El representante Daniel Carvalho, habló sobre los desmanes ocurridos en el estadio de Medellín en medio del partido ente Nacional y Junior.
Señaló que, si bien es importante contar con presencia policial en los espectáculos públicos, no se puede reducir el problema a la falta de suficientes policías. Destacó que, gracias a la política pública de cultura de fútbol implementada en los últimos años, se ha logrado una reducción significativa de la violencia entre las barras locales.
Sin embargo, aún falta establecer protocolos adecuados de acompañamiento y acuerdos entre las barras visitantes y la alcaldía, lo cual fue uno de los fallos evidentes en los incidentes ocurridos.
El representante también hizo hincapié en la importancia de revisar los protocolos de seguridad y la logística de ingreso a los estadios en Colombia. Mencionó la necesidad de contar con detectores de metales y un buen operativo policial en el primer círculo de seguridad para evitar el ingreso de armas blancas al estadio.
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En cuanto a los enfrentamientos entre las barras, explicó que los 'trapos' representan la identidad colectiva de los grupos de amigos que componen las barras. Aunque resulte difícil de entender para algunos, los trapos son un símbolo muy importante para ellos, en este caso uno de los motivos para que se generara el enfrentamiento.
En ese sentido, enfatizó que se deben individualizar a los verdaderos responsables de la violencia y no generalizar, ni satanizar toda la afición del fútbol como violenta.
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En cuanto a la discusión sobre la participación de la Policía en los eventos deportivos, Carvallo se mostró de acuerdo con la reducción progresiva de su presencia. Sin embargo, propuso que esta reducción sea reemplazada por logísticos capacitados y el uso de tecnología, como detectores de metales, para garantizar la seguridad en los estadios.
Sobre la pelea
El robo de un trapo o bandera que tenía insignia en la hinchada del equipo verde en la tribuna norte llevó a que se pelearan, no solo a puño limpio, si no con armas blancas como cuchillos que lograron ingresar al estadio.
La batalla campal donde tuvo que intervenir la Policía se extendió hasta otras tribunas como occidental y los alrededores de la Unidad Deportiva, llegando hasta el centro Comercial Obelisco, donde los desórdenes obligaron a que aficionados y dueños cerraran las rejas por el temor que causaban.
Sobre los 20 heridos, Blu Radio ha confirmado que el policía adscrito a la UNDMO, antiguo Esmad, atendido en el Pablo Tobón Uribe, tuvo una contusión en la mano izquierda ocasionada por el golpe de un objeto contundente, que puede ser uno de los cuchillos con los que se defendían los seguidores del Junior.
Escuche aquí la entrevista:
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