Ante la grave situación de orden público y las amenazas que vienen recibiendo comerciantes y campesinos en seis municipios del Meta, un pelotón del Ejército fue enviado a reforzar la seguridad en la zona, donde disidencias de las Farc están citando a la población.
Según Andrea Lizcano, secretaria de Gobierno del Meta, el grupo armado estaría obligando a la comunidad a asistir al sector del planchón, sobre el río Guayabero, en el municipio de Uribe.
Estas reuniones no sólo serían para exigir cuotas extorsivas: “Tropas del Ejército Nacional están en esta zona impidiendo que la comunidad sea obligada a ir a estas zonas ilegales donde lo único que quieren es extorsionarlos y darles algunas directrices cómo irse en contra de la Fuerza Pública cada vez que se llega a hacer la captura de un cabecilla de estos grupos ilegales”, señaló Lizcano.
Dada la gravedad de la situación, varios comerciantes se han visto obligados a cerrar sus locales y asistir a estas reuniones. En dos de los seis municipios se ha tenido que decretar toque de queda para impedir que la gente salga y acuda a dichas citas.
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La gobernadora del Meta, Rafaela Cortés, ha hecho un llamado al Gobierno Nacional para que atienda la situación de manera prioritaria.
Según las autoridades, las amenazas e intimidaciones son ordenadas por alias Calarcá, cabecilla de las disidencias de las Farc que hoy hace parte de los negociadores de paz con el Gobierno del presidente Gustavo Petro.