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Revelan video del secuestro de una mujer por parte de disidentes en Caquetá

Las autoridades investigan el secuestro de una comerciante en Cartagena del Chairá. La mujer es madre de tres menores de edad.

Secuestro de mujer en Caquetá.
Secuestro de mujer en Caquetá.
Suministrada.

En un video de cámara de seguridad quedó registrado el momento cuando Erika Fernanda Soto, comerciante de Cartagena del Chairá , se encontraba en su lugar de trabajo y hasta allí habrían llegado dos hombres que portaban un arma de fuego con el que intimidaron a la víctima, llevándosela a un rumbo desconocido.

Los hechos se registraron el pasado fin de semana en pleno casco urbano de ese municipio y, hasta la fecha, se desconoce el paradero de Erika.

Según las autoridades, la víctima, de al menos 30 años, es madre de tres menores de edad. Se presume que los actores de este hecho serían las disidencias de las Farc que delinquen en la zona, por lo que pidieron respeto por la vida de la comerciante y exigieron que se deje en libertad.

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“Elevamos esta solicitud al alto gobierno, porque pensamos que fueron las disidencias las que la secuestraron, por lo que hacemos un llamado a estos grupos ilegales para que esta mujer sea entregada a una misión humanitaria, a la iglesia o a la Defensoría del Pueblo, para que sea trasladada a Cartagena del Chairá ”, expresó Edwin Leal, defensor del Pueblo en Caquetá.

A este reciente hecho se suma la situación que viven las comunidades del Bajo Caguán, zona rural de Cartagena, y también las comunidades indígenas de la parte baja de Solano, donde se encuentran confinados desde el mes de septiembre por enfrentamientos entre disidencias de Iván mordisco y de alias Calarcá, que se pelean el territorio.

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Las familias denuncian que están sin alimentos, a la vez que hay restricciones para transitar por los ríos Caguán y Caquetá.

El Ejército realizó un operativo en la zona donde murieron ocho disidentes, pero el temor se mantiene y afecta a más de 400 familias que habitan en las zonas conocidas como Los Estrechos y Jerusalén, las mismas que siguen pidiendo con clamor a las autoridades que cese la guerra para que puedan volver a vivir tranquilos.

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