Los trágicos casos de feminicidio, como el ocurrido en las últimas horas en el centro comercial Unicentro en Bogotá,
pero también las graves cifras de violencia de género, especialmente por parte de sus parejas o exparejas sentimentales, hablan de un tipo de violencia silenciosa que aún no está reconocida en Colombia: la violencia vicaria o la instrumentalización de los hijos y familiares en contra de la víctima.
Así le paso a Ximena Ordoñez, emprendedora, exvirreina de belleza, presentadora, diseñadora de modas, corredora de karts y autos de competencia, empresaria y coach. Su martirio tuvo un punto de inflexión el 23 de septiembre de 2021, cuando su entonces pareja sentimental y padre de sus hijos, quien según su testimonio ejercía diferentes tipos de violencia desde hacía tiempo, se los llevó de Bogotá
rumbo a una vereda cercana en la que no ha podido tener ningún de contacto, por el contrario le toca enviar una pensión de manutención, sin saber si sus hijos están bien.
“Mis hijos llevan un año y ocho meses sin su mamá, viviendo vidas de niños huérfanos con su madre viva, completamente engañados a manos de ‘Don Vicario’, pensando que tal vez su mamá los abandonó, que su mamá es mala, que su mamá no los quiere y sumergidos en un mundo de muchas muchas mentiras”, relató.
Este hecho llevó a Ximena a alzar su voz y crear la Fundación Colombiana contra la Violencia Vicaria para promover conciencia sobre este tipo de violencia de género, que se ejerce a través de otra persona como son los hijos, y que van desde la violencia psicológica, económica, de sustracción o incluso violencia física y sexual. Son 498 casos, que la fundación ha registrado y que crece día a día, muchos de estos casos se vuelven un preludio al feminicidio.
“La violencia vicaria es un cóctel de violencia de género. Es donde se encuentra básicamente la violencia psicológica, la violencia económica, patrimonial, sexual, física, que es la más conocida. Y es ahí donde nosotras, las sobrevivientes de esta violencia, entramos a conocer un poco más allá sobre la violencia de género, dándonos cuenta que evidentemente existen más violencias que un ojo morado. Y nos encontramos con violencias muy normalizadas y romantizadas durante tantas décadas”, señala Ordoñez.
Este tipo de violencia no está tipificado en el código penal ni en las leyes contra el feminicidio y la violencia de género. Es por ello que tanto Ximena como la representante del Pacto Histórico Alexandra Vásquez presentaron un proyecto de ley que busca precisamente visibilizar este flagelo y combatirlo:
“El proyecto incorpora en el ordenamiento jurídico colombiano la violencia vicaría modificando la ley 1257 del 2008 y la ley 2126 del 2021. Establece un proceso de formación obligatoria sobre derechos de la mujer e identidad de género, con enfoque de género y violencia basada en género a los funcionarios que atienden dichas violencias. Establece el registro nacional de las medidas de protección de la Policía, ordena emitir contenido que contribuya a erradicar la violencia contra las mujeres, declarar el 11 de mayo como el día contra la violencia vicaria y solicitar a las entidades competentes incorporar un sistema de registro unificado de casos de violencia contra la mujer e incorporar al funcionamiento de las comisarías la violencia vicaría en el contexto familiar”, señaló la Representante Vásquez.
Lo que esperan las promotoras de este proyecto de ley es que se tomen medidas que eduque, que reduzcan y que penalicen este tipo de violencia que en la mayoría de los casos termina siendo un preludio al feminicidio, como el deÉrika Aponte,
quien como comentaba la alcaldesa Claudia López, se le negó llevarse a su hijo de la casa de sus suegros cuando quiso escapar de su agresor.
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