El Gobierno nacional prepara una decreto para meterle 'esteroides' y dientes a las zonas de reserva campesina con el propósito de acelerar la reforma agraria y el desarrollo rural en ellas. La figura existe desde hace años, pues hay 11 zonas de reserva constituidas sobre 1.2 millones de hectáreas en zonas, pero el Gobierno cree que el instrumento hoy es endeble y simplemente no se usa, no tiene impacto.
Según la ley, el Gobierno puede limitar la tenencia de tierras en esa zona a cierto número de hectáreas y adquirir los excedentes a través de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), pero eso simplemente no ocurre. El otro problema es que los planes de desarrollo para esas regiones se están quedando en simples papeles porque no hay doliente que los saque adelante y es parte de lo que quiere resolver el Gobierno.
El proyecto de decreto dice que la ANT no solo pondrá un límite a la tierra que alguien puede en las zonas de reserva, sino que adquirirá la tierra que se pase de ese límite bien sea a través de la compra por negociación directa o por los procedimientos agrarios. Aunque el Gobierno ha dicho que eso no implica que se vaya a usar la expropiación o la extinción de dominio de forma masiva, esas sí son herramientas que entrarían dentro de lo que se puede hacer. Hasta las notarías estarán enteradas de que no se pueden escriturar más allá de cierto número de hectáreas a una misma persona o empresa.
“La ANT priorizará programas de adquisición directa y dotación de tierras a favor de población campesina, para la producción de alimentos en ZRC, conforme lo dispuesto en el literal c) del artículo 31 de la Ley 160 de 1994 y el decreto 1623 de 2023 con el objeto de adquirir predios rurales para dotar de tierra a campesinos(as) sin tierra o que tengan cantidades insuficientes. Igualmente, la ANT deberá adelantar, de manera obligatoria, preferente y pronta los procedimientos agrarios a que haya lugar dentro de las ZRC”, dice el proyecto.
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Cambios más allá de la tierra
La tierra no es suficiente para que el campo produzca y esa es una de las ideas centrales detrás de las ZRC. La idea es que las comunidades, asociaciones y Gobierno se pongan de acuerdo en las inversiones que se van a hacer y se llegue con programas del Estado mucho más rápido; por ejemplo, el Banco Agrario ya está dando créditos con tasas más bajas a quien está en una zona de reserva campesina y la ADR (Agencia de Desarrollo Rural) está reduciendo los trámites para acceder a programas específicos de desarrollo.
Otra propuesta es que las ZRC contemplen también inversiones de otros sectores distintos al agrícola y que incluso se contemplen aportes voluntarios desde el sector privado y los gremios. Hay unas 31 solicitudes de constitución de nuevas zonas de reserva en la ANT.
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