas para proteger a los excombatientes es un respaldo a esta nueva vida.

“Pues en sí la seguridad como tal ha sido complicada en todos lados. Que el Gobierno esté un poco más pendiente de nosotros”.

BLU Radio también habló algunas víctimas como Edwin Gutiérrez, que tiene 43 años y vivía en la vereda Normandía, en Arauca. Un día estaba recogiendo leña en la mañana y escuchó la detonación de un artefacto explosivo. Afirmó que sintió como si una culebra le hubiera mordido la pierna y desde entonces perdió en un 60 % la movilidad en su pie derecho. Actualmente, en Arauca, dirige una academia de baile junto con un amigo.

“Por mucho que hemos pasado y batallado, con esta guerra que estamos viviendo, pues hay que afrontarla y seguir adelante, la vida es bonita y de constante batalla, somos resiliencia de vida”.

Edwin y Héctor son conscientes de la difícil situación que vive el departamento, les piden a los grupos armados que cesen los actos violentos y a los araucanos que no limiten los esfuerzos por la paz.

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