El presidente Iván Duque cumple un año frente al Gobierno en Colombia. Un año lleno de críticas y de grandes retos como la implementación del acuerdo de paz, la aprobación de importantes iniciativas en el Congreso, el terrorismo que sigue vigente en varias regiones del país y que inclusive golpeó a la capital el pasado 17 de enero en la Escuela de Cadetes General Santander, pero quizás el reto más grande ha sido gobernar en medio de un país polarizado.
A propósito de la polarización, el primer mandatario respondió a sus críticos: “yo veo que a veces hay algunas voces que tratan siempre de decir ‘ah es que Duque no va a cumplir’ y todo el día es martillando en contra. Y yo digo miren, me venía leyendo un libro que compré en la China y en el libro decía algo muy sabio: la verdad se expresa a través de los hechos”, dijo.
Puntualmente en este segundo año, el Gobierno espera retomar la fumigación aérea con glifosato para combatir la expansión de los cultivos ilícitos, mejorar la relación con el legislativo para aprobar importantes iniciativas como las leyes anticorrupción y las que hacen parte de la reforma a la Justicia, capturar e imponer sanciones ejemplarizantes a quienes abandonaron el acuerdo de paz, aumentar la inversión extrajera y seguir ejerciendo presión diplomática para que Maduro caiga.
Cristian Rojas, director del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, aseguró que en esta segunda tanda el presidente Duque debe renovar su gabinete para buscar un perfil más político porque uno de los grandes problemas que ha tenido su Gobierno es que ha sido muy técnico, que es un componente importante, pero no suficiente para gobernar con eficiencia.
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“La Presidencia de la República por supuesto tiene muchos temas técnicos que tiene que resolver al más alto nivel, pero es básicamente una institución política y eso supone una posibilidad de mejorar sus relaciones con el Congreso porque, aunque mantenga su política de cero mermelada, que puede ser un acierto, nada de malo tiene hacer un gabinete que incluya a los partidos que puedan hacer una coalición de Gobierno, buscando a las personas que son idóneas para asumir esas carteras, no simplemente responder a perfiles políticos, sino hacer un Gobierno político con sus partidos aliados”, dijo.
De no hacerlo, dice Rojas, el Gobierno se expone a un mayor distanciamiento con el Legislativo y no habrá una comunicación efectiva entre estas dos ramas que, finalmente, están hechas para trabajar de la mano.
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“De esa manera podría mejorar su relación con el Congreso porque el Legislativo de lo contrario seguirá en una posición de resistencia frente al Gobierno que le dificulta sacar adelante su agenda legislativa y ese ha sido el tema más difícil políticamente. Puede ceder a los partidos de esa manera actuando de forma coherente, sin necesidad de caer en viejas prácticas de repartición indebida de mermelada”, agregó.
Para Kenneth Burbano, director del Observatorio Constitucional de la Universidad Libre, el balance sobre el primer año de gestión del presidente Duque es deficiente y debe dejar de “perder tiempo” en polémicas como el caso ‘Santrich’.
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“Me parece que, en términos políticos y de legitimidad, debe dedicarse a resolver problemas cardinales como la seguridad, la búsqueda de la paz y actuar en consecuencia con las decisiones de la Corte Constitucional en materia de consumo de drogas, de sustitución de cultivos ilícitos, sin afectar derechos fundamentales de las personas”, indicó Burbano.
¿Qué viene para este año? El presidente Duque le apuntará a acercarse más al pueblo colombiano, pero aclarando que su principal objetivo será la gestión y no las promesas o gobernar a través de discursos. El primer mandatario ha sido claro en que su meta seguirá siendo dinamizar la economía y generar mayores inversiones en el país.
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“Lo dije como candidato y lo hago como presidente: nosotros no vamos a iniciar nuevas negociaciones de tratados de libre comercio, pero hay que aprovechar los que hay y hay que abrir los mercados que se necesitan”, dijo el presidente Duque.
Los expertos consultados por BLU Radio aseguran que el presidente debe darle un vuelco a su gabinete y a su estrategia de comunicaciones. Indican como común denominador que la comunicación de Gobierno debe apoyar la gestión presidencial para que dentro de un año, cuando cumpla 2 al frente de la Casa de Nariño, la favorabilidad del primer mandatario aumente por lo menos 15 puntos.
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