Los trabajadores de Justo y Bueno van a completar 100 días sin que les paguen el sueldo, ni la EPS y muchos de ellos están dejando de ir a abrir las tiendas porque ya ni siquiera tienen para los buses y, en algunas tiendas, ya cortaron los servicios públicos.
César Higuita, presidente del sindicato, dice que tanto el fundador de la empresa, como los nuevos dueños y varios mandos medios, están haciendo una lista de esas personas para citarlos a procesos, pues, para ellos, están "saboteando a la compañía".
“Que, ahora, la compañía de manera caprichosa venga a exponer que, apenas empiecen a cancelar los sueldos, van a citar procesos disciplinarios por algunos haber dejado de asistir a sus lugares de trabajo, no tiene presentación. Por Dios. No es porque quisieron, es porque ya no pudieron más, que más de un trabajador buscando dinero prestado para cumplirle”, dijo Higuita.
El sindicato está esperando la respuesta a una tutela contra la compañía que debería salir antes del martes. Ese mismo día es la fecha límite que ha puesto el nuevo dueño de la empresa, JF Capital, para pagar las deudas atrasadas.
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Mientras tanto, los arrendadores están a la expectativa y no saben si les van a pagar.
"Necesitamos de manera urgente que paguen la luz, ya estamos en cobro prejurídico y con amenaza de embargo", dijo Yeimi Alfonso, vocera de los propietarios.
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La Superintendencia de Sociedades pidió a Justo y Bueno un informe detallado del nuevo modelo de negocio, pero al cierre de esta nota ese informe no estaba en el expediente. El próximo 12 de mayo se reanuda la audiencia.
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