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¿Qué hay detrás de la compleja situación que vive la Universidad del Rosario?

Mientras que el rector, la junta directiva, varios decanos y colegiales defienden la gestión actual; varios profesores, estudiantes y egresados siguen insistiendo en que debe haber un cambio en las directivas. Esto en medio de denuncias de irregularidades en los estados financieros y en el manejo de la Universidad del Rosario.

Universidad del Rosario
Universidad del Rosario
Foto: X: @URosario

La situación al interior de la Universidad del Rosario es cada vez más compleja y amenaza con afectar la reputación de uno de los centros de estudios de mayor reconocimiento del país. Y es que en los últimos días, se ha intensificado una discusión sobre los posibles malos manejos que estaría haciendo el actual rector Alejandro Cheyne, lo que ha desatado asambleas estudiantiles, concentraciones en diferentes escenarios de la universidad, comunicados y gasta una diligencia del Ministerio de Educación que se llevó a cabo el 15 de abril.

El malestar de los estudiantes incluyen denuncias de presunto endeudamiento desbordado, crisis financiera, tráfico de influencias, despidos injustificados de profesores de alto nivel, creación de facultades sin criterios técnicos, compra exacerbada de edificios que aún no son usados y deterioro de la calidad de uno de los centros de investigación más importantes del país.

“Dentro de los temas que se trataron en la asamblea están la mala estructuración del gobierno de la universidad , los despidos injustificados de la docencia y otro personal de la universidad, sumado a los actos de censura, la mala gestión financiera, teniendo en cuenta la interrupción de la construcción de edificios como la torre 3 y los laboratorios de mutis, falta de transparencia frente a los mecanismos administrativos de manejo económico en la universidad, desfalco de dinero en diferentes áreas, como los servicios de alimentación a los estudiantes por el recorte de presupuesto a las dependencias y sobre pólizas de salud mental y el servicio médico en general, insuficiencia de medios de representación para solucionar problemáticas, falta de financiación de salidas de campo y otras actividades académicas que están siendo cargadas a los profesores y estudiantes”, señalaron un grupo de estudiantes quienes lideraron una asamblea estudiantil el viernes 12 de abril en las instalaciones del Claustro.

Todo esto llevó a que el órgano de gobierno de la Universidad se pronunciara: tanto los consiliarios (junta directiva) como los colegiales (los 15 estudiantes elegidos por meritocracia y que tienen la facultad de elegir rector) hicieron un llamado al respeto a la institucionalidad, al diálogo abierto en diferentes mesas de trabajo y de respaldo al Rector Cheyne.

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“Desde nuestras constituciones, es nuestro deber y obligación como Consiliarios, servir a los mejores intereses de la universidad y encontrar en conjunto con los diferentes miembros de nuestra comunidad Rosarista, con sabiduría y serenidad, los caminos que permitan mantener nuestros valores y garantizar el futuro y sostenibilidad de este colegio mayor. Convocamos a toda la comunidad Rosarista para que, en la diferencia, la sana crítica, la discusión constructiva en el respeto y el camino hacia el cambio y la renovación que imponen estos tiempos, no permitamos lesionar la reputación de nuestra universidad y salgamos airosos y fortalecidos en el camino que conduzca a honrar nuestra calidad de Cuna de la República y hogar de los fundadores de Colombia” señalaron los consiliarios de la universidad.

Pero también han salido varios comunicados, especialmente de profesores de las facultades de la facultad de jurisprudencia y ciencias humanas quienes están pidiendo abiertamente la renuncia del rector y la revisión de los órganos de gobierno de la universidad, que se remontan a la fundación en 1653. Adicionalmente, desde la facultad de economía, 16 profesores hicieron una revisión de los estados financieros y lo que encontraron es que la universidad hoy no cuenta con liquidez para pagar sus pasivos corrientes, ha aumentado exponencialmente su índice de endeudamiento, no puede pagar los intereses de un préstamo de 120.000 millones de pesos y una caída en las inversiones en títulos y una prevalencia en inversiones en propiedades.

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La conclusión de estos 16 profesores en que si hay un problema de solvencia en la universidad que han buscado resolver con despidos y austeridad en otros gastos esenciales y que aunque es una medida de corto plazo, los problemas podrían llegar en 2025 cuando se deba empezar a pagar el capital de los préstamos solicitados por el rector Cheyne.

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