Un italiano manda en el Giro, corrida la tercera etapa

(sur del país), y logró la 'maglia' rosa de líder de la carrera.

Paolini atacó cuando quedaban menos de siete kilómetros para la meta, en la que le siguió un pequeño grupo en el que estaban el australiano Cadel Evans y el canadiense Ryder Hesjedal.

En esta etapa con muchísimas curvas, sobre el final se registraron varios ataques precisamente de Hesjedal, ganador de la prueba en la temporada pasada.

El corredor fue relevado por el italiano Vincenzo Nibali y sus compañeros de equipo, lo que provocó una concentración de una treintena de ciclistas, entre los que estaban los favoritos al triunfo final.

El británico Bradley Wiggins, que volvió por segunda vez a acercarse a sus rivales, no perdió respecto a éstos salvo por las bonificaciones en la meta (Cadel Evans 12 segundos, y Hesjedal.

Una escapada de siete corredores (Bellemakers, Taborre, Wauters, Boaro, De Backer, Pantano y J. Rodríguez) abrió la carrera desde la largada en Sorrento. Este grupo gozó de una ventaja máxima de siete minutos en la Costa Amalfitana, bajo el control del equipo de Wiggins.

La ventaja se redujo en la primera de las dos escaladas del día, en que el italiano Fabio Taborre tomó la punta a medio centenar de kilómetros de la meta, pero fue neutralizado 25 después a causa del ataque de Hesjedal.

Paolini por su parte, disputa por primera vez el Giro a sus 36 años de edad. Gregario de su compatriota Paolo Bettini durante mucho tiempo, se hizo profesional en 2000, y en febrero pasado ganó el Circuito Het Nieuwsblad y luego fue quinto en la Milán-San Remo.

El martes, en la cuarta etapa, el pelotón recorrerá 246 km entre Policastro Bussentino y Serra San Bruno, acon una llegada a media montaña, en Calabria (sur).

Con AFP