El reclutamiento de menores indígenas por parte de grupos al margen de la ley es una preocupante realidad en el departamento del Cauca . En los últimos tres años, se han reportado cerca de 800 casos de menores reclutados, según informes de derechos humanos.
Esta situación genera una crisis en términos de seguridad y bienestar para la juventud y la niñez indígena. El reclutamiento se ha intensificado en zonas como el norte del Cauca,
en el municipio Morales, sur del departamento, de acuerdo con Joe Sauca, consejero del CRIC.
Organizaciones indígenas , comunidades, familias y autoridades han buscado estrategias para enfrentar esta situación, pero la complejidad del problema persiste.
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Una de las razones por las cuales los grupos armados reclutan a jóvenes indígenas es la proporcionalidad de la población. El Cauca cuenta con una alta concentración de población indígena, lo que los hace un objetivo preferido para estos grupos ilegales.
Sin embargo, también se han observado estrategias de reclutamiento que van más allá de ofrecimientos económicos, como el uso de redes sociales para seducir a los jóvenes.
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Una vez en las filas armadas, los jóvenes enfrentan dificultades para regresar a sus hogares y son obligados a participar en enfrentamientos armados.
El reclutamiento de menores no se limita al Cauca, sino que se ha expandido a otros departamentos como Tolima y Nariño.
Esto indica una creciente preocupación y una necesidad de actuar de manera coordinada y efectiva para proteger a los menores y garantizar el respeto a sus derechos. El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) y otras instituciones como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) han trabajado en estrategias de prevención y restablecimiento de derechos para los menores afectados.
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