El reciente nombramiento de Laura Sarabia como canciller ha generado una serie de análisis y debates en torno a su idoneidad para el cargo.
La profesora Sandra Borda, quien ha estudiado de cerca la política internacional del país, habló en Mañanas Blu, sobre las implicaciones de este nombramiento.
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Con solo 30 años, se convierte en la canciller más joven en la historia de Colombia, pero su llegada al cargo se da en medio de cuestionamientos sobre su falta de experiencia en diplomacia.
En su análisis, la profesora Borda destaca que similar a otros candidatos sin experiencia previa, la nueva canciller podría enfrentar serios desafíos en el manejo de las relaciones internacionales.
"La gran mayoría de los cancilleres en Colombia han llegado a puestos sin la debida preparación académica o experiencia", menciona Borda.
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Sarabia, aunque ha viajado con el presidente Gustavo Petro , no cuenta con una formación sólida en los mecanismos diplomáticos necesarios para negociar y representar eficazmente al país. "La política exterior no es simplemente un juego de palabras. Requiere conocimiento preciso de las dinámicas internacionales y una interpretación adecuada de las relaciones de poder globales", agrega Borda.
La profesora también menciona que la falta de experiencia no solo limita la capacidad de Sarabia, sino que puede impactar negativamente en las decisiones estratégicas del gobierno. "El presidente Petro ha declarado su compromiso con la profesionalización del servicio exterior, pero este nombramiento parece contradecir esa intención", comenta.
"A mí no me cabe la menor duda de que estos dos años seguramente le han enseñado mucho y han de haber sido enseñanzas muy importantes. Pero yo tengo la impresión, por lo que se ve desde afuera, que ella se ha desempeñado más como una suerte de secretaria privada del presidente, es decir, una persona que está ahí al pie, tratándole todos los días la interacción aquí y allá, a nivel interno, a nivel externo, es decir, como una persona, como la persona de más confianza al presidente", dijo.
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Ya agregó "Y eso no necesariamente significa que ella esté, digamos, en el escenario de entender y de aconsejar alrededor de los temas de relaciones internacionales. Entonces sí, claro, es una experiencia importante, pero no me parece una experiencia suficiente".
La capacidad de un canciller para asesorar al presidente sobre la realidad internacional es fundamental para evitar posiciones diplomáticas aisladas, como sucedió en el reciente caso de Venezuela, en donde Colombia se mantuvo en una postura solitaria.
El nombramiento de Laura Sarabia podría ser un cambio generacional, pero representa un riesgo significativo para la diplomacia colombiana , especialmente en un mundo donde las relaciones internacionales son cada vez más complejas y donde la experiencia y la formación en el campo son vitales para el éxito.
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A medida que Colombia aspira a un liderazgo regional, se torna crucial que el aparato burocrático y administrativo esté igualmente preparado para respaldar esta visión. La falta de preparación en el más alto nivel puede tener consecuencias duraderas que afecten las relaciones del país en el ámbito global.
"No podemos aspirar a ser líderes si no contamos con las herramientas necesarias para ejercer ese liderazgo en el escenario internacional."
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Escuche aquí la entrevista: