La reciente controversia entre los rectores de las universidades públicas en Bogotá y la Secretaría de Seguridad del Distrito ha reavivado el debate sobre la autonomía universitaria y la violencia en los campus. En entrevista con Blu Radio, la vicerrectora de la Universidad Nacional, sede Bogotá, Carolina Jiménez, desmintió las afirmaciones del secretario de Seguridad, César Restrepo, sobre la supuesta permisividad de las instituciones educativas frente a la violencia protagonizada por encapuchados.
“No es cierto que nosotros sepamos dónde se articulan todos esos artefactos explosivos”, afirmó Jiménez, rechazando las declaraciones del secretario, quien señaló a los directivos universitarios de “dar vía libre al funcionamiento de estos criminales”.
Seguridad en la Universidad Nacional
Jiménez explicó que el control del orden público en Bogotá es responsabilidad de la Policía y la Secretaría de Seguridad, y que la universidad no tiene funciones policiales ni judiciales. “Nosotros tenemos medidas de seguridad internas, como dispositivos electrónicos, cámaras y una empresa de vigilancia privada, pero no podemos identificar a personas encapuchadas ni predecir cuándo ocurrirán estos hechos”, sostuvo la vicerrectora.
El secretario Restrepo había indicado que los delincuentes aprovechan la universidad como refugio tras cometer actos vandálicos, como la destrucción de la estación de TransMilenio en la calle 45 con carrera 30. Frente a estas acusaciones, Jiménez argumentó que el campus no es un “territorio vedado” para la autoridad, pero insistió en que permitir el ingreso de la Policía podría “escalar el conflicto y poner en riesgo la vida de los estudiantes y demás miembros de la comunidad universitaria”.
Rechazo a la violencia y contexto histórico
La vicerrectora insistió en que la Universidad Nacional rechaza cualquier acto de violencia y enfatizó que la institución ha sido víctima del conflicto armado en Colombia. “Nosotros creemos que es con los libros, los textos y la producción académica como deben abordarse los problemas de la sociedad”, declaró.
También señaló que, aunque en el pasado la universidad ha sido escenario de manifestaciones violentas, su frecuencia ha disminuido en el último semestre. “Durante los primeros meses del 2024, teníamos acciones violentas hasta dos veces por semana; ahora, la intensidad ha bajado a un promedio de una al mes”, precisó.
Autonomía universitaria y soluciones
El debate sobre la autonomía universitaria sigue siendo central en esta discusión. Mientras la Alcaldía sostiene que no puede haber territorios donde la autoridad no tenga acceso, la Universidad Nacional argumenta que su función no es reprimir sino educar y mediar.
Jiménez sugirió que, en lugar de responsabilizar a la universidad, las autoridades competentes deberían fortalecer la inteligencia y la judicialización para identificar y capturar a quienes cometen delitos. “Si tienen información, que hagan lo propio con las denuncias judiciales”, concluyó.