Este 25 de junio, al cumplirse 13 años desde que la Unesco declarara como Paisaje Cultural Cafetero a 47 municipios de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca, los caficultores reconocen que sus cultivos se han reducido hasta en un 31 %.
Diego Alexander Piedrahita, oriundo de Salgar, Antioquia, lleva 60 de sus 72 años entre cafetales y fincas. En su amplio recorrido por cada labor de la producción del grano, Diego ha visto cómo cada año el trabajo en este cultivo se transforma.
"En el cultivo del café todo ha cambiado porque hoy en día en muchas partes han arrancado el café y han sembrado plátano, entre otras cosas. En muchos lugares han arrancado el café porque ya no hay con quién recolectarlo. La juventud de hoy en día ya no trabaja en esto. Trabajan más los viejitos que los muchachos", asegura Diego.
Faber es la tercera generación de caficultores de la familia Buitrago en Circasia, Quindío. Él reconoce que los cambios tecnológicos y la falta de apropiación por esta actividad económica también ponen en riesgo su sostenibilidad: "No tenemos un empalme, un relevo para las generaciones nuevas y, precisamente, es por eso. Porque no ven ahí un futuro inmediato para su proyecto de vida que les brinde calidad y bienestar", afirma.
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Reducción de áreas cafeteras en el eje
Lo que viven los caficultores explica las cifras de disminución de las áreas cultivadas con el grano en el Quindío. Hace 9 años, 19.000 hectáreas hacían parte del Paisaje Cultural Cafetero; en la actualidad, son 13 mil. Es decir, una disminución del 31% que Elías Alberto Mejía Henao, presidente del Comité Departamental de Cafeteros, explica: "Ha habido una notable reducción en el área cafetera por razones obvias de la volatilidad de los precios y otras razones socioeconómicas de la región que tienen un componente humano y la llegada de otros cultivos al departamento".
Ante la situación, gremios y autoridades buscan recuperar el área perdida en cultivos de café con grano de mejor calidad. Además, se prepara un documento con solicitudes al gobierno nacional para desarrollar iniciativas culturales y de infraestructura que ayuden a mantener la declaración de la UNESCO en la región.
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Entre estas iniciativas se encuentra la construcción de "vivienda de interés Cafetero", la cual tiene características arquitectónicas de espacio y materiales muy diferentes. También se incluyen otros elementos vitales, como el desarrollo de la cátedra de Paisaje Cultural Cafetero para fortalecer los valores y atributos que nos hacen tan únicos como patrimonio de la humanidad. Además, se plantea el desarrollo de los comités municipales en todo el Eje Cafetero y la articulación en los esquemas de ordenamiento territorial con categorías específicas para el Paisaje Cultural Cafetero”, señaló Felipe Arturo Robledo Martínez, secretario de Cultura del Quindío.
Así, el gremio cafetero, la academia y las autoridades buscan que el legado que Diego, Faber y miles de caficultores han forjado, prevalezca.