de edad. Hoy, se habla de cómo al menos el 50 por ciento de los legisladores han contratado a sus familiares para cargos irrisorios en sus oficinas, como asistente de fotocopiadora o de asesor, sin siquiera tener los requisitos.
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Pero ‘la tapa’ de los casos, lo protagoniza Gabriela Quintana, una mujer que fue contratada como niñera de un senador.
Hoy, la mujer dice que tras el escándalo no puede conseguir trabajo.
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