El caos y la desesperación aumentan en la frontera de México con EE. UU., debido a la eliminación del Título 42 , una política implementada durante la presidencia de Donald Trump que permitía deportaciones rápidas bajo el pretexto de la pandemia.
Estados Unidos justifica medidas de "contención" contra algunos migrantes colombianos en vuelos de deportación, citando comportamientos "violentos" ocasionales. Sin embargo, decenas de repatriados denuncian abusos, maltratos e incluso agresiones por parte de agentes estadounidenses en estos vuelos.
Más de 300 migrantes colombianos han regresado al país en vuelos desde Estados Unidos, y se espera que al menos 14.000 migrantes retornen al territorio colombiano en los próximos meses.
Para muchos, el sueño americano ha terminado o nunca existió, y en su viaje hacia Estados Unidos, llevan consigo traumas relacionados con violaciones, robos y muerte. Regresan a Colombia sin nada, solo con dolor y tristeza.
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Manuel Garzón, uno de esos colombianos, tiene 34 años y, junto con su esposa de 31 y su hija de 10 años, enfrentó la odisea en la que arriesgaron todo en busca del ansiado "sueño americano".
En una entrevista con El Radar de Blu Radio, Manuel relató la "pesadilla" del migrante: huir de la violencia en Colombia, gastar todos sus ahorros para llegar a México, cruzar el desierto y el Río Grande, y pagar miles de dólares a traficantes o "coyotes".
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Todo este esfuerzo terminó con la separación de su familia a manos de las autoridades estadounidenses y el regreso a Colombia con los sueños destrozados.
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