
Esta iniciativa, que ahora pasará a ser debatida en la Cámara de Representantes, establece las responsabilidades de las aerolíneas, agencias de viaje y demás actores que participan en la venta y operación de vuelos nacionales.
El proyecto no fija precios de tiquetes, pero sí exige que las aerolíneas compensen a los pasajeros cuando haya retrasos, cancelaciones u otros inconvenientes. También crea mecanismos claros para presentar quejas y reclamos, teniendo en cuenta toda la cadena de empresas involucradas.
Entre los beneficios más destacados, los usuarios podrán cambiar vuelos sin pagar penalidades, corregir errores en los tiquetes y recibir compensaciones cuando los vuelos no se cumplan como lo prometieron.

El proyecto fue aprobado con 53 votos por el sí y uno por el no. Los impulsores de la iniciativa, entre quienes se encuentran los senadores Antonio Zabaraín (Cambio Radical) y Efraín Cepeda (Partido Conservador), destacaron que, después de seis años y de haber presentado propuestas similares en 2020, 2021 y 2024, por fin hubo consenso en el Senado para sacar adelante este proyecto.
Publicidad
Sin embargo, no todos los sectores estuvieron de acuerdo. Senadores del Pacto Histórico afirmaron que el proyecto de Cambio Radical era un “plagio” de una iniciativa presentada anteriormente por el senador Alexander López, la cual incluía un artículo para regular los precios de los tiquetes aéreos. Esa propuesta no fue tenida en cuenta en el texto final aprobado por el Senado.
