La plataforma ProDefensoras alertó este viernes de que la situación de las defensoras de derechos humanos en Colombia continúa siendo "extremadamente preocupante" porque además de enfrentar amenazas, persecución y muerte por su labor, también deben luchar contra un sistema que las discrimina por ser mujeres.
En Colombia, durante 2023 se verificaron 105 homicidios de defensores de derechos humanos, de los cuales 14 eran mujeres, además de 763 casos de amenazas, señaló en un comunicado ProDefensoras, una iniciativa para la protección y defensa de las mujeres defensoras de derechos.
De esa iniciativa hacen parte ONU Mujeres y la Embajada de Noruega en Colombia, en articulación con la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, y los ministerios del Interior y de la Igualdad.
A propósito del Día Internacional de las Defensoras de Derechos Humanos, que se celebra hoy, ProDefensoras aseguró que estas mujeres "enfrentan riesgos diferenciales que no solo se derivan de su trabajo, sino también de su género. La violencia estructural, que incluye desde el acoso hasta el asesinato, crea un ambiente hostil para el sostenimiento de sus liderazgos".
Según la oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, de las 763 amenazas registradas el año pasado, 186 fueron contra mujeres y 26 casos evidenciaron clara violencia de género.
La Defensoría del Pueblo confirmó esta tendencia con 181 homicidios de líderes sociales, incluyendo 21 mujeres, y según sus registros los liderazgos más golpeados son precisamente aquellos que defienden las causas más fundamentales: comunales, indígenas, comunitarios y campesinos.
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Las alarmantes cifras evidencian la "urgente necesidad de fortalecer los mecanismos de protección y garantías para las defensoras de derechos humanos, reconociendo su papel fundamental en la construcción de paz y la defensa de los derechos fundamentales en Colombia", aseguró ProDefensoras.
Por su parte, la representante de ONU Mujeres en Colombia, Bibiana Aido, aseguró: "Las defensoras de derechos humanos enfrentan un doble riesgo en su misión: además de los peligros inherentes a su trabajo, deben lidiar con la discriminación y los estereotipos de género que persisten en nuestra sociedad".
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En esa dirección dijo que la política pública existente para su protección "debe aplicarse efectivamente para pasar del papel a la acción".
Entre tanto, el embajador de Noruega en Colombia, Nils Martin Gunneng, aseveró que "defender derechos humanos en los territorios significa proteger la vida, el agua, la naturaleza y construir paz desde las comunidades".
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Igualmente destacó que las defensoras desempeñan un "papel fundamental en la protección de los derechos humanos de todas las personas, especialmente en situaciones de conflicto".