En medio de la campaña por la Presidencia, Gustavo Petro prometió varias cosas que le valieron muchísimas críticas y hoy está dando pasos para cumplirlas.
No entregar nuevos contratos de exploración de hidrocarburos
A pocos días de la primera vuelta, le llovió palo a Gustavo Petro cuando hizo la propuesta. En entrevista con Mañanas Blu, en ese momento, Petro aclaró que los contratos vigentes seguirían su curso y que el país avanzaría en una decidida transición energética.
En un año de Gobierno no se firmó ningún nuevo contrato de exploración de hidrocarburos y, aunque la idea era reactivar contratos con problemas, la verdad es que el primer año cierra con menos contratos activos.
El Ministerio de Minas acaba de publicar un documento con las recomendaciones para hacer una Transición Energética Justa, que están orientadas a llevar a las petroleras a negocios más compatibles con la transición y a convertir los recursos de contratos actuales en nuevas reservas. Sin embargo, en 4 documentos y cientos de páginas no hay una sola recomendación de nuevos contratos, sino de incentivar la explotación gasífera necesaria para la transición y mover a esas compañías a negocios relacionados con la transición como la electrificación vehicular.
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Proteger los productos nacionales de la importación
El presidente propuso que para impulsar la industria nacional era necesario protegerla de importaciones, especialmente en lo que se refiere a textiles.
En diciembre, el Gobierno firmó un decreto que impone aranceles del 40 % a la importación de textiles provenientes de países con los que no existe un TLC, como es el caso de China.
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Poco después se aprobó otro decreto que eleva de 0 % a 5 % el arancel para materias primas que tienen algún registro de producción nacional para favorecer a las compañías locales en sectores como la industria de los plásticos.
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Una reforma tributaria por 50 billones al año
“(...) la capa más rica de la población, el club, no paga impuestos, y por ahí se podrían pagar si quitáramos extensiones privilegios tributarios 50 billones de pesos anuales…”, esta fue una de las frases de Petro en los debates presidenciales.
El Gobierno logró la aprobación de una reforma tributaria en 2022, cuyo objetivo era recaudar 25 billones retirando exenciones. Sin embargo, este año esa reforma solo va a recaudar 16.
Según el exministro José Antonio Ocampo, los otros 25 billones saldrán de las medidas antievasión en los próximos años.
Hacer reformas que mejoren la vida de las familias
El Gobierno arrancó formando una coalición para sacar adelante las reformas sociales, pero esa unión, que aprobó la reforma tributaria, no aguantó el voltaje de la reforma a la salud y se quebró.
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La primera damnificada fue la reforma laboral, que se hundió en primer debate por falta de trámite y ahora debe ser presentada de nuevo.
La reforma a la salud logró pasar con mucha dificultad el primer debate. La reforma pensional (que establece el sistema de pilares que propuso el presidente Gustavo Petro en campaña) logró pasar el primer debate un poco más fácilmente. El problema para ambas es que faltan tres debates hoy no hay ‘acuerdo nacional’ en el Congreso para sacarlas adelante.
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La reforma que ya arrancó es la agraria. Con algunos artículos en el Plan Nacional de Desarrollo y un acuerdo de venta voluntaria de tierras, se está acelerando la compra y entrega de predios a los campesinos. Según la Agencia Nacional de Tierras, ya van más de 29.000 hectáreas compradas en lo que va del Gobierno y la meta es llegar a 1.5 millones.
En los decretos de emergencia en La Guajira se incluyó uno específico para acelerar la reforma agraria en una zona de protección especial para la producción de alimentos.
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Pagar medio salario mínimo a la mamá que tiene hijos menores
En diciembre del año pasado, el Gobierno lanzó Hambre Cero. Una transferencia de única vez en la que se entregó 500.000 pesos a 324.000 hogares, principalmente de madres cabeza de hogar.
Hoy los programas de subsidios del Gobierno están en tránsito hacia el nuevo programa de Renta Ciudadana en el que se va a pagar una ayuda de 1 millón de pesos mensuales a familias vulnerables.
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En el Plan de Desarrollo se habilitó la continuidad de Hambre Cero como un programa que puede entregar ayudas en dinero o en especie, pero no solamente a las madres, sino en general a la población que las necesite para suplir su derecho humano a la alimentación.
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