Luego de esta inspección, la Superservicios dice que la crisis de abastecimiento de agua en Bogotá no solamente es producto de los efectos cambio climático y el fenómeno de El Niño, sino que además se produjo por cuenta de temas asociados a decisiones técnicas, operativas y administrativas; es decir, culpa al Acueducto de Bogotá por la crisis que está atravesando la ciudad.
Allí se tocaron varios puntos entre ellos, las contrataciones de la ampliación optimización de las plantas potabilizadoras de Tibitoc y Wiesner para aumentar su capacidad de tratamiento de agua, obras que según la superintendencia enfrentan importantes retrasos y aún no se han completado, lo que afectada la capacidad de tratamiento de agua de Tibitoc.
“En ese sentido, luego de diferentes análisis, la Superservicios destaca que en los últimos tres años se ha presentado una disminución en las afluencias del embalse de Chuza y, por lo tanto, un descenso continuo en el nivel del mismo, dados los bajos niveles de precipitación registrada en la zona, llegando incluso a los registros mínimos históricos, sumado a las condiciones operativas asociadas a la coloración del agua, que son factores que pueden influir en la realidad actual de operación”, señala el comunicado.
Además, afirman que esos retrasos han llevado a que el acueducto tome decisiones como ampliar temporalmente la cantidad de agua tratada para aliviar la presión sobre el sistema Chingaza.
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Por último, Superservicios continuará realizando acciones que permitan garantizar que los servicios públicos domiciliarios prestados sean los que la ciudadanía se merece.